Al arzobispo Arnaldo Almaric se le atribuye una famosa frase, matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos, pronuciada, al parecer, en 1209 en el sitio de la ciudad de Breziers y durante la llamada cruzada albigense. Como no podía ser de otra forma, con tal presupuesto de partida, dicho sitio en la campaña contra los cátaros acabó en un baño de sangre.
La errática (por no decir errada) política de fichajes que viene practicando el Athletic, sobre todo en los cuatro últimos veranos, me recuerda al citado inquisidor francés: fichadlos a todos, Joaquín reconocerá a los suyos. Y es que el porcentaje de fichajes que aportan algo positivo es ínfimo desde que Caparrós entrena al Athletic. Se puede alegar, con toda razón, que dichos fichajes son de un perfil futbolisticamente liliputiense. De acuerdo, pero entonces ¿por qué se ficha a esos jugadores si se sabe que no van a aportar nada?
Desconozco el grado de implicación que tiene Caparrós en todos esos fichajes. No sé si es cómplice, colaborador necesario, testigo o simplemente pasaba por allí. Lo que está claro es que buena parte de dichos fichajes han acabado mal tirando a peor: Cuellar, Muñoz, Del Olmo, Díaz de Cerio, … que ya han salido; o Koikili, Balenziaga y Castillo, a quienes el entrenador preferiría que estuvieran fuera del equipo. Por no hablar de la pintoresca cesión de Asier del Horno en su día... Casos como el de David López, de quien me atrevo a decir que se mantiene en la plantilla únicamente por su alto coste y la subsiguiente dificultad para despacharlo; o el de San José, cuya cesión se asemejó al parto de los montes y cuya irrupción se debió única y exclusivamente a la concurrencia el día D y la hora H de una serie de contingencias que le permitieron debutar. Apuesto doble contra sencillo a que si aquel día Ustaritz no es baja de última hora, San José no está esta temporada en el Athletic. Y seguro que me dejo algún otro nombre…
Este año han sido más prudentes. Si a Joaquín no le gustan Ibai Gómez e Igor Martínez, al menos se les puede dar puerta sin hacer tanto el ridículo como se ha hecho con las estrellas zurdas de a kilo (a millón o más) que se traen desde Donostia y todo por esa nota a pie de página que apresuran a añadir desde las altas instancias del club: han sido fichados para el filial.
La conclusión final es que en este club se ficha sin criterio alguno. Si de algo nos puede alegrar la terrible crisis que nos acucia es que, al menos, los gestores de Ibaigane no disponen de un céntimo para estupideces propias ni para ocurrencias ajenas (las que les puedan llegar desde el banquillo). Un hecho curioso: tras fichar tres laterales izquierdos (dos de ellos a un precio nada despreciable), al final la solución va a acabar siendo un central reconvertido de la cantera… ¡¡¡extrarordinario!!! Me imagino que si este año las arcas hubieran estado medio llenas algo se hubiera buscado en el mercado para ese puesto.
sábado, 21 de agosto de 2010
miércoles, 18 de agosto de 2010
Yo he vuelto, de Piston no sé nada
Me disculpo por el abandono.
Agradezco a Tao y a MarioSila sus brillantes turnos de barra. Pena me da que no os prodiguéis más, vosotros y Piston, y tenga que ser yo el que mantenga esto abierto, cosa para la que creo servir en compañía de otros, pero que me viene grande a mí solo.
Lo cierto es que una serie de circunstancias, unas sucesivas, otras simultáneas, me han hecho tener este blog abandonado.
Cito algunas:
-Dos oleadas de trabajo superior al normal.
-Vacaciones en un lugar con conexión a internet no imposible, pero sí complicada.
-Alejamiento total de medios de comunicación que hablaran del Athletic. No te digo ya nada de traineras y cosas así de exóticas.
-Una cierta pereza existencial.
Lo cierto es que hoy por fin tengo tiempo, medios y ganas.
Pero no sé de qué hablar.
Sed comprensivos. Me acabo de enterar simultaneamente de que:
-Clemente está en Camerún.
-Díaz de Cerio en Córdoba.
-Amorebieta en un sí es no es camino de Venezuela.
-Bogart camino Soria. A casa de la suegra, nada menos.
-Orio y Urdaibai están cortando el bacalao traineril.
¿Intentamos algo con el fútbol del primer equipo?
Leo que Caparrós ya tiene once titular fjo. Curioso: no lo ha tenido nunca y porque por lo visto ha jugado un par de amistosos con los mismos, El Correo ya ha decidido que hay once fijo.
Os propongo debatir ese once, que por si no lo sabéis es:
Iraizoz
Iraola, San José, Amore, Aurtenetxe.
Susaeta, Javi Martínez, Iturraspe, Gabilondo.
Toquero y Llorente.
jueves, 5 de agosto de 2010
Cuentos de verano - La ventana indiscreta.
Las noches de verano, aunque no sean especialmente calurosas, son propicias para las historias. Historias de esas angustiosas y sórdidas. Si a una noche de verano le sumas, además, una ventana abierta ya tienes la intriga, el suspense, asegurado. Qué bien sabía esto el maestro Alfredo.
