jueves, 28 de mayo de 2009

Cuello de botella en el Ambigú

El pasado viernes os anuncié que durante unos días tendría dificultades para abrir entradas.

Así ha sido y va a seguir siendo. Durante más tiempo que el que había calculado.

Y sin embargo los temas se suceden. Estos días de obligada ausencia coinciden con una avalancha de asuntos de esos que, aunque de importancia variable (el Frente Atlético me la pela), echo de menos para abrir una entrada cuando dispongo de tiempo para ello pero no de ideas para hacerlo.

En espera de que la semana que viene pueda atender mejor el tugurio que Piston ha abandonado cobardemente en mis manos, me atrevo a enumerar esos asuntos por si alguno os merece un comentario y os podéis entrener en espera de que la semana que viene publique uno de mis habituales ladrillos. (La idea de publicar mis comentarios a los comentarios de Jaburu sobre los estatutos me seduce especialmente: solo así se consolaría el renano de lo de anoche en Roma)

Los temas son:

1.- Agiriano ha vuelto a la carga con lo del cambio de filosofía y la cantera globalizada. Pero lo ha hecho con más inteligencia que otras veces, poniendo en evidencia las contradicciones e incoherencias del sistema. ¿Este es el modelo?

2.- Un oyente de Radio Popular ha hecho un estudio que demuestra lo que yo intuía y que por falta de tiempo no pude comprobar: que desde 1984, los títulos se los han repartido Barcelona y Madrid, y para los demás que han seguido el modelo extranjeril solo han quedado residuos. En 25 años, sobre los 50 títulos nacionales, el Barça ha conseguido 15 títulos y el Madrid 13. Apate de esos dos equipos, que han devenido inalcanzables para nosotros como para todos aunque traicionemos la filosofía, los que más se les acercan apenas han conseguido 3 ó 4 títulos entre liga y copa, aderezados con al menos un descenso a segunda cada uno. (En ese periodo, salvo los dos megamillonarios, solo el Athletic no ha bajado nunca pese a su caduco modelo) A mediados de los 50, Athletic, Barça y Madrid tenían seis ligas cada uno, pero el Athletic tenía muchos más títulos de copa. Los que acusan a la filosofía de haber dejado el podium y creen que cambiandola volveríamos a ese nivel, deberían tener en cuenta que ninguno de los que ha seguido ese camino ha sido capaz de seguir el ritmo de Madrid y Barcelona.

3.- Los nuevos rumores de cara a la plantilla del año que viene. Lo de Tornavaca parece una mala broma.




4.- La amenaza de moción de censura, parece ser que por lo de el sorteo. La vergüenza de ese asunto justifica la moción, desde luego. Pero ya hemos visto lo que el asunto preocupa a la masa social y a los medios. A diferencia de lo de Lamikiz y Zubiaurre, el tema no ha calado. Creo que el socio en cuestión debería cejar en esu empeño. Es desgastarse para nada. Él y la propia fórmula de la moción de censura, que a tantos medios resulta tan grato desprestegiar.


5.- Los sucesos protagonizados por el Frente Atlético en San Mamés.


6.- Los sorprendentes rumores que me han llegado sobre Caparrós. Según los mismos, la JD estaría estudiando renovarle ya para atarle el año que le queda de contrato, y uno o incluso dos más. Soy partidario de que Caparrós cumpla su tercer año, pero espero también que esto sea otra mala broma.

7.- La andadura copera de las neskas, asunto más interesante si cabe por el anuncio de que la final se jugará en Vizcaya (San Mamés o Lasesarre) Una final con las neskas en San Mamés sería la bomba.

8.- El culebrón Ustaritz.

Agur.

domingo, 24 de mayo de 2009

Descenso a los Infiernos.

“Por mi se va a la ciudad doliente, por mi se va al eternal tormento., por mi se va tras la maldita gente…..No esperéis más volver a ver el cielo. Vengo a llevaros a la orilla opuesta. A la tiniebla eterna, al fuego... al hielo" (Dante, Canto III del Infierno)

Descenso. Como fruta tiene el sabor metálico, amargo, del fracaso. Como palabra suena a frío y a destierro. Como experiencia es sentir que la helada y acerada hoja de un cuchillo se clava, profunda y certera, en el corazón.

Si es verdad lo que afirma una campaña publicitaria y “el fútbol es la vida” nada lo refleja mejor que la lucha, dura, encarnizada, lucha por evitar el fracaso, lucha por sobrevivir, que representa el descenso. Sobre todo cuando esa lucha a muerte llega a la semana final, definitiva, a ese dramático “todo o nada” que se juega a las mismas puertas del infierno.

Nadie nos tiene que contar lo angustioso de la situación. No hace falta tirar de imaginación para comprender la semana que pasará un aficionado rojillo, rojiblanco de Gijón, verdiblanco , de Getafe o de Valladolid. Nadie nos tendrá que explicar el significado de las lágrimas que veremos derramar el próximo fin de semana. No hace tanto que nosotros mismos….mejor ni recordarlo. No sé si alguna vez podré olvidar la angustia, los fantasmas y los sudores fríos de aquella última semana.

Por todo eso, porque conozco mejor y me siento más cerca de la callada mística de quién bordea el fracaso que de la exuberante locuacidad del favorito de la fortuna, esta semana mi piel confraternizará mejor con la tensión angustiosa del aficionado de tantos colores que ve desangrarse a su equipo que con la tensión ilusionada del hincha culé o del renano quien , en su egoísmo sin límite, anhela hacer suya, poseer, disfrutar, sumirse en el placer de una Copa de Europa más.

La situación del descenso que se da este año permite plantear algunas reflexiones:

-Recuerdo que hace unas cuantas jornadas nuestro entrenador afirmaba que con 41 puntos la permanencia estaba asegurada. Ya entonces algunos señalamos la inconsciencia que destilaba esa afirmación. Que se lo pregunten hoy al Betis o al Getafe.

-La situación de los candidatos a la tercera plaza del descenso, este año, es muy curiosa. Todos, absolutamente todos, dependen de si mismos. Gracias al Betis-Valladolid de esta próxima jornada quién gane su partido tendrá la salvación asegurada. Esto aventura una tensión sin límite hasta el final.

-¿Conseguirán Betis, Getafe y Valladolid…o lo que es lo mismo…Lopera, Carlos Suárez o madridistas de pro como Torres y Michel movilizar al Madrid y conseguir que juegue con ganas en El Sadar?.

-¿Querrá el Racing pasarle factura al Getafe por algunas cuentas pendientes y de paso ingresar en cuenta algunos billetes?.

-¿Se irán los chicos del Recre, ya en Segunda, con unas monedas en el bolsillo que les alegren su triste verano?

-¿Será el Betis – Valladolid el verdadero combate a muerte?...curioso lo de los vallisoletanos. Faltando 10 jornadas contaban con 39 puntos, hablaban de pelear por la UEFA, y algunos de los nuestros miraban con nostalgia a ese banquillo y lloraban la ausencia de Prieto en nuestra defensa….nueve partidos después con 42 puntos y en barrena son claros candidatos al descenso.

¿Sensaciones personales ante esta última jornada?....si no consiguen movilizar al Madrid, que dudo que lo puedan lograr, el Betis-Valladolid será testigo de un drama eterno. Solo uno podrá sobrevivir y aunque es gustosa la idea de un Betis perdiendo la categoría (oh!, Chaparro ¿por qué no confiarían en ti y tu “sobreviviré”?...ríe, ríe Chaparro por última vez) me temo que todo juega en contra de los chicos de Mendilibar.

Que nadie, pues, olvide la lección, como aconseja Dante…”Anota mis palabras, de tal suerte, que puedas repetirlas mientras vivas, a los vivos, que corren a la muerte”.

PS: Constatar que ayer el Atlético Forlán puso pie y medio en la Champions. El solito, sin necesidad de ayuda, una auténtica “alma” del nueve largo. Sin ese jugador los colchoneros estarían ahora mismo con las mismas angustias que el Betis o el Getafe y es que como equipo estos sí que son una Divina Comedia.

viernes, 22 de mayo de 2009

Final de la Champions

Como en los próximos dos o tres días creo que no voy a poder abrir entradas en el blog, viendo que si no las abro yo es improbable que lo hagan MarioSila o Pako, y considerendo que ya se empieza a hablar en los medios de la final Barça-ManU, antes de apagar el ordenador os dejo esta entrada para que el que quiera ir comentando el asunto pueda hacerlo.

Si además algún administrador quiere editarla y decir algo de más fundamento, que lo haga.

Calendario Estival



Con la última decisión de la UEFA de obsequiarnos con una ronda más antes de jugar la liguilla de la nueva UEFA, al final vamos a jugar algo que si no es un calco de la denostada y menospreciada Intertoto, que baje Platini y lo vea.

