martes, 30 de septiembre de 2014

BATE Borisov – Athletic, tiempo de soluciones


Los diagnósticos se multiplican. Cada aficionado tiene una interpretación para explicar el origen de los males del equipo. Algunos coinciden en parte, otros difieren en casi todo, a veces unos y otros no dejan de ser variaciones sobre un mismo tema. En realidad, nadie sabe con certeza qué es lo que le ocurre al Athletic, si bien hay un aspecto en el que convergen muchas interpretaciones: parece más un problema mental que cualquier otra cosa. 

Alguien dijo en cierta ocasión que el aislamiento contribuye a despejar una mente sobreestimulada. Esto significa que, antes de acometer un proyecto de cierta relevancia, conviene alejar todas aquellas preocupaciones cotidianas que embotan el pensamiento y, mediante ese vaciado, es posible un espacio libre en nuestra mente en el que pueda brotar la creatividad. Una perspectiva serena, sosegada, del reto que se dispone a afrontar y de las herramientas necesarias para tal fin.

¿Puede interpretarse un viaje de cinco horas en avión, a más de tres mil kilómetros, como una forma de aislamiento? Podría y, además, en el caso del Athletic, debería. En esta vorágine de partidos en la que está inmerso, un desplazamiento así es lo más parecido al aislamiento que va a tener el equipo, por lo que se plantea una oportunidad idónea para despejarse de unos chavales que, de forma un tanto incomprensible, parecen haber caído en una enorme saturación mental tras la dura y exigente eliminatoria frente al Napoli.


El viaje de ida a Bielorrusia debe ser el punto final de la extraña trayectoria en la que el equipo se ha metido en las últimas semanas. Atribulado, abrumado, carente de ideas, este grupo ha dispuesto de varias horas de vuelo para evadirse de tan perniciosa dinámica. Desde que llegaron a Minsk en la tarde de ayer y hasta que el balón eche a rodar esta noche, a las 20:45 horas en el Borisov Arena, disponen aún de tiempo suficiente para rearmarse mentalmente y decidir que, a partir de ahora, el rumbo va a cambiar. Dicen que el cerebro humano experimenta entre sesenta y setenta mil pensamientos diariamente, por lo que muy mal se tendría que dar la cosa como para que no se encontrasen las soluciones necesarias para dar la vuelta a la situación actual. El Athletic no puede cambiar lo ocurrido hasta ahora, pero sí puede, y debe, mejorar su trayectoria en lo sucesivo. Hay una plantilla que, con todos los defectos que pueda tener, posee la capacidad futbolística suficiente para competir en las  zonas altas de la liga y plantar cara, al menos en esta liguilla inicial, dados los rivales que le han tocado, en la máxima competición continental.

El partido en San Mamés frente al Shakhtar Donetsk rebajó un tanto las altísimas expectativas que entre la afición se habían creado tras el sorteo que dio origen a este Grupo H. Fue un baño de realidad, se dijo, visto que el equipo ucraniano se reveló como un hueso mucho más duro de roer de lo esperado. Esa circunstancia hace que la consideración que se tiene del BATE, a quien rápidamente se le atribuyó la condición de maría del grupo, haya variado un poco. Es cierto que el Porto les fulminó con un 6-0 inapelable en la primera jornada... pero, por si las moscas, será mejor ser prudentes. Y es que de este equipo sabemos realmente poco. En los últimos años ha participado alguna que otra vez en la fase de grupos de la Champions League y, si bien nunca ha sido capaz de completar una buena clasificación, sí que ha protagonizado algún susto a equipos de enjundia que han visitado su campo. Por tanto, hará bien el Athletic en no confiarse y en jugar este partido como si enfrente tuviera a unos de esos gigantes europeos frente a los que no hace falta imprimir una motivación especial porque es en ese tipo de partidos cuando todos los jugadores dan lo mejor de si mismos. Efectivamente, este es el camino: un ritmo de juego alto, diputar cada balón y pelear en cada centímetro cuadrado del terreno de juego. El Athletic, demostrado está, no sabe jugar de otra forma, sean sus rivales de mayor o de menor relevancia futbolística.

El aislamiento bielorruso y los tres puntos del partido de hoy, habrán servido para oxigenar las mentes sobrecargadas y como punto de partida de un nuevo rumbo del Athletic esta temporada. Decía Peter Drucker, gurú del management, que las personas efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades. Es el tiempo de las soluciones.

viernes, 26 de septiembre de 2014

¡Armas al hombro! Nos visita el Eibar

No digo que hasta el punto de perder tensión competitiva, no. Si recordáis otras intervenciones mías, ya sabréis que desconfío de esos climas festivos y de celebración en los que nos dejamos enredar a veces, y que creo que suelen hacernos más mal que bien.

