jueves, 16 de junio de 2022

Campaña electoral: pasamos de la introducción al nudo

 


A medida de que pasan los días ya se van definiendo algunas cosas.

Primero salieron nombres para el femenino. Luego se anunció a Bielsa. Anoche parece que salió un interesante programa de Izan Athletic...

Un seguidor de este local me ha adelantado que el nivel de diagnóstico de dicho programa es de un nivel inédito en el Athletic, y que aunque en el apartado de soluciones sigue habiendo cierta inconcreción, está bastante más definido que los programas habituales.

A ver si esta tarde saco tiempo de echarle una mirada.

Sobre el femenino, para mí mientras un candidato no anuncie que está dispuesto a poner dinero para parar la sangría e incluso organizar una operación retorno, todos me suenan parecido. Ainhoa Tirapu me parece humo si no va acompañada de un compromiso financiero. El experto en big data me suena a humo si no va acompañado de un compromiso financiero. Hablar de gabarra me suena a humo... incluso con compromiso financiero.

¿Qué pasa? Que tristemente, si alguno me dice lo que quiero oír en esa faceta, igual pierde las elecciones. Todavía hay mucho socio que piensa que el femenino debe ser autosuficiente desde ya. No me voy a extender sobre por qué entiendo que exigir autosuficiencia a las neskas es un punto de vista estrecho y cortoplacista porque esto no es una entrada sobre futfem.

Pero añadiré que no es solo el tema del respaldo económico para que el Athletic compita con las mejores jugadoras vascas: también me gustaría oír que se va a dejar de tratar al femenino como un pretexto para montar un parque temático en San Mamés, que se va a cobrar por verlas y que se las va a dejar de tener de mascotas. Porque, y ya lo dije en su día, la intención será buena, pero ya está bien de tanto paternalismo.

Paso a Bielsa. Soy un viudo de Bielsa. Me permito recordaros la entrada que le dediqué explicando las razones por las que me hubiera gustado que siguiera un año más. Pero no lo veo. Si gana Arechabaleta recibiré a Bielsa con los brazos abiertos y le apoyaré, pero creo que es un error. Me preocupa su encaje en el vestuario y la división que pueda crear en la masa social. Y como dice KROMA en un comentario de la entrada anterior, la condición de viudo no es reversible. En el mejor de los casos me temo un romance imposible con los viudos haciendo de Demi Moore y Bielsa de Patrick Swayze, en un remake de Ghost en el que Arachabaleta estaría haciendo de Whoopi Goldberg.

Esa elección un tanto efectista hizo que durante unas horas mi duda sobre el voto se decantara hacia Uriarte, pero pese a lo que me han dicho sobre lo interesante que es el documento que publicaron ayer, la "Gran esperanza blanca" me está pareciendo que carece de pegada. Tanto jugar con los tiempos, haciéndose el gran estratega, ya me está empezando a mosquear. Bueno: solo un poco. Igual sabe lo que hace.

Estoy de acuerdo con Uriarte en que lo mejor hubiera sido un debate único bien organizado. Pero no ha sido posible. Puede que en parte porque parece que el se lo guisó en plan "Juan Palomo" e hizo que los propios periodistas se bajaran del caballo.

Pero porque eso no haya salido no me parece bien que no acuda al debate de hoy. Creo que se puede estar pasando de listo. ¿Será así en Ibaigane? ¿O solo en unos días se demostrará que está acertando que puede ser un presidente magnífico? Sigo a la espera. Recuerdo que hace muchos años compré un cuadro en una exposición. No era muy caro, pero nunca había hecho algo así y dudé mucho. Una amiga que sabe mucho más que yo de arte me aconsejó que no me guiara por un deslumbramiento inicial, que hay cuadros que sorprenden de entrada pero que luego cansan, que no olvidara que lo iba a tener delante de mis narices en el salón todos los días. ¿Pasaría esa prueba el cuadro? ¿La pasaría Jon? Esa duda es la que tengo.

De momento me agarraré al debate de hoy para ver qué impresión me causa Arechabaleta y cómo razona lo de Bielsa. A ver si me convence y resulta que Bielsa el papel que va a hacer es el de Douglas Fairbanks en Demasiados Maridos, terminando casado felizmente de nuevo con su viuda.



jueves, 2 de junio de 2022

El corte de los avales

¿Quiénes llegarán?

