Como lágrimas en la lluvia...

Hoy has llorado otra vez Fran...

Y esta vez no ha sido sobre el campo sagrado de La Catedral, como aquel día del Zaragoza cuando metiste aquel gol salvador y atronaban en tus oídos los aplausos de tus admiradores...

Hoy ha sido en otro escenario mucho menos épico, mucho mas frío y patético...

Hará un año también nos lloró un tal Guerrero, otro que también arrastra ahora su prestigio por no haber sabido conservarlo... Y hace tres nos inundó la mesa un tal Ezquerro con sus lágrimas de cocodrilo...

Yo nunca ví plañir a Iríbar,... ni gimotear a Dani,... ni humedecerse los ojos de Goiko o del tierno Manolo Sarabia, salvo por algo muy emotivo y digno...

Hoy, Fran, tus lágrimas han caído sobre la rejilla de un vulgar micrófono despareciendo a la par que los flashes centelleaban sobre ellas y las convertían así en millones de reflejos luminiscentes vacuos...

Si hubiera estado allí, en Lezama, me habría acercado a tí y te habría susurrado al oido, como a Boabdil, el Moro, su madre:


!Lloras como mujer por el prestigio que no supiste ganar como hombre!...

Me temo que todos esos bellos momentos que nos distes con cuentagotas Fran, se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia...

Tu reloj zurigorri se ha parado, Fran... Es hora de marchar!...