martes, 4 de diciembre de 2007

Sin perdón (2ª parte)...

Muy probablemente los que habeis asistido al pase de Sin Perdón (1ª parte) hace semanas, y a la vista de las pruebas que se aportaban contra el presunto "culpable", habreis dado por lógica la primera condena por doping que falló el Juez de la Audiencia, allá por el 26 de noviembre de 2004, pese a esas diversas irregularidades comentadas en el transporte de la orina, la tardanza de 3 meses en la realización del ánálisis de la orina congelada y las discrepancias en las cifras que arrojaban los distintos análisis, aunque siempre con tasas superiores a 5 ng/ml de metabolitos...



Y es que hasta ese año de 2004, fecha en la que se produjo el auto del Juzgado corroborando la decisión del CSD, el Athletic basó fundamentalmente toda su defensa en la excesiva producción endógena - fisiológica- de NA del jugador en determinadas condiciones por una serie de anomalías fisiológicas.

Pero como ya hemos comentado antes, y aunque este era el argumento principal, paradójicamente el Athletic dilató el que el jugador fuese sometido a pruebas biológicas en un Centro homologado por el CSD, bajo supervisión médica, como ya se había hecho antes con otros deportistas que aducían lo mismo (un baloncestista y un ciclista creo) y que pudieron demostrar esa anomalía metabólica.



Lógicamente si era cierta la hipótesis que Gurpegui producía altas tasas de NA tras esfuerzo físico intenso, no habría habido mayor problema en que el jugador se encerrara en una habitación, controlando su nivel de NA orina nada mas entrar en el recinto, y tenerle días bajo vigilancia estrecha para evitar que ingiriese algo externo, y después someterle a esfuerzo físico al cabo de "equis" horas de estancia para así analizar la cifra de catabolitos de NA tanto en sangre como en orina antes de comenzar el test y un par de horas o tres después del esfuerzo intenso.

El Athletic, de forma sorprendente, adujo que era mejor hacerlo a final de temporada, y no en febrero del 2004 como quería el CSD, pese a la importancia de esa prueba para exculpar al jugador y ratificar su hipótesis de la producción endógena de NA.

Pero como ya he comentado antes, sospecho que en los servicios médicos del Club sabían que el cuerpo de Gurpegui no generaba niveles de metabolitos superiores a 2 ng/ml, ni aunque corriese una maratón escapando de la guadaña de Freddy Kruger. Recordemos que la inmensa mayoría de los individuos no supera cifras del rango de 0,01 ng/ml de metabolitos de la NA.

De hecho, en dos controles que se hicieron a Carlos tras los partidos del Bernabeú y de Mallorca, las cifras nunca superaron los 2 ng/ml. Pero es que hay más... ¿Acaso esa anomalía metabólica podría haber pasado despercibida a los servicios médicos del Club todos esos años?

Y en todo este maremagnum, dos personajes el Sr. Lizavetsky, que podría encajar en ese rol del pistolero Bob el Inglés que acude al pueblo al olor de la recompensa de las prostitutas, intentando sacar tajada de un asunto sucio para su propio beneficio. Y el inefable De la Morena, interpretado por ese periodista-escritor carroñero bajito y con gafas que viaja hasta Big Whisky en busca de un artículo sensacionalista de pistoleros que enviar a su periódico del Este, cuanto mas manchada las letras en sangre mejor...


Pero, de repente, en el año 2005, se produce un hallazgo científico que provoca un giro, a mi entender, espectacular en el asunto del doping de Gurpegui. Los científicos Ayotte et al., 2005 publican un trabajo de química analítica en el que se descubre la posible deuterización de los metabolitos de la NA en orinas catalogadas como "inestables", incrementandose sus niveles con el paso del tiempo (horas o días).

A partir de ese momento, la nueva defensa del Athletic apuntó ciega contra todo lo que se movía en el asunto, un poco al estilo del pistolero de Sin Perdón al verse en peligro, manteniendo su argumento de la producción endógena y argumentando, a la par, contra la fiabilidad del test de orina realizado en el Laboratorio CARID del CSD basándose en la aceptación por la AMA ese mismo año de esta posible degradación de la 19-NA en orinas inestables. Los científicos recomendaban que en orinas con tasas de metabolitos no superiores a 10 ng/ml (Gurpe dio valores máximos de 9,8 ng/ml), y muestren un elevado índice de concentración superior a 1020, turbidez y ratios de la ratio 19-NA/19-NE alterados es imprescindible que se haga en ellas un test previo de estabilidad de orina antes para aceptar o rechazar las cifras del análisis.

Recordemos que cuando se hizo el análisis de la orina de Anoeta (en diciembre de 2002) se desconocía científicamente esta variabilidad de la 19-NA en orinas inestables, por lo que no se hizo test de estabilidad alguno, pese a que la orina del contraanálisis de Gurpegui (el segundo frasco) sí que presentaba serias sospechas de serlo por la turbidez y el pH.

Por tanto, y si fuese hoy en día cuando llega el frasco del contranálisis de Gurpegui al Laboratorio, lógicamente se sometería la orina en esas condiciones a este test de inestabilidad antes de analizarla. Si el test de inestabilidad diese positivo no se podría dar por válida como doping en ninguna cifra de metabolitos de NA inferior a 10 ng/ml, por lo que nunca se habría podido realizar el necesario contraanálisis a Gurpegui y el caso, supongo yo, habría quedado sobreseído administrativamente.



