viernes, 29 de abril de 2016

Apártate, Drácula, que llevo escapulario


Este fin de semana hay partido importante en San Mamés. No es la primera vez en esta larguísima temporada que en las jornadas previas se cataloga así un encuentro. Afortunadamente, el Athletic ha disputado a muy alto nivel las diversas competiciones en las que ha participado y en todas ellas ha terminado jugando partidos decisivos, con diversa suerte, aunque siempre con muy buena actitud y competitividad. Hubo partidos de este tipo en la Supercopa, frente al Barcelona; en las previas europeas, primero, y en la clasificación de la fase de grupos, después; en la Copa, ante el Villarreal y, sobre todo, otra vez el equipo culé; en las eliminatorias de Europa League, contra el Valencia y, especialmente, el Sevilla. Faltaba el gran partido liguero de la temporada y ese será, precisamente, el que medirá el próximo domingo al Athletic con el Celta. En principio, atendiendo a la lógica de los números, las probabilidades y la razón, leones y celtiñas se estarían jugando la quinta plaza de la Liga, un puesto que al pasaporte europeo, ya conseguido por ambos la jornada anterior, añadiría el bonus de la clasificación directa, sin eliminatoria veraniega previa, para la fase de grupos de la Europa League. Pero como el futbol a veces no entiende de números, la lógica o la razón, el ganador del partido, a expensas de lo que haga el Villarreal en estas últimas jornadas, aún podría alcanzar la cuarta plaza y con ella lograr meterse en la antesala de la Champions League.


Llegan a este partido dos equipos con rachas y sensaciones muy diferentes. El Athletic, tras el frustrante quiero y no puedo ante un intratable Atlético de Madrid en San Mamés, logró la semana pasada un empate in extremis frente al Levante y aunque ese raquítico punto sirviera para certificar que la próxima temporada jugará otra vez una competición europea, dejó una pobrísima imagen en Orriols. El Celta, por su parte, llega a Bilbao con dos puntos más que el equipo bilbaíno y, lo que es más importante, inmerso en una racha de siete partidos consecutivos sin perder. Durante las últimas siete jornadas ha logrado nada menos que cuatro triunfos y tres empates. Una victoria celeste el domingo en San Mamés igualaría el fulgurante inicio de campaña de los vigueses, en el que consiguieron estar ocho jornadas invictos, con un balance de cinco victorias y tres igualadas. Parece, por tanto, que el Celta llega a este choque en un muy buen momento y que el Athletic, como mínimo, genera ciertas dudas. Desde que fue vapuleado por el Real Madrid en el Bernabeu, el equipo de Berizzo ha encontrado un más que estimable nivel de juego: si bien adolece de alguna debilidad atrás, posee una gran pegada arriba y puede permitirse disputar partidos abiertos, de ida y vuelta. El Athletic lleva toda la temporada supliendo los errores y en algunos momentos cierta debilidad defensiva (especialmente tras la baja de Laporte), con una enorme capacidad goleadora. Es uno de los equipos más anotadores del campeonato y eso también le ha permitido proponer en muchos partidos un intercambio de golpes, una estilo este en el que el equipo con más capacidad goleadora tiene todas las de ganar. El problema para los de Valverde es que en este tramo final de la temporada ha sufrido varias lesiones que ha mermado considerablemente sus prestaciones ofensivas. En los últimos tres partidos, ante Málaga, Atlético de Madrid y Levante, la ausencia, sobre todo, de Aduriz ha dejado un equipo bastante plano en ataque. En algunos de estos partidos se ha conseguido marcar, pero la sensación de falta de recursos mientras el delantero donostiarra ha causado baja ha sido muy preocupante. No obstante todas las consideraciones precedentes, no todo será positivo para el equipo gallego: podrá llegar a San Mamés en una fase de buen juego, de mejores resultados y pletórico de ánimo, pero es que el Athletic recupera a su delantero de referencia y máximo goleador.