Si a eso sumamos la Supercopa, el calendario de Julio-Agosto queda (provisionalmente) así, siempre que superemos la primera ronda de la UEFA que nos toca jugar:

Jueves 30 de Julio: Ida UEFA (Fuera)

Jueves 6 de Agosto: Vuelta UEFA (San Mamés)

Domingo 16 de Agosto: Ida Supercopa (San Mamés)

Jueves 20 de Agosto: Ida UEFA (pendiente sorteo)

Domingo 23 de Agosto: Vuelta Supercopa (Camp Nou)

Jueves 27 de Agosto: Vuelta UEFA (pendiente sorteo)

Domingo 30 de Agosto: Primera jornada de liga.

Otra información de interés:

El Domingo 26 de Julio, Bruce Springsteen toca en San Mamés. Menos mal que es la vuelta de la UEFA la que jugamos en San Mamés, que si llega a ser la ida, menudo patatal nos esperaba. Y aún así ...

Los partidos que se solapan con la Semana Grande son los que van del 16 al 23 de Agosto.

La prevista participación del Athletic en el torneo de Amsterdam se ha ido al garete. Ese torneo se va a disputar del 24 al 26 de Julio.

No sé a vosotros, pero a mí este calendario, con lo fundidos que han acabado algunos jugadores clave, con la puñetera copa esa nueva que se va a llevar a varios de esos jugadores a jugar con "la roja", la plantilla que tenemos, lo sensibles que somos a los malos arranques ligueros, etc ... me da un poco de miedo todo esto.

¿Nos encontraremos de nuevo en la liga danzando en la oscuridad?

martes, 19 de mayo de 2009

Planificación plantilla 2009-2010: Primeros rumores

Según El Correo, Caparrós ha pedido a Ander Herrera (Zaragoza), Mikel San José (Liverpool) y el ya prácticamente fichado Díaz de Cerio.

Los tres son interesantes.

Necesitamos un recambio/compañero de garantías para Llorente como el comer. En nuestro mercado, Díaz de Cerio no es que sea el mejor: es que es el único, descartada la vuelta de Aduriz.

Para mover el equipo en el centro del campo con algo que no sean patadones, hace falta algún futbolista en esa parcela. Los que le han visto jugar, dicen que Ander puede tener mucho futuro. Y también se dice en la web amiga que Beñat, la gran esperanza blanca durante tantos años, ha hecho una buena temporada. Otra cosa es si a estas alturas las loas del ciclotímico nos merecen alguna credibilidad. Pero ilusiona pensar que Beñat todavía pueda tener su oportunida en el Athletic. Al menos a mí.

San José también es buena opción. No es agradable aceptar así sin más el regreso del hijo pródigo, pero tampoco vamos a ponernos tiquismiquis. Cualquier equipo que se precie necesita al menos tres centrales de garantías. Amore, Etxeita, y ... A Ocio le queda un telediario y Caparrós está harto de las lesiones de Ustaritz.

Díaz de Cerio viene sin costar ficha y la directiva, siempre según su medio oficioso, está dispuesta a gastar alrededor de cinco millones entre el central y el centrocampista. Aunque el Liverpool parece dispuesto a traspasar, el hueso duro es el Zaragoza, que de momento no está dispuesto a negociar la claúsula de cuatro millones, y menos teniendo en cuenta que alguien ya se ha ocupado de lanzar el rumor de un supuesto interés del Barcelona por el hijo de "Herrerita".

En mi opinión, si lo que se dice de Herrera es cierto, el Athletic ha de ser valiente e ir a por él con todo. Para mí, es un objetivo más importante que San José. Si el Zaragoza insiste en los cuatro kilos, yo los pagaría y si eso implica que San José no viene ... ¡qué le vamos a hacer!

Otro asunto son las bajas. Lo hemos dicho muchas veces: el canguelo pasado los dos llamados años que estuvimos apunto de bajar ha producido tal inseguridad en nuestros rectores, huerfanos además de un Director Deportivo con criterio (o incluso sin él, como me recordaría Bienzobas) que fichamos a troche y moche y cuesta mucho decidir las bajas, necesarias en una plantilla tan mediocre como numerosa.

Pero esas bajas tendrán que llegar. ¿Quienes serán los elegidos?

De momento, ya sabemos que Etxebe no. El de Elgoibar con su cabriola de jugar gratis nos va a dar un año más para que olvidemos el que fue y pensemos en lo que es. Creo que se ha equivocado. Y los que le han reido la gracia, también. Lo que ha sido Etxebe en este equipo merecía un final mejor, sin falsas gratuidades que ocupen una ficha del primer equipo e impongan el peaje de una alineación del jugador no siempre justificada.

Parece que Orbaiz tampoco. El Mundo Deportivo de hoy anuncia el deseo del club por renovarle. Espero que por pocos años y con la ficha a la baja. Cualquier otra cosa me parecería un desatino.

Pero el que sí puede irse es alquien que no queremos que se vaya. Se rumorea en radio macuto que Iraola ni siquiera quiere escuchar al club. ¿Será verdad? MarioSila ya anunció hace tiempo la posibilidad de que el lateral se marchara a Inglaterra.

Quedan más nombres, pero algo he de dejaros, amigos zurigorris.

viernes, 15 de mayo de 2009

La "cantera" del Barça y las ruedas de molino de Vocento

El grupo Vocento no deja de sorprenderme.

Mi admirado Javier Clemente siempre me ha parecido un paranoico cuando acusa a El Correo de tener urdido un complot para traer extranjeros al Athletic.

Pero mira por donde igual es verdad.

Y es que me llama la atención la reflexión que el principal periódico de Vizcaya hace a raiz de la final del día 13.

Casi todos pensamos que es nuestra "filosofía" lo que explica todo lo que como afición se ha vivido estos días en Vizcaya, en Valencia y en cualquier punto de la geografía mundial donde haya un aficionado zurigorri. Somos muchos los que hemos reflexionado sobre que es eso lo que nos hace diferentes y a nuestra afición la mejor, que de ahí sacamos nuestra fuerza.

Pues cuando creíamos que éramos nosotros los que habíamos dado una lección a pesar de la derrota, mira por donde que dos artículos publicados en El Correo nos vienen a decir lo contrario: que la lección la ha dado el Barça, que los culés han ganado gracias a su "cantera" y que lo sucedido nos brinda una ocasión de oro de aprender de cómo gestiona el Barça dicha cantera.

Por supuesto, amigos zurigorris, cuando hablan de la cantera blaugrana no se refieren a Puyol, Busquets, Piqué ... Están hablando de Messi, Iniesta, Bojan ...

En otras palabras: El Correo, en un editorial y un artículo de Santiago Segurola que viene a decir lo mismo, viene a hacer suya la propuesta de AthleticEup, a los que ellos mismos contribuyeron a poner a los pies de los caballos por hacerla, y quieren que globalicemos la cantera importando a Lezama el modelo de La Masía.

A mí la idea no me gusta. Mis amigos de AthleticEup lo saben. No voy a repetirme, pero para mí la cantera es otra cosa.

Tampoco me gusta que se dé la vuelta a lo sucedido y que esta final, en vez de para reafirmarnos, nos sirva para dejar de ser lo que somos (al menos tal y como yo lo entiendo)

Pero el asunto tiene su importancia, por quien, como y cuando lo saca a colación. Así que me permito plantear el tema por si alguno quiere dejar su opinión al respecto.

Enlaces:

Santiago Segurola

Editorial

El domingo 17, Jon Agiriano vuelve a la carga en la misma línea:


Se busca un Athletic tan grande como su afición

jueves, 14 de mayo de 2009

La final según Tao Te King


Teletipo recién recibido del corresponsal de Ambigú Press, Tao Te King.

Dice el gran Tao:


UN BEL MORIR TUTTA LA VITA ONORA

Petrarca dedicó muchos versos a su amada Laura. Tanto es así que, más de dos décadas después de la muerte de esta, el poeta compuso una canción en la que añora su presencia y pide al Amor que lo mate con sus propias manos: “una muerte ejemplar honra toda la vida”.

Esto y no otra cosa es lo que ayer aconteció en Mestalla. Tras veinticinco años viviendo apegados a la nostalgia de la gloria perdida, el Athletic experimentó anoche un giro de considerables proporciones en su más reciente historia. El “bel morir” que supuso la derrota, ante un equipo que está marcando una época, no sólo ha frenado el inexorable avance hacia el abismo en que se encontraba este club, sino que ha contribuído decisívamente al cambio de sentido: podemos decir que el 13 de mayo de 2009 es el primer hito en un camino que llevará de nuevo al Athletic a una grandeza que nunca debió perder. Quizás el equipo deba aún sufrir alguna modificaciones, mejoras continuas y constantes que en los próximos tiempos deberían apuntalar la base existente. Es probable que algunas de esas mejoras lleguen de fuera, aunque una de las valiosas lecciones que puede aportar esta final es que un buen trabajo en la base del futbol puede proporcionar grandes satisfacciones: nada mejor que constatar la presencia de seis canteranos en el equipo inicial del campeón. Lo que está fuera de toda duda es que a falta de afinar el equipo y de una sustancial mejora en las estructuras rectoras, el club se sustenta en unos extraordinarios cimientos: la afición, en general, y la masa social, en particular. No fueron poco los propios y los extraños que ayer descubrieron que una afición así no cabe en un club pequeño.

