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Tres goles tres, salen de la chistera de JOL |
¡La de dudas que me ha generado este sencillo título!
La idea era reflejar que estamos ante una entrada de doble tema: el partido de mañana en el Bernabéu y el hat-trick que se apunta hoy Ortiz de Lazcano en El Correo.
Hasta ahí no debería haber problemas: el título elegido es perfectamente ilustrativo. Pero las dudas surgen a la hora de como puntuar entre los dos enunciados: ¿el aséptico guión elegido? ¿dos puntos que sugerirían una relación causa-efecto? ¿o incluso la conjunción "y" que más que sugerirla la dejarían clara? Porque puede tratarse de una casualidad, pero dado el aroma merengón que se le atribuye al bizarro periodista de Éibar, el asociar el inminente partido contra los blancos con el estado de efervescencia anti-Urrutia del que hace gala en El Correo de hoy resulta inevitable.
Para los que no lo hayáis visto, las dos primeras página de deportes de hoy del citado medio recogen tres noticias tres firmadas por JOL y dirigidas todas contra la directiva. Si esta misma semana veíamos a un minusválido presa de la angustia, y no hace mucho a un niño poli trasplantado, ambos con el leitmotiv común de tener algo que echar en cara a la directiva de Urrutia, hoy los temas se centran e San Mamés: los bomberos piden que se revisen todas las planchas de la cubierta, la plataforma Busti Ez redobla sus críticas a Urrutia por el asunto de la lluvia, y para lograr el hat-trick se saca a colación -de forma algo forzada- lo de la pregunta de Podemos a la Diputación sobre el uso de los palcos VIP de los que la entidad foral es titular. Y digo de forma algo forzada porque es un tema más político que otra cosa, y que viene siendo tratado hace días en las páginas ad hoc del mismo periódico. Pero dejémosle que se apunte el hat-trick: le hará ilusión llevarse el balón a casa, ya sea firmado por Ronaldo... o por Macua.
Porque no nos olvidemos de una cosa: independientemente de que los tres asuntos merezcan una reflexión y puede que también una crítica a esta directiva y a las anteriores que comparten con ella responsabilidades en estos asuntos con abstracción de quién sea el mensajero (mensajero que olvida siempre ese carácter compartido de la responsabilidad) los arrebatos partidistas de JOL le tienen ya más quemado, en cuanto a credibilidad, que la pipa de un indio. A este lo que menos le importa es lo que denuncia: lo que le quita el sueño es que en Ibaigane ya no están los suyos. Y a partir de ahí ... (Claro que otro tanto se podrá decir seguramente de Arteche en el DEIA)
Dicho esto, como a raíz de una desagradable sorpresa que me llevé ayer veo cuernos por todas partes (me refiero a que estoy especialmente sensibilizado con el tema taurino, no seáis malpensados) me ha venido a la cabeza un pensamiento que se atribuye, entre otros a Ortega y Gasset y a Ramón Pérez de Ayala: que nada mejor que estudiar la evolución de los toros para comprender la evolución de la sociedad española. Asumiendo que el fútbol ha reemplazado a los toros como el principal espectáculo de masas del país, ¿será descabellado suponer que cabe decir del fútbol lo que los ínclitos pensadores citados decían del arte de Cúchares? Pues en el caso del nuevo San Mamés me temo que sí: el triple frente que menciona hoy JOL retrata nuestra evolución como sociedad.
Empecemos por lo de los bomberos. Todo esto hace que una palabra venga a la mente: chapuza. ¿Somos chapuceros los trabajadores y empresas vascas? Tradicionalmente hemos tenido fama de justo lo contrario: de tener la clase empresarial más seria y los trabajadores mejor formados y de más calidad. Claro que... ¿Quién se ha subido al andamio? La subcontrata de la subcontrata de la empresa vasca... Que a su vez igual no fue elegida por su buen hacer profesional sino por sus buenos contactos con el establishment socioeconómicopolítico: el "complejo industrial sabiniano" por parafrasear a Eisenhower. Vamos: que el tema de la cubierta voladora retrata la evolución de nuestra clase empresarial: de la meritocracia al clientelismo y del gusto por el trabajo bien hecho al gusto por la subcontrata barata. Parte de la culpa es nuestra, por cierto: ¡pues no estábamos contentos ni nada cuando nos decían que los costes del nuevo campo estaban bajando por "la coyuntura", vulgo desesperación del sector de la construcción!
