jueves, 29 de octubre de 2015

Mundial de Rugby 2015 (IV): Las jornadas finales

Bernard Foley vs Dan Carter
Este fin de semana tendrán lugar los dos últimos partidos del Mundial de Rugby 2015:

El viernes, a las 21:00 Argentina y Sudáfrica disputarán el partido para el tercer y cuarto puesto.

El sábado a las 17:00 Nueva Zelanda y Australia lucharán por el título.

Teniendo en cuenta la ya comentada variabilidad de rendimientos de algunos equipos de un partido a otro, es difícil hacer pronósticos.

Se está dando como favoritos a Sudafricanos y Neozelandeses, pero creo que Pumas y Wallabies tienen argumentos más que de sobra para amargarles la vida a los Springboks y los All Blacks.

Personalmente espero y deseo que la albiceleste derrote a los sudafricanos. Me parece más valiente el estilo de juego argentino, y no me gustaría que el juego, rocoso y meritorio sin duda, pero también conservador y poco vistoso de los sudafricanos se llevara el premio, aunque sea menor, de un tercer puesto; y menos después de haber empezado perdiendo contra Japón. Por contra, me encantaría que los Pumas se despidieran con una victoria que igualara su tercer puesto del Mundial de 2007, conseguido en aquel magnífico partido en el que derrotaron a la anfitriona Francia por un contundente 10-34. En su contra tienen varias bajas y el hecho de que los sudafricanos han ido de menos a más de manera clara, lo que como he dicho les otorga cierto carácter de favoritos.

No tengo preferencias para el otro partido. Tengo un par de amigos ingleses que prefieren que ganen los All Blacks: no soportan a los australianos, tan duros y arrogantes; mientras que no tienen nada contra los neozelandeses, tan arrogantes y duros. Llegado este punto, debo admitir que las sutilezas británicas a veces se me escapan, por lo que asistiré al partido desde la más estricta neutralidad, que probablemente abandonaré a medida de que avance el partido.

La final promete: el mejor ataque contra la mejor defensa. Pero sin que por ello los que mejor defienden sean unos mancos atacando, ni viceversa. También será un duelo entre dos extraordinarios medios de apertura: Foley y Carter. Presiento que nos vamos a divertir y después de la relativa desilusión que fue el Nueva Zelanda - Sudáfrica, en este partido vamos a ver la cara más espectacular de los All Blacks.

Arbitrará la final el genial Nigel Owens. Galés, casualmente.

lunes, 26 de octubre de 2015

Asamblea General 2015: Hay que mojarse


Lo recuerdo y lo repito cada año por estas fechas: contra los dos Fernandos (Lamikiz y Macua) vivíamos mejor.

No os asustéis: no es que les eche de menos. Es que hay que reconocer que en esos tiempos cuando no nos enfrentábamos a una crisis deportiva, o bordeábamos la ruina económica o afrontábamos un escándalo institucional.

En ese ambiente, las asambleas eran crispadas y a ratos apasionantes.

Urrutia no es perfecto, pero por una u otra cosa; ya sea por sus méritos o porque haya tenido el viento de cola, la situación deportiva, económica y social del Athletic, siendo mejorables -todo lo es- ofrecen poco terreno a la polémica, o eso me parece a mí.

No obstante, algunos temas hay que pueden dar cierta vidilla a la asamblea de mañana. Vamos con ellos.

El asunto de la lluvia.

Pertenezco a dos colectivos: el de los que están encantados con el nuevo campo y la forma de hacer el traslado, y el de los que se mojan más a menudo que el campo anterior.

Con eso creo que os doy una pista de como juzgo mi caso personal: me fastidia el cambio a peor que he experimentado en ese sentido, pero lo pondero menos que otras ventajas que le veo al nuevo campo.

Pero yo no soy la medida de todas las cosas, y el que yo no le dé tanta importancia al tema en lo que me afecta, no quiere decir que el asunto no carezca de importancia ni que no haya casos más sangrantes que el mío.

Así que estoy de acuerdo en que hay un problema; y que como las directivas están para solucionar problemas, no pueden ponerse de perfil, sino que tienen que tomar cartas en el asunto.

Ignoro si la solución arquitectónica existe y se puede ejecutar a coste razonable. En vista de ese desconocimiento, no la voy a abordar: me voy a referir a este asunto sobre la premisa de que el campo siga como está.

Yo diría que podemos definir tres tipos de afectados:

1) Los que se mojan excepcionalmente en situaciones climatológicas extremas que solo se han dado una o dos veces. Creo que no merece la pena que nos ocupemos de ellos. No me parece razonable que tengamos que buscar soluciones a lo excepcional: hacerlo tendría un coste desproporcionado. Sería como matar moscas a cañonazos.

2) Los que se mojaban excepcionalmente en el campo anterior, y ahora se mojan mucho más a menudo. Este sería mi colectivo, que es muy heterogéneo: la gravedad de la situación dentro de él es muy variable.

3) Los que se mojaban habitualmente y se siguen mojando.

Hablemos de estos dos últimos casos. Pero antes una cuestión previa: tiene razón la Junta Directiva cuando nos recuerda que ellos no hicieron el proyecto del campo. Pero ellos sí que lo publicitaron y sí que son los que han fijado -y fijan las cuotas-.

Hay una polémica también previa sobre lo que se prometió o se dejó de prometer. La Junta insiste en que nunca dijeron que nadie se iba a mojar, que solo dijeron que todo el graderío estaría cubierto y que lo está en el sentido de que la cubierta llega hasta la vertical de la primera fila.