En cuanto al partido, no fueron muchos más de cuarenta y cinco los minutos que le sobraron al Athletic para alcanzar la cumbre. En pocas palabras, el choque se puede resumir así: diez minutos de cierto desparpajo zurigorri ante un rival a medio camino entre la sorpresa y la confusión. Con el partido en franquía, unos veinte minutos de inutil dominio blaugrana, ante la gran aplicación defensiva bilbaina. El cuarto de hora final del primer tiempo, con las tablas de nuevo en el marcador, dejó entrever lo que más tarde se confirmaría: en medio de la creciente desorganización rojiblanca, el motor barcelonista fue paulatinamente aumentando sus revoluciones hasta encontrar su ritmo de juego óptimo. Del segundo tiempo poco se puede decir: impotencia de un Athletic totalmente a merced de un extraordinario Barcelona. Nihil obstat, nada que objetar.
Compareció el Athletic en el terreno de juego sin sorpresas en la alineación y una pequeña variante posicional en el centro del campo: Yeste ocupaba la banda derecha, mientras que David López se situaba en la izquierda. No parecía descabellada la idea, por dos motivos: el grueso de las bajas culés se concentraba en su banda izquierda, por lo que un jugador menos dotado para el trabajo defensivo como es Yeste podría disponer de más libertad creativa, y la mayor disciplina táctica de David parecía convertirle en el acompañante idoneo de un Koikili que, centrado como estaba en anular a Messi, no podía atajar las incursiones de Alves. Durante muchos minutos de la primera parte este planteamiento resultó efectivo, al menos en lo que se refiere a cortocircuitar el peligroso juego ofensivo de las alas azulgranas. Si a esto añadimos la especial dedicación de Toquero y Llorente a la hora de impedir que los centrales o los laterales rivales pudieran sacar cómodamente jugado el balón desde atrás, encontramos la razón por la que el centro del campo y los delanteros del Barcelona no fueron capaces de hacer circular con fluidez el balón en las zonas de peligro, unos, ni de protagonizar muchas ocasiones de gol, los otros.


El Athletic, salvo esa primera decena de minutos en la que disfrutó con el balón en los pies y pisó con peligro el campo azulgrana, dedicó lo mejor de sí mismo a mantener el buen orden defensivo para defender el tempranero gol que les daba ventaja en el marcador, un excelente cabezazo de Toquero, anticipandose a dos jugadores rivales, tras el magnífico lanzamiento de un corner sacado por Yeste desde la derecha. Si algo se puede reprochar al Athletic en esta primera parte no fue por su trabajo incesante, por su concentración, ni por su ilusión, sino su escasa presencia en ataque. Careció por completo de juego ofensivo, no enlazó ningún contrataque, no le llegó un solo balón a Llorente que le permitiera controlarlo, esconderlo unos segundos y desahogar un poco a un equipo que se iba metiendo cada vez más cerca de su portero. La ardorosa pero noble y limpia lucha bilbaina, con muy pocas acciones bruscas, daba la sensación de que iba a ser insuficiente ante un temporal azulgrana que más pronto que tarde terminaría por desatarse, Y fue el gol del empate barcelonista, en el que quizás no tuvo mucha fortuna Gorka por verse tapado por Amorebieta, el que cambió el rumbo del partido. El Athletic comenzó a acusar el derroche físico y el Barcelona por primera vez veía el patrón a seguir para derribar el muro rojiblanco. Hasta que el árbitro dio por finalizado el primer tiempo, los bilbainos sufrieron mucho, dieron las primeras señales de debilidad en forma de despiestes y cierta desorganización y confirmó que su juego de ataque había desaparecido. Con este panorama, la parroquia zurigorri veía como un alivio el paso por el vestuario: restañar las heridas futbolísticas, refrescar un poco las pesadas piernas e insuflar algo de autoestima eran los objetivos en el momento en que en la grada empezaron a aflorar los bocadillos de rigor.

Se inició el segundo tiempo con un atisbo de regeneración por parte del Athletic. Durante unos minutos se pudo ver de nuevo, como al principio del partido, a los de Caparrós presionando en campo azulgrana, tratando de frenar su producción de juego en origen y buscando un nuevo gol que les pusiera otra vez en ventaja. Fue el canto del cisne rojiblanco: ni la presión tenía la coordinación inicial, ni el sobreesfuerzo del primer periodo fue inocuo. El terreno de juego parecía que se hacía más ancho y, sobre todo, más largo. Una buena noticia para los Messi, Xavi y compañía que tan poco habían aparecido antes del descanso. Los jugadores del Athletic empezaron a perseguir sombras, en medio de un gigantesco rondo puesto en funcionamiento por el Barcelona, cada vez a mayor ritmo y con aires de virtuosismo por momentos. No sólo se produjo un desfondamiento físico en las huestes de Caparrós, especialmente significativo fue el bajón anímico que los transformó en un equipo herido de muerte. Hasta el final del partido, con el handicap de recibir tres goles, golazos más bien, en tan poco tiempo, los rojiblancos sólo pudieron apelar a luchar sin cuartel hasta la última gota de su sangre debido más a la información contenida en los genes zurigorris que a su convicción en el éxito de la empresa. Una vez que la tempestad, tormenta perfecta de juego azulgrana, poco más que intentar reducir en lo posible el desastre se podía hacer. Algunos ramalazos de orgullo hacia el final, como queriendo enviar un mensaje al orbe futbolístico: este club hunde sus raices en la grandeza no en la vulgaridad, y el partido terminó con el Barcelona proclamandose muy justamente campeón del torneo copero.

Tan magnífico espectáculo, la mejor final de copa en muchos años, no podía tener un epílogo mejor. A las habituales escenas de vencedores cantando y riendo y de vencedores lamentandose y llorando, se sumó un “tercer tiempo” sencillamente sensacional. Atrás quedó lo poco de antideportivo que tuvoel choque, el corte de mangas de Touré a la afición rojiblanca y el botellazo que un energúmeno propinó a Alves. El pitido final dio paso al reconocimiento que los vencidos tuvieron para con los ganadores y, recíprocamente, de estos hacia aquellos. Y en la grada un espectáculo al que cuesta encontrar calificativos que se ajusten a su real magnitud: la afición culé gritando ¡¡¡Athletic, Athletic!!! Y la afición zurigorri reconociendo los méritos del triunfador, como la estruendosa ovación que recibió algún blaugrana como Xavi, y, especialmente, ese continúo animar a un equipo que fue inferior en el campo pero que fue muy superior en el espíritu colectivo de sus seguidores. No es nada nuevo, en tiempos mucho peores, dramáticos en lo deportivo, la afición del Athletic ha mantenido la llama, la esencia que se ha ido transmitiendo generación tras generación; era evidente que en una ocasión así no sólo no iba a fallar, al contrario: demostraría una vez más que es el valor principal que tiene este gran club.

El carro del éxito está al alcance de cualquiera, subirse en él es muy fácil. Movilizar a veinticinco mil personas en Valencia, varios cientos de miles en Bizkaia y muchos otros en el punto más insospechado del planeta no se explica simplemente por el sentimiento de pertenecer a un club de éxito. El éxito es efímero, pero el Athletic es eterno. Ser del Athletic es más que llegar a la final o, incluso, ganarla. Anoche, los más viejos constatarían con una sonrisa complaciente que la llama del Athletic sigue viva, que las nuevas generaciones huerfanas de títulos y, en gran parte, criadas en la mediocridad futbolística de estos últimos años, no han perdido el tiempo, que han escuchado a sus mayores y se han enganchado al Athletic, sin más, sin artificios en forma de triunfos. Por eso se titula esta torpe crónica así. El “bel morir” de ayer garantiza el futuro de este club. El universo zurigorri está deseoso de que llegue pronto el mes de agosto. En la Supercopa se volverán a ver las caras el mejor equipo y el mejor club del mundo. Eso será otra historia. Y estaremos allí para contarlo.

La Final: La otra crónica

La final de anoche tiene más facetas que lo que atañe al juego desplegado por ambos equipos durante los 90 minutos y al propio resultado.

Así que me váis a permitir que ya que Trichet dice que la crisis está llegando a su punto de inflexión, aporte mi granito de arena recuperando el género del ladrillo, que tanta fama ha dado a este ambigú.

