Durante la recta final del verano he estado leyendo la novela "Aquella Edad Inolvidable" del bilbaíno afincado en Getxo Ramiro Pinilla, escritor fallecido en 2014.
Esta obra que acabo de leer, y que os quiero comentar en esta entrada, seguramente no llega al nivel de lo mejor de su obra (excelente "Las Ciegas Hormigas", ganadora del Nadal), pero me ha parecido una buena muestra del excelente oficio de escritor de Pinilla y además tiene un factor añadido que hace que me parezca muy pertinente dedicarle una entrada en este blog: el protagonismo que el Athletic tiene en la obra.
Llegado a este punto, normalmente me enfrentaría al problema de cómo interesaros en el libro sin destripároslo (eso que ahora se llama hacer "spoilers") pero Pinilla viene en mi auxilio: en la primera página él mismo ya adelanta lo suficiente del argumento como para que no tenga que andarme con muchos remilgos en ese sentido.
Así que al grano: lo más importante de la novela es que es buena. O eso me ha parecido a mí.
Pero es que además lo que cuenta es la historia de Souto Menaya, jugador nacido en el barrio getxotarra de San Baskardo (el nombre que Pinilla da a Andra Mari en su peculiar geografía de Getxo), que tras jugar sucesivamente en el Getxo y el Arenas, ve como una oferta del Athletic le saca del andamio. De ahí a la gloria efímera... y de esta a convertirse en un juguete roto.
La trayectoria vital de Souto, y los avatares de su historia de amor con la lecherita que reparte la leche a su familia se entremezclan con lo que representa el Athletic en la sociedad de la posguerra en general y en el drama de la vida de Souto en particular; un Souto que verá su fidelidad tentada por un curioso mensajero del mal...
También es interesante la evocación de la educación que muchos hemos recibido de críos por parte de nuestros athleticzales progenitores y por el recuerdo imborrable que guardamos de la emoción con la que fuimos por primera vez a San Mamés de la mano de nuestros aitas.
A este respecto, os dejo con una reflexión de Cecilio: el padre de Souto:
"—En este mundo hay que tener algo grande por encima de nuestras cabezas. Unos tienen a Dios y otros al Athletic. Otros tienen a los dos, y nunca lo he entendido."
Yo, que sí lo entiendo, os lo repito: me parece una lectura recomendable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Este libro lo he tenido alguna vez en el punto de mira, pero no me he decidido.
Acertada o desacertadamente, tengo catalogado a Ramiro Pinilla como "escritor costumbrista". Soy así: algún criterio hay que utilizar para discriminar ante la gigantesca oferta literaria que hay y el mío es el prejuicio. Tengo muchos prejuicios, por decir algunos: novelas históricas publicadas en los quince últimos años, serie noir escandinava, premios Planeta, en general casi todos los demás premios, ..., literatura costumbrista.
El hecho de aparecer la palabra Athletic me ha hecho dudar alguna vez, pero siempre me ha dado mucha pereza abrir el melón de los libros de este señor que me suelen dar la impresión de que me van a aburrir un poco.
Apunto la recomendación y lo incluyo en la lista de futuribles (que no es pequeña).
¿No ha pensado Montoro en poner una supertasa a la publicación de libros? Así, las editoriales podrían tomarse un par de años de moratoria y a los mortales nos dejarían ponernos mínimamente al día. Ya acumulo una pequeña montaña preparada para leer y que lejos de reducirse sigue creciendo.
Evidentemente, Maestro, si no fuera por el Athletic no lo hubiera recomendado aquí. Pero entre que tiene esa temática y que está bien escrito (insisto: sin ser una de las mejores obras del autor) creo que era de cajón recomendarlo a los lectores del Ambigú.
La pega que le pongo al libro, como a todos los que he leído de este autor escritos sin la rémora de la censura, es que su comprensible antifranquismo emerge de una manera que a menudo resulta forzada e incluso poco creíble, en lo que respecta a algunos diálogos.
Mucho más rotunda y brillante es la crítica al franquismo de "Las Ciegas Hormigas", escrita en los sesenta. No será explícita, pero precisamente por eso es mejor.
Con esto me pasa como con el cine: "El Verdugo", o "Plácido", rodadas en pleno franquismo, me resultan mucho más valiosas como crítica al régimen que esas películas que tanto abundaron posteriormente en las que la crítica resulta mucho más obvia, maniquea y de trazo grueso.
Por otra parte, la visión que da de la directiva del Athletic de la época no sé si se ajusta a la realidad histórica. Me temo que en eso se toma ciertas licencias.
Apuntada queda la recomendación... No caerá en saco roto.
Sobre el Athletic queda mucho por escribir, tanto en ficción como en no ficción.
Respecto a lo segundo, y al hilo de lo que comentas de la visión de la directiva, a mí me resultaría interesante un par de cosas al respecto.
Una, ver cómo ha sido la evolución de las juntas directivas del club desde que se fundó hasta hoy en día. Así, a botepronto, yo creo que sería un buen estudio de la evolución de la sociedad en estos ciento y, casi, dos decadas de historia.
La otra es la sensación que tengo de que en el Athletic se ha obrado tradicionalmente una especie de milagro de los panes y los peces futbolístico. Quizás haya una visión, o eso me parece a mí, algo distorsionada de la "grandeza" del club. Efectivamente, deportiva (y diría que socialmente) ha sido muy grande o bastante grande, pero, paradójicamente, hasta hace cuatro días su estructura económico-financiera y organizativa (valga la expresión: el Athletic como "empresa") ha sido tirando a pequeña. Vamos, que esa imagen de un Athletic donde se ataban los perros con longanizas tampoco es que fuera cierta. Y esto estaría bien que alguien lo plasmara en un libro, bien documentado y redactado.
Tengo el libro en la estantería, sin tocar, desde hace dos años.
Al final vais a conseguir que lea y hacer de mí un hombre de provecho.
Publicar un comentario