Sigamos con lo de los palcos VIP de la Diputación, que por lo visto no se usan. Volvamos a recordar nuestro pasado: la calidad de los funcionarios y políticos vizcaínos está acreditada desde El Quijote hasta casi nuestros días. Nuestra austeridad, sobriedad etc. también. Lo que destapa la pregunta de los podemitas nos sitúa frente a una evolución a peor es este sentido. De nuevo el nuevo campo nos retrata. Parte de la culpa es también nuestra: les votamos y disculpamos todo lo que hacen si son "los nuestros".
Terminemos con los de Busti Ez. Les acaban de decir que nos vamos a gastar 10 millones en el asunto (un disparate del que me quiero ocupar otro día) y todavía siguen con la pejiguera. Sí: ya sabemos que se hizo una publicidad engañosa... desde los tiempos de Ana Urquijo o antes, por cierto: que parece que el proyecto del campo nuevo lo idea, lo concibe, lo desarrolla y lo pare Urrutia solito... Vale. Las cosas se han hecho mal, pero ¿no hay algo de sobrerreacción al hecho de que en Bilbao a veces llueva, y que en un espectáculo al aire libre, especialmente si además hay viento, te puedas mojar? ¿No retrata esto también la evolución del público? Poco sufridos, pedigüeños, siempre descontentos... ¿Tiene esto algo que ver con el carácter bilbaíno tal y como lo define el imaginario colectivo en los chistes, por ejemplo?
¡Ah! Y yo me mojo. No mucho (o no me lo parece, que algunos muy cerca de mí son miembros de la plataforma y pensarán de otra forma) aunque sí más que antes, pero no he querido nunca hacerme de Busti Ez por miedo a ser instrumentalizado; y ahora menos que nunca. Insisto: con ese anuncio de que vamos a gastar diez millones, ¿de verdad es momento para seguir echando leña al fuego? Y que conste que eso de que no les contestan me lo creo: contestar no es el punto fuerte de esta Junta Directiva.
Aparte de todo esto, el sábado jugamos contra nuestro tradicional enemigo público número uno, por más que los duelos contra el Barça de los últimos años hayan hecho que los culés se ganen un importante huequecito en nuestro corazón.
Como en los últimos años, vuelve el debate de si tenemos algo que hacer, si vamos a ver el partido... Yo creo que lo tenemos crudo. Por más que seamos una versión mejorada con respecto a los de otros años, la distancia entre los dos paquebotes y los equipos simplemente apañados como el nuestro se ha hecho sideral. Es verdad que cada año algún equipo parecido o incluso peor que nosotros les da una sorpresa, pero parece que precisamente contra nosotros no se da la relajación necesaria, ni en los jugadores ni en sus auxiliares arbitrales, para que eso se pueda producir.
Así que no espero gran cosa, aparte de dar la cara. De todas formas, vería el partido, si no fuera porque tengo a la vez planes familiares y la competencia del Seis Naciones. El Francia-Irlanda se me antoja muy apetecible.
Hablando del Madrid, no me puedo resistir a comentar el episodio anual de la petición del Bernabéu para la final y la rutinaria negativa, a veces mencionando pretextos (retretes) y a veces no.
Se me ocurren dos cosas.
La primera es que tanto que se habla de la deslealtad e incongruencia del Athletic y el Barcelona por jugar la Copa del Rey para luego pitar (algunos o muchos, pero no todos, por cierto) el himno y al monarca, ¿y no es también una deslealtad y una incongruencia jugar la competición y negarse sistemáticamente a prestar tu estadio para que se juegue la final? Eso también es un desprecio, o al menos me lo parece a mí.
Por otra parte, un sector de la opinión publicada madrileña jalea a Florenvito y justifican la negativa para evitar colaborar con la pitada. Lo siento, pero no lo compro. En primer lugar, si así piensan, ¿no deberían criticar en paralelo al Atlético por sí estar dispuesto a prestar su estadio? O ya puestos, ¿a cualquier club? Si llevamos ese razonamiento al extremo, ¿no habría que suspender la copa a no ser que la final la jugaran dos clubes en los que no hay mayoría social secesionista y/o republicana?
Pero sobre todo, niego que Florenvito sea un bizarro patriota. Me temo que su motivación, y la del madridista medio, es más mezquina: simplemente no quieren ver al Barcelona celebrar un título en su "tierra sagrada". Esta recurrente negativa merengue no es sino reflejo del también recurrente predominio blaugrana en la competición copera. Una pataleta de impotencia pura, vamos. Dado que hay Florentino para rato, y que su record al frente del Madrid ha demostrado con creces que es el mejor presidente de la historia... para el Barcelona, me temo que esta situación se va a repetir frecuentemente.
En cualquier caso: ¡Aupa Athletic!