martes, 16 de febrero de 2010

Seis Naciones: Jornada de sorpresas


¿O debo decir casi sorpresas?

La verdad es que la segunda jornada del seis naciones no deparó ninguna sorpresa espectacular, pero no por ello los tres partidos dejaron de ser soprendentes.

No es una sorpresa que Francia le gane a Irlanda en París, pero no deja de extrañar que el vigente campeón reciba un baño 33-10 ante la Francia en continúo proceso de reinvención de Lievremont.

No es una sorpresa que Inglaterra gane en Roma, pero sí que a los de la rosa les faltara poco para pedir la hora (12-17). Algo tuvieron que ver los fallos a palos de Wilkinson. Un par de ellos, soprendentes en cualquier jugador de élite, pero increíbles en él, el hombre que nunca falla.

No es una sorpresa que Gales le gane a Escocia, pero sí que los del cardo dieran la cara de forma inesperada, y que a falta de cuatro minutos ganaran por 10 puntos a los dragones. Aunque Shane Willians y Halfpeny consiguieran la espectacular remontada final (31-24), los escoceses mostraron una cara mejor que en el partido inaugural contra Francia. ¿Será que Bogart, en su busqueda de la flor de Escocia, está "caliente"? Aunque hablo de oídas: aún no he visto ese partido. (Espero verlo mañana por la tarde)

De Flannery a Harrinordoquy

Apasionante la discusión sobre la actuación del Athletic en Villareal. Me refiero a si somos o no unos membrillos, o tontos, o damos la leña a destiempo.

Si yo fuera irlandés, supongo que tendría un debate similar en estos momentos.

Y es que nada hacia presagiar la debacle verde cuando ocurrió una jugada (dos, más bien) que se me antojan decisivas.

Los irlandeses no dominaban el partido. Pero tampoco estaban incómodos. Su delantera dominaba la touche y el partido parecía equilibrado.

Pero una tontería de Healey le costó la amarilla y tres puntos -Francia transformó el correspondiente golpe- Irlanda con uno menos y por debajo. Y pocos instantes después, un zumbado Flannery que le mete un viaje sin sentido y de los que se ven a mil kilómetros a un jugador francés. El árbitro le perdona la amarilla (hubiera dejado a Irlanda con trece y eso le pesó demasiado) pero da la vuelta a la jugada: lo que iba a ser un golpe a favor de Irlanda se convierte en golpe para los franceses. La jugada posterior culmina en el primer ensayo francés.

A partir de ahí, los irlandeses no supieron reaccionar ante una crecida Francia que lo bordó en algunas fases del partido.

Decía la semana pasada que me quedé sin poder evaluar a los franceses en Edimburgo. El sábado sí lo hice. No solo los tres cuartos (muy bueno el polémico Bastareud) sino hasta la delantera hizo un gran partido.

Y hablando de delantera, ya que este blog es vasco, quiero dedicar unas líneas a Imanol Harrinordoquy. El tercera línea vasco de los Bleus está que se sale. No solo por el juego, sino por la personalidad. ¿Me equivoco al intuir que es uno de los líderes, puede incluso que el principal, del quince del gallo en estos momentos? Lo cierto es que le he visto excepcional en los dos partidos.


Imanol en acción

Desconocida Inglaterra, desconocido Wilkinson

Sorprendente. El collague multinacional de Italia le plantó cara a Inglaterra. Los ingleses, al ganar a Gales en la primera jornada, habían presentado su candidatura con fuerza. Por eso lo del domingo resultó un chasco.

¿Exceso de confianza ante un rival menor? Puede. Pero no me sirve de disculpa. Los de la rosa fueron a remolque en el marcador buena parte del partido. Tal vez si Wilkinson hubiera estado más seguro, la ventaja inglesa, al lograrse antes, hubiera desmotivado a los italianos y hubiéramos visto otro partido, pero lo cierto es que el encuentro tuvo una intensidad, un equilibrio y una emoción que ni se sospechaba a priori.

Independientemente del mal día inglés, es evidente que el dinero que de forma abundante está entrando en el rugby italiano por mor de la ampliación a seis de lo que era un club de cinco, se está traduciendo en una mejora constante del nivel de los azzuri. Poderoso caballero ...

Mención aparte para lo que puede ser solo una impresión personal, pero no me resisto a comentar.

Los ingleses no tienen un himno oficial específico para el Rugby. Cantan el "Dios Salve a la Reina" y tan felices.

