jueves, 6 de diciembre de 2007

El niño zurigorri que no debió crecer... (by Peibolin)

Siempre a un auténtico zurigorri comprometido, en un momento de su vida, le asalta una duda. ¿Y yo por qué soy del Athletic?. Te das cuenta de la sinrazón, y cuando lo analizas objetivamente, se te cae el alma a los pies. Os voy a contar mi historia.

Aunque decían que Bertol era primo de la amama, y un presidente zurigorri se apellidaba como yo, -o más bien yo como él-, mis relaciones directas con el Athletic no pasaban más que por haber nacido en Bilbao centro, y vivir concretamente en la calle Pozas.
El hecho de vislumbrar todas las mañanas el escudo al salir de casa (ahora también se ve la marca comercial de la entidad financiera de todos los vizcaínos al servicio de unos pocos) supongo que reforzaría mi inicial sentimiento de pertenencia a nuestro amado Club.

De todas formas, desde pequeño, yo ya apuntaba detalles de esta posesión “zurigorri” que me hacía irme a la cama sin cenar si el Athletic perdía, y me pegaba con cualquier niño que dijese que Gisasola no era el puto amo.

Me reconfortó ver que en mi familia había casos parecidos; de hecho, mi amama le rezaba el rosario a Sarabia, y ya, bastante más tarde, mi hermano dejó de comprar un piso en Basurto, un auténtico chollo, porque desde la ventana no se veía el arco de San Mamés.

Creo que esta enfermedad, común en Bilbao y alrededores, que podemos denominar a partir de ahora como AZG (Adicción ZuriGorri) es de carácter incurable, y el padecerla no carece de cierto regusto sadomasoquista. Es muy difícil comprender cómo un equipo de un deporte que a algunos nos gusta incluso menos que otros (en mi caso, el rugby) puede ser un importante referente de muchos de nosotros, de modo que somos capaces de dedicarle tiempo, dinero, broncas maritales y hasta salud.

Todavía cuando voy a visitar a mi amatxu a Pozas, veo en mi antiguo cuarto el bollo hecho en la pared a cabezazos tras la derrota contra el Sporting de los Churruca, Castro y compañía. Corría el año 1976, 2-5, tras haber ganado en el Molinón 0-2, fuera de copa a las primeras de cambio.
¿Cómo podía ser?. ¿Cómo podían mis "héroes" hacerme algo así? Aquél día fue mi aita el que me castigó sin cenar por gilipollas.

Pero voy a empezar desde el principio.

Con siete años, yo pensaba que un balón de reglamento era algo que sólo los dioses podían chutar. Para pertenecer a la casta de seres que entraban en un estadio a jugar un partido había que estar tocado por una varita mágica, tener poderes sobrenaturales. Aquel noviembre de 1975, aparte de la muerte de Patxi, ocurrió algo más que iba a cambiar mi vida. Javier Eraña, de mi clase de 2º EGB, trajo el balón de reglamento que le habían comprado sus aitas. Yo no me lo creía. !Por fin iba a poder catar uno!. Estaba seguro de que no podría ni cogerlo, porque debía pesar más de 20 kilos, pero sólo verlo…

Ya en el patio, lo sacó de su bolsa, y al primer bote, sentí el irrefrenable deseo de patearlo… corrí como un poseso, patadón, y…lo mandé a 40 metros!. Eso sí, a tomar por saco de la portería,... !pero era lo que menos me importaba!. Por un lado experimenté la sensación gozosa de ser como mis admirados, pero por otro lado… si eso lo puede hacer cualquiera!. El mito había empezado a caer.

Bastantes años más tarde, con la enfermedad en vena y dinerito en el bolsillo para gastar siguiendo al Athletic por todo el universo conocido, empecé a conocer el ambiente de los jugadores, a los que ya sabía mundanos, pero seguía estimando como a una especie de sumolaris heróicos que habían dejado sus necesidades terrenales para pelear por nuestros colores.

Me preocupó casi tener que llevar a casa en estado de grave melopea a varios de ellos, pero lo que me marcó y no me resisto a dar nombres fue lo que voy a narrar a continuación:

Sábado-domingo de madrugada en el Comics, calle Ripa, las seis de la mañana nos encontramos con el Gallo (entrañable) y un riojano que luego nos abandonó para conseguir títulos. Tras saludar a Etxebe al que conocía de amigos comunes, y debido a la ingesta de licores varios, que sino, me lo hubiera ahorrado, les comenté que cuando vamos fuera, por ejemplo a Trondheim (habíamos estado allí animando dos semanas antes), aunque se pierda, es un bonito detalle venir a saludar.

