martes, 28 de abril de 2015

Athletic Club - Real Sociedad

Imágenes del partido de ida

Aunque sea brevemente, abro esta entrada con motivo del partido de esta noche: día y hora infames. Gracias TV.

La gente respondemos a incentivos. Incentivar la TV sobre el público y terminaréis vaciando los estadios; lo que quedará feo en la pantalla, me temo. No sucederá hoy ni mañana, pero terminará pasando. Aquí más tarde que en otros lugares, pero puede que también.

Sobre nuestras prioridades a estas alturas del campeonato, he seguido con gran atención las opiniones de Forever y Taoteking en la otra entrada.

Forever: "Una sola gota de sudor que no revierta en mejorar para la final, es una gota malgastada"

Taoteking: "lo más importante es que el equipo esté on fire, que llegue a la final con la camiseta aún impregnada del sudor del último partido de Liga"

Yo estoy de acuerdo... con ambos: prioridad la copa, pero seguir enchufados en la liga como forma de preparar la final.  Pero ojito: esto último para mí debe ser más un medio que un fin en sí mismo, y me temo que la matraca del séptimo puesto más que en un medio se está convirtiendo en una distracción.

He criticado hasta la saciedad que reabramos polémicas sobre entrenadores pasados, pero no puedo resistirme... Según se dice, la ruptura definitiva entre Bielsa y la plantilla se debió a que aquel quería mantener la tensión al 100% en cada partido para preparar las finales, mientras que la muchachada prefería descansar como mejor preparación. Es curioso que los plumillas que daban la razón a la plantilla y acusaban a Marcelo de "quemar" equipos no digan ni una palabra sobre el enfoque de Valverde. Al menos que yo sepa.

Más cosas: 96% de los socios apuntados al sorteo. Cuatro de cada cinco conseguirán entrada. Presiento que no todos la retirarán. Sospecho que en muchos casos habrá varios carnets diferentes movilizados para unas mismas personas; y francamente: creo que la tomadura de pelo de la sede va a influir y que hay menos ambiente viajero que en finales anteriores. También me llega de algunos mentideros que muchos de los que más se están moviendo para conseguir entradas son gente más interesada en la chufla que en el fútbol.

viernes, 17 de abril de 2015

Athletic Club - Getafe C.F.


No sé vosotros, pero yo no me termino de creer lo de el objetivo del 7º puesto. Para mí, desde que la última racha buena de partidos ganados nos hizo decir adiós al fantasma del descenso, todo gira alrededor de la final.

Hay que reconocer que, al menos para mí, esta temporada está siendo rara de narices. No recuerdo semejante tobogán de sensaciones.

Empezamos con la ilusión desbocada: en Champions y con la confianza que nos daba el temporadón que hicimos el año pasado.

Le eliminamos al Nápoles y la ilusión se convirtió en euforia. Con una lectura algo superficial: nos facilitaron mucho la tarea con fallos defensivos impropios de un equipo de ese nivel, y encima italiano.

Luego vinieron las primeras rebajas: inicio decepcionante en la liga.

Más tarde la cruda realidad de lo que es la Champions: se nos atraganta el Shaktar. De nuevo hicimos una lectura superficial: el empate, más que el fracaso que se percibió, fue un resultado digno frente a un rival más duro que lo que nos habíamos imaginado desde nuestra arrogante ignorancia.

Continuó la mediocridad liguera. Pero aunque algo mosqueados, no nos habíamos desencantado del todo: al fin y al cabo podíamos estar pagando el desgaste de tres competiciones y quedaba mucho por delante en liga y Champions, sobre todo en esta última: estábamos en un grupo asequible.

Pero entonces llegó el que considero el punto más bajo de toda la temporada: el esperpento perpetrado en Borisov. Y a partir de ahí la depresión total dentro y fuera del vestuario.

No voy a torturaros con los detalles. Ya sabéis que nunca fuimos capaces de remontar lo de Borisov en la Champions, y que en la liga hemos alternado rachas con números de descenso con otras más lustrosas, incluida una de equipo de lujo, provocando ese tobogán de sensaciones al que aludía, sensaciones que han incluido el miedo de volver a los dos llamados años pese a que veíamos que tenemos plantilla para otra cosa, si; pero también que con rachas de 2 puntos sobre 21... El fantasma del Atlético de Hasselbaink ha estado planeando sobre nosotros: tampoco ellos tenían plantilla para bajar, pero eso no cuenta cundo no se suman puntos.

Todo ello superpuesto con la copa, en la que un sorteo favorable y unos partidos clave jugados a buen nivel nos han llevado a la final.