Sin embargo, la Audiencia Nacional, el 26 de agosto de 2006, vuelve a fallar en contra del recurso del jugador sin admitir estos nuevos hallazgos científicos ni solicitar ayuda pericial médica alguna.


Y me pregunto yo ahora, a la vista de estos hechos:

¿Desde cuándo un Juez tiene conocimientos suficientes médicos o biológicos para decidir no admitir a trámite una prueba capilar o de estimulacón hormonal?

¿Cómo se puede discernir sin ser químico la trascendencia de un descubrimiento científico analítico relacionado estrechamente con el asunto que cuestiona la obtención de la prueba de cargo?...


Analicemos cronológicamente todas las negligencias que se han cometido en este caso:

1. - Traslado de la orina en una furgoneta no refrigerada (esto hoy en día no es posible)

2.- Los frascos de orina, metidos en una bolsa de plástico, no llegaron al Laboratorio hasta 36 horas después de su recogida, estando sometidos a cambios importantes de temperatura en el traslado, lo que pudo provocar una mayor degradación de la orina aparentemente inestable del frasco nº 2 utilizado para el contraanálisis.

3.- Retraso de 3 meses en la comunicación del positivo (ahora, desde el asunto Gurpegi, hay tan sólo un plazo 72 horas para comunicar al interesado cualquier anomalía). Ello impidió someter rápidamente a un nuevo análisis al jugador y saber si estábamos realmente ante un caso de ingesta aislada -y probablemente desconocida y casual- o se trataba de una administración prolongada y, por tanto, dopante.

4.- Dimisión de los 3 jueces deportivos del Comité de Competición que instruían inicialmente el caso por "injerencias externas", asunto que nadie quiso investigar ni explicar.

5.- Las cifras de los metabolitos en los 3 análisis válidos realizados (un cuarto análisis fue descartado por hidrólisis) arrojados en poco mas de un mes por el Laboratorio son bastante dispares entre sí, 5.3, 7.8 y 9.8 ng/ml, habiendo, por tanto, una oscilación de casi el 90% entre el valor más bajo y la tasa mas elevada de metabolitos de NA.

6.- Pese a estas cifras que ponen en entredicho la fiabilidad del método analítico aplicado, el Athletic nunca obtuvo los protocolos de los procedimientos del control antidopaje en Anoeta y del posterior análisis en el Laboratorio de Madrid, a pesar de haberlos requerido específicamente.

7.- Se borraron las cintas grabadas de las dos reuniones entre el CSD y representantes del Athletic en Madrid para debatir qué pruebas se debían realizar al jugador, aunque nunca se pusieron de acuerdo, pese a que el caso aún no estaba cerrado y que la grabación de las reuniones la había solictado precisamente el propio CSD.

8.- En una reorganización del Laboratorio, y pese a estar el asunto subiudice, éste pierde (se tira) el tercer frasco de orina que podría haber servido, a día de hoy, con los nuevos métodos analíticos existentes, para conocer a ciencia cierta si la NA en orina encontrada era de origen exógeno o endógeno, como ha pasado con la encontrada en Landis.

9.- El primer Juez de la Audiencia Nacional que estudió el caso, y dictó sentencia el 26 noviembre de 2004, nunca admitió a trámite ni las pruebas del Laboratorio de la Universidad de Extremadura en relación con hormonas de estimulación al jugador ni tampoco sopesó como prueba relevante el análisis capilar negativo del prestigioso Instituto Pasteur, pese a ser el Juez supuestamente un profano en materia sanitaria y no nombrarse ningún perito médico que asesorase al magistrado.


10.- Y lo mas grave para mí, dos años después, el 26 de agosto de 2006, el segundo Juez de la Audiencia Nacional, y que ratifica el auto del anterior, tampoco nunca consideró la posibilidad de esas alteraciones en la muestra de orina, descubiertas científicamente en el 2005, pese a que había datos sobrados de una situación de "inestabilidad" de la misma, y más aún sabiendo las inadecuadas condiciones en las que se transportó y conservó la muestra analizada.


Por todo ello considero que se ha producido una importante indefensión "médica" en el caso del doping de Carlos quien, por culpa de concatenados actos negligentes de la propia Administración, ha podido verse minuscabado en su capacidad de aportar pruebas biológicas que le exonerasen o pondrían muy en duda la fiabilidad de la prueba analítica practicada en diciembre de 2003.


Estimo pues que la Justicia ha actuado bastante ciegamente en este caso, al estilo implacable del Sheriff Little Bill Daget (Gene Hackman), buscando sólo argumentos culpabilizadores que justificasen las sentencias condenatorias anteriores, sin importarle demasiado la presunción de inocencia.

Gurpegui recurrió esta sentencia ante el Constitucional, alegando que se reconociese que, durante el proceso, se quebrantaron derechos fundamentales, - básicamente la denegación de pruebas-, lo cual le dejó en una situación de indefensión.

Parece ser que el Constitucional ha desestimado el recurso de amparo. A falta de conocer los fundamentos de derecho del nuevo dictamen, sorprendentemente, parece ser ya se ha filtrado a la prensa antes de que sea conocido por la parte interesada.

Una incongruencia mas de las numerosas habidas en este largo proceso. Sólo le quedaría el recurso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Dispone de seis meses para hacerlo a partir de que se le notifique oficialmente la postura del Constitucional.


Amigos espectadores, como colofón a este western, los hechos nos llevan a un final con cuatro desenlaces posibles:

PRIMERO.- Que GURPEGUI genere el metabolito 19-Norandrosterona de forma endógena, tal como argumentaban los servicios médicos del club bilbaíno.