Aparte de que yo no tengo tan claro que no llegaran a prometer expresamente nadie se iba a mojar en alguna de las muchas declaraciones públicas que insistían en engolosinarnos con el campo nuevo, decir eso es un sofisma inaceptable: independientemente de la literalidad de las palabras, a lo largo de varios años se ha dado la sensación de que nadie se iba a mojar habitualmente. De hecho, si no se llega a dar esa impresión, ¿se hubiera aceptado la descomunal subida de cuotas que han sufrido los socios de preferencia?

En todo caso, tenemos dos colectivos de afectados según mi clasificación anterior.

Los que se mojaban y se mojan vienen a ser, fila arriba o fila abajo, los antiguos socios de preferencia, que creo que ocupan las diez primeras filas de tribuna. Son los socios a los que, con diferencia, se les ha subido más el carnet. Parte de esa subida se explica porque históricamente esas localidades eran un chollo, y el cambio de campo era un buen pretexto para terminar con lo que hay que admitir que era una especie de privilegio. Pero otra parte de la subida se justificó, tanto si se admite como si no, porque se suponía que no se iban a mojar o lo iban a hacer en días extremos. Me cuesta admitir que en su día al asamblea hubiera aprobado esa subida de cuotas de no mediar esa expectativa, alimentada por la directiva fuera cual fuera la expresión literal que se utilizara al hablar del asunto.

Creo que es de justicia admitir que, mientras no se solucione esto, habría que reducir esas cuotas. Como orientación, podría reducirse a la mitad la subida que sufrieron.

Luego están las restantes 15 filas de tribuna, que antes solo se mojaban un poco de tarde en tarde en función del viento y que ahora se mojan muy a menudo, dándose además la peculiaridad de que creo que si bien las cuotas de estos socios, al menos en muchos casos, no se han subido, son las más caras del campo, cosa que no parece justa. En este caso, propongo también una bajada de cuotas, no drástica, pero que sí signifique un reconocimiento del problema, y que además sea gradual: podrían mantenerse los precios de las filas más altas que se pueda acreditar que no se mojan, y a partir de ahí hasta la fila diez, ir bajando una cantidad por fila.

El asunto de estos afectados no lo considero de todas formas un casus belli. Pero el de los anteriores sí. Creo que cualquier presupuesto que no recoja una bajada de cuotas significativa para los socios más afectados, mientras no funcione una solución definitiva, debería ser rechazado por los compromisarios.

Animación en San Mamés

Creo que nos estamos jamando demasiado el coco con el tema de si se anima o no se anima en San Mamés. Pero aún así creo que la inquietud que hay en ciertos ambientes sobre la cantidad, calidad y ubicación de las gradas de animación se debe atender.

El asunto es complejo y de no fácil solución.

En el fútbol de hoy, la capacidad económica es fundamental. Pero -y más en un club como el nuestro- también debería serlo el facilitar un cupo significativo de entradas a precios asequibles. La recaudación es importante, pero también lo es que San Mamés no sea un reducto solo al alcance de la clase media. ¿Dónde está el equilibrio? Espinosa cuestión, pero que merece una reflexión.

Algunos piensan que en todo caso la situación actual de San Mamés no está cerca de ese hipotético equilibrio, sino que está claramente escorada hacia el elitismo. Yo creo que exageran, pero que algo de eso hay.

Añadamos además el hecho de que el tipo de público de clase media y edad madura que constituye el espectador tipo de San Mamés no es el que más anima.

¿Soluciones? Para mí lo idóneo sería que la grada de animación sur animara de verdad y que la norte se pudiera agrandar. Recordemos que en la sur se han "colado" muchos sujetos que se benefician de un precio especial y que no animan.

Pero ¿cómo solucionar esto sin perjudicar derechos adquiridos de socios? Sobre todo en el caso de los limítrofes con la zona norte...

Es un asunto difícil, no tengo clara una solución. Pero me permito opinar que si el club fuera generoso a la hora de reubicar a los socios afectados, aunque fuera a costa de algo de pérdidas económicas, sería más fácil resolver el asunto; y que a no ser que el coste sea disparatado, creo que dejar de ingresar algo de dinero para solucionar esto puede merecer la pena.

Las cuentas.

¡Qué feliz soy disparando con pólvora del rey!

¿Problemas de agua? A bajar cuotas.

¿Problemas de animación? A ser generoso con los socios que haya que reubicar.

¡Qué fácil es gestionar así! ¿Populismo? ¿Inconsciencia?

Creo que no: que lo primero es un asunto de justicia y que lo segundo a la larga merecería la pena. Pero mi alegría presupuestaria nos lleva a la parte económica.

El club presenta un beneficio de 18.700.000 €, más los 12.100.000 € de cuotas de entrada de los Barria que van directamente al fondo social sin pasar por resultados.

Además, el presupuesto para el próximo ejercicio prevé un superávit de 12.600.000 €.

¡Nadamos en la abundancia! ¿Nadamos en la abundancia?

Repito la frase con interrogantes porque al hilo de la bonanza económica crece el número de socios que opina que hay que bajar cuotas, quitar días del club y regalar partidos europeos. Ojo con esto.

Ningún gestor responsable debe tomar decisiones de reducir ingresos estructurales o recurrentes basándose en fenómenos coyunturales o extraordinarios.

