jueves, 23 de noviembre de 2017
De la UEFA a La Coruña
En menos de 72 horas el Athletic va hacer frente a dos partidos de importancia. Decisivo, lo que se dice decisivo, parece que es solo el de esta tarde en San Mamés frente al Hertha de Berlín. La visita del domingo al Depor es importante porque en vísperas de recibir al Real Madrid, una no victoria nos abocaría muy probablemente a cerrar la jornada 14 con 12 ó 13 escuálidos puntos, un promedio que me temo que no garantiza la permanencia; pero con 24 jornadas por delante quedaría mucha tela que cortar.
El partido de esta noche, al ser entre los dos últimos del grupo, puede terminar fácilmente con uno de los dos matemáticamente fuera. Los dos equipos lo saben y los dos tienen que ir a por el partido. Creo que eso nos favorece: estos equipos mediocres cuando más problemas nos crean en San Mamés es cuando se cierran. Un planteamiento abierto es más propicio para que abramos la lata, siempre y cuando en el posible intercambio de golpes demostremos nuestra superioridad. Soy por tanto optimista.
Claro que no hay que descartar que el contrario sepa todo esto y pese a necesitar la victoria se nos cierre, a la espera de tener suerte o acierto y meter alguna de las oportunidades que las vicisitudes del partido le puedan brindar. Al fin y al cabo, los ucranianos ya nos ganaron en San Mamés de esa manera.
Partido decisivo, en fin, y en el que lamento decir que mi tendencia a tener paciencia con Ziganda podría sufrir un duro golpe.
El partido de hoy comienza a las 19:00 horas con arbitraje del italiano Tagliavento.
El del domingo a las 12:00 será arbitrado por González González.
lunes, 6 de noviembre de 2017
¿Hora de aplicar las sanguijuelas?
Ellos parecían volar... |
La escena ha sido popularizada por el cine y la literatura. En una época en la que la medicina estaba en mantillas, las sangrías eran prácticamente el único remedio que conocían los médicos. Daba igual que se tratara de una neumonía, de una hepatitis o de un cáncer: cuando el enfermo estaba tan mal como para llamar a un galeno, este enseguida pedía las sanguijuelas o sacaba el escalpelo. Hasta para tratar una anemia.
Y curiosamente, de vez en cuando el paciente se curaba.
En el ínterin entre el partido del jueves y la debacle de ayer me dio por pensar si los aficionados de barra de bar (o de Ambigú) no somos un poco como los médicos de entonces; nos faltan conocimientos y ante una enfermedad que parece grave pedimos el único remedio que conocemos: cambiar de entrenador. En plata: que me dio por pensar que seguramente los males del Athletic no son tan sencillos como para solucionarlos simplemente cambiando al míster.
Pero claro: llega un partido como el de ayer, en el que por seguir con el símil médico ves que el paciente se te está yendo y piensas "igual no es la solución, pero ¿voy a dejar que el paciente se me muera sin probar el único remedio que tengo a mi alcance?"
Vamos: que os envidio. Me refiero a que algunos (Erebai, Contini, Legolas, Alelore...) tenéis clarísimo que hay que reemplazar a Cuco, mientras que casi otros tantos (Tao, el Maestro, Taoteking...) parecen inclinados a pensar que el hombre en el banquillo no es el problema, y que cambiándolo no solucionaríamos nada.
Yo soy un mar de dudas... Pero me cuesta seguir a la cabecera del enfermo sin hacer nada, esperando solo a que las defensas del cuerpo reaccionen y venzan la enfermedad.
jueves, 2 de noviembre de 2017
Reválida europea
Graham Potter: un entrenador peculiar |
Dependiendo de lo que pase en Berlín en el otro partido del grupo (Hertha - Zorya) el encuentro de esta noche podría no ser decisivo. Incluso en caso de derrota podría no estar todo perdido. Así que no caeré en la trampa (en la que ya caí en la jornada anterior) de llamarlo "final": podría serlo... y podría no serlo.
Pero independientemente de lo que sea matemáticamente posible al terminar el partido de hoy, con el mosqueo que tiene la parroquia zurigorri, está en el ambiente (a menos en el que me rodea a mí) que si hoy no se gana la paciencia de San Mamés podría agotarse. De ser cierta esa percepción, el partido de esta noche puede que sea una final y puede que no, pero parece una auténtica reválida.
21:05 con arbitraje del polaco Pawel Gil, que ya pitara en San Mamés en 2012 en el partido de vuelta contra el Lokomotiv de Moscú. En dicho partido expulsó a Amorebieta por doble amarilla, pese a lo cual superamos la eliminatoria por el gol fuera de casa conseguido en la ida. (Perdimos 2-1 en Moscú y ganamos 1-0 en Bilbao)