SEGUNDO.- Que GURPEGUI haya ingerido nandrolona exógenamente sin ser consciente de ello, es decir, que un tercero (el médico, preparador, etc) le haya administrado dicho fármaco sin su conocimiento ni consentimiento.

TERCERO.- Que haya ingerido inocentemente algún alimento contaminado con la hormona o haya tomado algún producto energético que la llevara sin ponerlo en el prospecto.

CUARTO.- Que GURPEGUI se hubiera autodopado con nandrolona conscientemente o a través de los servicios médicos del Club de forma voluntaria.


Independientemente del verdadero desenlace, Gurpegui ha quedado en este asunto, como la prostituta del film,... con la cara marcada para siempre....



¿Y tú?,... si fueses guionista del western... ¿Con qué final te quedarías?....


Yo, a la vista de tantas injusticias, me quedo con la escena del video de abajo, que resulta además es la versión del Director (Clint Eastwood), donde, en una noche infernal, el pistolero William Munny, -que bien podría ser algún familiar del "condenado"-, indignado por la muerte de su amigo (Morgan Freeman)-, y actuando a la desesperada, entra en el ambigú-pocilga de aquel depravado pueblo llamado Big Whisky, y disparando "contra cualquier cosa que tuviera vida y se moviera", se carga a 5 hombres en una escena crepuscular de una enorme violencia...
.
Los diálogos son sublimes...


Os encantará!....




http://es.youtube.com/watch?v=_in9oR1CZzs (por si quereis descargarlo directo del youtube)

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de analizar todas las pruebas que has expuesto , y viendo el desarrollo de los acontecimientos, de los personajes implicados y de sus consecuencias , yo me apunto a la teoria de que esto ha sido una chapuza descomunal , por parte de CSD.
Como si Mortadelo y Filemón y su TIA , hubiesen sido los encargados de velar por todo el proceso.

Pienso que la denominada "operación puerto" (otra chapuza) va a ser la que determine en un futuro el devenir del caso Gurpegi, con este cumplida la totalidad de la condena por supuesto , gracias al intachable Lizabesky , adalid del juego limpio... por sus ansias de ser ministro.

Pero haciendo esta disquisición , creo que la defensa jurídica del jugador llevada por el Athletic , ha estado a la altura de la defensa deportiva que por estas épocas salía al terreno de juego.

Me consta que al club le ofrecieron una salida airosa para el jugador , por medio de intermediarios, uno de ellos un tio de Orbaiz , alto dirigente de la CAN, consistente en 6 meses de sanción, como los holandeses de Barca, si el club admitía que el jugador había tomado algo y despedía a Padilla , blanco último de todo este despropósito, en mi opinión , cosa que el club rechazó rotundamente y que ahora Macua haciendo un brindis al sol, ha realizado para congraciarse con alguien que podemos imaginar , a ver si hay suerte y se reduce la condena.

Pienso, que si de verdad Gurpegi es inocente , el club debería de haber llevado al jugador a un laboratorio independiente, contrastado mundialmente , con luz y taquígrafos , para demostrar su inocencia.
Landis después de ser pillado dijo eso de "cariño , no es lo que parece" , y se fué a USA , donde le hicieron pruebas de ADN, Capilares...etc , para demostrar que sí se habia dopado.
¿por que no a Gurpegi?

Elwood

Anónimo dijo...

Tenía ganas de leer esta segunda parte... y diría que ansiedad me genera disponer de la resolución del TC... si trabajara deprisa... digo en prisa...

No voy a redundar en todo lo que expones y que, acertadamente a mi juicio, deja con el culo al aire a la defensa del Athletic (diría que sólo me preocupa, que no es poco, por mi alma zurigorri pero no como ciudadano) y a la grosera actuación de las autoridades deportivas relacionadas con el caso y el seguidismo patético de los tribunales de excepción (qué sabio el ilustrado que propuso para el proceso el principio del juez natural) que lo han visto.

Si acaso, permíteme un alegato en favor del rigor en el procedimiento. Yo sé que a todo el mundo le interesa si Gurpegui tomó (consciente o inconscientemente) la dichosa nandrolona. A mí, como he explicado otras veces, me trae al pairo. Son tantas las aberraciones en el cómo se ha tratado el asunto que me importa un pimiento el qué del mismo. Y una pequeña muestra a favor de mi particular percepción de la realidad de este caso radica en lo que yo llamaría la "volatilidad del estado de la ciencia": eso que todos sabemos que ocurre con el pescado azul y el aceite de oliva y su paso pendular desde el cajón de las recomendaciones al de las prohibiciones (y viceversa) en una miserable fracción de tiempo. Si un derecho sancionador, en general, debe ser pulcro en la búsqueda de la verdad, puesto que de él se pueden derivar restricciones de derechos a ciudadanos, la mejor manera de "asegurarla" es observando con total meticulosidad las normas que regulan cómo gestionar el conflicto en cuestión. Éstas suelen tener por apoyo principios rectores (llenos de latinajos que tanto se leen en esta url) mucho más resistentes al paso del tiempo que por ejemplo la verdad científica. No sé si es comparable (aunque seguro que nos lo puedes aclarar) pero resulta como ese clavo ardiendo al que se agarra todo médico cuando ordena un tratamiento tras un diagnóstico y que en las películas llaman protocolo. Si cumplí con el protocolo me importa "poco" las consecuencias del tratamiento.

De otra parte, estaría bien que algún avezado jurista (de esos que por lo que leo en el foro conocéis alguno) tenga a bien exponernos su opinión respecto de la interpretación extensiva del principio de "veracidad de las AAPP " que hace la resolución de la AN en su valoración de las "opiniones" científicas de los funcionarios vs. las presentadas por la defensa.

bienzobas.