¿En qué caso estamos?

No he hecho un estudio exhaustivo. Me he fijado solo en un par de cosas: una comparación de balances entre el actual y el de hace 15 años, y un vistazo a la cuenta de resultados reciente y la prevista en comparación, también, con la de hace cinco años.

En estos cinco años los fondos propios han aumentado en 85 millones. ¿Cuántos de esos millones dse deben a operaciones atípicas? Veamos: 70 millones de traspasos, 10 millones de plusvalía por la permuta de terrenos de San Mamés, 12 millones de cuotas de entrada de los Barria... Eso suma 92 millones. O sea: que a vuela pluma (habría que pulir estas cifras con un análisis más fino) de no ser por las operaciones extraordinarias, en vez de un aumento de fondos propios de 85 millones, hubiéramos visto una reducción de 7 millones. Esto sugiere que las cuentas que pudiéramos llamar recurrentes nos hubieran hecho perder 7 millones en cinco años, a pesar de los ingresos europeos que hemos tenido.

¿Confirman esta hipótesis los datos de la cuenta de explotación? El presupuesto para el año que viene prevé, como he dicho, 12 millones de beneficio. Pero es que ¡los ingresos televisivos suben 21 millones! Con esos ingresos congelados, hubiéramos presupuestado pérdidas de 9 millones.

Mención especial a la primera plantilla: de 2014 a 2015, el gasto por este concepto ha crecido 8.748.000 €, lo que supone nada más y nada menos que un 25%.

En el periodo 2011-2015 el incremento medio del gasto de la plantilla ha sido del 5,7% anual.

En el mismo plazo, los ingresos de socios y abonados han sido del 3,6% anual de media. O sea: que en cinco años unos han crecido el 32% y los otros solo el 19%. A lo que voy es que una supuesta tasa de cobertura de gastos de plantilla con los ingresos de socios y abonados ha empeorado sensiblemente; esto unido a lo dicho anteriormente de los 7 millones de pérdidas teóricas de no mediar operaciones extraordinarias, me hace concluir que está bien no apretar las cuerdas teniendo tanto en caja, pero dentro de un orden. Vamos: que lo que está haciendo la junta (bonos a buen precio, algunos partidos europeos gratis...) me parece que es la justa medida de lo que se puede hacer.

Y hasta aquí llego. Pese a no meterme demasiado en las cuentas (espero que otros lo hagan) me ha salido un auténtico ladrillo. Como en los buenos tiempos del Ambigú. El Renano estará contento.

domingo, 25 de octubre de 2015

Futbol rico, futbol pobre


Rústicos en Dinerolandia
Durante los días de vino y rosas algún avispado vendedor de crecepelo bautizó al campeonato español de primera división como la liga de las estrellas. La combinación de una apertura prácticamente total de las fronteras en el mercado de jugadores y el dinero contante y sonante procedente de las televisiones contribuyó decisivamente a inflar hasta límites insospechados la burbuja futbolística. Cualquier equipo de medio pelo tenía la posibilidad de fichar jugadores de cierto caché internacional. Clubes tradicionalmente subidos al ascensor liguero, que les llevaba una y otra vez de segunda a primera y de primera a segunda, se permitieron confeccionar plantillas con jugadores de un nivel desconocido hasta entonces. Paralelamente, empezó a crecer también la picaresca de muchos directivos que encontraron en el enorme trasiego de dinero del futbol una buena oportunidad para dudosos negocios privados. En esa caldo de cultivo  aparecieron muchos intermediarios raros que ofrecían fichajes de jugadores aún más extraños. El negocio tomó unas dimensiones enormes y fuera cual fuera la finalidad última, casi siempre poco edificante, de lo que se trataba era de comprar y vender caro. Si después estos jugadores resultaban buenos o malos solía ser indiferente por lo que, además de los fichajes de futbolistas importantes, la riada de contrataciones empezó a arrastrar también a muchos desconocidos procedentes de los sitios más insospechados. Para los clubes ya no era interesante dedicar recursos a formar jugadores propios: había dinero y había interés en gastarlo, así que mientras duró el boom futbolístico fueron muchos los clubes que olvidaron casi por completo a los jugadores de la cantera. Pero la marabunta como viene se va y lo peor es que el panorama que deja tras su paso siempre es desolador. Llegó el momento en el que los ingresos de todos esos clubes que habían ejercido de nuevos ricos ya no eran capaces de soportar sus gigantescas estructuras de gasto, las deudas se acumulaban y su solvencia se resquebrajaba. Más dura fue la caída, podría pensar un observador neutral y sensato. Sin embargo,  la proverbial complacencia que el futbol genera ha dejado para la historia una reflexión mucho más peliaguda entre la gran masa acrítica que la sustenta y que suele valorar así la época del derroche: vale, ahora estamos pagando los excesos, pero ¿y lo bien que lo 'pasemos'...?