Pese a todo, estoy contento

Por supuesto que escuece perder una final. Pero aun así estoy contento. Una vez pasado el mal trago hay que hacer balance y lo mire por donde lo mire, éste es positivo.

Hace dos años, tan solo dos, un nutrido grupo de habituales de este blog y otros foreros de la web amiga celebramos una comida el día del partido contra el Levante en el que nos jugábamos lo que podría haber sido una hecatombe: nuestro primer descenso a segunda división. (Nunca olvidaré la palidez de MarioSila)

Si aquella tarde de 2007 nos hubieran dicho que en dos años la mayoría de los asistentes iban a celebrar otra comida horas antes de otro partido trascendente, pero que no iba a ser contra el Levante, sino contra uno de los mejores Barcelonas de la historia, y no por evitar el descenso, sino por conseguir un título, creo que no nos lo hubiéramos creído.

Todo lo contrario: una de las cosas que manifestábamos algunos era la añoranza porque ese nerviosismo, esa expectación que sentíamos por el partido contra el Levante, la sintiéramos no por evitar una catástrofe, sino por conseguir un premio digno de nuestra historia. Y nos preguntábamos cunto tiempo pasaría hasta poder llegar a esa situación. Creo que algunos, aunque no nos atreviéramos a manifestarlo, incluso dudábamos si seríamos capaces de conseguirlo algún día.

Pues está aquí. Ha llegado en un plazo sorprendentemente corto. Y ha llegado en un momento muy necesario.

Hacía falta

La tremenda ilusión que se vivió en toda Vizcaya en vísperas del partido de vuelta contra el Sevilla, y la posterior explosión al lograr el objetivo en un partido vibrante en el que nos merendamos a uno de los gallitos de la liga, despertaron a la población de su letargo.

La angustia de los dos años bordeando el descenso, el periodo más largo de nuestra historia no ya en ganar un título, sino ni siquiera en jugar una final, estaba aletargando el sentimiento zurigorri en algunos sectores de la sociedad.

Sí; ya sé que cuanto peor estábamos más llenábamos San Mamés, dando una lección a otras hinchadas que desertan cuando vienen mal dadas. Pero estábamos perdiendo a un sector de la chavalería. Nunca se habían visto tantas camisetas de otros equipos, Barça y Madrid principalmente, en los patios de los colegios, en las calles y ... ¡hasta en Lezama!

Nuestro club solo era noticia por episodios como el positivo de Gurpegui, escándalos como los del juicio del contrato blindado de Nuñez o el malhadado "Caso Zubiaurre"

Nuestros derbis ya no eran contra Madrid y Barcelona, sino contra equipos casi deshauciados.

Y en tan solo unos pocos años, las maternidades de Vizcaya iban a alumbrar a la primera generación a la que sus padres no les contarían los éxitos que ellos habían vivido, sino ¡los que habían escuchado a los abuelos!

Aunque al final la copa no venga a las vitrinas de San Mamés, la ilusión que hemos vivido, el ambiente de las calles, las banderas, los reportajes en TV ... Todo ello ha supuesto un chute de sentimiento zurigorri que necesitábamos como el comer. A los chavales ya no hay que explicarles lo que significa el Athletic: lo han vivido y hasta están ya capacitados para explicárnoslo a nosotros. Eso sentí anoche cuando trataba de engujar las lágrimas de mi hija y me acordaba de la frase de MarioSila: una vez que uno llora por su equipo, la cosa esta terminada. Ya no hay vuelta atrás.

Pero además, creo que hasta los más iconoclastas de nuestros seguidores, esos que quieren que nos dejemos de romanticismos y fichemos extranjeros, han de reconocer que la final de ayer, aunque saldada con una derrota, ha sido el trinfo de la mal llamada "filosofía"

Lo que nos hace fuertes

Hace apenas unos días dieron la vuelta al mundo las imágenes del Barcelona noqueando al Madrid en su propio feudo con un contundente 2-6. Y pudieron ser varios más de no ser por Casillas.

Ningún equipo, salvo tres o cuatro de la élite mundial, hubiera dado un duro por su propio pellejo ante la perspectiva de jugar una final contra ese equipo.

Y sin embargo, ahí estábamos nosotros, con un equipo mediocre como el nuestro, creyendo contra toda lógica que podíamos ganar la final. Y no lo decíamos como el niño que va cantando por el pasillo a oscuras para ahuyentar sus miedos, no: lo decíamos en serio. Y yo lo sigo diciendo: podíamos haber ganado.

Esa confianza en la victoria es condición necesaria, aunque ayer vimos que no suficiente, para ganar a un equipo como el Barcelona. Y esa confianza, muy superior a la que hubieran sentido equipos mucho mejores que el nuestro, procede de nuestra singularidad. Procede de haber tenido la sensación, desde hace semanas, que el fútbol no son siempre once contra once, sino que cuando nosotros andamos por medio puede convertirse en cosa de toda una provincia contra once futbolistas. (Por no hablar de la impagable afición que tenemos fuera de Vizcaya)

Así eliminamos al Sevilla: no fue por la pizarra de Caparrós, por la clase de Toquero, ni por nada semejante: fue por el empuje de una afición que se siente diferente. Y esa diferencia nos da superioridad numérica aunque juguemos contra un equipo en racha de una ciudad mucho más grande y mucho más cercana y mejor comunicada con el escenario del encuentro que la nuestra.

Los que desde dentro nos quieren cambiar deberían darse cuenta que las mediocridades -no tenemos pasta para más- rumanas o argentinas que pudiéramos traer, tal vez parchearían el equipo en un par de demarcaciones y presentaríamos alineaciones que "sonarían" mejor. Pero habríamos hecho como Sansón al cortarse el pelo: nos habríamos privado de nuestra mejor arma. Fichar extranjeros tal vez sume algo, pero también resta mucho. Que no se nos olvide.

¿Un paréntesis cerrado?

No comparto esa teoría de que culés y athleticzales seamos como hermanos enfrentados al enemigo común, el centralismo filofranquista encarnado por el Madrid. Ello van a lo suyo y nosotros a lo nuestro. Y futbolísticamente no nos parecemos ni en el blanco del ojo.

Pero de ahí a añadir al Barça a esa lista negra de enemigos irreconciliables que parece que nos empeñamos en hacer crecer año tras año, hay un paso. O más de uno. Y no quiero darlos.

A mí me basta con mi odio atávico al Madrid y con sufrir pacientemente el que nos tienen los vecinos de Donostia. No necesito más. Me gusta que el fútbol me sirva para hacer amigos, no enemigos.

¿A qué viene esta moralina?

Recuerdo la final de 1984. Antes de la misma, como el ambiente estaba caliente por la pasada lesión de Maradona, en una entrevista a Piru Gainza en TVE, el mito rojiblanco manifestó su preocupación por el hecho de que dos aficiones que nunca se habían llevado mal anduvieran a la greña. Luego pasó lo que pasó al acabar el partido. Y luego han venido otras cosas, como los gritos de "a segunda" que no hace mucho nos cantaban en Camp Barça.

Pero aún así, anoche cuando ví imágenes de barcelonistas en la carpa de Athletic paseándose con total normalidad, y ví también a culés entre la afición bilbaína, y athleticzales entre el público blaugrana sin que hubiera problemas de convivencia, me llevé una gran alegría. Y me quedo con la imagen de los jugadores del Barça dando la vuelta de honor aplaudiendo y recibiendo los aplausos de nuestra afición. Prefiero esa imagen mil veces más que la de la exhibición de kárate de hace 25 años (aunque más hubiera preferido ver a Etxebe levantar la copa, y no a Puyol)

No digo con esto que ahora vayamos a ser amiguetes y tal, no. Pero espero que se haya cerrado el ciclo de la agresividad. Y no pude por menos de acordarme del gran Piru: estaría contento.

El futuro inmediato

Y queda la UEFA. Y la Supercopa. Vamos a volver a Europa y en un par de meses nos vamos a jugar otro título contra el Barça, incluyendo un partido en San Mamés en el que igual se impone la lógica pero en el que seguro que volveremos a vivir la magia de la ilusión zurigorri.

Y en cuanto a la UEFA, ya se, renano, que a no ser que lleguemos muy lejos los partidos que vamos a poder ver van a ser contra equipos tan poco glamurosos como el Partizán de Bollullos o el Dynamo de Villaconejos, pero necesitamos el dinero de la recaudación, el que, poco o mucho, aflojen las TV y sobre todo reafirmar aún más nuestra autoestima y dar otro paso adelante en nuestra recuperación.

El tema espinoso que queda es que si preparar bien la copa casi nos cuesta volver a sudar sangre para no bajar, a ver qué pasa el año que viene con liga, copa, supercopa y UEFA. Sobre todo teniendo en cuenta que la eliminatoria previa de la UEFA (no pasarla sería como no haberse clasificado) y la supercopa nos van a llegar muy pronto y nos van a complicar la pretemporada, tema este al que ya sabemos que somos muy sensibles.