Pistongorri dijo...

Con respecto a la "volatilidad" de la ciencia, nada que alegar. Aunque parezca un oximorón, somos esclavos de "la ciencia inexacta" y ello queda bien reflejado, como muy bien traes a colación, con el tema de los pescados azules.

De ahí la necesidad de un Juez de "conocer" los últimos avances en temas de índole médico para poder juzgar un caso cuya prueba principal sea algo biológico, para catalogarlo en su justa medida como algo irrefutable o no. Nosotros en Medicina empleamos el término "patognomónico" cuando un signo o síntoma aparecen en un individuo y ellos son indicio irrefutable de la existencia de padecer una determinada enfermedad. La presencia del virus VIH en una muestra microscópica, por ejemplo.

Tenemos también el ejemplo de un test médico muy empleado en la judicatura y que es "patognomónico" a la hora de condenar a un individuo en numerosas ocasiones: la prueba del ADN. Imaginemonos que estuviese conservada la prenda íntima de una violada muerta hace 15 años y que presentase claros restos de sangre y de semen del asesino.

¿Algún Juez en su sano juicio se negaría a utilizarla ahora pese a que el asesinato se cometió cuando aún no existía?.

En el caso de Gurpegui no hay ADN que valga, sino un test de orina muy fiable, tanto como una prueba de ADN en esas cifras superiores a 5 ng/ml.Pero resulta que también hay evidencias de que la orina de apariencia turbia y concentración alterada puede distorsionar las cifras reales de los metabolitos de la NA, que recordemos es la prueba única de cargo contra Gurpegui.

Y eso el Laboratorio no lo sabía cuando hizo el contraanálisis en el año 2003, ni tampoco el primer Juez cuando dictó sentencia en el 2004; como tampoco ningún Laboratorio podía discernir, como se puede hoy en día, si la procedencia de la NA es exógena o endógena.

En general, en el doping, los laboratorios van un par de años por detrás de los productos que fabrican las empresas farmaceúticas. Véase el caso Balco. Los sistemas de detección cromatográfica pueden desconocer la existencia de las moléculas de determinadas substancias sintéticas de las que se obtienen nuevos preparados dopantes.

Con el tiempo se acaban descubriendo y se produce la sanción y los dopados tienen que devolver sus títulos.

Luego si también hay condenas con caracter retroactivo por mor del avance científico, igualmente debería haber absoluciones cuando surgen descubrimientos químicos que ponen gravemente en entredicho la fiabibilidad de un test analítico. ¿O sólo interesa condenar y castigar, para así hacer ver a la Sociedad que la Administración actúa?.

En derecho administrativo, que algo sé, por desgracia, se le da mucha relevancia a los defectos formales. Y sacas también a colación el asunto de la cada vez mayor importancia del "protocolo" en Medicina. En realidad, el protocolo médico es al derecho "la forma", y como nos juzgan jueces a los médicos, resulta que cada vez estamos mas preocupados por guardar el protocolo y escribir informes correctos de cara a una posible reclamación del paciente que por nuestros resultados y el conocimiento y los nuevos avances científicos. Estamos en la era de la llamada Medicina defensiva.

El paradigma del médico que pasa del protocolo, pero acierta en sus diagnósticos y salva la vida al paciente, es House. Pero no nos engañemos: además de ser una farsa médica, en la sociedad de hoy en día un galeno como House estaría inhabilitado para ejercer, o mejor dicho, en la cárcel, precisamente por no seguir lo preestablecido.

Inquieres al viento, con razón, sobre la "volatilidad" del principio de "veracidad de las administraciones públicas". Principio endogámico que hace que la resolución de la AN, en su valoración, otorgue a lo largo de este proceso un mayor peso a las "opiniones" científicas de los funcionarios del Laboratorio implicado en relación a las pruebas presentadas por la defensa y que ponían en entredicho sus resultados.

Y creo que precisamente ahí es donde radica la indefensión de Gurpegui, ya que las pruebas son rechazadas sistemáticamente por los informes que proporcionan al Juez los científicos del propio Laboratorio de Madrid que estaba siendo puesto en entredicho por numerosas cuestiones ya comentadas en el blog (tardanza en analizar las muestras, disparidad en las cifras, pérdida del tercer frasco, ausencia de protocolo analítico, etc).

Pruebas médicas y avances científicos (aunque no determinantes) de los hermanos Maynar que, paradójicamente, según taoteking, estaban incluso siendo respaldados por la propia Directora del Laboratorio, Cecilia Rodriguez, en su faceta investigadora.

Es palmario pues que, como consecuencia del proceso y su dimensión mediática, esos funcionarios del Laboratorio, por muy homologado que estuviese, estaban muy presionados, y estarían mas preocupados por salvar "su culo" que por cualquier otra cuestión, y su opinión científica estar sesgada.

Visto los errores, podrían hasta haber sido considerado el Laboratorio como otra parte actora más. A mi entender, debieran haberse abstenido de emitir informes refutando las pruebas aportadas por la defensa de Carlos.

No obstante, si nos fijamos, las tácticas de los expertos abogados defensores de los deportistas acusados de doping coinciden siempre en una cuestión: desprestigiar al Laboratorio y poner en entredicho el protocolo de recogido y análisis de las muestras.

