Tao calienta motores: España-Polonia

Nuestro reportero estrella, el genial Taoteking, ha empezado a hacer el precalentamiento para sus crónicas mundialistas.

La ha metido como comentario a otra entrada, pero yo creo que se merece estar en primera plana.

Dice Tao:

Podría hacer una crónica de la interpretación de los himnos, que es lo único que he visto.

Desde que Camacho dijo en un partido de la Eurocopa, a los sones del lolo lolo lololololo..., "quien no sienta esto ni es español ni es ná" me tomo esta liturgia muy en serio. Te puede preocupar más o menos ser o no ser español según el criterio del sudoroso murciano pero, lo de no ser "ná", sí que es serio. Así que, desde entonces, no me pierdo los himnos... bueno, el himno, aunque no vea el partido, como hoy.

La interpretación de los himnos no estuvo mal. El director de la banda dispuso tácticamente a los trombones de forma muy ofensiva, guardándose las espaldas por una potente percusión, de tal manera que el polaco empezó a sonar con cierto ímpetu, para ir apagándose poco a poco a medida que avanzaba su melodía.

El delirio del bullicioso, leal y gallardo público murciano llegó con el inicio de la marcha real española. El director de la banda, sabedor de que en la preparación de un Mundial no hay corchea pequeña, dispuso a sus hombres en un sistema muy dinámico en el que todos subían y bajaban al mismo tiempo, dando muestras de una armonía muy poco usual en los tiempos que corren, -deslumbrante podría decirse-. El "chunda chunda" comenzó a ser apabullante apenas pasados treinta segundos, reflejandose en los rostros de los polacos el sufrimiento que les esperaba hasta el final. Poco se puede hacer ante una comunión público-equipo de esas características. Sergio Ramos, sin duda el mejor sobre el campo, fijaba su mirada impertérrita en el vacío y allí la sostuvo hasta la nota postrera. El sevillano dificilmente podrá encontrar un rival con ese grado de concentración en Sudáfrica.

Casi al final, conocedores de su amplia superioridad en lo musical, algunos jugadores relajaron sus músculos y simplemente disfrutaron del momento: Iniesta soltaba poco a poco el aire que llenaba su pecho henchido, mientras Xavi le propinaba una cariñosa colleja a su tocayo Alonso. !Misión cumplida!.

Y así los himnos llegaron a su fin. Otra victoria más de la Roja y van... Es muy dificil poner un límite a la superioridad musical y al lirismo de su letra. Sudáfrica será otra historia, los rivales, fuertes y experimentados, son temibles: God save the Queen, La Marseillaise, ... Espectáculo garantizado.

Vale Tao.

Pero no olvides el "Deutschland Über Alles". Aunque solo sea porque fue compuesto por Haydn.