Pero de eso, la planificación de la plantilla y la temporada que viene, ya hablaremos otro día.

miércoles, 13 de mayo de 2009

La indignación de Palomar

Amigos bloggeros: el reparto de entradas no ha contentado a los socios, ni a los jugadores, ni a los ex-jugadores, ni a las peñas, ni a los patrocinadores de la Fundación ... ni a Fermín Palomar.

Leo asombrado en El Correo de hoy:


Palomar carga contra la junta por darle «menos entradas» de las que merece

«Si hay gente que lleva un año en el club y recibe 50, yo tendría que tener 5.000», denuncia el vicepresidente segundo

El vicepresidente segundo del Athletic, Fermín Palomar, arremetió ayer con dureza contra sus compañeros de junta por cómo se ha gestionado el reparto de entradas para la final entre los miembros del órgano de gobierno rojiblanco. El empresario censuró que ha salido perjudicado en la adjudicación de localidades. «He cogido muchísimas menos de las que me merecía y, desde luego, muchas menos de las que me habían prometido», criticó en declaraciones a Radio Bilbao. Es más, consideró que su antigüedad en Ibaigane -lleva 16 años- le concede el privilegio de contar con más tíquets que el resto de la directiva. «Yo entiendo que si hay gente que es socia desde hace un cuarto de hora y lleva un año en el club, si tiene 50 entradas yo debería tener 5.000», denunció.

A escasas 30 horas para que arrancara un partido histórico en Bilbao y cuando ya se habían silenciado los ecos por el desafortunado sorteo de localidades entre los socios, Palomar retomó la polémica de las entradas con tanta vehemencia que sus palabras han generado un gran malestar en muchos de los componentes de la junta, que han calificado su actitud de «irresponsable».

De hecho, Fernando García Macua acogió estas manifestaciones con un profundo malestar y fuentes del entorno más próximo al presidente aseguraron que debía de destituirle de forma fulminante o «sugerirle que dimita en cuanto ponga el pie en Bilbao».

«Es mentira»

Sin llegar a desvelar la cantidad de localidades que le han consignado -«no te voy a decir el número exacto porque es una chorrada», comentó Palomar a Radio Bilbao en Valencia-, el empresario arremetió «alto y claro» contra el rumor que le acusa de ser uno de los grandes beneficiados en el reparto. «Es mentira. Fermín Palomar y Juan Manuel Delgado somos los que más tiempo llevamos en el club. Así y todo, no somos los que más entradas hemos cogido. Y estoy hasta las narices de los bulos, porque voy por la calle y tengo que aguantar tonterías de entradas por aquí y por allá», reprochó.

En este sentido, Palomar, a preguntas del periodista, sugirió que ese «rún-rún» podría haber salido de algún sector de la directiva que sintiera envidia de su persona. «Si yo estuviera fuera del club -explicó- y hubiera una persona como Fermín Palomar yo entendería que Fermín Palomar tuviese más entradas. Y lo entendería porque es normal que una persona que lleva tantos años tenga más compromisos que uno que acaba de llegar, que no le conocen y que tiene que decir por la calle que es directivo porque no le conocen. En este club somos todos iguales a la hora de coger entradas, pero a la hora de las elecciones, de recoger firmas, parece que no se cuenta para nada», se quejó.

En su carrusel de ataques, Palomar desveló que habrá «100-200-300 personas» que se han quedado en Bilbao «por mi culpa». «Y ahora vienen 23 amigos, ¡amigos, eh!, sin entradas, después de pagar el avión y dos noches de hotel», descubrió enojado el vicepresidente segundo.

lunes, 11 de mayo de 2009

La Final: el prepartido


En preparación de la final, y como no sé cómo vamos a andar mañana entre blogeros que salen ya para Valencia, los administradores haciendo la maleta, etc, abro esta entrada sobre la final para que vayamos escribiendo lo que se nos vaya ocurriendo, ya sea desde el punto de vista futbolístico (tácticas, bajas del Barcelona) o el meramente lúdico (ambiente en Valencia, detalles del viaje, etc.)

Espero que la próxima entrada sea con la crónica de Tao, explicando cómo ganamos la copa.

domingo, 10 de mayo de 2009

El Athletic abandona la zona Euro

La entrada en la moneda única europea tiene muchas ventajas pero también algunos inconvenientes.

Veamos el caso de Italia, por ejemplo. Los de la bota han sido siempre reacios a las reformas estructurales y por eso, periódicamente tenían que compensar su contínua pérdida de competitividad con devaluaciones de la lira.

Unidos al euro han perdido esa posibilidad, por lo que frecuentemente se alzan voces pidiendo la salida del euro y la vuelta de la lira.

Hasta ahora han resistido esa tentación. No sabemos lo que harán si la crisis se agudiza.

Pero en todo caso, alguien se les ha adelantado: el Athletic.

Nuestra sabia directiva ha decidido abandonar el euro. Según ha sabido este ambigú, en la carpa de los jardines del Turia solo se podrá utilizar una nueva moneda, que a falta de nombre oficial vamos a llamar provisionalmente Hiriako Txapa.

La Hiriako Txapa ha sido ya acuñada por una empresa levantina. Un corresponsal de este ambigú, destacado al mediterráneo, ha tenido acceso a varias unidades cuyas fotos publicamos gustosamente en la entrada.

Lo que no entendemos es para qué hemos creado una nueva moneda y hemos proscrito los euros de la zona Athletic de Valencia.

Lo de usar tickets para las consumiciones en los bares durante ciertas aglomeraciones no es nuevo. El que suscribe lo ha visto a menudo en campos de fútbol e incluso en las óperas del Euskalduna. En el Euskalduna el invento duró poco, supongo que por las protestas del público, al que le parecía una lata. En los estadios todavía se ve mucho este método.

Siempre he dudado de las ventajas de tener que hacer dos colas en vez de una. Pero por lo visto el sistema debe tener alguna ventaja cuando se sigue usando. La principal debe ser que se evita perder el tiempo con los cambios. Por ejemplo: si una birra cuesta 1,80, vendes tickets azules (birras y refrescos) y al cobrar solo cojes el ticket, si tener que ir a la caja a por los cambios. Tickets más caros y de otros colores pueden valer para cubatas u otras consumiciones más caras. Bien. Hasta aquí llego.

Pero por lo que se ve en las fotos, aquí no hablamos de eso. Aquí hablamos de una paridad 1 euro = 1 HiriakoTxapa. Y no veo por ninguna parte la ventaja de pagar con la nueva moneda a pagar con el euro normal. Si las monedas Athletic, en vez de adaptarse al coste de las consumiciones, tienen el mismo valor nominal que una moneda de curso legal, ¿dónde esta la ventaja?

Hay una clara: para no hacer varias veces cola tenderemos a cambiar mucho dinero de golpe, y una vez cambiado la tendencia es a gastarlo todo, probablemente más que loque hubieras gastado de otra forma; o también a quedarte con el sobrante como recuerdo. O sea: otra forma de exprimir al aficionado, aunque se con su complicidad más o menos voluntaria, más o menos manipulada.

Pero hay otras consideraciones más inquietantes.

1.- ¿Cómo es que a un cliente de este ambigú de viaje por levante ya le han enseñado estas monedas? ¿Quién controla que no se hayan puesto en circulación antes de tiempo?
2.- ¿Cuánto cuesta acuñar estas monedas? ¿A quien se le han encargado y con qué criterio?
3.- ¿No es un sistema que se presta a la desconfianza? Si nuestro amigo ya tiene una, ¿quien nos dice que ya hay cientos o miles circulando? ¿a quien se le han dado? ¿las han pagado? Si alguien quiere invitar a los amigotes a costa de las cuentas generales del club, ¿no sería este un buen sistema? ¿acuñar moneda y dársela sin contrapartida?

No me atrevo a asegurar nada. Pero veo pocas ventajas, muchos inconvenientes y algunas sombras.

Una cosa más relacionada con la final que no entiendo. Y van ...

viernes, 8 de mayo de 2009

La leyenda del indomable.


"Hoy es el gran día. Siento que esta extraña habitación gira y gira sin parar. Mi corazón late desbocado. Cierro los ojos y trato de respirar profundamente. Escucho los ruidos inconfundibles del vestuario, el golpeteo de los tacos sobre el suelo, los últimos recordatorios del mister que suenan como una letanía, las voces de mis compañeros, sus gritos de ánimo.....ese repetido e infinito ”vamos, vamos, vamooooooos”.

La mano de quien está sentado a mi lado golpea mi muslo. Sin duda ha percibido mis nervios a flor de piel. Abro los ojos, le miro, me sonríe. Curioso mi compañero, un hombre tranquilo y ,casi diría , tímido en la vida normal que se transforma, hasta el infinito, cada vez que se pone nuestra camiseta. En sus ojos, ahora mismo, se dibuja toda la fe, la determinación, el compromiso, el ánimo y la entrega que nos ha hecho grandes.

