miércoles, 6 de agosto de 2014
Cuentos de verano - Sueños de dictador
Mañana es el gran día, la esperada cita , y ¿qué queréis que os diga?, si he de ser sincero debo confesar que no puedo sujetar mis nervios. A pesar del aliento de los que me rodean, tengo miedo, lo reconozco.
Sin embargo gozo de buena salud, sé lo que valgo, y teóricamente no hay ningún fracaso que temer, pero así y todo, como os digo, la angustia me carcome. Y es que la idea de examinarme siempre me ha producido este efecto. Sé que muchos dicen que tengo un aspecto frío y un tanto autoritario, ¡bobadas!, debajo de ese disfraz la realidad descubre a un ser tímido e hipersensible, por otro lado, ¡coño! , nunca he tenido éxito en los exámenes.
La idea de presentarme ante unos jueces para obtener una calificación me saca de mis casillas, me eriza la piel, y las manos me sudan. Deberían verme ahora mis escasos enemigos... la garganta hecha un nudo, cólicos, cerrado por arriba, abierto por abajo. Si es que hasta durante mi juventud me sucedía lo mismo, ¿por qué creéis que tuve que falsificar las notas del bachillerato y el carnet de conducir?. Permitidme una confidencia y, por favor, guardadme el secreto..... todos los diplomas que veis colgados en la pared de mi despacho, sí hombre, allí detrás del gran escritorio, todos son absolutamente falsos....
Claro, sé que me vais a decir que hay una gran diferencia entre los exámenes y las elecciones, cierto, pero también admitiréis que existen similitudes, mi organismo no se equivoca. Doy vueltas en redondo como si fuera un vulgar opositor. Hay que reconocer que el desafío es grande.... ser presidente, es distinto a ser bachiller. Y , además, siempre he desconfiado de los electores, son imprevisibles, no son de fiar, parecen desear examinarme solo por espíritu de contradicción.
Vale, vale, esta bien, sé que las encuestas me dan como seguro ganador, tanto los observadores nacionales como los internacionales se asombran de mi longevidad política.... aunque bien mirado hay razones de peso, al fin y al cabo los efectivos de mi policía secreta son tantos que han terminado por resolver el problema del paro….estos sí son de fiar, siempre dispuestos, infinitamente leales y obedientes. Pero eso, amigos, no asegura nada, sigo incomprensiblemente a merced de los fenómenos climáticos.... que si la sequía, que si las inundaciones....dependiendo pues, a mis años, de los azares de la historia, de la mala suerte.
Es cierto que mi situación de candidato único de un partido único me ofrece sin dudas buenas perspectivas de futuro, pero no me garantiza necesariamente el éxito. La victoria está a mi alcance, pero me volvería loco de contento si la tuviera por aclamación. Y aunque pueda parecer paradójico, la presencia de otros candidatos de la oposición, me haría sentir mejor, y es que conozco mis méritos, y sé que saltarían a la vista de todos si se pudieran comparar con la mediocridad de mis rivales. Por desgracia, las muertes accidentales de todos ellos hicieron imposible el debate de ideas al cual yo aspiraba. La famosa pluralidad democrática, reclamada a gritos por los hijos de papá a los que he dado de comer en abundancia, no se consigue de un día para el otro. Y yo lo sufro más que nadie.
Lo digo claro: aunque sea elegido con sólo el 96% de los votos, consideraría ese resultado como una hermosa victoria. Evidentemente el 98% volvería mi legitimidad aún más indiscutible, pero si obtuviera un resultado francamente malo, alrededor del 90% por ejemplo, correría el riesgo de ponerme de mal humor y, ya me conocéis, cuando estoy de mal humor me puedo volver malo.
En los últimos días me han llegado rumores que me han entristecido, dicen que algunos electores, otra vez los resentidos de siempre, están dispuestos a boicotear las urnas. Prefiero negarme a creerlo, semejante falta de civismo me decepcionaría dolorosamente.
