A los históricos moradores de Ibaigane les importaba un rábano que la gente de a pie, la gente común, tomara "pote de barra", falsos cosecheros, falsos Cigales o falsos Riberas. O que en orillas del Manzanares, del Turia o del Llobregat calmaran su sed con Cava, Vinos de la Tierra o Sangría.
Ellos estaban en otra nube, en el limbo de los que consumen productos imposibles de falsificar. Mientras no existiera vendedor ambulante capaz de ofrecer un auténtico Muga, un Tondonia, ni asomaran en sus bodegas los nuevos txakoliñes, fermentados en el amparo de los poderes institucionales, conservaban con esmero y diligencia las costumbres tradicionales de la casa zurigorri.
En el Athletic está ocurriendo un fenómeno singular.
Comenzó en la singladura en la que la política y el dinero fácil se adueñó de los principios zurigorris. Nos hicimos ricos de golpe y porrazo. Pero ricos sin pedigrí, millonarios de sopetón, dirigentes que no han tenido una familia poderosa en el pasado ni una educación de "alta cuna". Tan sólo adiestrados en una espléndida disciplina y convocados al salto de un trampolín que les haga levitar alrededor de "El Dorado" status soñado.
Como nuevos ricos, ante todo asustados y preocupados tan sólo en no perder ese status que nunca merecieron, y aún mirando con desprecio, y lo que aún es más grave, ignorando la dirección de las agujas que marcaba la brújula de la cordura y la mesura. El status adquirido es un galardón de prestigio temporal y en estos casos falso, inmerecido,…y visto lo visto con fecha de caducidad.
Fue hace unos años cuando un ahora famoso industrial leonés contaba con orgullo que, en la época de posguerra, su padre robaba los desperdicios de otra gente y los metía en casa, a escondidas, para después salir a la calle, a plena luz del día, con sus "propias" bolsas de basura para que el barrio lo viera. Tener algo que tirar, en ese tiempo y en aquella geografía, también era síntoma de status.
Fue hace unos años cuando un ahora famoso industrial leonés contaba con orgullo que, en la época de posguerra, su padre robaba los desperdicios de otra gente y los metía en casa, a escondidas, para después salir a la calle, a plena luz del día, con sus "propias" bolsas de basura para que el barrio lo viera. Tener algo que tirar, en ese tiempo y en aquella geografía, también era síntoma de status.
Así como ese leonés "falsificaba" basura, en este tiempo el mercado de las falsificaciones se dedica a imitar productos llamados “de marca”. De "Marca Barca, Real Madrid, Valencia…."
Esta práctica de bilbainismo fanfarrón contagió al ¿gobernante? que cambió sus notas manuscritas y su taburete a pié de barrica, por sillón confortable con fax, teletipo y línea directa con los "poderes", dejando al descubierto su paranoia de nuevo rico, a quien le cuesta mucho aceptar que haya clubes con la obligación de ser más austeros y sin la suerte de poder comprar los mismos juguetes de fantasía con los que presumen sus homónimos más admirados.
Con ello, decide crear esos juguetes. Con label. Filosóficamente situados en el credo zurigorri.
El nuevo rico adquiere activos en forma de jugadores, gerentes, técnicos, etc,… no porque le guste demasiado el producto en sí mismo, ni porque probablemente lo necesite, sino porque existe un denominador común con sus estructuras admiradas: la marca LFP. Sentirse integrado de pleno derecho, con el pie izquierdo, en la Liga de las Estrellas.
Con la adquisición de esos símbolos parece que colocamos nuestro club en un supuesto "valor de apreciación positivo" en el mercadeo del peso específico de las decisiones a un costo ¿asumible? a corto plazo.
Es como si el producto generado tuviese el precio grabado a fuego y ellos pudieran así generar la envidia de los imbéciles: pasar al grupo de cabeza en la publicación de presupuestos, y convertirse en la "fiera indomable" a modo de Saturno goyesco, engullendo no a sus hijos, sino a los cachorros de los vecinos.
Por una cuestión de reglas internas, los nuevos ricos no pueden decir que compran cosas únicamente por el precio inasequible. Entonces dicen que lo hacen por "la calidad". Aseguran que se ha comprado una producto costosísimo porque lo importado, aún estirando la goma de nuestras fronteras, siempre es de mayor calidad. Son mejores, y además duran toda la vida.
A estos nuevos ricos no les importa valorar realmente la calidad de lo que adquieren: sólo les importa la seguridad de saber que nadie más que ellos, en su entorno, pueden conseguirlo: en Euskadi sólo cabe un club en primera…
Además gozan paseando sus engalanadas adquisiciones, confirmando en sus juguetes esa “marca” que indica la seguridad de la subsistencia, olvidando la grieta que ahora separa la antigua vida de mortales corrientes del nuevo status adquirido a golpe de talón. Recordemos que no han sido ricos siempre: son nuevos y torpes en el malabarismo de la opulencia, contagiados por la imagen de la marca LFP.
