viernes, 21 de marzo de 2008

"He is God, Le God!!"


Southampton es una ciudad nada turística. Recuerda a ese Bilbao de los años setenta, gris, triste y con cierto aire melancólico. Francamente, no hay mucho que ver en Southampton. Pero curiosamente es el lugar donde desde hace años Dios, quizás mejor decir “Le God”, decidió instalarse. Quizás es por eso que en las entradas de la ciudad uno puede leer ese curioso cartel que dice “Welcome to Southampton, you´re entering the country from Le God”.

¿Tan religiosos son los doscientos mil habitantes de esa ciudad?. Sí, sin duda, si tenemos en cuenta que en la ciudad desde la que zarpó el Titanic, el título honorífico de “Dios de Southampton” es para un futbolista, de apellido Le Tissier, de nombre Matt. Poder decir “Me llamo Le Tissier...Matt Le Tissier” es en esta ciudad más interesante que espetar “me llamo Bond, James Bond” junto a una rubia imponente en el Casino Royale.

Matt nunca jugó en San Mamés a pesar de jugar siempre de rojiblanco. Desde luego nunca cumplió con la letra de la filosofía zurigorri y, sin embargo, estoy por decir que siempre cumplió, a rajatabla, con su espíritu, al menos, con una buena parte de él.

Nacido en una isla situada en el Canal de la Mancha este hombre alto, de aspecto desgarbado; tenía pinta de cualquier cosa menos de jugador de fútbol. Y, sin embargo, fue uno de los mejores centrocampistas que poblaron los campos de la Reina en la década de los 90. Amigos zurigorris, yo tuve oportunidad de verlo jugar con cierta asiduidad gracias a Canal+, y lo cierto es que impresionaba.

Matt era un centrocampista de una clase excepcional y quizás con el mejor chut que yo haya visto nunca. Un jugador enorme en el disparo, en el regate, en los controles y un asiduo a la hora de marcar goles antológicos. Vaselinas, voleas y libres directos a la escuadra formaban parte de su habitual arsenal.

Como nadie es perfecto, ni siquiera dios, en su “debe” hay que anotar su indolencia, su tendencia a engordar, su debilidad defensiva, un cierta apariencia de lentitud (falsa lentitud añadiría yo), su repulsa hacia el balón dividido y, dicen algunos, a los entrenamientos ricos, ricos y con fundamento. Por eso fue un Dios en Southampton y un tipo sospechoso fuera de allí.

Con todo, un jugador “diferente”, de calidad superlativa, capaz de andar sobre el césped durante todo un partido y de hacer un par de goles en el descuento. Cuando armaba la pierna derecha para realizar un pase de 40 metros tenía la precisión del bisturí de un cirujano. Provocaba, en la misma proporción, el asombro del público y el terror en los rivales. Verle levantar la cabeza con el balón controlado cerca del área era su único aviso; al segundo siguiente estabas muerto: un misil teledirigido se incrustaría en cualquiera de las dos escuadras.


Y aunque no haya sido muy conocido, como dicen en Southampton, Dios bajó a la tierra para jugar al fútbol en un modesto, vistiendo camiseta rojiblanca, pantalón negro y llevando el 7 a la espalda. Fueron muchos sábados regalando milagros a su parroquia. Una tarde ganaba, casi él solo al United.

Otras veces salvaba a su equipo del descenso con un gol antológico, como aquella vez que le llegó un balón suelto en medio campo. Matt estaba mal colocado para recibirla, gira sobre sí mismo y controla de espuela para bajar la pelota al verde. Primera ovación y primer rugido del estadio. Le Tissier avanza con la pelota controlada, encara a un defensa y le supera con un toque sutil y dulce, eludiéndole por un costado. Segunda ovación y segundo rugido en su honor. Prosigue su carrera hacia el área,... un central le sale al paso y, cuando la pelota da el siguiente bote, se inventa un sombrero que deja roto al central. Tercera ovación y tercer rugido de The Dell para su héroe. Finalmente, Matt aguarda a que baje la pelota mientras observa cómo el portero rival intenta tapar el ángulo,... espera una décima de segundo y coloca su pie derecho para golpear la pelota, de una manera suave y delicada junto al otro poste. Un milagro más. (Si el Almirante encontrara algo de esto en youtube….)