Y es que quizás sea cierto lo que solían decir los griegos (que no sé si lo decían todos, quizá no, pero, al parecer, había algunos griegos que sí que lo decían) que las cosas ocurrían para que los hombres tuvieran algo que contar. Las historias épicas, las tragedias, los horrendos crímenes, las gestas, todas tenían para los dioses un único fin, proporcionar tema a los escritores. Relatos que terminaron siendo, a menudo, más ilustres que los sucesos narrados.
Pues bien, esta noche pasada ha sido una noche de ese tipo, noche de verano con ventana. Noche que viajaba en carro tirado, al unísono, por Épica y por Tragedia. Noche para cantores, cronistas y narradores de cuentos. Noche de héroe y juglar, de Aquiles y Homero, de Eneas y Virgilio.
Todo ha comenzado mientras dormía yo plácidamente con la ventana abierta, soñando un sueño (¿se puede soñar otra cosa?) en el que curiosamente, varios de los clientes de este local tenían un papel protagonista. No, no, Renano, tranquilo, que no se trataba de un sueño húmedo. Al parecer, los hay de otros tipos como he descubierto cuando esta madrugada me he despertado sobresaltado en pleno sueño.
El reloj marcaba las 3:13 y el motivo de la interrupción abrupta de aquella onírica historia quedó pronto al descubierto. Un horrible, descomunal, gigantesco, abrumador ruido de ronquidos abismales, que partían de alguna otra ventana del amplio patio interior, se colaba por mi ventana ligeramente abierta.
Supongo que estaréis pensando que exagero. O que soy un tiquismiquis. Uno de esos individuos que necesitan absoluta paz interior y exterior para poder conciliar el sueño. Mentira cochina. Mi conciencia, blanca o negra, se me desconecta a partir de medianoche y jamás me ha impedido dormir. He sido capaz de dormir con una fiesta latina en el piso contiguo, en medio de una tormenta descomunal e incluso justo encima de una discoteca mal insonorizada. Lo que es más, estoy doctorado en esto de dormir rodeado de ronquidos. El que esto suscribe ha sido capaz, en el pasado, de viajar por Europa durmiendo en la misma habitación de Fran (a quién no tenéis el gusto de conocer, un tipo magnífico), Gran Maese del Ronquido, a quién, llegada la noche, nadie quería en sus cercanías ni siquiera su mujer. Debo decir que Fran es varias veces medallista en las Olimpiadas del Ronquido, oro en Ronquido de Altura, Triple Ronquido, Cien Ronquidos lisos, Ronquitlon, Tres mil Ronquidos con obstáculos y otras modalidades que sería interminable detallar. Solo la medalla en el relevo del cuatro por cien ronquidos se le escapó y porque el resto del equipo no supimos estar a la altura.
Vamos, que no soy “virgen” en este asunto. Y ni así. Al lado de lo que he experimentado esta madrugada los ronquidos de Fran son como el dulce discurrir del agua que serena y tranquiliza el espíritu. Como os digo jamás he tenido que enfrentarme a un ronquido tan brutal, tan ensordecedor, tan asesino de sueños como el que esta madrugada rompía mi ventana.
Soy un tipo con determinación y arrojo. Por eso, tras la parálisis inicial producto del asombro he reaccionado rápido. Lo he intentado todo para reconciliarme con Morfeo. Jugándome el tipo….. sabiendo que el simple conteo de ovejas nunca sirve en casos extremos…. con valor rayando la inconsciencia….me he dispuesto a repasar mentalmente partidos completos del Athletic de Caparrós creyendo que así Hipnos se apiadaría de mí. He hecho la lista de laterales izquierdos ya fichados y posibles alternativas para ese puesto, la relación de los errores cometidos por Macua y su Junta en versión ambigú, la lista de jugadores de nuestra cantera que de haber dispuesto de diez partidos en el primer equipo hoy serían campeones del mundo….todo ha sido inútil, incluso esas medidas extremas han fracasado ante el rugido roncador, enorme y, a la vez, equilibrado, perfectamente medido en intensidad y frecuencia.
Ante tal situación la imaginación me ha llevado por caminos oscuros. ¿Qué clase de ser vivo podría ser el origen de tales estridencias?. Es obvio que un humano no es capaz de emitir semejante ruido. ¿Qué seres de la noche habitan mi vecindario?, ¿sería acaso un dragón?, ¿un orco?....sí, quizás un habitante de Mordor fuera capaz de expresarse guturalmente así…..
Esas elucubraciones amenazaban con trastornar mi agotada mente cuando el reloj marcaba ya las 4:21….Sé lo que estáis pensando. Que lo tenía fácil. “Idiota, levántate y cierra la ventana, hombre”. ¿Así, sin más?. ¿De esa manera tan cobarde queréis acabar con una historia que apunta a gesta o a tragedia griega?. Prefiero ser como nuestro César Macua, afrontar los problemas, verles venir de cara y observar cómo éstos huyen de mí. A fuerza de ser sincero debo reconocer que ni mi tendencia a la comodidad me permitía tomar dicha medida ni creo que ese doble cristal reforzado, cerrado hubiera aguantado la salvaje embestida.