Hay aspectos que rodean el futbol que no tienen una explicación razonable. Uno de ellos es que hay equipos que tienen en algunos jugadores muy concretos sus auténticos verdugos. Son como algos así como la kriptonita para Superman o una ristra de ajos para los vampiros. Cualquier aficionado zurigorri que escuche nombres tales como Penev, Raúl o el más reciente Griezmann rápidamente los asociará con la expresión bestia negra. Esto es, nos referimos a ese jugador que uno sabe que, haga lo que haga durante el partido, acabará indefectiblemente marcándote algún gol. De todos los jugadores que actualmente están en la Liga, la mayor bestia negra del Celta es Cristiano Ronaldo. Tras el portugués, el siguiente en la lista del terror celeste es Aritz Aduriz. La mala noticia para el equipo céltico es que el próximo domingo en San Mamés, a las doce de la mañana, con el arbitraje del colegiado catalán Estrada Fernández, en la delantera del Athletic estará Aduriz. Así que... mensaje para un Celta imbatido y muy crecido: apártate, Drácula, que llevo escapulario.

jueves, 28 de abril de 2016

La gota malaya o como la demagogia se adueña de El Correo

JOL hoy sea propuesto darle una torta a Urrutia en el papo de las finanzas del Athletic. Ofensiva brutal para poner los palcos VIP en el disparadero y forzar al GV a actuar contra el Athletic.

Trabaja además a destajo: firma un segundo artículo para calentar el ambiente con el asunto de la ampliación de la grada de animación hacia el bloque 109.

Una ofensiva en toda regla. Me ha recordado a la campaña antiClemente que lanzó su nada ínclito predecesor Pako Crespo por un problema personal. O remontándome más en el tiempo, al acoso y derribo contra Ronnie Allen por intentar poner orden en algunas costumbres de la prensa local de entonces.

En esos casos las víctimas fueron los entrenadores (y por supuesto el Athletic); ahora es la Junta Directiva que se atrevió a derrotar a su querido García Macua y su halo de conseguidores de entradas, amañadores de sorteos y encarecedores de traspasos. Asuntos de mucha más trascendencia que lo de qué bebidas y cuando se sirven en los palcos VIP y que los "apenas quince" recalcitrantes del bloque 109, y que sin embargo nunca merecieron una crítica de su acerada pluma.

Esta burda campaña fruto del rencor me tiene desconcertado. ¿Es posible que el medio más importante de toda Euskal Herria se ponga de forma acrítica al servicio de las fobias personales de uno de sus muchos redactores? ¿O es el propio medio el que alienta esta campaña? En contra de esta idea juega el hecho de que sea JOL en solitario el que firma este tipo de noticias. Eso daría pie a pensar que es una guerra personal. Pero cuesta creer que se lo consientan con tanta reiteración.

Es un asunto curioso.

Me permito dar unos consejos a El Correo.

Si la campaña es iniciativa exclusiva de JOL, igual va siendo hora de que alguien la pare. No está bien que medio tan importante se deje manipular por una sola persona, creando problemas de paso a algo tan importante como el Athletic, y arrojando al mismo tiempo tanto desprestigio sobre el propio medio, porque me parece evidente que esta campaña es tan burda que ya más que oler, apesta.

Y si es cosa de El Correo, de su "línea editorial" (las comillas son porque opino que hace años que este medio está desideologizado, contrariamente a lo que creéis la mayoría, y que su ideario se puede resumir con un símbolo: €) entonces me permito rogarles que distribuyan más el juego y no le hagan cargar con todo el peso a JOL, que igual le estamos cogiendo tirria por algo que no es responsabilidad suya, y lo único que trata es de hacer su trabajo y llevarse a casa esas alubias que todos tenemos derecho a ganar.

Por dar una de cal y una de arena, hay que reconocer dos cosas:

1.- Los problemas no son inventados sino reales.
2.- Las denuncias de JOL han servido a veces para que el club se ponga las pilas y ponga solución a algunas cosas.