Cierro, nuevamente, los ojos. Una eterna canción llama, una y otra vez, a las puertas de mi cerebro.... “Athletic gorri ta zuria..... maite zaitu erriak”....Me recorre un escalofrío porque, hoy, más que nunca, he comprendido su significado. El amor de un pueblo, amor eterno, porque toda la historia de este viejo club está aquí mismo, a mi lado. El amor de un pueblo, amor eterno, porque junto a mí desfilan, ahora, tantos y tantos jugadores de leyenda, aquellos que han convertido en indomable a este equipo, los que han forjado, partido a partido, su espíritu. Sí, sé que ellos, los vivos y los muertos, una vez iniciada la batalla, me enseñarán el camino.

Por fin, ha llegado el momento. Desfilamos por el túnel y allí topamos, por vez primera, con nuestro adversario. Miradas perdidas en el infinito. Concentración máxima. Cruzo la vista con uno de los más afamados entre ellos y percibo la sonrisa de quien quiere aparentar sentirse superior. Pero yo sé bien lo que hay detrás de eso. Nos conocen, saben de nosotros, y en el fondo, nos temen. Son conscientes de que no vamos a desfallecer jamás, que a cada golpe recibido volveremos a levantarnos y seguiremos peleando hasta el final. Saben que este escudo que llevo cosido en mi pecho me hará correr más cuanto más cansado esté. ¿Podrá él sentir lo mismo?. Lo dudo.

Ya percibo, al fondo, la luz de los focos. El corazón vuelve a acelerarse. Salto al césped, y el espectáculo se vuelve inenarrable. Allí están ellos. El amor de un pueblo, amor eterno, en zurigorri, hecho carne. Miles y miles de gargantas rugiendo al unísono. "Athleeeeeeeetic!!!!!". Todo aparece inundado de rojo y blanco. Sus cánticos retumban, sin descanso, atronadores. Mi piel, como la suya, se eriza. No hay nada comparable a lo que ahora siento.

Allí están, felices, los mayores, los que vuelven a sentir hoy lo mismo que sintieron hace veinticinco años, y allí están , también, los más jóvenes, aquellos a los que este enorme torrente de emociones les visita por primera vez. Mis ojos se humedecen ante ese espectáculo, me siento levitar sobre el césped. No os podemos fallar. Con esta afición detrás, animando sin cesar como solo ella sabe hacer, sé que no hay balón al que no pueda llegar, que no habrá disputa que no pueda ganar, que no habrá regate, ni pase, ni remate, ni estirada imposible. Hoy demostraremos lo que significa ser un león.

No sé cómo acabará la noche, ni cual será el resultado final, pero si sé una sola cosa, cuando todo esto acabe, os lo prometo, estaréis orgullosos de nosotros. Suena el silbato, doy el primer paso hacia la gloria."


Hace tiempo, en un relato similar producto de otro partido, de otra final ajena, añadí una nota final: "Solo sueño que en un futuro no muy lejano, estos mismos pensamientos salgan de un corazón de león. Y que yo pueda volver a verlo."

Ahora que miro mi camiseta, antes de doblarla en espera del Martes, ni siquiera pienso en el triunfo. Solo quiero que al finalizar el encuentro pueda sentirme orgulloso de mi equipo. De ellos y de nosotros.

El tiempo ha llegado, Valencia espera.

Yeste sí, pero ... ¿dónde?

Creo que fue el ratoncito el que lo dijo el otro día: el del miércoles es un partido para Yeste.

Si lo que quiso decir el nada miserable roedor es que es el tipo de partido en el que más posibilidades tenemos de que nuestra intermitente estrella zurigorri brille de verdad, acercándose al jugador que pudo ser y no fue por su mala cabeza, entonces estoy de acuerdo: es un partido para Yeste.

Y lo dice uno que es habitualmente muy crítico con el peor sacador de corners de la historia del Athletic. Pero sí: en este partido Yeste puede dar lo mejor de sí mismo.

Mi problema empieza cuando empiezo a intentar imaginarme dónde va a jugar.

Para mí es un mediapunta nato. Pero en el esquema que seguimos con Caparrós no hay cabida para esa función.

Se le suele poner en banda izquierda. Pero ahí está Alves. Y por muy buen concepto que tengamos de Koikili, la idea de verle tratando de cubrir él solito al previsible tandem Alves-Messi se me antoja algo arriesgada.

Se le puede poner de pivote con Orbaiz. Apuesta por el "jogo bonito", pero también muy arriesgada. No veo suficiente trabajo físico ahí como para evitar que el Barça domine a placer el centro del campo con el consecuente roto que nos harían.

¿Ponerle con Javi Martínez y dejar a Orbaiz en el banquillo? No le veo a Orbaiz conformándose con ver la final desde la banda. Ni tampoco lo deseo.
Solo me queda pedir a la Federación que nos permita alinearle en un esquema 12 contra 11, pero me temo que Villar, por miedo al "qué dirán" nos desilusionaría.

Así que estoy perplejo. Y como hacen en la web amiga, abro una encuesta de las que tanto gustan al renano de Rekalde.

Yeste titular en Valencia, ¿sí o no?

Si la respuesta es no, enhorabuena: le han correspondido directamente y sin sorteo dos entradas para la conferencia que el día 13 a las 17,00 en los Jardines del Turia la Profesora Euup dará sobre el tema: "David López, Fran Yeste y el balón parado: una reflexión antropológica".

Si la respuesta es sí, conteste en que demarcación le pondría:

a) Mediapunta, cambiando de esquema.
b) En la izquierda: con un par.
c) En el centro del campo, que Fran tiene huevos para eso y para más.
d) En lugar de Ocio (esta posibilidad la incluyo por el renano)
e) En otro puesto (especificar)

Entre todos los que contesten esta parte de la encuesta, el notario del Athletic sorteará un crucero de dos días por el Urumea en gasolino, con todos los gastos pagados y en compañía de MarioSila. Derecho a roce.

jueves, 7 de mayo de 2009

Anoche en Swindle Bridge

(Swindle: Timo, estafa)

Anoche me organizé para ver el Chelsea-Barça. Además de la promesa de ver un buen espectáculo futbolístico, me animaban la curiosidad por ver en qué quedaba la supuesta superioridad blaugrana ante un equipo de fútbol de verdad (el Madrid actual es una casa de putas; lo siento Piston) y sobre todo la posibilidad de sacar conclusiones de cara a la final de Valencia.

La verdad es que lo que ví y sentí da para una entrada.

De la neutralidad al forofismo azul

En los días anteriores había escuchado toda clase de teorías sobre qué resultado nos convenía más. La mayoría opinaban que es bueno que el Barça empiece a pensar ya en el ManU y en la final de Roma, que eso les distraería de nuestra final.

Pero un sector minoritario opinaba lo contrario: que una derrota quebraría la dinámica ganadora del Barça, dañaría su moral, y les haría jugar lo que queda de temporada más que con tensión, con una ansiedad que suele ser mala consejera.

Yo no lo tenía claro. Pero a medida de que avanzaba el partido me fuí indignando y terminé animando al Chelsea desde mi butaca, más allá de ningún cálculo sobre nuestra hipotética conveniencia.

Y es que lo que ví me pareció una estafa, un timo, un atraco, un engaño.

¿Por qué?

Por dos razones: el arbitraje y la propaganda Goebbelsiana que rodea al Barça. Y ojito: que ambas cosas se pueden repetir en nuestra final. Por supuesto, perjudicándonos.

El árbitro valiente.

En el descuento, los locutores calificaron al trencilla de "valiente" Pues a mí el calvo que arbitró me pareció un sinvergüenza, con todas las letras. Salió al campo con una decisión tomada de antemano: no pitar penalties. Solo así se explica la serie de faltas máximas que escamoteó al Chelsea. La única falta que vió en el área la sacó fuera sin pestañear. Y todavía dicen que era valiente. Lo que era es un jeta. Impidió varias veces que el Chelsea marcara el 2-0 que hubiera sentenciado la eliminatoria e incluso en el descuento se comió un despeje con el brazo en el área del Barcelona. Indignante.

Todo ello jaleado por una retransmisión bochornosa.

No fue solo que los brazos de los blaugranas se convertían en pechos cuando los centros o remates ingleses impactaban en ellos, no fue solo que invocaran la "justicia" para que el Barça empatara cuando acaban de reconocer que no tiraron un balón entre los tres palos en todo el partido.

Es que todos los comentarios, desde el principio hasta el final, fueron un nauseabundo acto de propaganda ad maior Barça gloria, atropellando la razón, la justicia y cualquier vestigio de objetividad. Aquello no era Canal Plus, era Barça TV.