Pero tratando de no dejarse arrastrar a ello, el debut del Eibar en primera en San Mamés podría haber estado teñido de un cierto matiz de simpatía, de asistir a una efemérides de importancia, de acogida a un equipo que en general cae bien en Bilbao (sin perjuicio de no dejar de desear derrotarlo)... Todo ello ha caído por el eje: con tres puntos sobre 15 no hay ni el más mínimo resquicio para contemplar este partido como otra cosa que no sea una lucha a sangre y fuego por sumar tres puntos que, no es que sean necesarios, es que son imprescindibles.

Así que hay que recibir a los armeros con las armas al hombro. No sé si traerán sus afamadas escopetas, pero nosotros debemos recibirlos con el Kalasnikov.

Lo que me recuerda la película de Chaplin, con la que también veo algún paralelo.

En la trama, Chaplin es un recluta que por una serie de circunstancias (tener el número trece, haber roto un espejo...) está convencido de ser carne de cañón, de que no va a durar un telediario en el frente.

Sin embargo, enseguida tiene un inesperado éxito al capturar él solo a trece soldados alemanes, con lo que se refuerza su confianza, y se atreve con las más arriesgadas misiones, que -¡qué importante es la confianza!- desempeñará con éxito... Hasta ahí llego.

Pues nosotros, igual. No serán trece, sino once. Pero hay que derrotarles y, al igual que Chaplin, encontrar en esa victoria la confianza y el punto de inflexión para acometer, con éxito, mayores empresas, desterrando el derrotismo que se está instalando entre nosotros. ¡Adelante! Yo sigo confiando en jugadores y entrenador.

martes, 23 de septiembre de 2014

Vallecas: ¿Un puente demasiado lejano?

Esperemos que "not so far"
En septiembre de 1944 el avance aliado en Francia, más rápido que lo previsto, provocó una crisis de suministro que llevó a una cierta parálisis provisional, impidiendo sacar todo el partido posible de la situación.

Paradojas de la guerra; y como hemos traído a colación en alguna ocasión, si Von Clausewitz acuñó la famosa frase "la guerra es la continuación de la política por otros medios", alguna pluma del deporte tuvo la ocurrencia de decir que "el fútbol es la continuación de la guerra por otros medios".

Por ello cabe establecer un cierto paralelismo entre nuestra situación y la de aquel otro septiembre de hace 70 años: nuestra ruptura del frente ante el Nápoles ha provocado una crisis de suministro, en forma de una supuesta escasez de plantilla, y estamos en peligro de ser víctimas de nuestro éxito.

En 1944, entre las distintas posibilidades que se barajaron para recuperar impulso, se impuso un osado plan de Montgomery: la Operación Market Garden, que incluía la conquista por tropas paracaidistas de varios puentes.

La operación fracasó por un pequeño imprevisto en forma de dos divisiones panzer de las Waffen SS que estaban reorganizándose en la zona y que ofrecieron una resistencia que no había sido calculada, por lo que el último puente, en Arhem, no fue tomado.

Como en aquella ocasión, nuestro objetivo también pasa por un puente: el de Vallecas. Esperemos que las tropas zurigorris corran mejor suerte que la combinación de paracaidistas americanos británicos y polacos que pese a su valor y numerosas bajas no pudieron alcanzar un puente "demasiado lejano" según frase atribuida a un oficial aliado y que dio título a una buena película sobre este tema.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Athletic Club - Granada

Caparrós en el nuevo San Mamés
Debería delegar en el Maestro Tao, de forma permanente, la responsabilidad de abrir las entradas prepartido. Él tiene talento para ser original cada vez y a mí... ya solo me quedan tópicos, y hasta estos los empiezo a tener más que gastados.

¿Qué queréis que os diga? ¿Que hay que olvidarse de la Champions y centrarse en la liga? ¿Que estos tres puntos son fundamentales para no quedar descolgados y no empezar a tener sensaciones de premura en la competición doméstica? ¿Que con Caparrós el Granada no será tan fácil como fue el año pasado? ¿Abro el debate sobre si hay que empezar a hacer rotaciones, y en su caso con qué jugadores?

No, gracias.

Prefiero dejar la entrada abierta y ya la iréis llenando vosotros con vuestros espero que atinados comentarios.

Os recuerdo que la cita es en San Mamés, el sábado, y a la para mí poco atractiva hora de las 18:00.

¡Ah! Lo olvidaba. Árbitro: Antonio Teixeira

martes, 16 de septiembre de 2014

Comienza la fase de grupos: Athletic Club - ФК Шахтар Донецьк


Mañana a las 20:45 el nuevo San Mamés vestirá sus mejores galas para dar inicio a la ansiada fase de grupos de la Champions League. Han pasado casi dieciséis años desde que el Athletic de Luis Fernández se despidiera de la Champions 1998-1999 con su única victoria en una fase de grupos del máximo torneo continental. Porque aquel partido lo ganamos 1-0 merced a un solitario gol de Julen Guerrero en el minuto 43.