Este próximo lunes se celebra un aniversario singular. Se cumplen 15 años del día en que Matt falló el único penalti de su carrera. En un partido de la First Division, Le God, no pudo superar al meta del Nottingham Forest, Mark Crossley. La única prueba existente de que Le Tissier era humano. Nunca antes y nunca después fallaría otro penalti. Lanzó 50 en su carrera y marcó 49.

Sin embargo lo que a un zurigorri como yo más le emociona de Matt no es su fútbol exquisito... es su exquisita fidelidad al único Club de su vida: el Southampton F.C. Un equipo acostumbrado cada año más a luchar por evitar el descenso que a optar por miras más altas. Un Club con un presupuesto terriblemente reducido de forma que cuando un jugador destacaba, como Shearer, antes o después, terminaba aceptando un contrato para defender clubes más poderosos en lo económico y en lo deportivo.

Él no,... nunca llegó a plantearse que podría vivir mejor fuera del demacrado y viejo estadio de The Dell, y lo hizo de una manera que no deja lugar a las dudas.

Nottingham Forest, Arsenal, Tottenham o Liverpool lo quisieron en algún momento. Fuera de Inglaterra, Lazio, Marsella y Atlético de Madrid preguntaron por él. Siempre recibían la misma respuesta. Le Tissier nunca les devolvía la llamada. Cuando los periodistas le preguntaban por esas ofertas, él solía responder:

- “Es fácil jugar en el Manchester United o en el Liverpool… yo prefiero jugar al borde del abismo, con presión, sacando a un equipo de bajar a Segunda. Jugar en los mejores clubes es un reto bonito, pero hay un reto mucho más difícil, jugar contra los grandes y ganarles. Yo me dedico a eso”...

A comienzos de los noventa, según confesó Ekelund, su mejor amigo y compañero, el Chelsea decidió poner toda la carne en el asador para llevarse a “le God” a Londres y estaba dispuesto a pagar lo que hiciera falta para convencer a Matt,... pero Le Tissier jamás llegó a negociar.

Ekelund lo cuenta así:

- “Antes de un partido en casa, Matt me comentó que el Chelsea le había hecho una oferta de tanto, tanto dinero, que la vida de los hijos de sus hijos estaría resuelta. Luego se calzó las botas, se puso la camiseta con el siete a la espalda, y me dijo que él no valía todo ese dinero. Aquel día ganamos, Matt marcó un golazo, se duchó y se fue a casa. Nunca devolvió la llamada al Chelsea.”

Para mí, esto me parece excepcional,... nunca devolvió la llamada,... nunca exigió mejoras en su contrato como resultado de esas ofertas.

!Cómo no iban a recibir en su estadio su salida al campo al grito unánime de!:

- “He is God, Matt le God”!.

Esa resistencia a la tentación, ese orgullo por su camiseta, esa persistente idea de ser el estandarte de un equipo pobre, consiguió que Le Tissier no sólo fuera considerado el mejor jugador de la historia del Club, sino que se ganó el primer lugar del escalafón entre todo el santoral de mitos sagrados de la historia del Southampton. Quince temporadas, más de quinientos partidos jugados, más de doscientos goles marcados.

Matt le Tissier: ¿una especie de Robin Hood del fútbol con el 7 a la espalda?... ¿Un idealista?... ¿Un ignorante?…

Quizás nunca lo sepamos.... !eso sí!: indudable su fidelidad y respeto a unos colores.

Sigo pensando que el fútbol se alimenta de sus mitos mucho más que de las victorias, aunque a veces coincidan.

Thanks, Le God!!



P.S.: Adaptación al entorno zurigorri de un artículo publicado por el periodista Rubén Uría.

14 comentarios:

Pistongorri dijo...

Ha sido todo un placer leerlo, mi General...

Quizás haya sido uno de los relatos de este Ambigú - llevamos ya mas de 200 entradas- que mas me ha emocionado...