El riojano, después de mirarme con desprecio y decir, “¿Qué crees,.. que no nos jode perder?"... y se dio la vuelta con esa chulería que muchos conoceréis para meter puntos con una grupie. No recuerdo si habían jugado o tenían partido al día siguiente, pero si la opción era la segunda , estuvo a punto de no jugarlo. Algunos amigos, que no mi templanza, me detuvieron antes de partirle la cabeza. A fin de cuentas, el riojano éste era mi empleado, alguien que tiene que mostrar cierto respeto y deferencia a los socios…¿o no?

Posteriormente, muchos hechos como estos, vividos en primera persona, o contados por gente de confianza me devuelven a la triste certeza. Los jugadores (o al menos algunos) son personas con una madurez discutible, una profesionalidad dudosa, y una mentalidad egocéntrica que los aleja de mi soñado estereotipo. Vuelta a la realidad.

Me quedaba algo a lo que agarrarme. Esos seres supremos, desinteresados, que gobiernan, perdiendo su tiempo y dinero la nave zurigorri ejerciendo con indiscutible generosidad su labor.

Luego conocí al lechero y compañía, y supe de las actuaciones de Arrate, Ochoa…Presencié, aterrorizado el auge y caída de Fernandito I de Busturia. Me relacioné con periodistas, representantes, peñistas, federativos y correveidiles varios.

Qué os voy a contar!

Lo del club ganador, lo del espectáculo, lo de la raza, son razones que se han ido cayendo por su propio peso en el intento de explicarme por qué soy del Athletic.

Y después de todo esto, soy del Athletic en cuerpo y alma. Hasta las cachas. Hasta me tatué el dantzari en el 2006. (Eso tiene explicación, necesitaba diferenciarme “visualmente” mientras paseo mis lorzas por la playa de Ondarreta).

¿Por qué?. ¿Por qué somos del Athletic?.
Al márgen de que mentes lúcidas como las de cónsules y sires, dueños y señores del blog en el que se publica esta pequeña historia, puedan dar sus explicaciones, las mías las dejo para una segunda parte: Batzen gaituna, - Lo que nos une-.

Zarra rematando con un par en Atocha

14 comentarios:

Mariosila80 dijo...

Bueno, compañero, te escribo desde la Unidad de Infectados por el Virus Zurigorri....sí, yo también soy un enfermo, creo que nací ya así, un sindrome hereditario, supongo. Los sintomas me imagino que como en tu caso se comenzaron a manifestar a muy temprana edad....

La emoción de esa primera vez que una tarde de comienzo de curso de preescolar, los Maristas nos llevaron al campo de Mallona, y me pude poner aquella primera camiseta rojiblanca y el pantalón negro que suponía nos convertía en invencibles.

Síntomas como los tuyos....esas noches sin poder cenar, ni dormir después de una derrota....las lágrimas infantiles cuando las tardes de Domingo viendo la tele aparecía el resultado en la parte inferior izquierda...REAL SOCIEDAD 2 ATHLETIC 1...las palabras de ama diciendo al verme así.."bueno, ya ganarán el proximo partido"...

Recuerdo perfectamente aquel 2-5 que cuentas y que fue la tumba de Zaldúa....el disgusto que me duró dias fue estratosférico....

Síntomas que siguen vivos hoy....reconozco que este Domingo hasta el tercer gol tuve un nudo en el estómago que me impidió cenar....por cierto, he visto el Valencia-Athletic dos veces más a lo largo de la semana....¿es grave, doctor?....

Y siendo iguales en la enfermedad qué curioso, jamás me he preguntado por qué estoy infectado por tal virus...no recuerdo haberme cuestionado nunca mi enfermedad ni si me interesaría , de algún modo, librarme de ella....es más...casi siempre me ha dado pena aquellos que se han librado de la enfermedad o que soportan otro tipo de virus, para mi, incomprensible. Es tan consustancial a mi mismo que creo que no entendería mi vida sin el Athletic. ¿Excesivo? quizás, pero es así y no dudo en reconocerlo.