Pensé en estirar la mano, tomar el móvil y llamar a los municipales o a los marines que igual era más procedente. Con un medidor de decibelios en manos de la autoridad competente esta historia hubiera terminado solo en una fuerte multa. Con ese simple gesto, tal vez, hubiera evitado la posterior catástrofe. Pero entre mi proverbial comodidad y mi poca implicación ciudadana no he sabido frenar la tragedia.
Y es que le reloj marcaba las 4:56 cuando al bárbaro y feroz gruñido, y justo detrás de él, de forma perfectamente acompasada, se le ha unido una especie de gritito femenino. Un segundo sonido, ahora sugerente, que estaba, en realidad, entre el gritito y el gemido. Era el sonido que uno asocia a una mujer excitada. Entiéndaseme bien. No se trata del grito histérico habitual en una mujer excitada porque alguien ha ensuciado el suelo, no. Hablamos del gemido leve propio de una mujer aristocrática, sexualmente excitada. Asemejándose al cine porno que mezcla rítmicamente el dúo “empujón”, “gemido”, esta madrugada tañía en mis oídos el doblete “ronquido brutal”, “gemido tenue”, “ronquido brutal ”, “gemido tenue”, “ronquido brutal”, “gemido tenue”…y así hasta el infinito. No me digáis que no ha sido como para volverse loco.
De nuevo mi imaginación me ha llevado por procelosos senderos. ¿Qué razón hay tras un doble sonido de ese tipo? ¿tan bueno es el tipo en la cama que es capaz de montárselo totalmente dormido? ¿será la dama de tan fácil excitación que hasta un ronquido, si es lo suficientemente grande (al final el tamaño siempre importa), le pone?. Este último pensamiento me hizo rebullirme inquieto. Estiré el cuello para ver si alcanzaba a situar la ventana de la que partía el concierto porque, estaréis conmigo, una mujer así es una joya que merece ser conocida.
Unos gramos de sensatez me permitieron dar con la solución más probable. Ella, como yo, era incapaz de dormir con semejante escándalo y la muchacha había optado por pasar el rato lo más agradablemente posible. Y si esta situación se repite esta noche creo que terminaremos haciendo dúo. En la distancia, eso sí. Pero seremos dúo.
El reloj marcaba las 5:47 cuando se ha desencadenado la tragedia. El final, que presupongo, ha sido sangriento. A esa hora en la que ya parecía querer amanecer, mientras caía la lluvia, se ha producido el último y enorme ronquido….sostenido en el tiempo más que sus anteriores hermanos….su terminación ha sido abrupta, como si quedara inconcluso….y esta vez no ha sido seguido por el gemido leve sino que le ha acompañado, segundos después, un breve y agudo sonido….como un estertor de muerte…..seguido de un sepulcral silencio…..terminada la tempestad sonora, de nuevo, ha vuelto a ser audible por el patio los sonidos familiares….la lluvia llamando en el cristal, la tos enfermiza de fumador empedernido que proviene de la China de Mao, el agradecido erupto árabe y la risita femenina del Caribe….vamos, lo que habitualmente nos regala, cada noche, la globalización.
Pero yo ya no podía dormir….de nuevo la imaginación toma el control…..¿qué habrá sucedido tras esa ventana?....¿se habrá despertado él y al verla en esa situación habrá optado por asesinarla, víctima de un crimen pasional?....lo descarto…porque hasta un habitante de Mordor si se despierta y se encuentra con ese cuadro tiende a aprovecharlo, digo yo….¿habrá sido ella, la que cual mantis religiosa, una vez satisfecha le ha clavado un picahielo entre ceja y ceja?.....si este es el caso hay eximentes incuestionables para su culpa….
Y en esas elucubraciones estaba cuando ha sonado el amable despertador. Y ahora estoy aquí, horas después sin saber muy bien qué hacer. ¿Debería estar atento a la publicación de alguna esquela en el barrio? ¿sería lo propio seguir vigilando lo que acontece tras esa ventana? ¿es prudente intentar conocer a tan agradecida dama? ¿lo sensato sería poner en conocimiento de la ertzaintza estos hechos? ¿opto por comprarme unos tapones y cerrar la ventana?...¿qué partido del Athletic caparrosiano me recomendáis recordar, jugada a jugada, si esta situación vuelve a producirse?...¿debo incluir a Endika Bordas entre los posibles campeones del mundo de haber tenido un poco más de paciencia con él?.
Han pasado poco más de cuatro horas desde la tragedia, quizás sangrienta. Si la policía fuera avisada ahora todavía podría encontrar el cuerpo caliente. Sobre todo el de ella.
PS: Estos hechos relatados son reales. Nombre y lugares han sido omitidos por seguridad y por no conocerlos. El nombre de Fran sí es real. El de Endika Bordas también. El termino “Renano” no alude a un individuo, se trata de un colektibo.