Dieciséis años sin jugar la fase de grupos. Deberíamos recordarlo, sobre todo a los que menosprecian a un rival que es un asiduo a esta competición y que, a diferencia de nosotros, tiene un título continental en sus vitrinas: la copa de UEFA 2009 que ganó tras caer eliminados en la fase de grupos de la Champions.

El sorteo nos ha deparado un grupo asequible, y además hay un cierto consenso en que nos ha favorecido en otro sentido: el de empezar y finalizar en casa. Claro que esa ventaja es tal si se aprovecha. Si se comienza no sumando los tres puntos... pueden empezar los nervios, y hay pocos partidos para remontar. Recordemos dos cosas:

-En 1998 también empezamos la fase de grupos en casa. Y encima ante el rival más flojo del grupo: el Rosenborg. Pues os recuerdo no pasamos de un empate a 1 que fue una rémora para el resto de la competición.
-Nuestro rival anterior, el Napoles, cayó eliminado el año pasado con... ¡12 puntos! No es fácil que eso se repita... ¿o sí? No cuesta mucho imaginar un escenario en el que el Bate perdiera todos sus partidos, y los otros tres ganáramos los de casa y la salida a Borisov. Ya tenemos un triple empate a 12. Todo lo que sea sacar menos que eso puede ser peligroso, lo que quiere decir que los partidos de casa no dejan margen al error...

Añadamos a esto que el Shakhtar Donetsk está acostumbrado a la Champions... Vale: es más fácil clasificarse en la liga ucraniana que en la española. Pero lo cierto es que están ahí, con lo que eso supone de regularidad en los ingresos, ingresos que barrunto que invierten en mantener una plantilla apañada y competitiva.

Conclusión: que por mucha euforia que haya en la calle, no parecen una perita en dulce. Las noticias que llegan a Ambigú Press hablan de un equipo muy trabajado en la defensa, con una zaga rocosa al viejo estilo de los países del este, y un ataque imprevisible, con varios jugadores brasileños creativos aunque irregulares. El general Mariosilov y el coronel Contini tal vez puedan aportar algo más, si como espero el año pasado devoraron las informaciones de las derrotas 0-2 y 4-0 de nuestros vecinos... ante un equipo que a priori a ellos también les parecería "fácil".

Lo que me parece muy positivo en que, por las declaraciones que están llegando a través de los medios, parece que el complejo de superioridad no se ha contagiado ni al técnico ni a los jugadores. Tanto uno como los otros parecen muy mentalizados de la importancia de este partido y de su dificultad.

De lo que no cabe duda es de que San Mamés tendrá un gran aspecto, rozando el lleno en uno de esos partidos nocturnos tan especiales. Ganas tengo ya de preparar el bocata y dirigirme hacia San Mamés a disfrutar del ambiente.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Barcelona - Athletic: ¿Una reválida?


El sábado, al poco usual horario de las 16:00, visitamos el Camp Nou.

Uno de los más frustrantes efectos del desarrollo asimétrico del fútbol, que hace que la diferencia entre los llamados "grandes" y el resto sea cada vez mayor, es que las siempre difíciles visitas al Barça y al Madrid hayan devenido, más que difíciles, en imposibles.

Cuando no es la habitualmente incontestable superioridad de esos equipos la que se impone, cuando por una extraña concatenación de circunstancias parece que podemos plantar cara, demasiado a menudo han aparecido arbitrajes delirantes que han dejado las cosas "en su sitio".

Por eso, como creo que hemos comentado varias veces, las visitas anuales a esos estadios se han convertido en algo que, lejos de ilusionar, casi hasta produce cierto hastío. Propuestas como ir con el Bilbao Athletic o los suplentes se han leído a veces en la web amiga... y en este respetable tugurio.

Sin embargo este año, al destripar las entrañas de los animales sacrificados, mis augures creen percibir ciertas señales menos catastróficas. Por un lado, el Barça parece que ha perdido punch, y si bien da la impresión de que Luis Enrique está acertando en como conducir la necesaria transición que debe seguir a la mala temporada anterior, siempre es mejor pillarles a principio de temporada, cuando las piezas no están del todo engrasadas.

Por otro lado, nosotros, a lo largo de la pasada temporada, hemos ido creciendo, y hoy por hoy opino que somos un equipo maduro, bien plantado en el campo, que sabe a qué juega y difícil de batir. Además, creo que entrar en la Champions y eliminar al Nápoles nos ha aportado la confianza que tal vez nos faltaba.

Favorito sigue siendo el Barça, pero yo afronto este partido con mejores sensaciones que las anteriores visitas a los culés. Creo que puede ser una oportunidad para demostrar nuestro crecimiento como equipo. Ya veremos.