Soy del Athletic, me emociona mi equipo, estoy enfermo de pasión por él, pero estoy vacunado contra las tropelias que dirigentes o jugadores individuales puedan realizar. Los consideraré indignos de nuestro club pero creo que nunca me harán dudar de mis sentimientos. Jamás he buscado, ni siquiera de txiki, una foto ni un autógrafo de un jugador, eso sí, en mi cuarto siempre el poster del equipo, desde aquel que conmemoraba la Copa contra el Castellón.

Estoy, como tú, enfermo, y por Dios!!!, que nadie encuentre la cura, y si la encuentra que no me la ofrezca que no me interesa.

Keyser Soce dijo...

Mis primeros recuerdos zurigorris se remontan a allá por el año 77...en el Bar Trebol, en Luarca, que por aquel entonces regentaba mi tio y que junto a mi padre me inocularon a mi también ese virus que parece que anda "pululando" por ahi y del que espero seguir infectado toda la vida.

Aunque los recuerdos no son del todo nítidos (no se si por el paso del tiempo, mi juventud o por la cargada atmosfera debido al humo de los puros), si recuerdo que el bar estaba abarrotado de aficionados del Athletic (parece ser que por aquel entonces eramos el primer o al menos el segundo equipo favotito de todo el mundo) y los canticos se sucedian desde mucho antes de empezar el partido.

Alli estaba yo, sentado en un taburete alto, dentro de la barra (por fuera hubiera sido imposible estar) con mis 7 añitos mirando atónito el televisor y oyendo gritar de euforia y decepción según avanzaba el partido.

Quizá el peor recuerdo e aquella noche fueron las lagrimas de mi padre y de mi tio que también me hicieron llorar a mi...pero recuerdo con cariño aquella noche, por que es MI PRIMER RECUERDO ZURIGORRI

Anónimo dijo...

Es una enfermedad, sin duda, creo que incurable, pero lo desconozco, no he probado ni probare tratamiento alguno contra ella.
Recuerdo haber hecho "pellas" al colegio para estar a las 3 en punto en las taquillas que estaban en los bajos del puente del Arenal, entrada de niños 25 pesetas, con su publicidad de Swepphes en el reverso. Recuerdo haber subido con ayuda al monolito que habia en la vieja grada (actual tribuna este baja), recuerdo las medias rojiblancas, los aromas de San Mames, recuerdo a los grises ( no se porque , pero siempre habia grises en los alrededores de San Mames).
Recuerdo a mi ama, en el primer partido nocturno que me dejo ir a San Mames, esperandome a la salida, porque para llegar de San Mames a Rekalde, pasabamos por las vias del tren, junto al Convento de las Monjas de Basurto.
Recuerdo las obras de remodelacion de San Mames para el Mundial 82, y un sentimiento de perdida, como si el "progreso" nos hubiera quitado algo de la esencia.
Recuerdo el videomarcador, me parecia estridente, un desatino en la guarida del Leon.
Recuerdo mi primera incursion en Lezama, con los amigos del barrio en tren, ibamos a probar fortuna, fue majestuoso, eso si, no llegue a tocar el balon.
Recuerdo haberme encontrado a Javi Clemente en el Or-kompon y haber charlado un rato con el, de futbol, que osadia la mia, le dije que el equipo funciona gracias al talento de Argote.
Dicen que somos por acumulacion, sin el Athletic no seria lo que soy, lo cual no se si es bueno o malo, pero hoy puedo decir bien feliz, que en los ultimos tiempos he conocido compañeros de pabellon psiquiatico, que me hacen sobrellevar la enfermedad con mucha mayor ilusion y sonrisas.

Mariosila80 dijo...

Rekaldiano....¿nos vemos mañana?...

Pistongorri dijo...

Hay niños cantores de Viena... niños de San Ildefonso... niños prodigio... niños de Murillo... niños ricos...

Pero seguro ninguno tan feliz como los niños zurigorris...

Pablo, con su emotivo relato, nos ha hecho retrotraernos a aquella infancia en la que, por ejemplo, pedir primero ser Iribar o ser Rojo era algo muy importante en tu cuadrilla a la hora de echar el partido contra la otra cuadrilla...

¿Y ahora?,... ¿Los niños zurigorris de ahora?... ¿A quién se piden?...

Pistongorri dijo...

Os lo digo esto porque ahora mismo "mi perla" se está escuchando en su móvil el himno del Arrebato del Sevilla... Y mi mujer lo corea también...