Pero eso no quita que la forma de dar las noticias, de retorcer los hechos, de elegir los titulares, hagan bueno el dicho de que la peor mentira es la media verdad. Todo esto, desde la historia de los niños politrasplantados a lo de el 109, pasando por la lluvia y las localidades de minusválidos, aunque parta de bases reales, es una intoxicación informativa de tomo y lomo. Que no somos nuevos.

miércoles, 27 de abril de 2016

Un poco de demografía

Aprovechando que se nos acabaron las jornadas europeas (¡Snif!) y antes de que la cercanía del fin de semana aconseje abrir una entrada sobre el importantísimo partido del domingo (agradecería a Tao que lo hiciera él, por cierto), me voy a permitir sacar un tema atemporal, pero que creo que tiene cierto interés.

Vengo observando que da lo mismo que se trate del aforo de San Mamés o de la capacidad del nuevo parking de Lezama: en la web amiga todo les parece pequeño porque "hay que mirar el futuro".

Pues sí: las cosas han tendido a quedarse pequeñas a medida de que pasaba el tiempo; al menos en el pasado.

En 1913, cuando se inauguró el viejo San Mamés, la población de Vizcaya era de unos 350.000 habitantes. Y encima, el fútbol todavía no era una pasión de masas como ahora. Igual hasta Cocherito de Bilbao movía a más bilbaínos que el fútbol.

En los años sesenta (tribuna Garay) andábamos por los 750.000 habitantes. Más del doble; además, el fútbol ya era claramente el espectáculo rey.

En los 80 (ampliación del mundial) andábamos por 1.180.000 habitantes. Otro arreón de más de 300.000 habitantes con respecto al hito anterior.

Las cosas se iban quedando pequeñas, sí.

Treinta años después, somos unos 50.000 habitantes menos. Y eso incluyendo unos 60.000 inmigrantes extranjeros. Sin ellos, la población se habría reducido en casi el 10% con respecto al mundial de 1982.

Para dentro de 10 años se espera que seamos unos 60.000 habitantes menos que ahora.

¿Seguro que las cosas van a seguir quedándose pequeñas? Eso no es una ley inmutable, sino que es consecuencia de la evolución de la demografía, que ya vemos cual es.

Creo por lo tanto que hay que cambiar esa mentalidad heredada de otras épocas de que las cosas se quedan pequeñas.

Por otra parte, la gente se queja de la alta edad media del público de San Mamés, de que hay pocos jóvenes... Y se culpa a la perversa directiva y su avariciosa política de precios.

Pero ¿no será que en esto -como en tantas cosas- el Athletic es reflejo de la sociedad vizcaína?


Tampoco hay nada de malo en una gerontocracia, ¿no?
 
Aproximadamente, un 14% de la población tiene menos de 15 años. No creo que vayan muchos a San Mamés.

Más o menos otro tanto tiene de 16 a 30 años. Serían el tramo más susceptible de rejuvenecer San Mamés y animar.

Pero es que frente a ese otro 14% por ciento, los mayores de 50 somos aproximadamente el 40% de la población del territorio histórico. Casi la mitad de los mayores de 14 rebasamos el medio siglo.

¿Se van a quedar las cosas pequeñas? ¡JA!

¿No será que es que no hay más cera que la que arde?

Enlazando este asunto con el que tanto preocupa en Lezama (la evolución de nacimientos y sus efectos negativos en el trabajo de cantera) es curioso, pero por un repunte de nacimientos que hubo entre 2003 y 2012, las perspectivas desde el punto de vista de la cantera no son tan malas como podría parecer, al menos de momento:

  • Varones nacidos en la CAV entre 1985-1994: 100.156 (podrían estar jugando ahora)
  • Varones nacidos en la CAV entre 1995-2004: 96.111 (para dentro de diez años)
  • Varones nacidos en la CAV entre 2005-2014: 105.971 (para dentro de veinte años)

Claro que si comparamos con treinta años antes, con los títulos de los 80, la década de referencia podría ser la 1955-1964, en la que nacieron 157.589 varones en lo que hoy es la CAV.