No olvidéis nunca que nosotros conformamos un gran pueblo, cuyo pasado reciente ha probado que sabe asumir sus responsabilidades. Me quedo, sin embargo, convencido de que aquellos que no participarán en el escrutinio están de mi lado, pero que de buena fe no creen necesario reafirmarlo, por lo tanto sus votos me son sumados.
Pero lo que sería realmente formidable, todas estas consideraciones aparte, lo que me produciría un inmenso placer, en el momento en que me dispongo a festejar mi ochenta aniversario, sería un 99%. ¡El primero de mi carrera! ... 99% ... eso me volvería loco de contento.
En fin, no debo soñar, sé que no es bueno, además creo recordar que en el último periodo legislativo, por decreto-ley, soñar quedó prohibido, y , como sabéis, vuestro general es el primero a la hora de dar ejemplo. Por alguna razón si de algo estoy seguro es que los sueños terminan siempre volviéndose en mi contra.
lunes, 14 de julio de 2014
Pretemporada 2014-2015
Una vez terminado el Mundial con la justa victoria de Alemania, la incomprensible recompensa a Messi y la humillación infringida por los teutones a Brasil, volvemos al día a día zurigorri.
Con unos treinta y tantos jugadores en plantilla, incluyendo los cedidos repescados y los del Bilbao Athletic que hacen la pretemporada con el primer equipo, urge aligerar el vestuario.
Jonás ya está colocado... también Saborit... se habla de Etxeita... Seguro que no son los últimos. Este creo que puede ser el gran tema de la pretemporada, hasta que el sorteo de la Champions se acerque y tengamos algo más de qué hablar.
Por volver al Mundial, pese a que la final me gustó me reafirmo en que me ha parecido bastante mediocre y que pasará a la historia por el 7-1. Aunque para compensar, la semifinal que perpetraron Holandeses y Argentinos fue de las más espantosas de la historia.
Al final, dicen que esta ha sido la foto del Mundial... Con eso está dicho todo.
Con unos treinta y tantos jugadores en plantilla, incluyendo los cedidos repescados y los del Bilbao Athletic que hacen la pretemporada con el primer equipo, urge aligerar el vestuario.
Jonás ya está colocado... también Saborit... se habla de Etxeita... Seguro que no son los últimos. Este creo que puede ser el gran tema de la pretemporada, hasta que el sorteo de la Champions se acerque y tengamos algo más de qué hablar.
Por volver al Mundial, pese a que la final me gustó me reafirmo en que me ha parecido bastante mediocre y que pasará a la historia por el 7-1. Aunque para compensar, la semifinal que perpetraron Holandeses y Argentinos fue de las más espantosas de la historia.
Al final, dicen que esta ha sido la foto del Mundial... Con eso está dicho todo.
martes, 1 de julio de 2014
Brasil 2014: octavos de final
Este comentarista no es el más idóneo para disertar sobre la Copa del Mundo que se está celebrando en Brasil, ya que apenas ha visto cuatro partidos completos y alguno que otro más a ratos. No obstante, por lo visto y, sobre todo, apoyado en los comentarios de quienes están siguiendo más el Mundial, parece que se está disputando un campeonato que no tiene mucha pinta de que vaya a pasar a la historia por el buen juego, por el recuerdo de algún gran equipo o de alguna estrella individual. Con la cautela de no haber visto ni un minuto de su participación, parece ser que Colombia ha sido hasta la fecha la selección que mejores sensaciones ha dejado, siendo James Rodríguez (léase james, no yeims), mediapunta o extremo colombiano del Mónaco, y algún que otro portero, como el mexicano Ochoa o el costarricense Keylor Navas, los jugadores que más elogios están recibiendo.
