Athletic-Barça: Recuerdos

Tres eran tres las hijas de Elena ...

Tres son también los equipos que han permanecido siempre en primera. El resto, incluso los más reputados (Valencia, At. Madrid, Betis, Sevilla, Arenas ...) han conocido el fuego del infierno.

Eso hace que no sea una exageración decir que la liga española es un carrusel de encuentros entre equipos variables que van y vienen pero que gira alrededor de seis partidos que se repiten obstinadamente año tras año: los enfrentamientos entre esos tres equipos.

Mañana se celebra uno de esos enfrentamientos que a priori se presenta desigual: uno de los mejores Barças de la historia frente a un Athletic, digamos mediocre. Y lo que es peor: con poco carácter (no vamos a repetir ahora lo de las lamentables declaraciones de nuestros cracks)

Eso explica que en vez de venir con toda la artillería, como sería lo lógico viendo el historial de estos enfrentamientos, Guardiola esté pensando en reservar elementos para la champions.

Bien. Ya veremos qué pasa mañana.

Pero ayer algunos visitantes de este blog se pusieron a evocar recuerdos. Yo tengo una memoria mala para lo fundamental e inexistente para los detalles (por ejemplo: recuerdo vagamente que en mi juventud votaba al PNV pero no recuerdo por qué lo hacía), y como no me quiero pasar la mañana en el google para paliar mis carencias, me lanzo a la piscina y voy a evocar algunos recuerdos que asocio a los Athletic-Barça, aunque no todos sean de liga: ya me corregiréis vosotros en lo que me equivoque.

El primer recuerdo familiar -de mi aita, que no mío- es el de un portero que se retiraba llorando de San Mamés, a duras penas consolado por los jugadores rojiblancos que acababan de meterle doce goles. Y es que hay gente que no aguanta una broma.

Mi primer recuerdo propio es en blanco y negro en el salón de mi casa. Un amigo había venido a jugar a casa con el Exin Castillos o algo por el estilo. Pero interrumpimos nuestro juego porque en TVE daban el Athletic-Barça. No recuerdo nada del juego en sí: solo que en un momento dado el ahora Presidente de la Real Federación Española de Fútbol le pegó un puñetazo al actual seleccionador de Catalunya. Mi amigo y yo, poco dados a sutilezas en aquella época, salimos por el pasillo dando saltos de alegría celebrando lo que considerábamos una jugada genial. Luego al sentarnos ya nos enfriamos al ver que el árbitro, en una interpretación poco imaginativa del reglamento, expulsaba a nuestro héroe. Pero reaccionamos pronto: al fin y al cabo, los de negro siempre nos han tenido manía, como creen los hinchas de todos los equipos del mundo, incluso -asombraos- los del Madrid.

Cuando mi cabreadísimo aita volvió de San Mamés tuve ocasión de comprobar que no era solo el árbitro: tampoco mi padre apreciaba el valor del arte del Marqués de Queensberry aplicado al fútbol.

Me prometí recapacitar y aprender.

Tal vez lo conseguí, porque mi siguiente recuerdo me cogió mejor preparado: cuartos de final de la UEFA 1977. En la ida en San Mamés el Athletic ganó 2-1. Es uno de los partidos que mejor recuerdo de uno de los mejores Athletic que he visto. Aquel centro del campo con Villar, Irureta y Churruca valía su peso en oro, e incluso creo que era superior al De Andrés, Gallego (Sola) y Urtubi de los 80. Fue una maravilla de partido frente a un Barça de lujo. La vuelta: 2-2 y el resto de la historia ya la sabéis.

Luego viene la épica de las temporadas de la primera mitad de los 80. La lesión de Schuster en San Mamés, aquellos enfrentamientos contra el propio Schuster y Maradona, acompañados de Migueli, Carrasco, Marcos, el cerdo de Clos ... Liga, Copa, Supercopa, Copa de la Liga ... Fueron años intensos, con grandes triunfos y algunos sinsabores, como el atraco de García de Loza (creo) en una eliminatoria de copa.

Aunque la mención especial la merece la final del 84, por supuesto. A pesar de que el impresentable de Maradona empañara el final.

¡¡¡¡¡ Goooooool de Endika !!!!!

El siguiente recuerdo es Stoichov corriendo como si fuera Carl Lewis en un Barça que, lisa y llanamente nos pasó por encima. No fue el 12-1 de mi aita, pero para ser fuera de casa hay que reconocer que aquel 0-6 no estuvo mal (hablo desde el punto de vista blaugrana)

Luego nos acercamos a estos tristes años en los que los culés vienen a Bilbao como si fueran a Fitero: a un balneario. Ante un público mixto, por mor de los medios días del club televisados, unos jugadores que tiemblan de la emoción de verles de cerca, una legión de papanatas agolpados en el aeropuerto y en el hotel para ver pasar a sus ídolos (imagen inédita en Bilbao para Barça y Madrid hasta hace relativamente pocos años) y todo lo demás ... Triste, para los que hemos conocido la época en la que Schuster decía que venir a Bilbao era como ir a la guerra de Corea, como recordaba el otro día un forero.

Más recientemente tenemos el recuerdo de la final de Valencia (prefiero no recordar esa Supercopa jugada sin ninguna convicción) pero ya nos extendimos analizándola (La final según Tao - La otra crónica)

En fín. Las últimas veces que ganamos al Barça tanto en San Mamés como en el Camp Nou empiezan a estar lejos. A ver si Nuestra Señora de Begoña se comunica con su advocación de Kazán (icono muy venerado en Rusia) y nos muestra el camino de la victoria, que viendo el espíritu con el parece que afrontamos el partido -temor en el vestuario, absentismo en las gradas- creo que hará falta un milagro, aunque el de Santpedor reserve parte de su impresionante parque de artillería.