El Sporting de los años dorados
El Sporting es uno de esos clubes que durante el boom vivió por encima de sus posibilidades. No se comprende muy bien qué hizo exactamente durante esos años para acumular una deuda que ha llegado a comprometer muy seriamente su supervivencia. En realidad, a diferencia de otros, como el Deportivo o el Valencia, que llegaron a ganar títulos gracias a aquel derroche, el Sporting durante ese tiempo nunca ha estado siquiera cerca de conseguir algún éxito. El club gijonés desde hace décadas se ha caracterizado por producir muchos y buenos futbolistas, traspasó a varios de ellos y, en medio de la vorágine, se olvidó de sus señas de identidad y se dedicó a ser como los demás, una máquina de gastar dinero. Vista la escasez de éxitos deportivos y la magnitud de su agujero financiero, parece que su caso, como el de tantos otros, es el de un equipo que se dedicó a fichar sin el más mínimo control, ni de calidad ni económico, por vaya usted a saber qué oscuras razones. El caso es que el Sporting en el pecado ha encontrado la penitencia. Una durísima penitencia, por cierto: ha vagado durante muchos años por la segunda división, ha sufrido enormes convulsiones societarias que le han situado cerca de la desaparición y, en última instancia, se ha visto abocado a competir con una plantilla barata y procedente, fundamentalmente, de su cantera. En estas circunstancias, el ascenso a primera logrado la pasada temporada fue toda una hazaña. Por si fuera poco castigo el ya sufrido, este verano la Comisión de Control Económico de la Liga de Futbol Profesional le complicó aún más la vida al imponer unas durísimas restricciones para la inscripción de nuevos jugadores en su plantilla. El equipo asturiano sólo ha podido incorporar a jugadores que cumplan alguna de estas características: proceder del filial, cobrar el salario mínimo (129.000€) o tener unos emolumentos que no superen el 25% de la masa salarial que el club haya podido liberar en forma de bajas. Así, el Sporting afronta su regreso a la primera división con una plantilla muy similar a la que consiguió el ascenso, más algunos fichajes caracterizados por una doble condición: todos ellos son muy jóvenes y muy baratos. Dos volantes, Halilovic y Mascarell, cedidos respectivamente por Barcelona y Real Madrid, son sus principales apuestas externas. Un equipo pobre que regresa a sus orígenes, a los que le dieron más esplendor... hace ya muchos años.

Un Athletic sólido en casa
Este lunes el Sporting  regresa a Bilbao para disputar ante el Athletic un partido que se presupone muy competido. Tras ocho jornadas el equipo local acumula una decepcionante cifra de ocho puntos, a todas luces insuficientes para el objetivo de ocupar puestos europeos. Los visitantes, sin embargo, con nueve puntos se mantienen, más o menos, en el promedio necesario para conseguir la permanencia al final del campeonato. Un punto de diferencia, un balance casi idéntico de goles a favor y en contra, pero sensaciones bien distintas: mientras en el Athletic hay una sensación de mal comienzo y de que es preciso arrancar cuanto antes, en el Sporting la impresión es de que el inicio de la temporada ha sido bastante satisfactorio, especialmente fuera de casa. Su balance como equipo visitante está siendo realmente bueno: un partido perdido (Rayo Vallecano), un empate (Real Sociedad) y dos victorias (Deportivo y Espanyol). Enfrente, el Athletic se encuentra mucho más a gusto en San Mamés que lejos del Botxo. Como local ha firmado dos victorias (Getafe y Valencia) y dos derrotas (Barcelona y Real Madrid). Si tenemos en cuenta que las dos victorias fueron bastante claras y que las derrotas, además de ser ante los dos clubes más potentes de la categoría, fueron muy ajustadas y competidas, parece claro que, a priori, un buen visitante como el Sporting se va a encontrar a un buen local como es el Athletic. El partido, por tanto, promete. Ernesto Valverde reconocía ayer en sala de prensa la necesidad que tiene el equipo de sumar los tres puntos en este partido y alertaba del peligro del rival: Me gusta el Sporting, le veo similitudes con nosotros, son un equipo de cantera, tienen una identidad propia... Como conjunto les veo muchas de nuestras virtudes, empuje, solidaridad... Son ambiciosos, tenemos que tener cuidado. Cualquier aficionado sabe que el Athletic es un equipo temible, sobre todo en La Catedral, cuando juega a todo trapo y un equipo vulnerable cuando se dedica sestear. No sería la primera vez que recibe la visita de un equipo humilde, por qué no decirlo, pobre, y se lleva un susto por no afrontar el partido con la actitud necesaria. Si, además, el rival es corajudo, peleón y tiene las ideas claras, las probabilidades de que ocurra un accidente se multiplican. Los jugadores bilbaínos están avisados y la reciente experiencia de Riazor, dejándose empatar un partido que estaba ganado, debe ponerles aún más alerta, si cabe. Es el momento de sentar las bases de la escalada clasificatoria y un tropiezo en este partido sería un enorme revés. En el universo de ricos y pobres que es la liga de las estrellas son tantas las diferencias que lo normal es que los primeros ganen a los segundos... pero el futuro no está escrito.


viernes, 23 de octubre de 2015

Mundial de Rugby (III): ¿Semifinales o Championship por eliminatorias?


El resultado de los cuartos de final, tratados a lo largo de los comentarios de la entrada anterior dedicada a este evento, ha producido los siguientes emparejamientos:

Sábado 24 a las 17:00 Sudáfrica - Nueva Zelanda.
Domingo 25 a las 17:00 Argentina - Australia.

Paradojas del cambio horario que tendrá lugar durante la madrugada del sábado al domingo: los dos partidos se juegan a distinta hora local (GMT), pero a la misma a nuestros efectos.

Es curioso que 40 años después de los 40 años, salvo unas pocas voces aisladas que lo han empezado a hacer recientemente, no se haya puesto en serio sobre la mesa lo de abandonar el horario actual -adoptado por Franco para hacer la pelota a Hitler- y volver al que nos corresponde según nuestra longitud en el globo. Pero me salgo del tema...