Y todo ello salpicado de una concepción del fútbol estrecha y falsa, según la cual el Chelsea es un "equipo vulgar" con una propuesta futbolística "cicatera" en contraste con el magnífico fútbol de un Barça que, a diferencia del Chelsea, no conseguía acercarse con peligro al área de Czech.

He escuchado en el mundo del Toro que el mejor aficionado es aquel al que más toreros le caben en la cabeza. La frase, tal y como me la han explicado, quiere decir que un buen aficionado debe apreciar más de un estilo de torear.

Aplicando esa visión a lo que nos ocupa, no habría estilos buenos y malos de jugar al fútbol, sino formas buenas y malas de interpretar estilos igualemente válidos.

Como nos afecta esto (I): los medios

Esto que puede parecer una disquisición teórica, tiene muchas consecuencias prácticas para nosotros.

Esta visión tan estrecha de lo que es fútbol nos excluye. Nos convierte en apestados. Nos demoniza.

No estoy hablando de la forma mala de hacer nuestro juego, esa que lamentablemente hemos presenciado tantas veces en los últimos años. No. Estoy hablando incluso de la forma buena de jugar nuestro fútbol: la que hemos visto ante Valencia, At. Madrid, Sevilla ...

Esa forma de jugar, que tiene como modelo más a lo que ha hecho el Chelsea en esta eliminatoria que a lo que hace el Barça, es el mal, y el Barcelona el bien.

Un equipo como el nuestro que trate de ganar un partido, no digamos ya una final, se convierte en la encarnación del mal futbolístico, que trata de estropear el espectáculo que los buenos de la película tratan de dar. Para evitar que se salgan con la suya, los comentaristas no vacilan en invocar, como anoche, a un supuesto dios futbolístico que ponga las cosas en su sitio y evite que los del "anti-fútbol" hagan otra cosa que el pasillo a los héroes inmortales del equipo del "fútbol-espectáculo"

Y si ese dios futbolístico no aparece, al menos se ha creado el caldo de cultivo necesario para que otro personaje haga su trabajo: el árbitro.

Como nos afecta esto (II): El arbitraje

No hace falta pediros un ejercicio de imaginación. La actuación estelar de Muñiz en San Mamés está demasiado reciente. Ese es el tipo de arbitraje modelo que exije esta visión maniquea de "equipo rico y bueno contra equipo pobre y malo"

La conversión del fútbol técnico en el único fútbol y el fútbol físico en anti-fútbol (soy consciente de que estoy simplificando, pero si me pongo a matizar esta entrada no terminaría nunca) hace que el árbitro ideal no sea el que imparte justicia, sino el se convierte en un Robin Hood a la inversa, que roba a los pobres para dar a los ricos. Se trata de garantizar que la estrella dé espectáculo y que el jugador más humilde no pueda emplear sus toscas armas para tratar de evitarlo. Al pobre se le pide que dé el partido por perdido, que no fastidie la fiesta del fútbol; y a cambio cuando metamos el cuarto o el quinto ya levantaremos el pie para no humillaros demasiado. O no; ya veremos.

Ese es mi miedo principal para la final: que ni siquiera nos den la opotunidad de plantar cara, que nos dejen claro desde el principio que no se nos va a permitir ser otra cosa que un sparring para una demostración de fútbol espectáculo.

A mí me gustaría, en cambio, un arbitraje justo. ¿Pido demasiado?

Uno que no permita los piscinazos de las figuras. Uno que si el Barça sufre a balón parado, no deje de pitar penalty si se produce un agarrón descarado o varios reiterativos aunque no sean tan descarados. Uno que si no nos deja emplear los codos, tampoco se los deje emplear a ellos. Uno que no juzque que el que Henry le dé un codazo a Javi Martínez no es ni falta pero que si es al revés es tarjeta amarilla. Uno que no piense que una estrella puede entrarle duro a un tal Toquero y que no pasa nada pero que si le entras a Messi hay que cortarlo de raiz. Uno que no intimide con tarjetas amarillas prematuras a los defensores de los megacracks. Uno que no crea que el jugador bueno, además de su superioridad técnica, tiene derecho a que le dejen dar sin recibir.

En suma: uno que no distinga colores, caras, famas, ni categorías. Que no nos regale nada, pero que tampoco nos lo quite. Repito ¿Es mucho pedir?

Me temo que sí.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Hace cincuenta y un años

Somos muchos los que hemos estado estableciendo paralelismos entre la final de Valencia y la que jugamos contra el Barça en 1984.

Incluso, llevados del inquebrantable optimismo bilbaíno, somos muchos los que sospechamos que Toquero está llamado a ser el Endika de esta final, y que derrotará con su gol a los Messi, Eto'o y compañía, al igual que Endika fue el verdugo de Schuster y Maradona.

Pero desde el 2-6 que los culés consiguieron en Madrid, mi referencia ha cambiado y lo que me viene a la cabeza de forma recurrente son las viejas historias escuchadas a mi aita en relación con la final de 1958.

Situémonos: el Madrid, liderado en el campo por Alfredo Di Estéfano, y en los despachos por D. Santiago Bernabéu, tuvo probablemente su edad de oro en la segunda mitad de los años cincuenta. Fue entonces cuando ganó de forma consecutiva cinco copas de europa (de 1956 a 1960), algunas de ellas con una superioridad incontestable, como la de 1960, en cuya final se impuso al Eintracht de Frankfurt por un contundente 7-3, la mayor goleada lograda jamás en una final de la Copa de Europa.

En la mitad de ese glorioso lustro, en la temporada 1957-1958, el Real Madrid avanzaba imparable por España y Europa. En España ganó la liga, entonces de 30 partidos, con 76 goles a favor y 26 en contra, y 45 puntos. Eso sí: solo tres por delante del Atlético de Madrid que fue segundo. (El Athletic fue sexto en aquella liga de dieciseís equipos, con 32 puntos, y un discreto balance de goles de 56 a favor y 48 en contra)

En la Copa de Europa, los merengues jugaron siete partidos, con un balance de cinco ganados, uno empatado y uno perdido. El balance de goles fue de 25 a favor y 7 en contra. Di Estéfano fue el máximo goleador con 10 goles y en la final, jugada en Heyssel (Bruselas) se impuso en un reñido partido al AC Milan, que plantó cara a los blancos adelantándose dos veces en el marcador. Pero dos veces los de Madrid igualaron el partido: los noventa minutos terminaron con empate a dos (Di Estéfano y Rial por el Madrid; Schiaffino y Grillo por el Milan) Gento, en la prórroga, marcó el 3-2 definitivo.

En visperas de la final, la euforía blanca era comprensible: con el doblete en el bolsillo solo el Athletic les separaba del triplete.

Y el Athletic no era tan temible como antes. Es cierto que hacía dos había logrado un doblete, pero los rojiblancos no vivían su mejor momento como atestigua su discreto sexto puesto en la liga.

Además, los antecedentes no invitaban al optimismo: en liga, los blancos golearon al Athletic en el Bernabéu con un contundente 6-0 y ganaron cómodamente en San Mamés 0-2. No: el Athletic no estaba en su mejor momento.

Para más inri, el partido se jugaría, no en un campo neutral, sino en el propio Bernabéu. Enrique Guzmán, entonces presidente del Athletic, batalló lo indecible para cambiar el escenario de la final. Le asistían la razón y el sentido común. Pero estamos en 1958, el Madrid es el equipo del régimen, que viene de reivindicar a las españas en el concierto mundial con su tercera Copa de Europa consecutiva y no era cuestión que estos tipos de una "provincia traidora" vinieran a aguar la fiesta. El General Camilo Alonso Vega, ministro de Gobernación y uno de los "duros" del franquismo, intervino personalmente para que Guzmán dejara de dar la vara.

Por cierto: se le atribuye al mismo Alonso Vega haber despachado a un propio al vestuario del Barcelona en el descanso de un Barça-Madrid para hacer ver a los culés lo inconveniente de que el Madrid perdiera la liga y con ella la posibilidad de volver a pasear el nombre de España por Europa: el Madrid ganó el partido en la segunda parte.

Pero volvamos a la final de 1958. El triple campeón de Europa y campeón de liga recibe en su campo a lo que se presenta como un equipo de aldeanos al que en la liga le han cascado un resultado acumulado de 8-0.

A favor del Athletic solo juegan dos factores: su historia (Rey de copas) y que en aquella época los extranjeros no podían jugar la copa, por lo que Puskas y Kopa no pudieron jugar. Sí lo hicieron otros extranjeros nacionalizados con la bendición del régimen: Santamaría, Rial y el considerado hasta ese día el mejor jugador del mundo: Alfredo Di Estéfano. Y digo hasta ese día porque ese mismo 29 de junio en Suecia, Brasil ganaba su primera copa del mundo frente a los anfitriones con un joven jugador de 17 años que asombró al mundo: Pelé.




Tampoco Gento fue de la partida por una inoportuna lesión.