De las grandes selecciones, aquellas que a priori figuran en todas las quinielas como candidatas a ocupar los puestos de honor, unas fueron eliminadas por la vía rápida (casos de España o Italia), otras avanzan por el mundial con más pena que gloria (como Brasil) y algunas más se mantienen de forma discreta sin ratificar todo lo bueno que de ellas se espera (Argentina, Alemania o Francia).
Se han disputado ya tres cuartas partes de la ronda de octavos de final y hay un poco de todo: selecciones de las de toda la vida, como Brasil, Holanda, Francia o Alemania, y un par de notas más exóticas, como Colombia y, especialmente, Costa Rica. Veremos el rendimiento que ofrecen estas dos últimas en la siguiente ronda; por lo pronto, la historia de los mundiales nos ha enseñado que las selecciones que acaban triunfando no siempre comienzan bien. De hecho, no son pocas las veces en que la campeona llega a la final tras múltiples casualidades, carambolas o altas dosis de fortuna. Si Holanda, Francia y Alemania han tenido, al menos, un partido muy bueno (aunque el resto hayan sido bastante peores), Brasil se ha caracterizado por ir de mal en peor desde el inicio, por lo que podemos pensar que, de acuerdo a esa regla no escrita de que quien pasa rondas jugando mal acaba siendo campeona, su candidatura al título sería la más poderosa. Colombia y Costa Rica, por su parte, se constituyen en grandes incógnitas para el futuro. Así como los colombianos han hecho hasta ahora un campeonato impecable y, por tanto, se podría aplicar el razonamiento inverso al que utilizamos con Brasil, los ticos han dado muestras muy positivas ante rivales de renombre como Inglaterra, Italia o Uruguay y algo más negativas -a pesar de acabar superando la eliminatoria- ante Grecia.
En el momento de escribir esta crónica, tan sólo quedan por jugarse dos partidos de octavos: Argentina – Suiza y Bélgica – Estados Unidos. De acuerdo con sus respectivas plantillas, argentinos y belgas parecen los mayores candidatos a pasar a cuartos, aunque, en la tónica del resto de las grandes selecciones, hasta ahora han dejado más dudas que certezas. Los suramericanos han ido solventando sus partidos encomendándose a un Messi que apenas aparece en el transcurso del partido, pero que sin embargo acude puntualmente a su cita con los goles. Los belgas, por su parte, deberán demostrar algo más de lo que, según cuentan las crónicas, han enseñado hasta el momento para que se asiente como el tapado del campeonato, etiqueta esa que muchos le han asignado desde antes incluso de empezar el Mundial. Suizos y estadounidenses tratarán de ponerles las cosas difíciles y quizás lo consigan, si es que los favoritos no añaden un poco más de sustancia al juego de lo que han mostrado hasta ahora.
En resumen, a falta de lo que suceda hoy con los dos partidos de octavos que restan por jugarse, es muy probable que la fase de cuartos de final depare algunos enfrentamientos a priori muy atractivos. Al menos así se presupone por los nombres de los contendientes. Esperemos que sea el momento de que este Mundial remonte un poco el vuelo y se pueda disfrutar de mejores partidos de los que ha habido hasta ahora.
sábado, 21 de junio de 2014
¡Izad más banderas!
Cuando hace 12 años se creo el Athletic femenino no era fácil prever que en esos años de andadura las neskas ganarían cuatro superligas, amén de varios subcampeonatos del torneo de la regularidad en lo que cabe calificar como un palmarés más que notable, excelente, en el torneo más importante del futfem español.
Sin embargo, ni siquiera nuestros grandes equipos que arrasaban en la Superliga fueron capaces de conseguir el trofeo que, sin embargo, es el equivalente de aquel en el que sus homólogos masculinos han conseguido sus mayores éxitos históricos: la Copa de la Reina.
Asignatura pendiente pues la que se puede aprobar esta noche frente al peor, o mejor, de los rivales posibles: el F.C. Barcelona.