El que las semifinales vayan a ser protagonizadas por los cuatro equipos que juegan el Rugby Championship, unido al hecho de que de los siete mundiales anteriores solo uno ganado por Inglaterra haya escapado del predominio del sur, parece sugerir que parafraseando a Lineker adoptemos la definición: "El rugby es un juego simple: treinta hombres corren tras un balón durante ochenta minutos y al final siempre ganan los del sur".

La adopción del profesionalismo, con las ingentes cantidades de dinero que llegan a los seis intregrantes del Six Nations y los cuatro del Championship, reforzado por la innovación que supuso el inicio de los mundiales, deberían, en mi opinión, estar igualando el nivel de preparación y de entrenamiento. Sin embargo, no ha sido así. Mirando a este año, se podría decir incluso que el asunto ha ido a más.

¿Qué razón hay? ¿Son realmente tan superiores?

En el deporte, el resultado manda. Pero aunque los marcadores de cuartos están ahí, tampoco creo que sea justo interpretarlos como algo definitivo: la cuchara de madera del Seis Naciones no ganó al campeón del Championship perdiendo ¡por un solo punto de diferencia! lo que cuestiona esa diferencia abismal entre hemisferios, incluso sin hablar del arbitraje. El partido entre Gales y Sudáfrica fue muy igualado, y se resolvió, en mi opinión, por detalles.

Más clara fue la victoria de Argentina sobre Irlanda, pero no estoy seguro de que lo sucedido refleje el nivel real de ambos, sobre todo de Irlanda.

La victoria de Nueva Zelanda sobre Francia si que fue absolutamente apabullante.

Pero vamos: que podríamos estar viendo unas semifinales Gales-Nueva Zelanda y Argentina-Escocia sin que los partidos hubieran sido muy diferentes y considerando el paso de los argentinos como una sorpresa. O eso creo.

Dicho esto, admito que me muevo en el terreno de "Y si..." La realidad es la que es: han pasado los que han pasado. Así que, aunque mantenga ciertas reservas, admitamos esa superioridad ¿Por qué se produce?

En la web amiga, el forero Wild Rover mencionaba un artículo que apuntaba varias razones para el predominio sureño. Él mismo las resumía así:

1) Diferencias técnicas: Los jugadores del sur parecen mas rápidos, mas creativos e incisivos en ataque, parecen tener mejor técnica a un ritmo alto y mas precisos en la ejecución.

2) El Súper Rugby y el Rugby Championship son mejores escenarios: se pone de ejemplo la entrada de los Pumas en el Rugby Championship (el VI Naciones del Sur) y su espectacular evolución en el mundo del rugby desde entonces.

3) El clima en el Norte es una desventaja: hace difícil aprender aspectos técnicos y llevar a cabo un rugby de ritmo alto, veloz.

4) Demasiados extranjeros en el rugby europeo: usan el ejemplo de la selección inglesa de futbol que, a pesar de tener una de las ligas mas fuertes del mundo (llena de foráneos, eso si), su selección lleva ya tiempo coleccionando ridículo tras ridículo.


A esto yo contestaba:

1) Eso no parece una causa, sino una consecuencia.
2) Ídem.
3) No sé hasta que punto es diferente el clima ni su posible influencia, pero me suena raro.
4) Sí que puede ser una razón.

Añado que en todos los países del norte, salvo tal vez en Gales, el rugby es un deporte secundario respecto al fútbol. Mientras que el sur, salvo en el caso de Argentina, es al revés.

Yo creo que esa puede ser la principal razón. De hecho, no tengo datos, pero ¿es posible que esos extranjeros vengan precisamente de países donde el rugby prima sobre el fútbol?

Aprovecho ahora para decir algo más: aunque con la edad ando mal de memoria, creo mantener algunos recuerdos del primer mundial. Entonces lo que se decía era que los equipos del sur eran más potentes porque eran mucho más fuertes físicamente. Con la profesionalización, ahora vemos también en el norte a alas con el físico que antes tenían los delanteros, y se ha pasado a decir que la ventaja es de técnica (en lo que por ejemplo la Francia de entonces se consideraba superior)

Tiempos distintos, nuevas explicaciones. Una cosa sigue: el campeón será del sur.

Pronóstico: cualquiera se atreve. Se están viendo muchos cambios en el rendimiento de los equipos: ahí está el Escocia-Australia para demostrarlo. O Sudáfrica, que pasa de perder contra Japón a ganar a un Gales excelente hasta entonces durante todo el campeonato.

Pero aún así habrá que decir algo, ¿no?

Nueva Zelanda debería ganar a Sudáfrica. Pero un duelo entre esos dos, nunca será fácil.

Fijándonos en los cuartos, los pumas deberían ganar a los Wallabies. Pero si nos abstraemos de esos partidos, el pronóstico sería el contrario: Australia debería ganar. La cabeza se contradice, el corazón lo tiene claro: me gustaría que ganara la albiceleste.

Lo que sí tengo claro es que ambos partidos van a ser apasionantes. En la línea de lo visto hasta ahora. Porque no sé si está siendo el mejor mundial, pero creo que sí es el que más estoy disfrutando.





jueves, 22 de octubre de 2015

UEFA Europa League: FK Partizan - Athletic Club

Tercera jornada y segunda salida consecutiva de la liguilla de la UEL.