Y vuelta al tobogán: le ganamos al Madrid y uno trata de mentalizarse de cara a la final de que esta vez igual es posible, que a la tercera puede ser la vencida... y ¡zas! La primera en toda la boca. No lo voy a ocultar: el golazo que nos han metido en los despachos me ha hecho perder casi toda la ilusión.

Por no hablar de la lesión de Muniain.

Lo que me lleva a la última sensación extraña de esta extraña temporada: estoy como ido de la liga, distraído con una final... que no solo no me ilusiona, sino que me produce amargura y enfado cada vez que recuerdo como se ha gestado lo de su sede.

Pero nada esto ha influido en el prolongado estado de abandono en el que he tenido el blog: ha sido el trabajo.

Pero hoy que puedo, aprovecho para castigaros con esta especie de terapia que me ha supuesto este rollo.

¡Ah! Y mañana a las 22:00 en San Mamés, recibimos al Getafe. Arbitra Mateu Lahoz.

¡Sigan, sigan!


jueves, 9 de abril de 2015

Jornada 30: Athletic - Valencia


¿Saben ese que dice que cuando ves a un budista tibetano en una escalera no sabes si sube (yin) o si baja (yang)? Discúlpenme, es un chiste taoista. Malo, pero un chiste al fin y al cabo. Eso sí, indicativo de lo mal que se encuentra uno y de lo mucho que necesita, urgentemente, un descanso. No sé si es la astenia primaveral o si es que ya van, nada menos, cuarenta y siete partidos oficiales en lo que va de temporada. Lo cierto es que me encuentro cansado, muy cansado, y el número cuarenta y ocho (esta noche, a las 20:00 horas en San Mamés, Athletic – Valencia) creo que me viene demasiado grande como para hacer un comentario mínimamente aceptable, dado el nivel exigente de este elegante local.

La prolongada desaparición del Almirante, de quien se rumorea que está en su castillo-fortaleza de los montes guriezanos entregado a la redacción de su obra cimera, Aquel gol de Uriarte...”, y la repentina ausencia del Cónsul, enfrascado en la elaboración del esperadísimo catálogo de lencería para el próximo verano, ha sumido al Ambigú en un enorme vacío de poder. Más aún si tenemos en cuenta que el orden y la seguridad dentro del garito corren el peligro de salirse de madre en cualquier momento por la ausencia temporal del General, atareado como está en diseñar una ambiciosa operación para tomar Barcelona a sangre y fuego, así como en organizar el subsiguiente traslado de un voluminoso contingente de culés a los correspondientes centros de reeducación. Total, que la autoridad competente, la superioridad, no ha encontrado nada mejor que a un servidor para que se haga cargo de la guarda y custodia de la tortilla verdusca (que tanto queremos y respetamos... Por eso no la hincamos el diente) y demás género de dudosa salubridad que hay en el tugurio. El problema es que, como ya les he comentado antes, esta temporada, más larga que un día sin pan, está empezando a pesarme en los dedos, que caen a plomo y cada vez con menos agilidad y destreza sobre el teclado. Y lo que es peor, si físicamente uno está pidiendo la hora, ni les cuento cómo tengo el cacumen: un batiburrillo de ideas deshilachadas que no soy capaz de poner en orden.

En estas penosas circunstancias, ¿qué decir, pues, del partido que hoy afronta el Athletic? Poca cosa que contarles a ustedes se me había ocurrido hasta que observé que sobre una de las mesas del local reposaba un cartapacio que alguien debía haberse dejado olvidado. En su interior un informe, clasificado como confidencial, escrito en italiano y firmado por el Coronel Contini, jefe de Inteligencia y Operaciones Especiales en la zona norte de la Gi-20. En dicho informe un escueto pero acertado resumen de las claves del partido de esta noche en San Mamés:
Hoy toca un partido duro contra el Valencia, un rival de parecidas características al Sevilla. No se nos suele dar bien últimamente, es un bloque rocoso con gente rápida y vertical adelante. Pueden notar las ausencias, Parejo, Gayá o Enzo Pérez, pero creo que tiene suficiente banquillo para suplirlas con las debidas garantías, aunque la de Parejo es importante.

Ganar significa pelear de lleno por la séptima plaza, perder nos deja en un limbo junto a varios equipos. Espero que se sepa solucionar la ausencia de Muniain en lo futbolístico y en lo anímico, hay que saber sobreponerse a ello.

A por la victoria.

Post scriptum: Mucho ánimo a Iker Muniain y nuestros mejores deseos para que tenga una buena (ya que, desafortunadamente, no va a ser rápida) recuperación de su grave lesión.