Fuentes: INE y EUSTAT

domingo, 24 de abril de 2016

Las leonas con un pie en Champions


Con los resultados de hoy se puede ya afirmar que, salvo catástrofe, las neskas volverán a disputar la máxima competición continental la temporada que viene tras varios años sin pasear el nombre del Athletic por Europa, lo cual a mi me llena de orgullo y satisfacción.
Ganar la liga también está en su mano, aunque en este caso el margen es más estrecho. Además las archienemigas culés no ceden ni por casualidad... de hecho aún no han perdido en liga. Pero lo dicho: el Athletic depende de sí mismo, así que confiemos en este grupo tan extraordinario.
Tiene un mérito enorme la temporada que están haciendo nuestras leonas, con bajas de larga duración de jugadoras importantes esde las primeras jornadas. Desde que empezaron a romperse las Nekane, Irune, Eli, Flaviano, Irene (reincorporada hoy por cierto), etc, yo me conformaba con la segunda plaza que da derecho a Champions. Ahora que ya está casi asegurado ese objetivo quedan y seguimos líderes hay que ir a por todo, está claro.

Cambiando de tema: el refernte del ambigú en prensa escrita (JOL) debió escribir alguna perla que no ha gustado a Rulo. Alguna manera de leer el artículo sin entrar en elcorroe? (Es q me cobran...). (Vamos que si se puede copiar aquí)

martes, 19 de abril de 2016

Ultimo puerto de categoría especial: El Atlético


Liderando por los pelos el grupo de poursuivants que acechan al corredor aislado que sigue a distancia los tres escapados que forman la tete de la course, afrontamos la subida al último puerto de categoría especial de la larga, larguísima carrera que está siendo esta temporada.

Puerto que se nos suele atragantar, que ha sido una auténtica bestia negra para nosotros y nuestro director de equipo.

Observo que pese a ello la gente es optimista para el resultado final de la carrera. Incluso admitiendo que nos quedemos algo descolgados el miércoles, ven el equipo listo para afrontar lo que queda de vuelta, superando a nuestros dos compañeros de gruppetto e incluso rebasando al escapado que tenemos entre nosotros y los tres líderes de la carrera.

No lo veo así. Nos quedan dos puertos de segunda, uno de ellos albergando la meta final. Este último realmente es de primera -aunque no sea especial- pero lo abordaremos por la cara más favorable, por lo que figura como de segunda en el libro de ruta.

Mi problema es que aunque acabamos de dar un par de señales de una fortaleza notable, no se me olvida la propensión que tenemos a sufrir una pájara en el momento más inesperado. No se me va de la cabeza lo que nos pasó en el puerto de tercera de Cornellá, por ejemplo.

Vamos: que creo que lo más probable es una derrota mañana y luego un mix de resultados que como mucho -eso sí lo veo factible- nos permitan liderar el gruppetto de tres y ser quintos en la meta. Pillar al cuarto se me antoja imposible.

Sobre qué nos conviene más... El corazón me pide la Champions y la cabeza la UEL. Tampoco se me va del pensamiento la paliza que nos suponen las previas europeas, y lo bien que le vendría al equipo una pretemporada plácida. Máxime teniendo en cuenta que tenemos varios jugadores orbitando alrededor de la Selección. San José, Aduriz si se recupera, el propio Beñat... E incluso alguno más si los habituales de la roja sufren alguna lesión podrían ver que tienen que rematar esta extenuante temporada con una convocatoria para la Eurocopa. Casi nada.

Me alegraré un montón si jugamos la Champions, pero si en su lugar quedamos quintos no pienso llevarme ningún disgusto. Sí sería una lástima quedar sextos o séptimos, pero aún así no dudaría en darle a la temporada un notable alto. Puede que incluso más. Estoy muy contento con el equipo.

Volviendo al partido de mañana en San Mamés (20:30 con arbitraje de Martínez Munuera) como decía lo veo mal: este equipo se nos da de pena, vienen con el cuchillo entre los dientes, olfateando el título de liga y pese a nuestras última heroicidades creo que no estaremos a la altura, entre bajas y cansancio, para afrontar una batalla tan dura con garantías razonables de éxito.