Pero tienen un himno oficioso que canta la afición: el "Swing Low, Sweet Charriot". Uno recuerda que antes cantar eso no era cualquier cosa. Los jugadores se lo tenían que ganar. Y es que se cantaba, más que para animar, para premiar el buen juego inglés. Era un refrendo de la grada a una exhibición en el campo.

¿Soy el único al que le pareció patético que ese himno se cantara en Roma por conseguir una paupérrima ventaja sobre Italia en un partido como el del domingo? A mí me dió lástima.


El tercer tiempo

Si el otro día recordaba las andanzas neozelandesas de Bastareud, hoy toca hablar del delantero galés Andy Powell.

Pego del Marca digital:

Andy Powell, jugador titular de las selección de Gales, celebró a lo grande el dramático triunfo de su selección frente a Escocia en el VI Naciones.

Al delantero de 1,93 m. y 115 kg., conocido popularmente como 'El Descerebrado', no se le ocurrió otra cosa que robar un carrito de los que se utilizan en los campos de golf para conducirlo durante unos kilómetros por la vía de servicio de una autopista.

Su Federación ha decidido excluirle del Seis Naciones por su comportamiento, a pesar de haber sido titular en los dos primeros encuentros.

Según la prensa británica al acabar el partido Powell, que milita en los Cardiff Blues, regó su particular tercer tiempo con vodka junto a sus compañeros Jamie Roberts y Tom Shanklin en un bar.

Abandonó el local bien entrada la madrugada, momento en el que se le ocurrió la disparatada idea de meterse en la carretera con el carrito de golf que robó de un campo cercano. Como no podía ser de otra manera, fue detenido por la Policía. Según los agentes el jugador pidió perdón por su comportamiento.

Sin embargo, el arrepentimiento espontáneo no le ha librado de una contundente sanción por parte de su Federación, que ha decidido excluirle de lo que resta del Seis Naciones, a pesar de que ha participado como titular en los dos primeros partidos del mítico torneo.

Curioso.

No puedo por menos de acordarme de cierta leyenda local. Más concretamente de la que le valió a un jugador del Getxo el apelativo de "semáforo"

Como me dijo un amigo inglés al que le conté la historia del jugador getxotarra, "Los jugadores de Rugby son iguales en todas partes"

El hecho de que le vayan a sancionar a Powell por mantener las tradiciones me reafirma en mi temor: el profesionalismo está matando el alma de este deporte.

P.S. ¿Alguien sabe si la leyenda urbana sobre "semáforo" es cierta? No quiero contarla sin contrastar las fuentes, que luego Rote se me enfada: "¿Estabas allí Cinci? ¿Lo viste tú? ¿Sabes a ciencia cierta que era un semáforo lo que llevó al hombro desde Getxo hasta Erandio? ¿Seguro que había bebido?"

2 comentarios:

Kroma dijo...

Jodé con Imanol el "angelito". Este de pequeño se cayó en una marmita de intxaursaltsa fijo....

Cincinato dijo...

Ayer ví el Gales-Escocia.

Quiero felicitar a los seguidores de Escocia por el magnífico partido que hicieron los del cardo.

Lástima que les pudieran los nervios y no supieran gestionar la ventaja en los cinco últimos minutos, cediendo dos "sin bin" que a la postre les hicieron perder el partido.

A falta de que algún experto aparezca por aquí, me atrevo a apuntar que esas tarjetas amarillas estuvieron motivadas por el miedo a perder. Que no se lo acababan de creer, vamos.

En cuanto a Gales, como seguidor suyo solo puedo mandarles a tomar por donde amargan los pepinos.

Después de tirar el partido en Twickenham por meterse tarde en el partido, se podría esperar que hubieran aprendido la lección, pero no. Volvieron a confiarlo todo a una reacción tardía y les salió bien de chiripa.

Con el rugby que atesoran esos jugadores, creo que habría que exigirles que jueguen los 80 minutos.

Aunque con ello no quiero quitar un gramo de mérito a Escocia. Si siguen esa línea ascendente, la Calcuta Cup, que este año se juega en Murrayfield, puede ser divertida.

Este fin de semana la competición descansa para volver el último fin de semana de febrero. Jornada muy interesante, con dos enfrentamientos entre los cuatro teóricamente mejores, y un duelo en Roma en el que Escocia e Italia lucharán para evitar la cuchara de madera y para confirmar las buenas sensaciones que han dejado en sus partidos de la semana pasada, pese a las derrotas.

El calendario es:

Viernes 26 a las 20,00: Gales - Francia.

Sábado 27 a las 14,30: Italia - Escocia.

Sábado 27 a las 16,00: Inglaterra - Irlanda.