Redemption Song (by Kroma)

Corre el año 1979. Bob Marley recibe la esperada y temida carta. El sobre está encima de la mesa:

“Rita no responde al teléfono. Ya debería estar en casa. Esta mujer nunca está cuando la necesito. De acuerdo. Puede que esté enfadada después del enésimo intento de reconciliación, pero qué culpa tengo yo si el Todopoderoso reencarnado en Haile Selassie ha puesto en mi camino incontables y adorables jóvenes mujeres que se mueren por complacer a su profeta? ”

Rita sigue sin contestar al teléfono.

“Ya debería estar de vuelta en casa con los 4 niños. No me creo su amenaza de separación definitiva. Ya debería estar en casa. Babilonia confunda a esa mujer! Ya debería estar en casa…… ”

La joven que reposa en su cama se despereza lentamente.

“Voy a despertarla. Quiero a alguien a mi lado cuando abra el sobre.”

La piel de delicado ébano se vuelve a desperezar entre las sábanas, abre los parpados y deja descubrir unos inmensos ojos negros, profundos, que le miran con una mezcla de admiración, timidez y vergüenza. Bob le aguanta unos segundos la mirada. Al de poco tiempo fija de nuevo sus ojos en el suelo.

“Dios Todopoderoso. No sé ni cómo se llama. ¿Qué sentido tiene que le pida que lo abramos juntos?”

Está solo. Angustiosamente solo.

“Si por lo menos estuviera aquí mi viejo amigo Bunny: Él siempre tiene una palabra que decir. Él siempre ha sabido sacar lo mejor de mi. ¡No entiendo por qué se puso así por unos malditos royalties! Voy a llamar a Rita. Ya debería estar en casa….

Se levanta del sillón desde el que está contemplando la piel de ébano y piensa:

“Voy a fumar un poco de la hierba divina. O mejor la tomo en infusión. Ese maldito médico me tiene prohibido fumar. Eso me dará fuerzas. Por lo menos hasta que Rita vuelva a casa….”

Pero Rita no contesta al teléfono. Por lo que parece esta vez tendrá que afrontarlo solo.

“Mírate Robert Nesta Marley. El mundo te adora y tú no logras reunir el valor suficiente para abrir una carta. Esto no puede ser culpa más que de los malditos genes blancos de tu padre. Ese escocés borracho que os abandonó a ti y a tu madre por miedo a ser desheredado por tener un hijo con una hija de esclavos. ¡ Mil veces sea odiado y su tumba sea cubierta de estiércol de vaca! Y Rita. Ya debería estar en casa…..”

Pero Rita no está. Rita realmente nunca ha estado. Rita solo ha sido un salvavidas. Ahora lo ve claro. Y sin salvavidas…. ¿ Para qué vivir ? Acerca lentamente las manos al sobre y entre toses y con un ligero temblor lo abre. Las palabras malditas aparecen como un fogonazo: CANCER DE PULMÓN.

Bob suspira. Mira al cielo. Dios Todopoderoso gracias. Por fin soy libre. Por fin dejo de ser esclavo de mi vida. Gracias Dios Todopoderoso.

Da la vuelta al sobre y comienza a escribir una canción en forma de epitafio. Una canción de redención. Redención con Rita, con sus hijos, con Bunny, con el mundo, consigo mismo…

Suena el teléfono. No lo coge. Es Rita……que acaba de llegar a casa.

Ayer estuve durante todo el día valorando mi asistencia tanto a la reunión informativa como a la Asamblea Talo Eguna del último lunes de Octubre. Veía infinitas razones más para no ir, que para ir.

Todo esto lo pensaba mientras no se me iba de la cabeza la canción Redemption Song de Bob Marley. No entendía por qué. Es un canto a la libertad, y desde luego la sasi-asamblea esa, es todo lo contrario a lo que yo entiendo por libertad. Con Compromisarios comprados. Presidentes autoritarios. Medios de comunicación corruptos……

Pero, como un flash me vino a la cabeza que como decían los Kortatu “aunque esté todo perdido siempre queda molestar”. Así que, aunque estoy convencido de que vamos a salir con el culete como la bandera del Japón, voy a ir y a ver si toco un poco las pelotas a los poderosos y sobre todo volveré a intentar ser yo quien escriba las estrofas en el libro de mi vida. Paso de que me las escriban otros.

De todas las versiones de este canto a la libertad, que es la canción anteriormente citada, me quedo con la que hacen el Senegalés Tété y el guitarrista ciego Raoul Midon. Si podeís, escuchadla. Merece la pena.

Redemption Song

Unos viejos piratas me secuestraron
y me vendieron a un buque mercante.
Minutos más tarde me metieron
dentro de un pozo sin fondo
Pero mis manos se hicieron fuertes
con ayuda del Todopoderoso.
Somos una generación que avanza a por el triunfo.

¿Me ayudaréis a cantar
Estas canciones de libertad?
Porque es todo cuanto que he tenido:
Himnos de redención. Canciones de libertad.

Emanciparos de la esclavitud intelectual.
Sólo vosotros podréis liberar vuestras mentes
Y no temáis a la energía atómica
porque nadie podrá detener el tiempo.
¿Hasta cuándo seguirán
matando a nuestra gente
mientras nos quedamos a un lado mirando?
Algunos dicen que todo es inevitable:
Pero nosotros somos quienes tenemos que escribir nuestro libro.

¿Me ayudaréis a cantar
estas canciones de libertad?
Porque todo cuanto que he tenido:
Himnos de redención. Canciones de libertad.