También es verdad que ellos llevan lo suyo, con la Champions encima, pero hay que añadir un factor más: el arbitraje. Con un arbitraje normal sí podríamos tener más chance, pero todos sabemos que el Atlético juega con un reglamento paralelo que les permite, como ha dicho acertadamente el entrenador del Granada, que sean los rivales los que se lleven a la vez los golpes y las tarjetas.

De todas formas, seguro que será un partido intenso y apasionante.

miércoles, 13 de abril de 2016

Toca hablar de Sevilla... pero San Mamés me desazona



Mañana tenemos un partido importante. ¿O no? No sé hasta qué punto se puede calificar así un partido en el que, sinceramente, creo que no va a haber mucho bacalao sin vender cuando el árbitro balcánico pite el inicio.

Me gusta ver que no damos nada por perdido. Me gusta que el no bajar los brazos y estar dispuestos a luchar contra toda esperanza sea una seña de identidad. Pero si por un momento nos olvidamos de que somos forofogoitias y miramos lo de mañana con ojos de aficionados al fútbol neutrales, ¿Cuántos apostaríamos por nuestra clasificación?

Recordemos que de entrada, y con independencia de lo que haga el Sevilla, tenemos que marcar dos goles. Casi nada, oiga.

Este partido me recuerda mucho a la vuelta de la copa contra el Barcelona: la lógica invitaba a darse por eliminados, pero no nos rendimos, fuimos a por todas, nos adelantamos, hicimos una gran primera parte... Todo ello es invocado por los optimistas, y eso está bien. Pero lo cierto es parecen olvidar un pequeño detalle: que al final quedamos eliminados.

Pienso que mañana va a pasar lo mismo. Sin Laporte, en una fase espesa de la temporada, con Williams casi descartado (a no ser que juguemos al despiste, que también puede ser)...

Aún así veremos el partido. A veces los deportes dan sorpresas. Pero os adelanto que, para mí, la clasificación del Athletic sería una de dimensiones mayúsculas.

Y todo esto viene en un momento en el que el culebrón de la cubierta ha dado algunas noticias: el presupuesto se ha incrementado en al menos un 20%, han admitido que varios miles de socios van a seguir mojándose, después de meses sin volver sobre el tema se reconoce que va a afectar negativamente al césped, que va a haber que utilizar lámparas a tutiplén, que vamos a tener que pasar a un césped mixto... y -repito- varios miles de socios van a seguir mojándose.

A todo esto, que yo sepa, no nos han dicho si esta porrada de millones nos va a permitir aumentar la participación en San Mamés Barria.

Creo que en este asunto, no es que hayamos perdido el norte ahora, sino que lo hemos enfocado mal desde el principio: el problema no es tanto que parte del graderío esté expuesta a la lluvia, sino que al "vendernos" el nuevo campo y al fijar las cuotas se dio a entender otra cosa. No se ha querido afrontar eso sino parchear, con un parche muy caro y que acarea consecuencias negativas sobre el césped. Y encima, va a seguir habiendo socios con cuotas muy incrementadas que van a seguir mojándose.



A estas alturas de la película me paso a las teorías conspirativas en las que nunca quise creer en el sentido de que en la decisión tomada han influido intereses que no son los del Athletic. Y ya que esto ya está aprobado -sin debate en la Asamblea- y no tiene remedio, al menos pregunto:

1) ¿Se nos va a valorar esta inversión del carajo como mayor aportación de capital?
2) ¿Se va a hacer algo con las cuotas de los socios de lo que era antes Preferencia que sigan mojándose?

El que suscribe ha dicho hasta la saciedad varias cosas sobre Urrutia y su directiva. Básicamente que a pesar de algunos errores:

a) Me parecían bastante más de fiar que los anteriores.
b) Que habían resuelto muy bien, pese a algunos fallos, un tema tan complicado como el traslado al nuevo campo.
c) Que no habían hecho ninguna "gran cagada" como sí hicieron sus antecesores.

Pues ahora, y a la espera de que se contesten esas dos preguntas, me estoy replanteando las tres cosas. Sobre todo la última. Esperaremos las respuestas para aclararnos. Pero, ¿será como esperar la clasificación de mañana? Dada la política de comunicación de la Junta, igual es todavía más difícil.