Anábasis zurigorri

De inicio un poquito de historia que para eso es Lunes. Corría el año 401 a. C. cuando Ciro el Joven se rebeló contra su hermano el persa Artajerjes en Asia Menor. Para destronarle reclutó un ejército en el que incluyó a diez mil mercenarios griegos entre los que estaba Jenofonte, discípulo de Sócrates al que éste intentó convencer para que no se alistara pero no lo consiguió, de ahí que le dedicara la popular frase "Jenofonte, Jenofonte, si eres cabra, pues p´al monte".

Con sus pesados escudos de bronce a la espalda los griegos atraviesan el Asia Menor, con bastantes problemas y altercados por los continuos engaños persas que trataban de ocultar el verdadero motivo de la campaña, descienden por el Eúfrates hasta llegar a Cunaxa, cerca de Babilonia, en la profunda Persia. Allí tuvo lugar la batalla entre los ejércitos de ambos hermanos. Gracias al trabajo concienzudo de los griegos aquella batalla fue, en realidad, ganada por el ejército de Ciro, pero de poco sirvió dado que el mismo Ciro murió en ella y se produjo una desbandada total entre sus huestes que se pasaron en bloque a engrosas las filas de Artajerjes.

Y así se quedaron, con el culo al aire, los diez mil griegos, aislados, en medio de una marea de enemigos, en lo más profundo de Persia, a miles de kilómetros de casa, hostigados por el enorme y eso sí, poco disciplinado, ejército persa y sin saber muy bien cómo salir de esa.

En las negociaciones que siguieron los griegos se niegan a rendirse y entregar las armas, finalmente los taimados persas engañaron a los oficiales griegos, los citaron para una reunión y los decapitaron. El ejército griego se quedó entonces solo y además descabezado ¿qué hacer? ¿huir despavoridos en un sálvase quien pueda? Decidieron mantenerse unidos, nombrar otros lideres, entre ellos Jenofonte, y tratar de regresar a casa en medio de ese territorio hostil.

Remontaron el Tigres, atravesaron Armenia rodeados de enemigos dispuestos a retorcerles el pescuezo al primer despiste hasta que avistaron las orillas del Mar Negro cuando un soldado adelantado pronunció el famoso grito "Thalassa!!", "Thalassa!!" (El mar, el mar!!!).Finalmente consiguieron llegar al Egeo como una columna ordenada. Ese es el argumento a grosso modo del "Anábasis" de Jenofonte.

Y pensaba yo , víctima del frío, del miedo y del horrible partido que sufrimos ayer , sobre nuestra particular Anábasis. Un viaje accidentado éste que llevamos a cuestas por tercer año. Una Anábasis exterminadora de cualquier ilusión. Aquella refriega frente a la tribu pucelana de ayer fue una mezcla de incompetencia extrema y nervios a flor de piel. Miraba al banquillo y me daban ganas de pedirle a Caparrós que leyera un poco a Sócrates, que si solo sabemos que no sabemos nada es un crimen echar a perder lo poco que se sabe con lo que se cree saber.

Pensamientos negativos y un sin fin de preguntas, algunas livianas ¿lleva Aduriz también un pesado escudo de bronce a la espalda? ¿es necesario utilizar tropas auxiliares (Aitor Ramos) como si fueran avezados combatientes? Y otras de más calado ¿conseguiremos volver a "casa"?, ¿recuperaremos alguna vez nuestro juego?, ¿podremos algún día gritar como aquel soldado, por fin, "Futbol!!!!...Futbol!!!"?.......¿tenemos líderes para completar ese viaje? ¿Quién será nuestro Jenofonte, Caparrós?.....

Y eso si hablamos de Anábasis deportiva, porque si pensamos en la Anábasis institucional que tenemos pendiente....