Además gozan paseando sus engalanadas adquisiciones, confirmando en sus juguetes esa “marca” que indica la seguridad de la subsistencia, olvidando la grieta que ahora separa la antigua vida de mortales corrientes del nuevo status adquirido a golpe de talón. Recordemos que no han sido ricos siempre: son nuevos y torpes en el malabarismo de la opulencia, contagiados por la imagen de la marca LFP.
Y ahí, precisamente ahí, comienza la revolución de sus juguetes, causada por una vorágine de "toma sin daca", olvidando que el azar era lo que había provocado la buena racha, y no los esfuerzos. Pero esta "Revolución de los Juguetes", merece capítulo a parte...
Como diría mi colega, el cónsul Lucio Valerio Publicola Potito, este comentario de Bastertxu es sencillamente ...
ResponderEliminar... ¡Perfecto!
Si gente como Bastertxu y Mariosila se animaran a entrar aquí de colaboradores, no solo harían que nuestros escasos y sufridos lectores pudieran descansar un poco de tanto Piston y tanto Cinci, sino que este blog empezaría a coger vuelo.
A MarioSila: no seas tímida guapa. Te aseguro que no te queremos por cubrir la cuora femenina, cuota sino porque valoramos tu forma de escribir.
Muy atinado ese comentario de Bastertxu, si señor.
ResponderEliminarLas épocas de bonanza traen consigo esas nuevas "joyas" de la vida social que son los nuevos ricos, esos que, una vez ingresados en su nuevo "status" te miran por encima del hombro y no se paran a mirar cual es su verdadero origen.
Solo saben mirar lo que hacen los "señoritos" de toda la vida para intentar ponerse a su nivel sin mirar el gran coste que eso conlleva, cuanto mas alto subes mas grande es la caida.
Una vez que empiezas a sacar y estirar el cuello para llegar arriba, poco a poco empiezas a descuidar tus origenes, de donde vienes y lo que te ha costado llegar arriba ... por decirlo de alguna manera, vas subiendo una escalera y tirando de ella a la vez .... para luego, cuando tengas que bajar, te metas la leche o lo que es peor, haces que los que vienen detrás de ti se la peguen.
Como suelo decir, no hay nada mejor como mirarse su propio ombligo y dejar el de los demás ..... la humildad debía de haber sido nuestra gran compañera de viaje en estos ultimos 20 años, algo que no hemos sabido hacer y así nos ha ido.
Antes de nada resaltar el buen estilo del gran Bastertxu y lo ameno de su escrito, aunque no por ameno deja de hacerle "un traje" al amigo Arrate.
ResponderEliminarNo defendere causas perdidas y algun dia le enseñare a Jon una joya de mail que me mando Iñaki Anasagasti referido a Jose Mari Arrate,que refleja lo que de el piensan en Sabin Etxea ( un tonto, otrora util, ahora ni eso).
Pero no puedo por menos que matizar algunas cosas, Arrate es de Sestao joer, que todos los tontos dicen ser de Bilbao.
Arrate no inicio los delirios de grandeza, antes estuvo Aurtenetxe( que se ha bebido varias cosechas del otro), si bien te admito que Arrate se amamanto en los pechos de Aurtenetxe, conocio gabarras y epocas felices.
Pero para cuadrar mi circulo no puedo por menos que referirme al austero Beti Duñabeitia, aun sigue portando el traje que llevaba cuando salio del Athletic, no se le conocen desmanes, delirios o lujos, es el perfecto hombre gris.
Algunos han aprendido de los errores, fijense que desde la Jubilacion de Arzalluz, en Sabin Etxea tuvimos a JJ Imaz y nombraran a Urkullu, si es que somos de aplicados en eso de tener estarlettes que desvirtuen un buen crianza.Fijate en el abrazo del oso que le dimos a Erkoreka, y asi le fue.Por otra parte alguien sabe a quien sirve Joseba Intxaurraga? Y este te lo juro Jon que le deja corto al vinatero en lo de pisar moqueta, al tiempo.
Y como hace frio, Istria se va de caza.Un abrazo.
Amigo Istria:
ResponderEliminarPerdona, pero aunque Aurtenetxe tuviera sus defectos, no me lo compares con Arrate.
Beti Duñabeitia es un señor. Un buen presidente. Del mismo modo que de Arrate se dice que en su mandato se gestaron muchos problemas posteriores, creo que el mérito del equipo campeón que ganó dos ligas con Aurtenetxe hay que dárselo, en gran parte, al bueno de Beti.