Ha sido un verano atípico y muy cargado para el Athletic. La disputa de dos rondas eliminatorias previas de la UEFA Europa League, de la Supercopa y el inicio de la Liga han supuesto que las páginas correspondientes a los meses de julio y agosto en la agenda rojiblanca hayan estado repletas de fechas señaladas. Desde el 30 de julio, día en el que jugó el primer partido oficial de la temporada hasta el próximo domingo, con el que se cerrará el primer tramo de la temporada para dar paso a un par de jornadas FIFA para selecciones nacionales, los leones habrán hecho frente en apenas treinta días a, nada menos, ocho encuentros oficiales, a varios viajes y, afortunadamente, a sonadas celebraciones. Tras esta vorágine llegarán dos semanas que vendrán muy bien para que la plantilla descanse, para tratar de recuperar a alguno de los muchos lesionados y para afianzar algunos conceptos y corregir otros. Pero antes del descanso quedan aún cuatro días en los que el equipo bilbaino deberá hacer frente, a modo de sprint, a dos importantes compromisos: uno, europeo, en el que está obligado a ganar y el otro, liguero, en el que debe buscar empezar a sumar puntos tras el tropiezo de la primera jornada. Vayamos por partes.
Jueves 27 de agosto. Europa League, playoff (vuelta): Athletic Club – MŠK Žilina
Este partido, desde la perspectiva rojiblanca, puede resumirse en una palabra: ganar. O si se quiere, recordando al inefable Luis Aragonés, de esta forma: ganar, ganar, ganar y ganar... y volver a ganar, ganar, ganar y ganar. No hay otra opción para que el Athletic esté presente en Mónaco, en el sorteo de la fase de grupos de la competición continental. Del partido en tierras eslovacas se extrajeron algunas conclusiones negativas. El resultado fue una de ellas, aunque quizás fueran más significativas y dolorosas la autocomplacencia y el déficit de tensión competitiva durante la segunda parte. En la parte positiva, algo en lo que el universo zurigorri asienta su confianza de que hoy no habrá muchos problemas para sacar adelante la eliminatoria: durante los primeros cuarenta y cinco minutos en el partido de ida, un Athletic con muchos suplentes y algunos titulares, en general poco descansados tras las celebraciones por el título supercopero, dominaron de cabo a rabo al MŠK Žilina, hasta el punto de que el 0-2 que señalaba el marcador, de haber seguido igual tras el descanso, podría haber dejado definitivamente cerrado este playoff.
La diferencia entre uno y otro es grande en lo futbolístico y seguramente el equipo, con algún que otro día más de margen para el descanso y con menos ajetreo que la semana pasada, llegue más afinado en lo físico y, especialmente, en lo mental que como viajó a Eslovaquia. También se supone que esta noche (20:45 horas, San Mamés), Valverde no se dejará ningún activo importante en la recámara, aunque la plaga de lesiones hace que en algún puesto deberá tirar de plan B o, incluso, de plan C. El Athletic parte como favorito para remontar la eliminatoria y, a pesar de lo ilógico que suele ser el futbol, lo normal es que haga bueno dicho favoritismo.
Domingo 30 de agosto. Liga, 2ª jornada: SD Eibar – Athletic Club
Quién iba a decir a finales del pasado mayo que el Eibar, por entonces recién descendido a la Segunda División, iba a comenzar la segunda jornada de la presente temporada liguera como líder de Primera. El descenso administrativo del Elche dio al equipo armero la posibilidad de reengancharse a la máxima categoría y durante el verano ha tratado de recomponer un equipo para competir en ella. Dicen quienes siguen el día a día de los eibarreses que, tras superar muchas dificultades y, sobre todo, la incertidumbre de no saber en que división acabaría jugando esta temporada, ha logrado reunir una cuadrilla algo mejor que la de la temporada pasada. No obstante, también hay quien dice que con el cambio de entrenador, el paso de Gaizka Garitano a José Luis Mendilibar, con gran currículo en Segunda y una abundante lista de fracasos en Primera, es su talón de Aquiles. En cualquier caso, los resultados de la primera jornada, con muchos empates y victorias por la mínima, han hecho que el 1-3 que el Eibar cosechó en Granada, le hayan situado como primer líder de la Liga.
Ese es el panorama que encontrará el Athletic el domingo (18:30 horas) en su visita a Ipurua. Si del Eibar ya se espera de antemano mucho espíritu combativo,, se supone que su condición de primero del lote liguero le hará poner, si cabe, más dedicación y empeño en la tarea de batir a los bilbainos. Es decir, que si algo se puede esperar a cuatro días vista es que el partido será una batalla por cada centímetro cuadrado de césped. A priori, los leones están plenamente capacitados para aceptar el envite e, incluso, a salir airosos del mismo. Las nuevas incorporaciones en la plantilla rojiblanca han hecho que el equipo de Valverde, a falta de argumentos de mayor calidad técnica, sea hoy por hoy capaz de mantener un pulso de tú a tú en el futbol de trinchera con cualquiera que se le ponga delante. Las dudas proceden de condicionantes externos: habrá que ver si, en el mejor de los casos, puede recuperar a algunos de los lesionados (en el peor, tras el partido europeo, esa lista podría, incluso, ampliarse) y habrá que tener presente, también, la frescura con la que la mermada plantilla bilbaina llega al choque liguero.
Dos partidos con los que acaba agosto y será posible hacer un primer balance de situación del inicio de la temporada. Dos encuentros ante rivales, sobre el papel, inferiores (uno, el eslovaco, mucho más que el otro), lo cual no quiere decir que sean dos rivales sencillos. Utilizando esa expresión tan de moda últimamente, el Athletic deberá remar mucho en los próximos cuatro días. A cambio, un gran esfuerzo y el acierto a la hora de llevarlo a cabo pueden dar como resultado un principio de curso más que notable.