Los inescrutables designios de la Federación Española de Fútbol hacen que tan importante partido se juegue fuera de la península, en una ciudad mal comunicada, con poca capacidad hotelera y en un campo de hierba artificial. Vamos: que ni adrede se podía haber hecho peor. Pero esas circunstancias son iguales para los dos equipos y es con lo que ha tocado competir. No deben ser obstáculos para las leonas.
Sí es un obstáculo el Barcelona. Las culés parten con la vitola de favoritas. Pero ni siquiera eso creo que nos perjudique. Antes bien al contrario: creo que nos conviene. Las neskas han estado pasando eliminatorias como quien no quiere la cosa, levantando resultados de ida no muy propicios; casi se puede decir que dando sopresas. ¿Por qué no darla también en la final?
Aparte del fantasma de la carencia de este título, tenemos otros dos: el de la otra final jugada y pérdida en la prórroga con un arbitraje que debío ser dantesco, y la reciente desilusión del título de liga que las catalanas nos arrebataron en San Mamés.
Un partido con muchas cosas en juego que no se merece la frialdad que creo ver en el ambiente. Hoy jugamos una final y no veo banderas en las ventanas ni escucho conversaciones en la panadería o el kiosko de periódicos, donde sin embargo no puedo ir habitualmente sin que alguien me saque temas futbolísticos. ¡Cómo ha decaído el ambiente alrededor del femenino!
Por eso he robado el título de una novela de Evelyn Waugh y me parmito deciros ¡Izad más banderas! ¡Qué se respire algo de ambiente de final! Aparquemos por un momento el Mundial y sigamos a las nuestras. Ganen o pierdan seguro que van a dejar el pabellón muy alto.
Esta noche a las 20:45 en ETB1. Yo lo veré. Espero que Rote haya podido ir como deseaba y haga las veces de corresponsal para Ambigú Press. Sino tendré que hacerlo yo. Claro que viendo el partido, aunque sea por la TV, no sé si me saldrá bien.
Sin embargo, ni siquiera nuestros grandes equipos que arrasaban en la Superliga fueron capaces de conseguir el trofeo que, sin embargo, es el equivalente de aquel en el que sus homólogos masculinos han conseguido sus mayores éxitos históricos: la Copa de la Reina.
Asignatura pendiente pues la que se puede aprobar esta noche frente al peor, o mejor, de los rivales posibles: el F.C. Barcelona.
Los inescrutables designios de la Federación Española de Fútbol hacen que tan importante partido se juegue fuera de la península, en una ciudad mal comunicada, con poca capacidad hotelera y en un campo de hierba artificial. Vamos: que ni adrede se podía haber hecho peor. Pero esas circunstancias son iguales para los dos equipos y es con lo que ha tocado competir. No deben ser obstáculos para las leonas.
Sí es un obstáculo el Barcelona. Las culés parten con la vitola de favoritas. Pero ni siquiera eso creo que nos perjudique. Antes bien al contrario: creo que nos conviene. Las neskas han estado pasando eliminatorias como quien no quiere la cosa, levantando resultados de ida no muy propicios; casi se puede decir que dando sopresas. ¿Por qué no darla también en la final?
Aparte del fantasma de la carencia de este título, tenemos otros dos: el de la otra final jugada y pérdida en la prórroga con un arbitraje que debío ser dantesco, y la reciente desilusión del título de liga que las catalanas nos arrebataron en San Mamés.
Un partido con muchas cosas en juego que no se merece la frialdad que creo ver en el ambiente. Hoy jugamos una final y no veo banderas en las ventanas ni escucho conversaciones en la panadería o el kiosko de periódicos, donde sin embargo no puedo ir habitualmente sin que alguien me saque temas futbolísticos. ¡Cómo ha decaído el ambiente alrededor del femenino!
Por eso he robado el título de una novela de Evelyn Waugh y me parmito deciros ¡Izad más banderas! ¡Qué se respire algo de ambiente de final! Aparquemos por un momento el Mundial y sigamos a las nuestras. Ganen o pierdan seguro que van a dejar el pabellón muy alto.
