
Corría marzo del 2003 cuando un domingo primaveral me acerqué a Lezama atraído por la curiosidad de ver cómo jugaban aquellas neskas que estaban sorprendiendo a propios y a extraños en su primera temporada en Superliga... creo recordar que nos tocaba enfrentarnos contra el Español...
Había visto jugar a algunas de ellas por televisión 6 meses antes en un partido que el Leioa, la antesala del actual Athletic, disputó contra el Rayco canario en Sarriena. Ese era el encuentro de vuelta de la eliminatoria de ascenso a Superliga. Si no me falla la memoria, creo que se ganó 7-1 y la segunda mitad fue toda una avalancha de juego y goles de las blaugranas, desarbolando a las plataneras.
Me sorprendían sobremanera la osadía que tenían jugando ofensivamente y determinados detalles técnicos. El ritmo de juego, el desplazamiento del balón, la escasa de presión que permitía recrearse al controlar el balón, todo ello me recordaba a aquel fútbol de los años 70 con el que tanto disfruté.
Me llamó enseguida la atención una menuda chavala con coleta y frente despejada que "corría" - nunca mejor dicho- por la banda derecha y que parecía que llevase el balón como si se tratase mas bien de un "testigo" de una competición de 100 metros lisos 4x4, ya que jugaba con una concepción mas propia de una velocista que de una futbolista. Me chocó también, aparte de su resistencia al cansancio, su pundonor y su agresividad jugando. No se arredraba nunca ante el choque y, con un desparpajo mas propio de una veterana, incluso se atrevía a dar órdenes a alguna compañera, pese a que apenas contaba 17 años...
Se llamaba Iraia Iturregui...
El campo grande además favorecía una enormidad sus arrancadas, producto de su poderío de piernas y de su fe ciega en ella misma, por lo que se atrevía a iniciarlas hasta en condiciones de franca desventaja, lanzando el balón con el interior unos metros vertical hacia delante, en largo, y logrando increiblemente superar a la defensa contraria al final de la carrera. Y no era fruto de la casualidad, ya que repetía la jugada con éxito varias veces a lo largo del partido. Aunque era un tipo de jugada algo primitiva y previsible - me recordaba sobremanera a las sobrehumanas carreras de aquel famoso defensa lateral alemán Hans Peter Briegel, casualmente también campeón de atletismo inicialmente-, resultaba muy atractiva por mor de la dificultad de hacerla en esas condiciones tan extremas a veces.
Por si era poco esta demostración de potencia, su tiro era excelente así como su toque a balón parado (marcaba goles olímpicos frecuentemente), y su juego aéreo no era desdeñable tampoco pese a su escasa altura. Quizás le faltaba mas visión de juego. A veces daba la imagen de correr con orejeras.
Pero mentiría si diría que éstas que he desglosado eran las cualidades que mas admiraba en aquella tan precoz jugadora. Lo que mas me llamaba la atención de ella era su carácter. Una actitud de ganadora y de no achantarse que ya me habría gustado ver en muchos jugadores de élite. Aquí me recordaba a mi admirado Dani, el Guerrillero de Sodupe, que tampoco era un extremo-extremo, pero sin sus marrullerías. Quizás el partido donde mas me asombró por su genio competitivo fue en una eliminatoria de Copa que caímos contra el Estudiantes, en la primera Superliga, en la que, tras un partido épico, perdimos creo 5-6 en Lezama...

Tras verle varios partidos llegué a un conclusión: que no era un extremo puro pero que, por sus condiciones físicas portentosas, su garra y su atrevimiento, compensaba perfectamente sus carencias de desborde y de escasa cintura, resultando un poderoso arma ofensiva. Discutí en numerosas ocasiones con varios amigos si estábamos ante una notable extremo o ante una gran lateral ofensiva. Un caso a Iraola.
Yo era mas partidario de esto último, y de lo que estaba convencido es que, con el tiempo, cuando perdiera algo chispa, acabaría reconvertida a lateral, como otros extremos que he conocido: Saez, De la Fuente, etc...
A medida que fueron transcurriendo las temporadas, la joven Iraia fue creciendo todavía mas en las facetas de su notable juego, y se convirtió en una de las jugadoras referenciales del equipo tanto en el campo como fuera de él, ya que quizás era la más mediática para la chavalería. Y en seguida fue llamada para las convocatorias de la Selección sub-19, donde curiosamente allí jugaba de lateral derecho. Con la roja marcó un gol histórico de falta que valió el Campeonato de Europa sub-19.
Cuando estaba yo creo nuestra "10" en pleno apogeo vino la temporada "horribilis" del femenino, con el cambio brusco de Juaristi por la dupla Iza-Txabo y ella, muy apegada a Íñigo, creo que fue, junto con Tzibi, una de las jugadoras que mas acusó emocionalmente el trastoque.