Y es que quizás sea cierto lo que solían decir los griegos (que no sé si lo decían todos, quizá no, pero, al parecer, había algunos griegos que sí que lo decían) que las cosas ocurrían para que los hombres tuvieran algo que contar. Las historias épicas, las tragedias, los horrendos crímenes, las gestas, todas tenían para los dioses un único fin, proporcionar tema a los escritores. Relatos que terminaron siendo, a menudo, más ilustres que los sucesos narrados.
Pues bien, esta noche pasada ha sido una noche de ese tipo, noche de verano con ventana. Noche que viajaba en carro tirado, al unísono, por Épica y por Tragedia. Noche para cantores, cronistas y narradores de cuentos. Noche de héroe y juglar, de Aquiles y Homero, de Eneas y Virgilio.
Todo ha comenzado mientras dormía yo plácidamente con la ventana abierta, soñando un sueño (¿se puede soñar otra cosa?) en el que curiosamente, varios de los clientes de este local tenían un papel protagonista. No, no, Renano, tranquilo, que no se trataba de un sueño húmedo. Al parecer, los hay de otros tipos como he descubierto cuando esta madrugada me he despertado sobresaltado en pleno sueño.
El reloj marcaba las 3:13 y el motivo de la interrupción abrupta de aquella onírica historia quedó pronto al descubierto. Un horrible, descomunal, gigantesco, abrumador ruido de ronquidos abismales, que partían de alguna otra ventana del amplio patio interior, se colaba por mi ventana ligeramente abierta.
Supongo que estaréis pensando que exagero. O que soy un tiquismiquis. Uno de esos individuos que necesitan absoluta paz interior y exterior para poder conciliar el sueño. Mentira cochina. Mi conciencia, blanca o negra, se me desconecta a partir de medianoche y jamás me ha impedido dormir. He sido capaz de dormir con una fiesta latina en el piso contiguo, en medio de una tormenta descomunal e incluso justo encima de una discoteca mal insonorizada. Lo que es más, estoy doctorado en esto de dormir rodeado de ronquidos. El que esto suscribe ha sido capaz, en el pasado, de viajar por Europa durmiendo en la misma habitación de Fran (a quién no tenéis el gusto de conocer, un tipo magnífico), Gran Maese del Ronquido, a quién, llegada la noche, nadie quería en sus cercanías ni siquiera su mujer. Debo decir que Fran es varias veces medallista en las Olimpiadas del Ronquido, oro en Ronquido de Altura, Triple Ronquido, Cien Ronquidos lisos, Ronquitlon, Tres mil Ronquidos con obstáculos y otras modalidades que sería interminable detallar. Solo la medalla en el relevo del cuatro por cien ronquidos se le escapó y porque el resto del equipo no supimos estar a la altura.
Vamos, que no soy “virgen” en este asunto. Y ni así. Al lado de lo que he experimentado esta madrugada los ronquidos de Fran son como el dulce discurrir del agua que serena y tranquiliza el espíritu. Como os digo jamás he tenido que enfrentarme a un ronquido tan brutal, tan ensordecedor, tan asesino de sueños como el que esta madrugada rompía mi ventana.
Soy un tipo con determinación y arrojo. Por eso, tras la parálisis inicial producto del asombro he reaccionado rápido. Lo he intentado todo para reconciliarme con Morfeo. Jugándome el tipo….. sabiendo que el simple conteo de ovejas nunca sirve en casos extremos…. con valor rayando la inconsciencia….me he dispuesto a repasar mentalmente partidos completos del Athletic de Caparrós creyendo que así Hipnos se apiadaría de mí. He hecho la lista de laterales izquierdos ya fichados y posibles alternativas para ese puesto, la relación de los errores cometidos por Macua y su Junta en versión ambigú, la lista de jugadores de nuestra cantera que de haber dispuesto de diez partidos en el primer equipo hoy serían campeones del mundo….todo ha sido inútil, incluso esas medidas extremas han fracasado ante el rugido roncador, enorme y, a la vez, equilibrado, perfectamente medido en intensidad y frecuencia.
Ante tal situación la imaginación me ha llevado por caminos oscuros. ¿Qué clase de ser vivo podría ser el origen de tales estridencias?. Es obvio que un humano no es capaz de emitir semejante ruido. ¿Qué seres de la noche habitan mi vecindario?, ¿sería acaso un dragón?, ¿un orco?....sí, quizás un habitante de Mordor fuera capaz de expresarse guturalmente así…..
Esas elucubraciones amenazaban con trastornar mi agotada mente cuando el reloj marcaba ya las 4:21….Sé lo que estáis pensando. Que lo tenía fácil. “Idiota, levántate y cierra la ventana, hombre”. ¿Así, sin más?. ¿De esa manera tan cobarde queréis acabar con una historia que apunta a gesta o a tragedia griega?. Prefiero ser como nuestro César Macua, afrontar los problemas, verles venir de cara y observar cómo éstos huyen de mí. A fuerza de ser sincero debo reconocer que ni mi tendencia a la comodidad me permitía tomar dicha medida ni creo que ese doble cristal reforzado, cerrado hubiera aguantado la salvaje embestida.