La tranquilidad que nos produjo la trabajada (y tal vez inmerecida) victoria casera de la primera jornada se dilapidó en parte con la derrota que la llamada "segunda unidad" sufrió en Altmark.

Hoy se afirma que jugará un equipo de gala; puede que no el mismo de las dos últimas jornadas, pero sí un equipo homologable a un equipo titular.

Sin embargo, ya sea con la primera unidad o con la segunda, lo cierto es que el Athletic lleva meses sin ganar fuera de casa y no hacerlo en esta salida no nos descartaría del todo pero nos pondría las cosas difíciles en el sentido de dejarnos sin margen de error para los tres partidos restantes, que se convertirían en otras tantas finales; y ya sabemos cómo afectan esas urgencias a nuestra ciclotimia.

Por lo tanto el partido es importante, muy importante. Así lo ha entendido Valverde cuando parece que ha aparcado la idea de las rotaciones, más allá de un par de relevos puntuales (se habla de la titularidad de Gurpegui y Sabin para dar descanso a Laporte y Williams)

Enfrente un Partizan que acaba de cambiar de entrenador. La buena marcha en el grupo UEL no ha enmascarado la mala trayectoria en la liga doméstica: el cese se produjo siendo cuartos y muy lejos de su eterno rival el Estrella Roja. Esa situación ha provocado la caída de Milinkovic y su relevo por Drulovic, que se estrenó con victoria ante el Javor por 3-2, remontando el partido.

El Partizan afronta el partido con una baja por sanción (un lateral; o sea: nada de importancia según el Tao Te King) y dos dudas por lesión de otros tantos centrocampistas.

Las bajas no afectan a la estrella del equipo: el media punta Andrija Zivkovic. No sé vosotros, pero yo cada vez que oigo que el mejor jugador del equipo contrario es un media punta, me llevo la mano al revolver: creo que a nuestra defensa le faltan habilidades para frenar a ese tipo de jugadores.

Lo verá, el que pueda, a partir de las 19:00 de esta tarde.

Arbitra el polaco Pawel Raczkowski.

Os dejo con un video del tal Zivkovic. No os asustéis... Al menos, no demasiado; esto de los videos tiene truco, y hasta haciendo uno de Ibai se puede impresionar al personal: se hacen para eso.


 
 


sábado, 17 de octubre de 2015

UEFA posible (Howard Kendall in memoriam)


Ernesto Valverde compareció ayer ante la prensa y con estas palabras dejó sentadas las bases de lo que debe ser el próximo tramo de la competición para el Athletic: Es el momento de dar un paso adelante.

De unos años a esta parte la competición futbolística, al menos en sus primeros meses, viene dividida en varios tramos, delimitados por las fechas que la FIFA fija en el calendario para disputar partidos, oficiales u amistosos, de las diferentes selecciones nacionales. Así, desde que comenzó a rodar el balón de manera oficial, allá por el 30 de julio para el Athletic, hasta la fecha se han disputado dos de esos tramos de competición con sendos parones en septiembre y octubre. Este fin de semana empieza el tercer tramo del curso futbolístico, periodo que terminará a mediados de noviembre con una nueva pausa para que jueguen las selecciones. En este intervalo el Athletic tendrá que afrontar cuatro partidos de la Liga y dos de la Europa League. En la competición doméstica, los bilbaínos visitarán Riazor, recibirán al Sporting, viajarán al Benito Villamarín y cerrarán el ciclo en San Mamés frente al Espanyol. Entremezclado con los partidos ligueros, doble enfrentamiento ante el Partizan, primero en Belgrado y después en Bilbao.

Si el primer tramo del curso resultó especialmente complicado por la acumulación de partidos, hasta en tres competiciones diferentes, en pleno verano y con el equipo aún muy poco rodado, el segundo lo fue, sobre todo, por la dureza de los rivales que, especialmente en la Liga, dificultaron aún más el fuerte inicio con el que ha tenido que apechugar el Athletic. Si ya cuesta que en los primeros compases el equipo esté lo suficientemente afinado como para sacar adelante tantos y tan complicados retos, la plaga de lesiones que lo ha asolado prácticamente desde el primer minuto de la pretemporada ha añadido más dificultades a la tarea. Con todos estos ingredientes, después del histórico triunfo en la Supercopa y de haber cumplido el expediente más o menos correctamente en la competición continental, salvo el tropiezo de la última jornada en Alkmaar, la Liga ha sido el torneo que más dudas ha planteado. Sin practicar un juego muy lucido, aunque también es cierto que con algunas trazas de mayor solidez que el del desastroso inicio del curso anterior, los resultados han sido más bien flojos. La acumulación de partidos, la escasez de efectivos en alguna ocasión y media docena de errores de bulto sobre el césped se unieron a un calendario que concentraba en las primeras siete jornadas a varios de los huesos más duros de roer del campeonato. La llegada de Raúl García como fichaje de ultimísima hora, la paulatina recuperación del grueso de los lesionados y la cosecha de un punto en Anoeta y la brillante victoria de la última jornada ante el Valencia han sido factores que han permitido acabar el segundo tramo de la temporada con brios renovados, mayor optimismo y mejores perspectivas. En realidad, el equipo sólo lleva tres puntos más que en las mismas jornadas de la temporada precedente, pero las sensaciones comienzan a ser mucho mejores.