No obstante, y ahondando aún más en esta presunta ética e independencia que debería presidir el principio de veracidad de las actuaciones de las AAPP, no me resisto a acabar esta extensa intervención con un nuevo latinajo de Juvenal:

Sed quis custodiet ipsos custodes?... ¿Quién vigila a los vigilantes?...

Un placer, bienzobas,... como siempre!...

Anónimo dijo...

Respecto a la investigación de los hermanos Maynar y Cecilia Rodríguez, creo que es de dominio público, por lo que no es dificil encontrarlo en internet, pero, de todas maneras, buscaré una referencia completa del título de la investigación y sus autores.

Respecto al proceso judicial, poco más que añadir a lo dicho por Pistongorri. Añado que, por su propia naturaleza, el contencioso administrativo es un tipo de litigio jurídico en el que es realmente dificil que un caso como el de Gurpegui encuentre alguna vía aclaratoria. No soy jurista y quizás hable por boca de ganso, pero me pregunto si desde la parte del jugador no habría habido alguna posibilidad de disociar el caso en dos: por una parte, haber seguido el recurso administrativo sobre la base de las deficiencias formales del caso (lo que, de hecho, ha acabado haciendose con el recurso de amparo al TC) y por otra haber buscado algún resquicio para meter el fondo del asunto (el dopaje o no de Carlos) por la vía penal, proceso este muchísimo más completo a la hora de presentar y analizar pruebas cintíficas, peritajes, careos, etc. Supongo que un bufete tan prestigioso y caro como el que representaba a Gurpegui sabrá estas cosas mejor que yo.

Denuncio también la actitud de la Administración deportiva. Una vez que sale a la luz el descubrimiento de la "orina inestable, cabían dos actitudes: seguir como hasta ese momento con la finalidad de ratificar la sanción o tratar de aclarar una situación que puede repetirse en el futuro con otros deportistas (es decir, preocuparse realmente por el deportista). Lamentablemente, optaron por enrrocarse en la primera.

En el dramatis personae de la Administración mucha gente, sobre todo a raíz de las extemporaneas (impropias de un abogado) palabras de Lamikiz, se han centrado en culpabilizar a Jaime Lissavetzki. No seré yo quien defienda a quien ha actuado de forma cobarde e interesada. Pero recordemos que quien presidía el CSD en los primeros momentos del caso Gurpegui era Gómez Angulo, un individuo tan inepto como el anterior y mucho más determinante para la resolución final del asunto. El ínclito Gómez Angulo fue quien con el "positivo aún caliente" (y eso que habían pasado tres meses desde que Gurpe orinó en el frasquito) habló de la necesidad de una sanción ejemplar, sin conocer siquiera lo que el jugador iba a alegar en su defensa. Creo que, en ese momento, se marcó la estrategia de defensa "con todo" que ha practicado la Administración deportiva (y por qué no decirlo, judicial) desde entonces. Añoado dos personajes secundarios igualmente nocivos: en anterior director general de deportes (creo que de apellido Jiménez) y el actual (Blanco, si no recuerdo mal). Ambos se encargaron, fielmente y con gran empeño, en propalar la culpabilidad de Gurpegui a todo el que le pusiera un micrófono delante. Por cierto, el señor Blanco se enfrenta a una querella por parte de alguno de los detenidos en la Operación Puerto (Manolo Saínz) por una cosa tan fea como haber suministrado información secreta del sumario de un proceso penal a una sociedad privada como es el Tour de Francia. Puede acabar en la cárcel, incluso.

Finalmente, sin tener conocimientos de medicina, expuse anteriormente las razones en este foro por las que creía que ni Gurpegui ni Padilla tenían nada que ver con el dopaje con nandrolona. Mi pregunta era, ¿cómo se llegaron a alcanzar aquellas tasas de 19_NA en el análisis de orina? Ahí me pierdo. Puede ser por lo de la orina inestable, por deficiencias en el transporte o en la conservación de las muestras, por algún tipo de negligencia en el laboratorio. Creo que esto, hoy por hoy, es indemostrable.

Creo que ahora, a partir de que Gurpegui cumpla su sanción, las cosas se han puesto un poquito más duras para quienes nos juzgaron con tan desmedida severidad. Por un lado, porque Carlos va a volver en plenitud, henchido de moral y con mucha motivación para acallar a quienes (voluntaria o involuntariamente) quisieron enterrarle (vamos, como el Conde de Montecristo). Por otro, porque como en la novela de García Marquez, nos podemos sentar tranquilamente en la puerta de nuestra csas a ver pasar los cadaveres de nuestros rivales: con Gurpegui el listón se puso muy alto, no hay más que esperar a que haya otro caso (lo habrá, seguro, y quién sabe si no será de algún ilustre) y ver cómo se actúa entonces.

Keyser Soce dijo...

Con el paso del tiempo, el caso se ha ido enrevesando por momentos y lo que un dia parece blanco, al seguiente se convierte en negro.

Sin conocer profundamente todos los vericuetos legales por los que discurrió el caso, creo que el mayor perjuicio a la hora de conseguir una sentencia favorable viene dado por el cambio de postura del Athletic a la hora de defender al jugador, primero basandolo en la produccion endogena de la sustancia por parte de Gurpegi y variandola diametralmente despues.

Anónimo dijo...

RODRÍGUEZ, C., MAYNAR, M., RODRÍGUEZ, A., CARRERAS, D., MAYNAR, J.I:, CORTÉS, R.: "Correlaciones entre HGC exógena y hormonas androgénicasurinarias".
Archivos de Medicina en el Deporte, XII, 169-173. 1995.