Pensé en estirar la mano, tomar el móvil y llamar a los municipales o a los marines que igual era más procedente. Con un medidor de decibelios en manos de la autoridad competente esta historia hubiera terminado solo en una fuerte multa. Con ese simple gesto, tal vez, hubiera evitado la posterior catástrofe. Pero entre mi proverbial comodidad y mi poca implicación ciudadana no he sabido frenar la tragedia.
Y es que le reloj marcaba las 4:56 cuando al bárbaro y feroz gruñido, y justo detrás de él, de forma perfectamente acompasada, se le ha unido una especie de gritito femenino. Un segundo sonido, ahora sugerente, que estaba, en realidad, entre el gritito y el gemido. Era el sonido que uno asocia a una mujer excitada. Entiéndaseme bien. No se trata del grito histérico habitual en una mujer excitada porque alguien ha ensuciado el suelo, no. Hablamos del gemido leve propio de una mujer aristocrática, sexualmente excitada. Asemejándose al cine porno que mezcla rítmicamente el dúo “empujón”, “gemido”, esta madrugada tañía en mis oídos el doblete “ronquido brutal”, “gemido tenue”, “ronquido brutal ”, “gemido tenue”, “ronquido brutal”, “gemido tenue”…y así hasta el infinito. No me digáis que no ha sido como para volverse loco.
De nuevo mi imaginación me ha llevado por procelosos senderos. ¿Qué razón hay tras un doble sonido de ese tipo? ¿tan bueno es el tipo en la cama que es capaz de montárselo totalmente dormido? ¿será la dama de tan fácil excitación que hasta un ronquido, si es lo suficientemente grande (al final el tamaño siempre importa), le pone?. Este último pensamiento me hizo rebullirme inquieto. Estiré el cuello para ver si alcanzaba a situar la ventana de la que partía el concierto porque, estaréis conmigo, una mujer así es una joya que merece ser conocida.
Unos gramos de sensatez me permitieron dar con la solución más probable. Ella, como yo, era incapaz de dormir con semejante escándalo y la muchacha había optado por pasar el rato lo más agradablemente posible. Y si esta situación se repite esta noche creo que terminaremos haciendo dúo. En la distancia, eso sí. Pero seremos dúo.
El reloj marcaba las 5:47 cuando se ha desencadenado la tragedia. El final, que presupongo, ha sido sangriento. A esa hora en la que ya parecía querer amanecer, mientras caía la lluvia, se ha producido el último y enorme ronquido….sostenido en el tiempo más que sus anteriores hermanos….su terminación ha sido abrupta, como si quedara inconcluso….y esta vez no ha sido seguido por el gemido leve sino que le ha acompañado, segundos después, un breve y agudo sonido….como un estertor de muerte…..seguido de un sepulcral silencio…..terminada la tempestad sonora, de nuevo, ha vuelto a ser audible por el patio los sonidos familiares….la lluvia llamando en el cristal, la tos enfermiza de fumador empedernido que proviene de la China de Mao, el agradecido erupto árabe y la risita femenina del Caribe….vamos, lo que habitualmente nos regala, cada noche, la globalización.
Pero yo ya no podía dormir….de nuevo la imaginación toma el control…..¿qué habrá sucedido tras esa ventana?....¿se habrá despertado él y al verla en esa situación habrá optado por asesinarla, víctima de un crimen pasional?....lo descarto…porque hasta un habitante de Mordor si se despierta y se encuentra con ese cuadro tiende a aprovecharlo, digo yo….¿habrá sido ella, la que cual mantis religiosa, una vez satisfecha le ha clavado un picahielo entre ceja y ceja?.....si este es el caso hay eximentes incuestionables para su culpa….
Y en esas elucubraciones estaba cuando ha sonado el amable despertador. Y ahora estoy aquí, horas después sin saber muy bien qué hacer. ¿Debería estar atento a la publicación de alguna esquela en el barrio? ¿sería lo propio seguir vigilando lo que acontece tras esa ventana? ¿es prudente intentar conocer a tan agradecida dama? ¿lo sensato sería poner en conocimiento de la ertzaintza estos hechos? ¿opto por comprarme unos tapones y cerrar la ventana?...¿qué partido del Athletic caparrosiano me recomendáis recordar, jugada a jugada, si esta situación vuelve a producirse?...¿debo incluir a Endika Bordas entre los posibles campeones del mundo de haber tenido un poco más de paciencia con él?.
Han pasado poco más de cuatro horas desde la tragedia, quizás sangrienta. Si la policía fuera avisada ahora todavía podría encontrar el cuerpo caliente. Sobre todo el de ella.
PS: Estos hechos relatados son reales. Nombre y lugares han sido omitidos por seguridad y por no conocerlos. El nombre de Fran sí es real. El de Endika Bordas también. El termino “Renano” no alude a un individuo, se trata de un colektibo.
martes, 3 de agosto de 2010
Más dura será la caída
Perivaldo Arantes do Nascimento
Pao de Açúcar Tribune
Telecinco y Cuatro han perdido 70 millones de euros con el Mundial de Sudáfrica, ya que apenas han recuperado una tercera parte de los 105 millones que les costó retransmitir dicho campeonato. No son las únicas empresas de la comunicación que han sufrido graves pérdidas. Otro caso que está dando mucho que hablar entre los profesionales del sector es el de Ambigú Press y las cuantiosas pérdidas en que ha incurrido tras el citado evento sudafricano.