Esta noche a las 20:45 en ETB1. Yo lo veré. Espero que Rote haya podido ir como deseaba y haga las veces de corresponsal para Ambigú Press. Sino tendré que hacerlo yo. Claro que viendo el partido, aunque sea por la TV, no sé si me saldrá bien.
martes, 17 de junio de 2014
El Caballero Rojo
Arturo, rey de los bretones, busca a los caballeros más fuertes de la comarca para llevárselos con él a Camelot. Se adentra en un bosque y le sale al paso un terrible y valeroso guerrero, el Caballero Negro, que se niega a dejarle paso. Arturo y el Caballero Negro cruzan sus espadas y en la refriega el rey arranca de cuajo uno de los brazos de su adversario.
- Ahora apartaos, digno adversario.
- No es más que un arañazo.
- ¿Qué decís? ¡Os he cortado un brazo!
- No, no es cierto.
- Entonces... [Arturo señala el brazo ensangrentado en el suelo] ¿Eso qué es?
- Heridas más graves he sufrido.
Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (Terry Jones y Terry Gilliam, 1975)
José Antonio Camacho Alfaro, cincuenta y nueve años, natural de Cieza (Murcia), es el Caballero Negro del futbol español, aunque, para ser más precisos, dado el color de la camiseta de la selección nacional, deberíamos llamarlo el Caballero Rojo. Es valeroso, no teme a nada ni a nadie y es capaz de defender cualquier causa, por perdida que esté, con un arrojo del que sólo los más aguerridos caballeros pueden presumir. Esa, al menos, es la conclusión a la que uno llega tras el partido entre España y Holanda, correspondiente a la primera jornada del grupo B de la Copa del Mundo que se está disputando en Brasil.
La apabullante victoria de la selección Oranje por cinco goles a uno dio paso, principalmente, a dos tipos de reacciones entre los aficionados de la Roja. Por un lado, los de quienes veían con horror cómo iban cayendo goles, uno tras otro, en la portería de Casillas y consideraban que había que ser respetuosos con esos jugadores que, otrora, les habían hecho saborear la gloria del triunfo. Entre este grupo se puede decir que la derrota ante Holanda se ha visto, en general, como el final de una era y que, con todo el dolor de su corazón, lo único que les quedaba era agradecer a sus héroes los servicios prestados y pensar en una pronta regeneración. Por otro lado, está el grupo más numeroso, el que en sus asadurillas lleva impresa la carga genética más añeja del celtíbero: el cainismo. Estos no esperaron a que el árbitro señalara el final del partido para arremeter contra entrenador y jugadores y vomitar la bilis que durante años llevan envejeciendo en barrica de roble. No crean, sin embargo, que el grupo de los despellejadores es compacto y homogéneo: unos se cagan en las muelas de Del Bosque, mientras que otros lo hacen sobre las de Casillas o Xavi; unos se acuerdan de la madre de uno y otros del padre de otro; unos está por el apaga y otros por el vámonos. ¿Y nuestro Caballero Rojo qué? Pues Camacho ni con unos ni con otros, para él ese tropiezo en el primer partido del mundial no fue más que un arañazo.
Y es que Camacho es de los que, en lo que se refiere a España y a su selección, no tiene la menor duda: prefiere morir que perder la vida. Así lo dejó bien claro en sus intervenciones como analista antes y durante la retransmisión televisiva del partido:
'España tiene los mejores centrales del mundo' [antes de empezar un partido en el que Piqué y Ramos fueron los mejores delanteros holandeses, con participación decisiva en cuatro de los cinco goles encajados]...
'España va a ganar porque es el mejor' [Sneijder acababa de fallar un uno contra uno frente a Casillas nada más empezar el partido]...
'Vaya atraco otra vez... Nosotros no somos Brasil' [tras una jugada en la que Diego Costa pedía penalty, minutos después de que el árbitro pitara uno, como mínimo discutible, a favor de España]...