Será otro placer ponerle "los santos", mi General...

Hay días que uno se alegra sobremanera de haber abierto la persiana de este local...

Pistongorri dijo...

Por cierto, mi General...

Aprovechandome de su amabilidad...

¿Ve Vd. algún paralelismo entre lo que hizo Le Tissier y algún ex-jugador nuestro?...

Mariosila80 dijo...

En lo futbolístico, mi Almirante, le veo avanzar haciendo esas cosas alos defensas y no puedo evitar acordarme de Manolo...

En lo otro, discúlpeme, pero hoy no tengo ganas de duelos....

Mariosila80 dijo...

Por cierto, enorme el video. Muchas gracias, Almirante, su videoteca, como su vino, es excelente!

Txabiri dijo...

¡¡Cuántos quisiéramos jugadores con esa forma de pensar para nuestro Athletic!!
Incluso, ¡cuántos hemos pensado durante muchos años que los jugadores nuestros estaban fabricados de esta pasta!
Pero al final, con el paso del tiempo, te das cuenta de que gran parte de aquello era totalmente falso.
Ojalá nos salga algún jugador que piense como él.

Y por favor...que nadie me diga que hace poco ha habido uno...por favor...

Mariosila80 dijo...

Matt colgó las botas en el 2002, con muchos problemas de espalda, una rodilla muy fastidiada y los tobillos machacados. Tenía 33 años y había dado toda una vida por su club.

Congratula, Aitor, saber que, sin necesidad de ninguna cláusula especial en su contrato, sigue trabajando en el Southampton como embajador del club. ¿Podía ser de otra forma?

euup dijo...

Excelente entrada, sí.

Y sobre a quién me ha recordado, decir... que el TOPZ me impide hablar sobre el tema... sobre todo porque las penas por incumplirlo son... horribles

Pistongorri dijo...

Mariosila dicit:

"Muchas gracias, Almirante, su videoteca, como su vino, es excelente!"

Insisto, mi General...

El placer es mío!...

Txabiri dijo...

Mariosila dice: "¿Podía ser de otra forma?"

No hace ni comentarlo, mi General.

Mariosila80 dijo...

Un último detalle de lo que este hombre significa para la afición de los Saints,tras su retirada, los fans del Southampton comercializaron un CDRom biográfico sobre ‘Le God’, con todos los detalles de su carrera.

Sus mejores goles, su biografía, sus comienzos, su familia y sus amigos. Lo compraron veinte mil seguidores, y tuvo tanto éxito, que a partir de 2006 decidieron que se pudiera descargar de manera gratuíta a través de Internet.

Anónimo dijo...

Un verdadero placer y una gran emoción es lo que he sentido al leer tu apasionado relato, mariosila; congratulations!

Esta claro que la sensibilidad de nosotras es inalcanzable para ellos...

Mariosila80 dijo...

Nowanda dice:

Esta claro que la sensibilidad de nosotras es inalcanzable para ellos...

Nowanda, Nowanda...dime...¿ya no es mágico el mundo?...tum tum tum.....mi corazon a veces pierde el ritmo....tum tum tum tum ....dime Nowanda..¿morira?.

Bueno, vale, ya me voy a la cama...

Rafael Ferrer dijo...

Buena entrada MarioSila80.

Da gusto ver que el ejemplo de Julen ha cundido fuera de nuestras fronteras y hasta ha habido ingleses que han copiado el estilo de nuestro sin par "8".

Jajajajajajajajajajaja.

Rafael Ferrer dijo...

Ahora en serio.

He disfrutado de esta historia, pero además me ha dado pena:

Pena de que en nuestro pasado reciente una historia que parecía en un momento dado que podría ser así, no lo haya sido.
Pena de que algunos se hayan lanzado a adorar incondicionalmente a alguien como si hubiera sido igual a este jugador, sin haberlo sido.
Pena de que haya gente que porque cierto jugador no haya llegado a estos extremos de santidad le consideren pecador hasta el punto de parecer que no le pueden reonocer nada positivo y hasta se irritan con cualquiera que lo haga.

En todo caso: gran historia y gran ejemplo. Gracias General.