Pese a esas bajas, el Madrid presentaba en su estadio un equipo temible y todo estaba preparado para una fiesta merengue, festejando en su campo y ante su público un histórico triplete.

Pero como dijera años más tarde un entrenador merengón, fútbol es fútbol y gol el gol. El choque empieza trabado y de repente, en el minuto 20, Arieta I, humilde sucesor del mítico Zarra como ariete rojiblanco, se zafa del marcaje del Uruguayo Santamaría y de disparo cruzado bate a Alonso, cancerbero madridista.

El desconcierto hace presa en público y jugadores, y sin tiempo para rehacerse del sorprendente gol zurigorri, tan solo tres minutos después Mauri engancha una volea que significará el 2-0 definitivo, trayendo la sorpresa y una desbordante alegría.

Mi aita era un veterano del Athletic. Presenció el 12-1 al Barcelona (record), vivió los dos dobletes consecutivos de Mr. Pentland (otro record), y varias finales, incluída la que se la ganó al Valencia en Barcelona y en la que su hermano -veterano del ejército de Euskadi- casi llora de rabia e impotencia cuando rodeados de varios cientos de "flechas" venidos de Valencia tuvieron que levantar el brazo al principio del partido. Mi tío acabaría efectivamente llorando, pero de alegría al terminar, porque pese a la injusta expulsión de Zarra (la única de su carrera) un gol de Iriondo en el descuento significó el 3-2 que permitió traer la copa en propiedad.

Pues bien: de todos esos momentos de gloria, para mi aita no hubo nunca otro mejor que el de aquella final de 1958. Y creo que fue, especialmente, por el contínuo bombardeo de todos lo medios acerca de la incontestable superioridad del considerado "mejor equipo de mundo" y de como tanta prepotencia se estrelló contra los once vascos que saltaron esa tarde al Bernabéu. Recordémoslos: CARMELO, ORUE, GARAY, CANITO, MAURI, ETURA, ARTECHE, AGUIRRE, ARIETA, URIBE y GAINZA.



Cincuenta y un años después, la historia lleva camino de repetirse. Esta vez el campo es neutral y no hay ministros de Gobernación intimidando a nuestro presidente. El Barça todavía no será campeón de Europa, pero después del 2-6, tan seguido del 4-0 que le endosó hace poco al Bayern, hacen que las loas a la superioridad blaugrana sean parecidas a las de entonces.

Nosotros tenemos peor equipo que el de los cincuenta, y el Barça podrá alinear a toda su artillería. Pero si una lección hay que aprender de 1958 es que los partidos no se ganan sin jugarlos. Habrá que jugar, y allí estaremos para verlo. ¿Verdad Piston?

¡Ah! Y Tao ha prometido una de sus impagables crónicas. La leeremos a nuestra vuelta de Valencia.

domingo, 3 de mayo de 2009

Aplazada "sine die" la jamada en el Real Valle de Guriezo


Parece ser que aún los "bonitos" no han hecho su aparición por las costas de la ensenada de Sonabia. A pesar de que he mandado mi yate -antaño "El ballenero"- con su tripulación estos días hacia 20 millas N.E. del cabo de Santoña a ver si avistaban algún escualo, apenas se han visto un par de mubles. Eso unido a que , ayer, en mi Palacete cántabro, recibí un mensaje por el movilófono del Alferez de Deusto -Tomatero-, actual correo del Sanedrín, aconsejandome posponer la reunión a semanas después de la Final, decisión tomada tras reunión el jueves del Consejo de la Sekta en el lugar de constumbre (en las estribaciones del Indu Sí) convocados por el Sumo Sacerdote Jo Ta Ké, se me ha disipado cualquier duda.

Se me ha informado por mensaje cifrado que, tras sesudas deliberaciones en torno a varios txangurros, el Aitite tuvo una "visión" y creyó conveniente posponer el evento a ulteriores fechas dada la cercanía de la comida a la hora del partido del Betis, acordandose ese día comer en el propio Botxo para así evitar mareos en el autobús prepartido impropios del pedigree de nuestra Sekta.

Obviamente, y a pesar de que el Alto Mando había comenzado los preparativos para el desembarco sektario del sábado, hay un refrán que dice que donde manda patrón (Jota) no manda marinero (El Almirante). Así que se deja la jamada guriezana para después de la Batalla de Valencia, y así podremos celebrar la comida bebiendo cava catalán en La Copa que nos traigamos..

P:S. Por cierto, ya he sacado esta mañana las tres entradas. Buen ambiente en la cola pese al miedo en el cuerpo que nos metió Guardiola y su troupe circense al ver como se merendaban de un bocado el merengue que tenían enfrente. De todas formas, cuanto mas vayamos de víctimas propiciatorias y ellos de ogros comeniños mejor...

viernes, 1 de mayo de 2009

La hoguera de las vanidades zurigorris

Anoche recibí un SMS de un seguidor de este ambigú.

Me instaba a que dedicáramos una entrada a lo que el llamaba "El Falcon Crest rojiblanco", o lo que es lo mismo, al culebrón protagonizado por el triángulo Macua-Jabyer-J.L. Bilbao.

Efectivamente, el conflicto legal y societario que están protagonizando el Grupo Afer, la Diputación Foral de Bizkaia y un grupo de socios del citado grupo (encabezados por nuestro ínclito presidente, don Fernando Pinocho Macua) tiene unas connotaciones zurigorris que bien podrían valer una entrada en este blog.

Pero he andado muy líado y no he podido dedicar tiempo a escribir esa entrada. Ni tampoco a otra sobre las semifinales de la champions. Espero que me perdonaréis, o mejor dicho, que nos perdonaréis (nada impedía a MarioSila o Piston escribir esas entradas)

Y ahora que tengo algo de tiempo, me encuentro con que tampoco sé qué decir. Observo, leyendo entre líneas, que aquí hay mucha mar de fondo y mucha información confidencial, y yo soy un infeliz que solo sabe lo que lee en los periódicos.

¿Y qué sé yo por los periódicos?

Que Jabyer Fernández es un empresario del ladrillo muy ambicioso y que se ha hecho muy rico demasiado rápidamente, lo que ha acabado de sublimar un ego que, como su forma de escribir su nombre indica, tampoco necesitaba mucho para desbocarse.

Que como tantos otros empresarios deseaba un reconocimiento social parejo a su poderío económico, y que la forma más rápida de conseguirlo era controlando un club de de fútbol.

Que inició sus pinitos en ese sentido con el difunto Uría, del que fue directivo, y el fugaz Ugartetxe, del que al parecer fue avalista.

Que respaldó económicamente la candidatura de su abogado, Macua, y que a éste se le ha acusado antes, durante y después de la campaña electoral de ser el hombre de paja del constructor.

Que en todo este proceso, y en muchos de sus negocios, Jabyer contaba con el placet y hasta el apoyo del Diputado General, D. Jose Luis Bilbao.

Que Bilbao ha estado apoyando a muerte un extraño proyecto de casas modulares promovido por Jabyer.

Que como prueba de ello ese proyecto ha recibido cuantiosas subvenciones.

Que de la noche a la mañana Bilbao se descuelga con unas declaraciones en las que pone en duda el proyecto de casas modulares.

Que semanas después, la Diputación demanda al grupo de Fernández en relación con varias obras adjudicadas.

Que en contrapartida, Fernández anuncia que va a demandar a la Diputación.

Que para animar el cotarro, Macua pone otra demanda contra Fernández por apropiación indebida.

Que Fernández acusa a Macua, al que teníamos por marioneta de Fernández, de ser una marioneta de Bilbao.

Que nos enteramos que Fernández es el principal avalista de la junta de Macua, y que pese a la demanda interpuesta, se dice que no piensa ejecutar los avales porque el Athletic está por encima de todo.

Pues bien: lamento decepcionar a la clientela de este ambigú, pero más allá de resumir estos datos, me siento incapaz de explicar nada. No sé de la misa la media. Supongo, tan solo, que si no tienes un duro no te hace caso nadie, pero que si los tienes, amigos a montones.

O sea: que Jabyer era muy simpático cuando tenía mucha plata, pero que con la crisis del ladrillo sus posibles, y con ellos su simpatía, han bajado puntos en Ibaigane y el Palacio Foral.

Pero no me atrevo a decir nada más allá de esa "boutade".

No obstante, dado el interés despertado por el tema, abro esta entrada con la esperanza de que alguien nos ilumine.

Especialmente en cuanto a tres cuestiones:

1.- ¿Cómo afecta esto al Athletic en general?

2.- ¿Cómo afecta esto al nuevo campo en particular?

3.- ¿Qué papel juega JL Bilbao en el Athletic?

A la espera de ver si alguien si moja, me permitiréis que cambie el título que me sugería mi corresponsal. En vez de Falcon Crest, prefiero La hoguera de las vanidades.