'España se va a venir arriba' [cuando la Roja empezaba a flojear tras el empate holandés]...
'Estos dos goles nos han hecho un poquito de mella' [el equipo español, en ese momento, presentaba señales francamente preocupantes de rigor mortis futbolístico]...
'Mala noticia para Brasil cruzarse con nosotros en octavos' [el Caballero Rojo comienza a dar por perdido su brazo y avisa a su rival de que le queda el otro sano]...
'Es imposible criticar a este equipo. Ahora hay que animar a España que es nuestra selección' [traducción: nos han metido cinco pero yo soy español, español, español]...
Imagino a Camacho durante estos días encerrado en una habitación de hotel en Brasil. Seguramente Manu Carreño o Kiko Narváez hayan llamado varias veces a su puerta: Jose, pisha, nos vamos un rato a tomar unas caipirinhas a la piscina. ¿Te vienes? Y Camacho les habrá soltado un bufido, les habrá mandado a esparragar y habrá seguido con sus ejercicios de concentración para canalizar toda su energía en cantar un gol... qué digo uno, dos, o tres, o quizás cuatro... y pensará: Ay, Iniesta de mi vida, tú nos guiarás a la victoria frente a los chilenos... que sí, es cierto, corren mucho y son fuertes y es un equipo que presiona arriba y a nosotros se nos hacen un poquito largo los noventa minutos porque físicamente estamos hechos unos zorros... pero da igual, porque somos los mejores y quien no lo sienta así ni es español ni es ná.
martes, 10 de junio de 2014
Se votan los nuevos estatutos
Esta tarde a las 19:30 se celebra el el Euskalduna una Asamblea General Extraordinaria con el objeto de referendar (o no) el proyecto de nuevos estatutos amasado por la comisión nombrada ad hoc.
Los trabajos de esta comisión han sido lentos. O eso me han parecido a mí. Pero al final hoy presentan su trabajo al refrendo de la Asamblea.
La aprobación deberá contar con los 2/3 de respaldo para salir adelante. Esta mayoría cualificada se nos antoja un escollo si, como parece, hay un grupo significativo de compromisarios de entre los más activos que han decidido votar "NO".
Sería la segunda vez que se rechaza la propuesta. La anterior, los medios afines al poder de turno concluyeron, de forma interesadamente apresurada, que la razón fueron los intereses corportativos de los compromisarios que estarían obstaculizando una buena reforma por aferrarse al poder (sic)
No sé qué pasará hoy, pero espero que si la reforma sale derrotada prestemos atención a las razones que se esgriman para el voto negativo y no -o no solo- a ciertos prejuicios contra los compromisarios que se quieren alimentar desde algunos medios.
No puedo opinar sin ruborizarme sobre este asunto: por circunstancias personales que algunos conocéis y que he apuntado en uno de los últimos comentarios de la entrada anterior, he vivido muy lejos de este proceso.
Sin embargo me da la sensación de que hay ciertas razones que pueden justificar el "NO". Eso no quiere decir que yo votaría en ese sentido (me falta información para votar sí o no) pero aunque creo que un segundo rechazo debería estar muy justificado, creo intuir que algunos argumentos contrarios a la aprobación son razonables. Y me extraña que no haya habido voluntad para cocinarlos: no parecen cuestiones insalvables si la comisión, que cuenta con dos representantes de los compromisarios, hubiera mostrado un talante receptivo.
En fin. A ver que pasa hoy. Por un lado me gustaría ver este tema zanjado y no dar la sensación de ingobernabilidad que un rechazo ocasionaría. Pero tampoco quisiera que se aprobara una chapuza, y tres personas que conozco, con las que suelo estar de acuerdo a menudo, y que han estudiado el tema más que yo, parece que andan mosqueados.
No sé: ¿alguien puede aportar alguna luz a este convaleciente?
Etiquetas:
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