Recomiendo la lectura del artículo que el 10 de noviembre de 2003 firmó Jon Rivas en El Mundo, titulado "La desmemoria del CSD", en el que se comenta de forma reveladora la fase en la que Padilla y Zubizarreta fueron puestos en la picota por decir que se le habían hecho a Gurpegui unas pruebas avaladas por la investigación citada al principio. Según este artículo, el citado estudio contaba con el aval del CSD, incluso uno de sus firmantes ea rafael Cortés Elvira, quien fuera presidente de dicho organismo.

Uno de los más vociferantes entonces fue De la Morena. Claro, el pobre no sólo es ignorante (como nos pasa a muchos) sino que ejerce con especial dedicación dicha característica. Creo que una de sus cumbres fue cuando llevó a su programa a Sabino Padilla con la intención de que fuera lapidado públicamente. Como el pobre De la Morena es tonto de remate pretendió enfrentar al que, según él, es uno de los mayores expertos en dopaje de España con un divulgador con título de medicina y con ínfulas de especialista dada su colaboración en prestigiosas revistas como "Korrikolari". Obviamente, tuvieron que recurrir al "pueblo llano" (Paco González, Alfredo Relaño), porque el "especialista" (doctor Romo) no le llegaba ni a la suela de los zapatos al doctor Padilla.

Si Padilla se puede comparar con el atracador del tren de Glasgow, estos, sin embargo, se han empeñado en endilgarle un robo por tirón desde una vespino a una señora que salía de misa. Son la coherencia en persona.

Entre las hazañas de De la Morena es mofarse de los estudios de la Universidad de Extremadura en el caso Gurpegui. Hasta donde uno llega, Los hermanos Maynar Mariño, investigadores de dicha Universidad, son de los más reputados especialistas del país en endocrinología, pese a la modestia del centro docente en el que trabajan. Es obvio, que el tribulete de Brunete ha sido el colaborador necesario en este linchamiento surgido del caso Gurpegui, cuando no, directamente, uno de sus autores materiales. No creo que fuera su "autor intelectual": si representamos en un eje de coordenadas a José Ramón de la Morena y al concepto intelectual, el punto de unión se situaría en el infinito.

Pistongorri dijo...

Cuandeo me planteé tratar de una forma exhaustiva el asunto Gurpegui en este blog, lo hice motivado por dos cuestiones:

Una inicial de intentar abordar el asunto con un cierto rigor biológico, dada mi doble condición de médico (no experto en endocrinología) e investigador con conocimientos de cromatografía líquida (HPLC).

Y otra secundaria, petulante tal vez, de arrojar algo de luz sobre el caso a mis "despistados" amigos del foro sobre un tema en el que hay mucho desconocimiento y casi siempre se debate desde la postura estereotipada del victimismo y de la persecución que tanto gusta adoptar, no sin razón, en nuestro entorno euskaldún y athleticzale con todo lo que provenga de Madrid y mas de los Jueces de la AN.

No me esperaba yo, ni por lo más remoto, que el que iba a acabar "aprendiendo" sobre este asunto era el que suscribe.

Pero es que leyendo la enjundia con la que escriben determinados contertulios de debate no me queda mas remedio que decir: boina!.

Gracias por la cita, taoteking, ya que, al ser una revista sin impacto, no viene indexada en internet en el Medline de la "National Library of Medicine" Americana. Conocía la existencia de otro trabajo común titulado: Urine excretion of androgen hormones in professional racing cyclists y publicado en una revista de impacto: Eur J Appl Physiol Occup Physiol. 1994;68(3):200-4.

Intentaré hacerme con el trabajo de Rodriguez et al. de 1995, para saber hasta qué punto estaba implicada la Directora del Laboratorio en esa investigación con estimulación con HGC y respuesta androgénica. Comprobaré si hay mas interrelación.

Sobre lo de haber utilizado dos vías: administrativa y penal, no sé si conculca esa máxima en derecho de non bis in idem... (no dos veces por lo mismo)...

Pero quizás la vía penal no era posible porque por aquel entonces, en el 2003, el dopaje no era considerado delito.

Una aclaración al tema de las tasas de metabolitos de NA en orina y su posible alteración por orina inestable. Es casi imposible que esas cifras tan elevadas de Gurpegui se deban a una inestabilidad. Puede haber una cierta osicilación, pero no en ese grado. Además recuerda que el primer frasco, el que dió cifras de 5,3 ng/ml, fue etiquetado a su llegada al Laboratorio en septiembre como orina normal tipo "3", mientras que el del contranálisis, el turbio, me parece que fue etiquetado como "5". Por tanto, ya en el primer análisis había una elevación importante de metabolitos, fuera de lo permitido (2 ng/ml).

Por eso estoy convencido que las cifras de NA Gurpegui son de procedencia exógena, aunque barrunto que obedecen al desenlace 3º de la película: Que hubiese ingerido inocentemente algún alimento contaminado con la hormona o haya tomado algún producto energético que la llevara sin ponerlo en el prospecto.

Debido a que el positivo fue comunicado 3 meses después ya era materialmente imposible demostrar que podía haber sido una subida por administración o ingesta aislada, ajena a una pauta de dopaje. Y dificilmente podría acordarse Gurpegui mese después de lo que ingirió o comió por esas fechas, y por ello no pudo aportar ningún eximente en este sentido

El ciclista Simoni dio positivo por cocaína en el Giro pero pudo aportar como prueba que esta substancia se encontraba en unos caramelos para el dolor de garganta que le trajo de Perú su tía Rita, misionera ella. También defendió otro positivo de la misma sustancia por un anestésico dental, extremo que confirmó el propio dentista. Fueran ciertas o no tales explicaciones, el doble ganador del Giro de Italia (2001 y 2003) fue absuelto de la acusación de dopaje en 2004.