Ambigú Press reune la división de medios de comunicación del emporio Ambigú SL. Los socios fundadores del grupo comenzaron con un modesto a la par que elegante local, el Ambigú Zurigorri, en el que se servían combinados y licores de reputadas marcas. No tardó en popularizarse y en recibir clientela de los más variados y lejanos lugares; cuentan quienes saben de esto que por esa barra ha llegado a pasar clientela de Gardata y alrededores, lo que nos muestra la dimensión cosmopolita que el establecimiento ha ido adquiriendo durante este tiempo. Pero el negocio de la hostelería parecía quedarse pequeño para los ambiciosos socios fundadores.
Uno de ellos, Cincinato, circunstancialmente abandonaba el foro para retirarse a su villa, sita en una bella localidad de la costa cantábrica. No acababa de decidirse por el tipo de periódico que debía de comprar: al final pensó que le gustaría uno que aunara lo mejor de El Correo y lo mejor de El Mundo. Dado que la suma de las virtudes de uno y otro era igual a cero, decidió dos cosas: dejar de comprar periódicos y crear su propia agencia de noticias. Su experiencia en el mundo editorial había sido fallida hasta ese momento. En cierta ocasión conoció a alguien que buscaba editor para su ensayo “Todo lo que usted quiso saber sobre los estatutos y nunca se atrevió a preguntar”. Cincinato se ofreció a dedicar algunas de las plusvalías que por aquel entonces comenzaba a proporcionar el Ambigú Zurigorri en editar el mencionado trabajo, pero su autor nunca pasó del titulo preliminar. Entregadas las pruebas de esa primera parte, dejó aviso un día en el Ambigú de que se iba a no-sé-qué-reunión-de-compromisarios y nunca más se supo de él.
Su socio, Pistongorri, también venía de una fallida experiencia editorial. En este caso, él era el autor de la obra, un detallado estudio crítico sobre un famoso gol marcado por Uriarte hace muchos años. Su decepción llegó cuando tras presentarse en la sede de la editorial con un camión TIR de tres ejes cargado con los volumenes que contenían el primer capítulo de su obra, el editor le confeso “no sé, lo veo un poco largo. Igual habría que quitar algo”. Pistongorri se negó en redondo a mutilar su magna obra, así que regresó con el camión y dejó su obra inacabada, aunque no por ello menos voluminosa, en un almacén junto a los atraques del puerto deportivo sito en el latifundio de su propiedad.
Un día se cruzó por allí un desharrapado cronista oriental procedente de occidente. Viajaba a Kaliningrado, a ver la tumba de Immanuel Kant y la inscripción que hay junto a ella: Dos cosas colman el ánimo con una admiración y una veneración siempre renovadas y crecientes, cuanto más frecuente y continuadamente reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. Se encontraba en Viena, sin recursos suficientes para continuar su viaje, cuando vió una oportunidad de salir de aquel lugar: un anuncio de una desconocida agencia de noticias, Ambigú Press, solicitando colaboradores para cubrir el Campeonato de Europa de aquel año 2008. El pequeño saltamontes, pese a no saber casi nada de futbol (quienes le conocen afirman que tardó un tiempo en percatarse de que la segunda parte de un partido dura lo mismo que la primera), asumió el desafío. Se acercó a un ciber-café vienés y después de una vista rutinaria, más por la costumbre que por otra cosa, a las páginas petardas.com, putalocura.com y alguna más que ahora no viene al caso, envió un correo electrónico a los ilusionados socios fundadores del Grupo Ambigú: OK stop ENVIO CRÓNICAS stop PASARÉ FACTURA stop PREFIERO EN NEGRO corto y cierro.
La experiencia de la Eurocopa fue un gran éxito para la recien creada Ambigú Press, que poco a poco fue abriendo corresponsalías en diferentes lugares repartidos por toda la geografía mundial. Fueron los primeros, o como mucho los segundos, en adelantar impactantes noticias desde las entrañas de Kolyma, de Donostia, de la calle Henao, …; incluso los rumores sitúan a la estrella televisiva Vicente, de Barakaldo, como un infiltrado de Ambigú Press en el más viejo estilo de la agitprop. Ambigú Press no dejó atrás un solo evento destacable sin cubrir: desde las regatas de La Concha hasta el Tour de Francia o el Seis Naciones, pasando por los vaticinios del pulpo Paul o incursiones en la alta política, como el proceso de normalización en Euskadi o el proceso de segregación de Extremadura en que los hermanos Corchete han embarcado al pueblo de Agallas. Por no hablar de sus reportajes de investigación, como aquel en el que se desentrañó el complejo sistema de reparto de entradas basado en la factorización de los logaritmos neperianos o el que les való la medalla de bronce en el Campeonato de Reportajes Ciudad de Almagro, titulado “Fermín, firmas mil”.