Hay días que uno no debería haberse levantado... (iconos de lágrimas)

Mariosila80 dijo...

Diossss...Almirante....ponga rápido el video de la gabarra en modo NON STOP....si eso también falla.....tendremos que proceder al aislamiento de su familia e imponer cuarentena en todo Barakaldo...

Keyser Soce dijo...

escuchando el arrebato?

voto a brios...en ese "bajel" no se respeta al capitan?

a intreoducir en ese movil el himno del athletic "a la carrera"


(yo lo tengo como tono para cualquier persona del athletic que se comunique conmigo)

Anónimo dijo...

Juancar nos vemos mañana, lo cual, en mi caso, siempre es un placer.
Sir Piston se que le costará, es su "Perla" me hago cargo, pero proceda a adiestrarles adecuadamente, cuando uno asume la función de Padre, lo hace con todas las consecuencias, ese desviacionismo "arrebatador" es un desdoro para su intachable prestigio de Cronista Zurigorri.
Ya veo que en casa del herrero, cuchillo de palo, proceda a relatarle a la "Perla" algun gol de Argoitia, de Uriarte e incluso el "unico" de Endika, si aun asi, Basilica y Perla persisten en sus canticos proceda a darse a la bebida en Porron, en plan drastico.

Pistongorri dijo...

En un golpe de autoridad, me he engalanado con mi viejo traje de Sargento Von Piston y, sable en mano, en pose chusquera le he amenazado a la chiquilla con confiscarle el móvil un mes y clausurarle el messenger una semana entera en caso que volviese a sonar ese hortera himno en mi presencia...

Con la "Basílica" ha sido otro cantar...

Al ver mi "arrebato", para que le perdonase, le he arrancado poder asistir a los postres mañana de la comida del Sanedrín sektario y así poder refrescaros la memoria relatandoos de nuevo aquel gol de Uriarte al Barça en el Nou Camp...

Anónimo dijo...

Imaginamos Piston que en la transación con la "Basilica" has cedido y que te tocara preparar los canapes de navidad , bajar la basura hasta mediados de marzo e incluso tendras que portar orgulloso ese Jersey marron que tanto te disgusta. Aun asi, te guardamos el secreto de quien manda verdaderamente en Pistonetxea, y es que Begoña es mucho Begoña.

Anónimo dijo...

Después de ver el sábado por la noche a un vecino de localidad "de los de toda la vida" viendo el partido con su hijo adolescente, del Madrid. Despues de ver como la criatura celebraba el gol del citado equipo, y de como el padre bajaba la cabeza con resignación, los pesares de Sir Piston con su perla me parecen males menores.

Pero todo ello me confirma un temor: que estemos perdiendo la batalla de la juventud. No así en mi casa, donde todos somos del Athletic y la sola idea de que alguien pueda no serlo no entra en la cabeza de mis descendientes. Ni siquiera en la de mi costilla, que pasa de fútbol, pero si hay que ir con alguien, por supuesto que va con el Athletic "¿Con quien si no?", pregunta asombrada cuando yo me extraño una de esas tres o cuatro veces al año que sale de su sopor futbolístico para desgañitarse con un gol del Athletic.

Piston, sugiero que empieces a llamarle Almudena o Rocío a tu santa. Y que le retires lo de Basílica. Begoña si es una Basílica. Pero en Madrid y Sevilla tienen simples catedrales. Si quiere merecerse el basilicato, que haga honor a la Amatxu en su advocación zurigorri y se deje de paridas sevillistas.

¿Quién es el tímido Anónimo a cuya entrada has prestado tu nombre? Sea quien sea, felicítale en mi nombre.

Sí, sigo vivo. Pero tengo mucho curro (la Navidad, la gente que se hace regalos: ya se sabe) y ando mal de tiempo. Eso sale ganando el blog que goza, en mi ausencia, de excelente salud.

Saludos.

Pistongorri dijo...

Cincinato dicit:

¿Quién es el tímido Anónimo a cuya entrada has prestado tu nombre?...

Pablo, ... se llama Pablo...

Y has compartido mesa con él ya un par de veces...

Sobre la Basílica, en su desagravio, que sepas que además me hizo casarme con ella en la Capilla de La Misericordia...

Txabiri dijo...

Ya decía yo...como que no me pegaba a Von Piston en esas fechas por el Comics, juassss