¿Es usted el "asesino"?

Es una especie única y elitista. El auténtico "killer" del área. No es alguien que impresione por su técnica, nunca ha sido un virtuoso, quizás no necesite ser particularmente rápido en carrera, es verdad que su regate no es eléctrico, tal vez su remate de cabeza no sea espectacular, es posible que su disparo de larga distancia no sea reseñable, jamás tiró una falta ni se le ocurrió enviar una vaselina desde fuera del área. Es de los que piensa que los caños y las bicicletas son para las fuentes y para el verano. Pero es un monstruo capaz de derribar altos muros, es un diamante y vale su peso en oro.

El "killer", el jugador de área, el 9 goleador, es ese jugador que desde la primera vez que se calzó unas botas, incluso antes, cuando comenzó a jugar con sus compañeros de clase en el patio del colegio, notó que estaba casado con el gol. Como si el gol le buscara a él más que al revés. Desde la primera vez comprendió que era un animal futbolístico deseoso de salir de caza, un depredador mortal dentro del área, que se excita con el olor a red y que arranca goles a mordiscos.

Cuando se queda solo ante el portero, el "killer" ve una enorme portería y un señor pequeñito que mueve el cuerpo y sus brazos exiguos, como si con una mano quisiera ocultar el sol entero. Ante esa situación el "killer" ni piensa, ni tiembla, arma la pierna, dispara e indefectiblemente el balón supera al señor pequeñito y besa las mallas, quizás de forma gris, trabada, fea, trastabillada, afortunada.....pero entra. En una fracción de segundo, así es el "killer", como una visita al dentista para los porteros.

No tiene explicación racional para ese fenómeno, pero cuando un balón está suelto en el área el estira la pierna y lo golpea, a menudo, antes que los defensas....y no siempre con la punta de la bota, a veces, es con la espinilla, o con la rodilla, o con la cadera, pero el caso es que una vez despedido de su cuerpo, por extrañas razones físicas que él desconoce, el balón termina siempre alojado en la portería. Nunca le ha importado mucho la belleza de su gesto ni la armonía en la composición de su figura al marcar, lo suyo es la eficacia. Así es el "killer", capaz de rematar un cochinillo.

Cuando otro compañero dispara a puerta y pega en el poste al volver el balón al campo, cumpliendo una ley que parece inmutable, siempre vuelve justo donde está él, lo que hace que a veces lo empuje hacia la red casi con aburrimiento...años atrás, al comienzo de su carrera como futbolista, en ocasiones, incluso, examinaba su calzado por si acaso , sin saberlo, llevara un imán para el cuero. Así es el "killer", olisquea rechaces como los jabalíes trufas.

Al "killer" no le interesa mucho toda esa teoria moderna de los espacios y las caidas a las bandas, él se siente a gusto en el área, su hábitat natural, ese espacio, habitualmente, lleno de contrarios, donde al resto de sus compañeros se les nubla la vista y donde él siempre ve claro el "agujero", ese pequeño rincón por donde cabe un balón y que le permite poner el esférico allí donde no llegará el portero. Así es el "killer", encantado de vacunar cualquier balón huérfano en el área.

El "killer" siempre ha sabido el momento exacto en el que en su carrera hacia puerta sin balón debe separarse metro y medio de su defensor. Nadie le enseñó eso, simplemente lo sabe, está grabado a fuego en sus genes. En las magnificas instalaciones de su club, durante los años que pasó en la cantera, oyó muchas explicaciones, razonamientos e instrucciones de sus entrenadores, algunas válidas y provechosas, pero nada como su instinto, que ya en el patio del colegio le señalaba el momento preciso en el que dar ese paso hacia atrás que le dejaba solo justo donde llegaría el balón del compañero. Así es el "killer" capaz de poner nervioso y provocar fallos al defensa más experimentado.

El "killer" de quien se dice que nunca ha marcado un gol bonito, que nunca ha visto flamear muchos pañuelos en su honor. Quizás sea cierto pero siempre está en el lugar justo a la hora señalada, capaz de convertir intenciones en goles. El "killer", un alma del nueve largo, siempre con el revolver desenfundado.

Después del partido de Santander he leído muchas opiniones aquí y en otros foros. Sesudas manifestaciones en el sentido de que ninguno de nuestros delanteros son delanteros con gol, que ninguno de ellos es un "killer" como el aquí descrito. Y tienen razón. No tenemos ese tesoro. Pero no conviene equivocarse, lo que ayer se falló poco tiene que ver con ser o no un "killer" del área. Francamente, debería ser obligatorio para cualquier jugador profesional que lleva más de 10 años todos los dias con un balón en los pies transformar en gol algunas de las ocasiones que ayer se tuvieron. Aún sin instinto matador, solo con un mínimo de calidad, e insisto, solo con un mínimo, ayer no hubiéramos terminado con un "0" en nuestro casillero. De haber tenido un "killer" hubiéramos marcado 5, tampoco pido eso.

PD: Un saludo para el servicio de iconografia y fotos en general de este blog.