La división de comunicación de Ambigu SL, no obstante, ha sufrido algún revés empresarial durante estos años. Influídos por un par de clientes habituales de su negocio hostelero, los socios fundadores accedieron a producir una película titulada “Un, dos tres, … al estatuto inglés”, dando la oportunidad de protagonizarla a una tal Deborah, estrella fugaz del celuloide. Si bien ese primer filme de Ambigú Century Fox no tuvo mala acogida entre el público, especialmente el masculino, la productora quebró tras su desastrosa incursión por el llamado cine porno gay. La cinta “Compromisario de noche”, pese a gozar de buenas críticas, sobre todo su actor protagonista, fue un fracaso en taquilla. Ni siquiera surtió efecto la campaña promocional de regalar una espumadera al comprar la entrada.
Pero los tiempos parecen que están cambiando definitivamente en Ambigú Press, que vive momentos especialmente complicados por las deudas acumuladas tras el Mundial de Sudáfrica y las disputas laborales entre la dirección y sus empleados. Todo comenzó con el ambicioso plan diseñado para cubrir el torneo sudafricano. Aparte de los costes derivados de la compra de derechos a la FIFA, la dirección no reparó en los gastos inherentes al viaje, manutención, desplazamientos y algún otro epígrafe poco justificable de su enviado especial. O, para ser más precisos, de sus enviados especiales, porque la dirección decidió en esta ocasión que fueran dos los corresponsales que, desde todos los ángulos, cubrieran la información surgida de tal acontecimiento. El problema llegó cuando, acabado el Mundial y retornados los enviados a la redacción central, estos presentaron una montaña de facturas para tratar de justificar sus gastos. Dado que los importes ahí recogidos sumaban tres veces más de lo que la empresa había recaudado durante la disputa del evento, los directivos decidieron tomar cartas en el asunto y remitir rápidamente todos aquellos papelajos, en muchos casos servilletas mugrientas rellenadas a lápiz o con tinta roja, a un notario para que diera fe de que todos los documentos presentados por los corresponsales dispusieran de su correspondiente firma, fehaciente e indubitada.
No sabemos como acabará esta historia, el verano es largo y seguro que aún deparará acontecimientos inesperados, pero mucho nos tememos que la sospechosa desaparición de Cincinato y Pistongorri tiene algo que ver con el hundimiento de este grupo que como Ícaro quiso volar demasiado alto.
Pao de Açúcar Tribune
Telecinco y Cuatro han perdido 70 millones de euros con el Mundial de Sudáfrica, ya que apenas han recuperado una tercera parte de los 105 millones que les costó retransmitir dicho campeonato. No son las únicas empresas de la comunicación que han sufrido graves pérdidas. Otro caso que está dando mucho que hablar entre los profesionales del sector es el de Ambigú Press y las cuantiosas pérdidas en que ha incurrido tras el citado evento sudafricano.
Ambigú Press reune la división de medios de comunicación del emporio Ambigú SL. Los socios fundadores del grupo comenzaron con un modesto a la par que elegante local, el Ambigú Zurigorri, en el que se servían combinados y licores de reputadas marcas. No tardó en popularizarse y en recibir clientela de los más variados y lejanos lugares; cuentan quienes saben de esto que por esa barra ha llegado a pasar clientela de Gardata y alrededores, lo que nos muestra la dimensión cosmopolita que el establecimiento ha ido adquiriendo durante este tiempo. Pero el negocio de la hostelería parecía quedarse pequeño para los ambiciosos socios fundadores.
Uno de ellos, Cincinato, circunstancialmente abandonaba el foro para retirarse a su villa, sita en una bella localidad de la costa cantábrica. No acababa de decidirse por el tipo de periódico que debía de comprar: al final pensó que le gustaría uno que aunara lo mejor de El Correo y lo mejor de El Mundo. Dado que la suma de las virtudes de uno y otro era igual a cero, decidió dos cosas: dejar de comprar periódicos y crear su propia agencia de noticias. Su experiencia en el mundo editorial había sido fallida hasta ese momento. En cierta ocasión conoció a alguien que buscaba editor para su ensayo “Todo lo que usted quiso saber sobre los estatutos y nunca se atrevió a preguntar”. Cincinato se ofreció a dedicar algunas de las plusvalías que por aquel entonces comenzaba a proporcionar el Ambigú Zurigorri en editar el mencionado trabajo, pero su autor nunca pasó del titulo preliminar. Entregadas las pruebas de esa primera parte, dejó aviso un día en el Ambigú de que se iba a no-sé-qué-reunión-de-compromisarios y nunca más se supo de él.
Su socio, Pistongorri, también venía de una fallida experiencia editorial. En este caso, él era el autor de la obra, un detallado estudio crítico sobre un famoso gol marcado por Uriarte hace muchos años. Su decepción llegó cuando tras presentarse en la sede de la editorial con un camión TIR de tres ejes cargado con los volumenes que contenían el primer capítulo de su obra, el editor le confeso “no sé, lo veo un poco largo. Igual habría que quitar algo”. Pistongorri se negó en redondo a mutilar su magna obra, así que regresó con el camión y dejó su obra inacabada, aunque no por ello menos voluminosa, en un almacén junto a los atraques del puerto deportivo sito en el latifundio de su propiedad.