Tanto es así que esta nueva situación, desagradable para ella, influyó en la decisión que tomó de abandonar el Club de sus amores y optar por emprender el camino de las Américas, y se lanzó a una nueva experiencia en Florida que englobaba estudiar una nueva Licenciatura, conocer otra cultura, otro idioma y contactar con el fútbol americano, mucho más desarrollado que el nuestro física y tácticamente, jugando en un equipo de élite de esa ciudad. De ahí que se perdiera la consecución de la 4ª Superliga, y aunque volvió ya para la Copa, apenas si jugó unos pocos partidos.
Su puesto en banda derecha esa temporada pasada lo cubrió Gurutze con un gran rendimiento, una jugadora de características casi diametralmente opuestas a las de Iraia y que completó una gran temporada, siendo una de las destacadas del equipo y una de las artífices principales para conquistar la 4ª Superliga. Al final de junio, Guru aceptó una oferta importante del Levante y acabó recalando en el Levante. Probablemente la vuelta de Iraia, que evidentemente disputaría con ella la titularidad en ese puesto, también influiría en la decisión de la guipuzcoana de coger el petate para tierras levantinas
Incido en describir su trayectoria y sus avatares porque, muy probablemente, esta marcha y su adaptación durante un año a otro modelo de fútbol hayan podido influir en parte en el juego y en la evolución de las aptitudes balompédicas de nuestra carismática jugadora.
Al comienzo de esta nueva temporada, Iraia logicamente ocupó de nuevo la banda derecha ofensiva. Todos ansiabamos su vuelta, ya que su aportación, la de la extremo incisiva que todos guardábamos en la retina, se nos antojaba muy necesaria para suplir la importante baja de Gurutze e iniciar el asalto a la conquista de la quinta Superliga.
Sin embargo, pronto vimos que la Iraia de esta actual temporada no acababa de encontrar ese punto de chispa que nos había mostrado otras veces. Su capacidad de desborde arriba en vertical ya no era el mismo que antaño. Incluso parecía haber perdido su desparpajo, una de sus mejores armas, como si no tuviera mucha fe en si misma a la hora de encarar. Todos pensábamos que se trataría de pequeños problemas de acoplamiento y que, tras unos cuantos encuentros, resurgiría aquella jugadora atrevida y resolutiva que ponía en serios aprietos a sus rivales. Ello lo acusaba el equipo, aunque por la otra banda Eli, en plena forma, era un estilete, lo que paliaba el problema de alguna forma, y arriba Santa Erika obraba todos los domingos varios milagros en la Ermita de Lezama.
Pero pasaban los partidos y el tono discreto continuaba. De repente, los médicos le detectaron por Reyes creo una viriasis. En seguida nos dijimos todos autocomplacientes, yo el primero. !Ya está!. !Algo era ello!. Y nos tranquilizamos....
Tras un par de semanas sin jugar, sumados a un periodo largo de descanso competitivo, Iraia volvió a la alineación titular, pero seguía con un juego gris ofensivamente, mientras nosotros seguíamos buscando a aquella otra Iraia deseperadamente....

El domingo pasado, como ya os conté, jugamos contra el Prainsa Zaragoza. Y me fijé en el juego de la "10" rojiblanca. Observé una mejoría física con respecto a otros partidos y, sobre todo, me llamó la atención su capacidad destructiva del juego rival, echándole una mano a sus dos centrocampistas un poco sobrepasadas. Finalmente, acabó jugando de lateral derecho, tras la entrada al campo de Nekane.
Durante el trascurso del encuentro, Iraia robó muchos balones, chocó con poderío en jugadas disputadas, hizo faltas tácticas sin ningún rubor, y estaba siempre situada perfectamente para hacer la cobertura en contraataques rivales dada su velocidad.
Y de nuevo me empezaron a surgir aquellas sospechas que ya tuve al cabo de meses de verla jugar, hace años. Si era "gavilán o paloma".
Y es que creo que mas que ante una baja forma, lo que probablemente estamos es ante una evolución del juego de Iraia hacia aspectos mas defensivos que siempre ha poseído, de manera larvada quizás en detrimento de otras cualidades de juego de ataque, y no nos hemos dado cuenta de esa metamorfosis imbuidos en esa idea obsesiva de recuperar a aquella extremo vivaracha de hace 5 años. En esta "muda", positiva a mi entender y fruto de una mayor madurez deportiva, barrunto posiblemente haya tenido una relevante influencia su paso por el fútbol americano, con sus métodos de entrenamiento y su concepción mas física y de equipo del juego.
Es más, ahora sospecho que, mas que de lateral, ahora no lo haría nada mal de pareja con Itziar, batiendose el cobre en el mediocampo en el doble pivote,... y que con su arrancada podría entrar de atrás con mucho poderío y tener una gran llegada a la zona del área rival, a la par que una excelente recuperación defensiva. Una especie de Makelele blanca.
Un centrocampo muy pundonoroso con Iraia e Itzi de doble pivote, y Arrate (o Nekane) de media punta creo que podría ser muy efectivo.
Pero atisbo dos problemas.
El primero es que Iraia quiera jugar en posiciones mas retrasadas y salga motivada al campo. Creí entender en su día que no le gustaba mucho jugar de lateral.
El segundo es que si desubicamos a la "10" del extremo derecho no veo ahora en plantilla a nadie especializado en ese puesto. Nekane, aunque se acopla bien a la banda, es zurda. En el filial hay una chavala que juega ahí y que a mi me gusta porque tiene mucho desborde y gol. Se llama Paula, pero su juego tiene aún muchos altibajos.
Pero lo mas probable es que esté equivocado en mi análisis de esa supuesta mutación del juego de esta admirable competidora, y todo sea mucho mas sencillo y se deba sólo a una mala temporada, que también las tienen otros del masculino, o quizás obedezca todo a un bajón anímico o a un mero problema de readaptación, y en la próxima Superliga - !o por qué no! en la misma Copa- resurja con fuerza aquella atrevida chavala que en el extremo nos asombró a todos antaño un domingo tras otro.
Sea como fuere, ya vueles como gavilán o paloma, no te olvides nunca Iraia que lo importante es...
Be free!...