Este domingo (Riazor, 20:30 horas), el Athletic tratará de continuar con su trayectoria ascendente ante el Deportivo. Como ha dicho Txingurri, es el momento de dar un paso adelante. El equipo tiene por delante un calendario, a priori (esto no es una ciencia exacta), mucho más liviano, la plantilla ha recuperado efectivos y los engranajes del equipo en el campo parece que poco a poco empiezan a funcionar. Una buena oportunidad para cosechar muchos puntos y escalar puestos en la clasificación liguera, aunque sin perder de vista que la empresa, aunque pueda parecer sencilla, no carecerá de dificultades. El Deportivo, por ejemplo, es un equipo que ha comenzado la Liga con muy buen pie. Se encuentra en una cómoda sexta plaza y sólo ha perdido un partido. El Athletic tendrá que plantear su mejor puesta en escena si quiere conseguir los tres puntos. El mensaje del entrenador ha señalado el camino, es hora de hacer realidad los buenos deseos.

Editado: Con motivo del fallecimiento de Howard Kendall, el autor ha decidido cambiar el título original de la entrada (Un paso adelante) por el recuerdo a la frase que popularizó el buen entrenador inglés. So long, Howie.

martes, 13 de octubre de 2015

Mundial de Rugby 2015 (II)

Este pasado fin de semana ha finalizado la fase de grupos, quedando los cuartos de final definidos de la siguiente forma.

Sábado 17 a las 17:00 Gales - Sudáfrica
Sábado 17 a las 21:00 Nueva Zelanda - Francia
Domingo 18 a las 14:00 Irlanda - Argentina
Domingo 18 a las 17:00 Australia - Escocia

He comentado brevemente los dos partidos que vi en un comentario a la anterior entrada dedicada a este mundial.

Después de haber visto al menos un partido a todos los cuartofinalistas, en mi opinión puede pasar casi de todo.

Fue imposible pasar
Solo un partido tiene un favorito claro: el Australia - Escocia. Coinciden el equipo que mejores sensaciones ha dejado en la primera fase con el que se ha clasificado más de rondón. No creo que Escocia sea rival para los australianos. Estos han demostrado su enorme solvencia ganado el grupo de la muerte, destacando su aplastante victoria frente a la anfitriona Inglaterra y la impresionante solidez defensiva que demostraron ante los galeses cunado se quedaron con trece jugadores. Un hueso demasiado duro de roer para los de el cardo.

Luego yo diría que hay dos partidos que también tienen un favorito pero con suficiente margen para la sorpresa como para que no se pueda dar el bacalao por vendido: el choque de los irlandeses contra los Pumas y el de los de el gallo contra los All Blacks. Tanto irlandeses como neozelandeses parten como favoritos, pero espero mucha más resistencia que el Australia-Escocia.

A Irlanda le pueden pesar las posibles bajas de dos jugadores importantes: el apertura Sexton y el segunda línea (y capitán) O'Connell. Sexton podría volver pero lo de O'Connell parece muy serio; se habla incluso del final de su carrera como internacional. A eso habría que añadir la posible suspensión del tercera línea O'Brian, por un puñetazo a Papé con el que parece que pretendía zanjar cuestiones pendientes del pasado Seis Naciones: era la primera vez que Papé se enfrentaba a Irlanda desde el brutal rodillazo que dio por la espalda al irlandés Jamie Heaslip, que provocó la fractura de varias vértebras del jugador irlandés.

A Argentina le vimos plantando cara con mucha solvencia a los All Blacks durante una primera parte muy disputada. A pesar del favoritismo irlandés, no sería raro que los Pumas dieran una sorpresa, que solo sería relativa.

Francia no pudo parar a Irlanda
Nueva Zelanda también parte como favorita ante "les blue" pero el juego francés suele atragantarse a los All Blacks, y a estos no les he visto tan fuertes como dicen. Hasta ahora solo han tenido un rival de verdadera entidad -Argentina- y aunque a  probaron el examen, para mí no lo hicieron con nota. Como Francia no está para tirar cohetes, son favoritos, sí; pero que no se confíen.

Finalmente el partido más abierto es el que enfrentará a Gales con los sudafricanos. Los Springboks empezaron perdiendo con Japón, pero luego han ido remontando hasta el punto que la derrota no les ha impedido ser primeros de grupo: han avasallado a los demás rivales. También es cierto que el más potente era Escocia, que es el más flojo de los cuartofinalistas.

Por su parte los dragones han dado sensación de buen equipo en todos sus partidos, ganado a Inglaterra -con algo de suerte, debemos admitir- y dando la cara ante Australia, aunque las bajas que tiene le pueden acabar pasando factura.

Los ganadores de los partidos de cada día se enfrentarán entre sí en semifinales: los de el sábado por un lado y los de el domingo por otro.

P.S. Acabo de ver que inicialmente he puesto mal el enlace al puñetazo de O'Brian. Ya lo he arreglado.

viernes, 2 de octubre de 2015

Urgencias


La paciencia no es una de las virtudes que caracterizan al futbolero, especialmente de un tiempo a esta parte. Todo, lo bueno y lo malo, transcurre a una velocidad vertiginosa y en cuanto se encadenan una serie de resultados, positivos o negativos, ya se están haciendo proyecciones de lo que deparará el futuro. Así, es común ver que con apenas media docena de jornadas disputadas ya se hable de que tal equipo es la revelación del campeonato o que a tal otro le están empezando a poner los clavos en la tapa de su ataúd. Si la paciencia, futbolísticamente hablando, es un término pasado de moda, la urgencia es un concepto de la más rabiosa actualidad. Si uno tiene el poco acierto o la mala fortuna de haber tropezado en los dos primeros partidos, es seguro que para el tercero ya tenga colocado el sambenito de la urgencia. Este fin de semana se disputa la séptima jornada de Liga y, como no podía ser menos, con el otoño, ya han llegado las urgencias.