Un día se cruzó por allí un desharrapado cronista oriental procedente de occidente. Viajaba a Kaliningrado, a ver la tumba de Immanuel Kant y la inscripción que hay junto a ella: Dos cosas colman el ánimo con una admiración y una veneración siempre renovadas y crecientes, cuanto más frecuente y continuadamente reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. Se encontraba en Viena, sin recursos suficientes para continuar su viaje, cuando vió una oportunidad de salir de aquel lugar: un anuncio de una desconocida agencia de noticias, Ambigú Press, solicitando colaboradores para cubrir el Campeonato de Europa de aquel año 2008. El pequeño saltamontes, pese a no saber casi nada de futbol (quienes le conocen afirman que tardó un tiempo en percatarse de que la segunda parte de un partido dura lo mismo que la primera), asumió el desafío. Se acercó a un ciber-café vienés y después de una vista rutinaria, más por la costumbre que por otra cosa, a las páginas petardas.com, putalocura.com y alguna más que ahora no viene al caso, envió un correo electrónico a los ilusionados socios fundadores del Grupo Ambigú: OK stop ENVIO CRÓNICAS stop PASARÉ FACTURA stop PREFIERO EN NEGRO corto y cierro.
La experiencia de la Eurocopa fue un gran éxito para la recien creada Ambigú Press, que poco a poco fue abriendo corresponsalías en diferentes lugares repartidos por toda la geografía mundial. Fueron los primeros, o como mucho los segundos, en adelantar impactantes noticias desde las entrañas de Kolyma, de Donostia, de la calle Henao, …; incluso los rumores sitúan a la estrella televisiva Vicente, de Barakaldo, como un infiltrado de Ambigú Press en el más viejo estilo de la agitprop. Ambigú Press no dejó atrás un solo evento destacable sin cubrir: desde las regatas de La Concha hasta el Tour de Francia o el Seis Naciones, pasando por los vaticinios del pulpo Paul o incursiones en la alta política, como el proceso de normalización en Euskadi o el proceso de segregación de Extremadura en que los hermanos Corchete han embarcado al pueblo de Agallas. Por no hablar de sus reportajes de investigación, como aquel en el que se desentrañó el complejo sistema de reparto de entradas basado en la factorización de los logaritmos neperianos o el que les való la medalla de bronce en el Campeonato de Reportajes Ciudad de Almagro, titulado “Fermín, firmas mil”.
La división de comunicación de Ambigu SL, no obstante, ha sufrido algún revés empresarial durante estos años. Influídos por un par de clientes habituales de su negocio hostelero, los socios fundadores accedieron a producir una película titulada “Un, dos tres, … al estatuto inglés”, dando la oportunidad de protagonizarla a una tal Deborah, estrella fugaz del celuloide. Si bien ese primer filme de Ambigú Century Fox no tuvo mala acogida entre el público, especialmente el masculino, la productora quebró tras su desastrosa incursión por el llamado cine porno gay. La cinta “Compromisario de noche”, pese a gozar de buenas críticas, sobre todo su actor protagonista, fue un fracaso en taquilla. Ni siquiera surtió efecto la campaña promocional de regalar una espumadera al comprar la entrada.
Pero los tiempos parecen que están cambiando definitivamente en Ambigú Press, que vive momentos especialmente complicados por las deudas acumuladas tras el Mundial de Sudáfrica y las disputas laborales entre la dirección y sus empleados. Todo comenzó con el ambicioso plan diseñado para cubrir el torneo sudafricano. Aparte de los costes derivados de la compra de derechos a la FIFA, la dirección no reparó en los gastos inherentes al viaje, manutención, desplazamientos y algún otro epígrafe poco justificable de su enviado especial. O, para ser más precisos, de sus enviados especiales, porque la dirección decidió en esta ocasión que fueran dos los corresponsales que, desde todos los ángulos, cubrieran la información surgida de tal acontecimiento. El problema llegó cuando, acabado el Mundial y retornados los enviados a la redacción central, estos presentaron una montaña de facturas para tratar de justificar sus gastos. Dado que los importes ahí recogidos sumaban tres veces más de lo que la empresa había recaudado durante la disputa del evento, los directivos decidieron tomar cartas en el asunto y remitir rápidamente todos aquellos papelajos, en muchos casos servilletas mugrientas rellenadas a lápiz o con tinta roja, a un notario para que diera fe de que todos los documentos presentados por los corresponsales dispusieran de su correspondiente firma, fehaciente e indubitada.
No sabemos como acabará esta historia, el verano es largo y seguro que aún deparará acontecimientos inesperados, pero mucho nos tememos que la sospechosa desaparición de Cincinato y Pistongorri tiene algo que ver con el hundimiento de este grupo que como Ícaro quiso volar demasiado alto.