Si Gurpegui habría aportado que consumía algún producto energético que contenía dicha hormona sin explicitarlo el prospecto tal vez habría servido de atenuante, aunque me temo que no, visto el exagerado interés de la administración de sancionar ejemplarmente al jugador.

Sobre que han existido mas personajes carroñeros en este asunto además de los dos que salen en la película, sin ninguna duda. Recuerda taoteking que el propio pueblo Big Whisky estaba plagado de impresentables, incluido el propio tabernero de la pocilga ("bola de grasa"), el primero que se carga con la recortada mi admirado Clint.

De ahí el cierto paralelismo que yo detecto de este caso con los personajes del film "Sin Perdón".

Hay tantos sinverguenzas en este otro "western" que te dan ganas de convertirte en otro Willian Munny y disparar a quemarropa...

Luego claro está, - y tal como hace Clint Eastwood al finalizar la masacre (ver video)-, apurar un vaso de Loch Lomond con un sólo hielo...

Otro placer, taoteking...

Anónimo dijo...

Entre las dos partes de la entrada y las réplicas, he recibido más información de la que puede digerir uno que pensaba que un estomatólogo era un especialista de digestivo.

Pero aun así tengo una conclusión personal:

Que Gurpegui es el menos culpable de todo esto, y que ha sido la víctima de una pinza cuadruple entre:

Una administración que quería un culpable, ayudada por una justicia plegada a esa causa.
Unos técnicos chapuceros.
Unos medios de comunicación demagógicos y oportunistas.
Una defensa torpe por parte del Athletic.

¿Ando muy lejos, Piston?

Pistongorri dijo...

Pese a dedicarte al singular oficio de la lencería fina, tu larga experiencia como viajante impenitente por esas ciudades y pueblos de la península, intentando empaquetar tangas y bodys sexys a gordas boterianas, ha desarrollado en tí esa perspicacia que posee todo buen comerciante para olfatear donde hay "tomate"...

Sólo una puntualización sobre la defensa del Athletic...

Yo no la calificaría como torpe...

Mas bien la definiría como una defensa a "quemarropa"...

Anónimo dijo...

Aclaro una cosa. Toda la información que aporto es de dominio público, pues mi papel en todo esto no es más que la de una persona que lee la prensa, que escucha la radio y que intenta tener un espiritu crítico con las cosas que oye, ve o lee. Dejo claro, por tanto, que no dispongo de información reservada, entre otras cosas porque no tengo absolutamente nada que ver con ninguno de los implicados: ni de cerca ni de lejos.

Ahora me gustaría hacer una reflexión sobre un detalle que ha pasado bastante desapercibido.

Si no he entendido mal el tema del celebérrimo metabolito, 19-NA, el hecho de que se considere una sustancia susceptible de dar positivo en un control antidoping se debe a que es un residuo (¿se puede simplificar así?) del uso de nandrolona. De tal manera que si se consigue demostrar que no ha habido tal consumo de nandrolona, en la práctica no ha habido dopaje, debiendose explicar el exceso de 19-NA por otro tipo de razonamientos.

Desde el Athletic se ha hablado, especialmente Sabino Padilla, reiteradamente del estudio capilar realizado en Estrasburgo por el director del Instituto de Medicina Legal Louis Pasteur, según el cual en la fecha en que se produjo el positivo o cercana no hubo consumo de nandrolona por parte de Gurpegui. Ya nos ha contado Pistongorri en este ambigú que esa prueba no es concluyente. Sin embargo, si que es un fuerte indicio que cobra mayor verosimilitud a medida que se aportan otros datos, creo yo.

A lo que iba: ha pasado bastante desapercibido un comentario que hizo Sabino Padilla el día que acudió al desolladero con De la Morena. Ante la expresión tristemente clásica ya de "es que Gurpegui ha roto la máquina", referida a las altas tasas de 19-NA encontradas, Padilla dijo que, de haber ingerido o haberle sido administrada nandrolona, las tasas de 19-NA serían considerablemente mayores. Nadie hizo el menor comentario al respecto, nadie se lo rebatió, ni siquiera el supuesto experto que aportaba De la Morena (el columnista de la revista "Korrikolari"), bien fuera por desconocimiento, bien por una asunción tácita del razonamiento del galeno rojiblanco.

Aquello quedó en mi mente dando vueltas sin saber cómo encajarlo. Posteriormente, en el dossier que publicó el Athletic con motivo de la definitiva sentencia de la Audiencia Nacional, pude leer que Gurpegui fue sometido a varias pruebas (endocrinológicas, sanguineas, genéticas, etc) por diversos médicos especialistas y que todas ellas concluyen en que el metabolismo del de Andosilla genera 19-NA. Pero lo mejor de todo, para mi gusto, es la existencia de un dictamen del doctor Javier Ladrón de Guevara, médico forense en excedencia y profesor titular de la Universidad Complutense. Dice este señor que, dadas las peculiaridades metabólicas de Gurpegui (suficientemente estudiadas por los otros especialistas), DE HABER INGERIDO NANDROLONA EL RESULTADO HUBIERA SIDO DE VARIOS CIENTOS DE UNIDADES. Esto contrasta significativamente con el soniquete ese de "Gurpegui ha roto la máquina".