Quedan menos de 48 horas para que termine el plazo para la presentación de avales, momento decisivo en el que, tras la pertinente revisión, las precandidaturas que lo consigan pasarán a ser candidaturas oficialmente y entraremos de lleno en la segunda fase.

En esa segunda fase es de esperar que poco a poco, por poner un símil futbolístico, pasemos de los rumores sobre las convocatorias a conocer detalles sobre la alineación. O lo que es lo mismo: pasaremos de movernos por impresiones a transitar por el terreno de lo concreto.

Yo, sin embargo, le doy mucha importancia también a esas impresiones. ¿Entrenador? A veces no cumplen ni con el primer año y al presidente lo elegimos para cuatro. ¿Programa? Todos se parecen, son declaraciones de intenciones. Al final lo que cuenta es la credibilidad y la sensación de solvencia (o insolvencia) que den los candidatos.

Durante estas primeras semanas esa manera mía de juzgar a los candidatos me ha servido para descartar a uno de ellos: Barkala. El que represente más o menos al partido-guía no es la razón: a veces el candidato oficioso de los jeltzales me ha gustado y no he tenido problema en votarle. Le voté a Uría, que ganó, y a Uribe Echevarría, que perdió, por citar dos ejemplos.

Barkala empezó con mal pie por las referencias de un cliente de este local, que le ha tratado personalmente y que fruto de ese trato le tiene totalmente descartado. Pero no era nada definitivo: aunque me fio mucho de ese cliente, a veces discrepamos al juzgar a determinados personajes.

Lo que me ha hecho descartar a Barkala tampoco han sido las muestras de cierto juego sucio demagógico contra Jon Uriarte, que demuestran tanto cierto mal estilo como que se cree que los socios somos imbéciles. Ni tampoco un rosario de declaraciones desafortunadas desde que empezó el proceso. No: es anterior a eso.

Lo que no aguanto de Barkala es esa chulesca pretensión de que es una desgracia que haya elecciones y que él no haya sido elegido por aclamación. Porque Barkala no quiere elecciones sino un candidato de consenso, candidato de consenso que por lo visto solo puede ser él, así porque sí, por que lo ha decidido... ¿Quién, exactamente? ¿Él? ¿Un  consejo secreto de notables del que nadie sabe nada? Me parece una actitud impresentable. Si tan malas son las elecciones, si el objetivo era que no nos desgarráramos en un proceso electoral, cuando se presento Arechabaleta y se suponía que no se iba a presentar Uriarte, lo tenía bien fácil: retirarse. Pero claro: el verdadero objetivo no es que no haya elecciones que nos dividan; el objetivo es ser presidente sin que le votemos los socios, por decisión privada de un sanedrín tan opaco como antidemocrático.

Es curiosísimo que muchos periodistas y tertulianos que insistían en las bondades de la Asamblea Universal, y en que era inaceptable que los perversos compromisarios decidieran por si solos en lugar de acordar las cosas consultando a todos los socios, sean en muchos casos indiferentes, y algunos hasta estén a favor, de suprimir el hasta hora único proceso en el que se aplicaba con normalidad el tan ansiado principio "un socio un voto".

En cuanto a Arechabaleta y Uriarte aún no lo tengo claro. Me gusta el aire fresco que parece que trae Uriarte, pero no quiero dejarme seducir por la trampa del cambio por el cambio. Arechabaleta está siendo listo: creo que no se está metiendo en jardines que le desgasten y no da mala imagen en absoluto. Todavía no me decido por uno de los dos.

Bueno: a ver si en unos días tenemos tres candidaturas. Me gustaría que los tres superaran el corte.

Como final de esta entrada, quiero destacar una cosa: el nivel de estas elecciones es bastante mejor que el que padecíamos últimamente. No hay candidatos tan desastrosos como los que hemos visto en otras ocasiones. Incluso el que es para mí el peor -Barkala- hubiera sido una opción a considerar contra alguno de los candidatos del pasado no muy lejano.