Femenino: pesadilla en Zaragoza

Me había conjurado esta mañana para no participar en esta ocasión, lo reconozco. Han sido tantas las decepciones en Zaragoza que había prometido a Rote, mi alter ego en las crónicas de las neskas, no escribir ni una sola palabra en el blog, para no descargar mi frustración en el ambigú.

Pero ellas no se merecen mi silencio, ni mucho menos.
Así que aquí estoy, para quien me quiera leer (que sois muy pocos, lo sé).

Del encuentro apenas voy a decir nada: entre que he llegado tarde y que desde la increíble expulsión de Eli he dejado de "ver" el partido para dejarme llevar por una marea de sensaciones que me han sumergido más en el mundo de los sentimientos que en ver fútbol, pocos datos objetivos puedo aportar.
Podría resumir diciendo que no hemos jugado bien; incluso casi podría afirmar que hemos tirado el primer tiempo ( al descanso perdíamos 1-0), para salir en la segunda mitad con nuevos bríos, y que cuando estábamos muy cerca del 1-2 por ambición y juego, ha llegado una gran jugada de las mañas por la derecha que ha acabado en gol, lo que sumado la posterior expusión de Eli Ibarra (y la de Juaristi) han supuesto la puntilla para un Athletic que ya se sabía derrotado a partir desde ese instante.

En el fondo para muchos esto no ha sido más que la crónica de una muerte anunciada; me refiero a que hoy las neskas han perdido definitivamente toda opción para ganar la superliga y eso era algo que para más de uno estaba bastante claro. Y es que a pesar de que por la clasificación había ciertas opciones a discutir el primer puesto a Rayo y Levante era evidente que este año estábamos un peldaño por debajo de ambos equipos (e incluso del Espanyol), por lo que una tercera plaza ya se podría considerar un éxito, como dijo Rote hace algún tiempo.
Pero algunos ilusos (yo misma) manteníamos encendida la llamita de la esperanza... ¡Qué se la va a hacer!

Por desgracia hoy no sólo se ha perdido el partido, la liga y probablemente alguna jugadora por lesión (Tzibi?), sino que además las neskas también han sido víctimas de los amigos de lo ajeno, para acabar de rematar la faena. Ha sucedido durante el primer tiempo cuando al retirarse a vestuarios se han llevado la desgaradable sorpresa: dinero, ropa, documentación, móviles, anillos, pendientes... ¡menudo panorama!. Han llegado los nervios, el cabreo, las llamadas de aviso urgentes, en fin, un pequeño caos que ha puesto la guinda al pastel más amargo del año.
Así que el partido casi se ha quedado en anécdota, un partido para olvidar, sin duda.
No ha sido hoy el día de Eli a pesar de su gran gol (desdibujada en su puesto habitual, y superada en la segunda mitad en la zaga), ni tampoco de Andere - ha fallado más de la cuenta -, ni de Itsaso - apenas ha tenido presencia en un encuentro que a priori era para que asumiera el mando en la medular -, ni de Nekane - ha tenido el 1-2 en sus botas -, ni de casi nadie.
Salvaría quizás a Amaia y sobre todo a una Arrate imperial en el puesto de central (por lo visto Iñigo también nos lee, jejejeje); si llega a marcar en un remate de cabeza a la salida de un corner en la primera mitad hubiera sido la repanocha!.
El Prainsa ha sido justo vencedor? es posible.
Por otro lado lo que sí hemos visto han sido algunos interesantes ajustes tácticos de Iñigo(demasiados en mi opinión porque muchos han sido a lo largo del encuentro y por momentos he visto a las jugadoras desorientadas), asunto que dejo en manos de Rote que es bastante más docto que yo en el tema.

Foco: hoy no puedo evitar dirigir la luz de mi foco a las lágrimas de un leona a la que considero todo un ejemplo. Quizá porque conozco de cerca su pasión por este deporte, su entrega sin condiciones y su honestidad, esa injusta tarjeta roja que le ha mostrado el rey de los ineptos a mí me ha desgarrado el alma.
Es como si la estuviera viendo ahora: estará rumiando su impotencia, dándole vueltas y vueltas a todo lo ocurrido, empezando por la derrota, y siguiendo por su mal papel en el segundo gol; y el mazazo de las tarjetas, el robo en vestuarios, el adiós a la superliga... ella no se merece semejante tortura.
Mañana cuando pase esta noche de pesadilla que seguro que va a pasar, lo que debería percibir es precisamente todo lo contrario: que se merece el homenaje de todos los que pensamos que su compromiso, su profesionalidad y su fe inquebrantable deberían ser premiados con el mayor de los reconocimientos, porque jugadoras como ella son el fiel reflejo del espíritu centenario de este club.
Aunque algunos nunca lo entenderán así.

He dicho
y
.

(Ya pagaréa jota los derechos de autor pertinentes...)