Tiempo de quitarse la careta.

Tengo un cúmulo de sensaciones encontradas. Orgullo y cabreo. A decir verdad, bastante más orgullo que cabreo. Satisfacción por un montón de cosas bien hechas y lamento por algunos errores infantiles que siempre nos cuestan tanto. Tremendo. Me costará olvidar ese último balón. Un castigo cruel, excesivamente cruel tras el esfuerzo, el trabajo, la intensidad y el fútbol desplegado.

No, no fuimos mejores que el Barca. Estoy de acuerdo, mi Alférez. Es casi imposible ser mejor que ellos cuando se presentan como ayer, completos, exigidos por su rival en Liga, necesitados de ganar porque cualquier cosa que no fuera una victoria comenzaba a poner en duda el título de Liga. Creo que nunca habíamos recibido al Barca en ese estado. Y le hemos mirado a los ojos y hemos estado a un instante, a un balón que debió recoger el regazo del portero, de derrotarles.

Casi echo más de menos el valor emotivo de ganarle a este Barca que los dos puntos perdidos en el último suspiro. Ahora mismo firmaba haber comenzado el partido con 11 puntos, ganarlo y estar ahora con los mismos 14 puntos que tenemos. Los muchachos, con su demostración de ayer, merecían ser los primeros en hacer hincar la rodilla a Pep y los suyos.

Pero francamente creo que el equipo no se merece que nos quedemos con un poso de amargura. El partido fue bello, épico, digno de una final. El desgaste brutal, impropio tras la idea que nos rondaba estos días de un bajón físico. Orgullo de estirpe.

El Barca no ha perdido hasta ahora. Empató en Anoeta en el único partido en el que tuvo “a bien” despistarse tras darle un repaso a la Real y rozar la goleada en el primer tiempo. Empató en casa con el Sevilla gracias a una portentosa actuación de su portero. Y empató en Valencia en un partido parecido al de ayer. A ese nivel estuvimos, al nivel del mejor Valencia.

Por eso digo que es tiempo de quitarnos la careta. Tras ver cómo está la Liga, tras ver jugar a Villareal, Sevilla, Atletico Madrid, Malaga…..tenemos que ir a por todo. Hay que ir a por Champions.

Otra vez, se puede y se debe.