Mi nivel de conocimientos en este campo es cero, pero dudo mucho que unos cuantos profesionales médicos pongan su nombre y el de las instituciones para las que trabajan simplemente porque Gurpegui o el Athletic les pague una minuta o sean amigos de Sabino Padilla.

Acabo con este asunto. En "Antifaz", novela de José María Guelbenzu, un personaje dice la siguiente frase: "Ya que no podemos cambiar el mundo, cambiemos al menos de conversación".

Pistongorri dijo...

Creo ineludible "aclarar" determinados aspectos para evitar confusionismos, taoteking...

Sobre las pruebas de estimulación con HCG y ACTH... aclarar que no hay datos suficientes científicos para demostrar que el cuerpo de Gurpegui tenía alguna producción metabólica anormal en base a estas pruebas, ya que cualquier individuo secreta mas o menos tasas de testosterona tras la administración de cualquiera de estas hormonas precursoras.

Habría que hacer un estudio poblacional muy amplio con ambas substancias para poder obtener datos significativamente utilizables que puedan avalar la fiabilidad de estos tests en base a las cifras de sujetos control.

Y lógicamente aquí entran en juego muchas variables interindividuales: absorción de las hormonas secretoras, tiempo de vida media en plasma de esas hormonas, dosis administrada, etc...

Son creo pruebas sugerentes pero no están aceptadas como indicadores fiables de secrección anómala endocrina androgénica por la comunidad científica internacional.

Por otro lado, y sobre lo de "romper la máquina", aclarar también que la excrección de una sustancia exógena en orina depende de muchos factores: uno de ellos de su velocidad de "aclaramiento" precisamente, de la dosis ingerida obviamente, del peso molecular de la substancia y, !cómo no!, del tiempo trascurrido desde la ingesta y la recogida de la orina,... pueden darse las normales variabilidades individuales, pero nunca en cifras llamativas en personas sanas...

Un ejemplo: si yo tomo Amoxicilina - un fármaco exógeno-500 mg via oral a las 8 de la mañana es probable que a las 4 de la tarde en la orina haya cifras elevadas, pero menores que si me recogen la orina a las 8 de la noche, y si es 24 horas después habrá tan sólo restos... de ahí que tengamos que tomar una tableta cada 8 horas para mantener los niveles sanguíneos apropiados.

Pero los 3 valores mas o menos elevados de amoxicilina serán válidos como prueba irrefutable de que he ingerido ese antibiótico exógeno, ya que las cifras en condiciones normales son 0 patatero...

Luego lo de "romper la máquina" con cifras mucho mas elevadas en caso de que la administración hubiera sido con fines dopantes, que apuntaba Padilla, no tiene ningún valor en este caso del doping, ya que la NA para lo que principalmente se utiliza como substancia ilícita es por su capacidad de incrementar la masa muscular tras un tiempo de tratamiento.

Lo lógico es pensar que, si hubiese existido ingesta voluntaria por doping, al jugador se le habría administrado NA o derivados en pretemporada, dos meses antes por ejemplo, suspendiendose el tratamiento, semanas antes del comienzo liguero, para así estar "limpio" al comenzar la competición.

En este supuesto de doping consciente lógicamente las cifras de 19-NA, - un metabolito que se puede producir también vía endógena a dosis muy bajas (<0,01 ng/ml)por otras rutas fisiológicas que no creo necesario incidir-, no tendrían necesariamente por qué ser altas, si no mas bien restos que diesen esas tasas anormales entre 5 y 10 ng/ml...

Y estos restos podrían incluso deberse a un aclaramiento anormal del propio jugador, mas retrasado que el de otros compañeros, tras habersele administrado la substancia via intramuscular, por ejemplo meses antes, y más cuando no había posibilidad de ser sometido a control sorpesa alguno en aquella época.

Es más; rastros de los metabolitos de NA presentes en el cuerpo pueden ser detectados en un análisis de orina hasta 18 meses después.

Y es que un doping por una dosis oral de NA escasas horas antes del partido, que sí produciría cifras muy elevadas, no tiene mucho sentido en un futbolista. Sí, en cambio, como he comentado, el tratamiento previo a la competición durante semanas y crónicamente.

Aún así, descarto este dopaje prolongado en pretemporada ya que supongo que, de ser así, entonces en el pelo de Carlos habría habido NA en el test capilar.

No obstante, determinados ciclistas se administran NA o testosterona a dosis bajas, vía subcutánea, porque parece ser que favorece la recuperación del organismo tras esfuerzos prolongados.Creo que este fue el caso de Landis.

Podría tener sentido este tipo de administración a través de cremas en estos casos que se compite de forma muy dura durante días seguidos, pero no en el de un futbolista que tiene generalmente una semana de plazo para recuperarse.

Insisto, por tanto, en llamar la atención sobre la importancia en los deportistas de vigilar la ingesta de determinados productos nutricionales, como es el caso de algunas barritas energéticas, en cuya composición pueden formar parte anabolizantes en muy bajas concentraciones. Entre estos anabolizantes, los más frecuentemente encontrados son la nandrolona y sus precursores.

Estos productos carecen en su mayoría de un estricto control sanitario, se pueden adquirir con relativa facilidad y, a veces, ni siquiera su composición aparece en el etiquetado.

Y esta posibilidad es para mí la verdadera causa del positivo de Carlos... Algo a todas luces ya indemostrable...

En cuanto a que no podemos cambiar el mundo, - si eres un buen taoista,- tú deberías saber mejor que yo que:

Aquellos que desean cambiar el mundo
de acuerdo con sus deseos
nunca tienen éxito...

Lao Tse

De nuevo un placer...