No fue en otoño, sino muy avanzada la primavera de 2007, el 17 de junio, cuando el Athletic sufrió un terrible momento de urgencias. De haber tropezado aquel día ante el Levante, el equipo bilbaíno hubiera dado con sus huesos en la segunda división, algo que hubiera supuesto una especie de apocalipsis zurigorri. No era la primera vez que el Athletic tonteaba con el descenso, aunque posiblemente sí que fuera la vez en la que, dado el ínfimo rendimiento del equipo, más posibilidades había de que el desastre finalmente se consumara. Afortunadamente, aquel episodio pasó y en las sucesivas temporadas, hasta esta misma, se han ido produciendo otros acontecimientos mucho más agradables: clasificaciones europeas, varias finales, un título y algunos partidos de los quedan marcados en la memoria para siempre. Sin embargo, parece que el fantasma de aquel terrorífico domingo de 2007 permanece presente en el inconsciente colectivo de la afición rojiblanca y las rachas negativas de resultados siempre hacen surgir la idea de que el Athletic,  si no suma, más pronto que tarde, los cuarenta y cinco puntos de rigor, vive en inminente peligro de descenso.

Este domingo, 4 de octubre, San Mamés acogerá el Athletic – Valencia correspondiente a la séptima jornada liguera. Los rojiblancos comenzaron a competir el 30 de julio y antes de esta próxima cita ya habrán sumado, nada menos, catorce partidos oficiales. El balance, algo irregular: cinco ganados, tres empatados y seis perdidos. El grueso de los partidos ganados y empatados ha servido, básicamente, para conseguir el título de la Supercopa y para superar dos eliminatorias previas en la Europa League. Por su parte, el grueso de las derrotas se ha producido en la Liga. Con seis partidos jugados, una victoria, un empate y cuatro derrotas, el Athletic presenta un balance idéntico al de las mismas jornadas de la temporada anterior. Si hace exactamente un año se hablaba de urgencias, ahora nos encontrarámos exactamente en el mismo punto. Aunque el nivel de los rivales a los que se han enfrentado los bilbaínos en lo que va de curso es sensiblemente superior al de los rivales en el mismo tramo del año pasado, la sensación de que las cosas no están yendo bien y de que hay que sumar cuanto antes se ha hecho presente en el ambiente. Nadie quiere sustos y por eso se ve como necesaria la victoria ante el Valencia, llegar a la semana de descanso liguero con siete puntos y afrontar el siguiente tramo de la Liga, ante rivales más asequibles, sin tanta presión clasificatoria.

Si hay un equipo que podría protagonizar un exhaustivo estudio científico sobre las urgencias, su origen y consecuencias, ese el Valencia. El valencianismo, como modo de vida futbolístico, es vocinglero, tiende a la eterna reprobación de los suyos y posee una veta autodestructiva que hace de los éxitos el preludio de los líos, los follones y los fracasos. La llegada de una nueva propiedad, un entrenador de refresco e interesantes refuerzos para la plantilla convirtió a un club agonizante, social, financiera y deportivamente, en un club triunfador. Estuvo peleando hasta ultimísima hora por el tercer puesto de la Liga y logró una brillante clasificación para la Champions League. Deportivamente, el Valencia volvió a ser un equipo potente, con mucho brío futbolístico y unos cuantos jugadores de muy alto nivel. El verano ha sido muy movido en los despachos del club ché. Dimisiones, declaraciones subidas de tono, jugadores que querían salir de allí, etc. El aficionado valencianista ni siquiera necesita que comience la competición y pierdan dos partidos para empezar a protestar. Durante la disputa del Trofeo Naranja, que la Roma ganó por tres a uno al equipo local, la grada dedicó a su entrenador un sonoro Nuno vete ya, soniquete que han reproducido en el resto de partidos que han jugado en su estadio desde entonces. Al igual que cada vez es más frecuente que muchos establecimientos comerciales adelanten los periodos de rebajas, en Valencia las urgencias llegaron sin rodar aún el balón de manera oficial. La irregular marcha del equipo en el arranque liguero, que con nueve puntos, sin ser desastroso, se aleja de su objetivo de ocupar la zona noble de la clasificación, ha hecho que lleguen a estas alturas del campeonato en medio de una importante marejada interna y con gran necesidad de sumar puntos para reconducir su trayectoria.

Se trata, por tanto, de un partido en el que ambos equipos llegan necesitados de puntos, lo cual suele ser un arma de doble filo: motivación extra, sí, pero también el peligro de que aparezcan otros efectos perversos asociados a dicha necesidad. Deberá cuidarse mucho el Athletic, que clasificatoriamente se presenta más apurado, de caer en la precipitación, en la desesperación o, especialmente, en esa falta de concentración que tantos errores ha propiciado, con la subsiguiente sangría en forma de puntos. Ante rivales tanto o más difíciles que el Valencia, los rojiblancos han demostrado que, mientras han permanecido ordenados y no han hecho regalos absurdos, son capaces de competir de tú a tú con cualquiera. El domingo veremos si los próximos quince días los pasan en planta o si la situación se complica hasta el punto de requerir cuidados intensivos.