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Uno de los ensayos ingleses en Dublín. |
El fin de semana pasado se jugó la primera jornada del Seis Naciones 2019.
Se suele decir que los años como este, en el que el torneo coincide con el mundial, hay un aliciente añadido por ver cómo encaran los equipos del hemisferio norte tan importante cita.
Yo no sé si discrepar: la primera jornada no ha reflejado exactamente las expectativas suscitadas por los últimos test matches, lo que me hace pensar que si en unos pocos meses puede cambiar el rendimiento de los equipos, ¿qué no podrá pasar en el medio año que separa el fin del Seis Naciones del comienzo del mundial de Japón?
Algo de eso pasó en el último mundial: Inglaterra no pasó de la primera fase pese a rendir a buen nivel en el torneo (empató a puntos con el ganador Irlanda) y Escocia dio una excelente imagen tras haber ganado la cuchara de madera.
Así que relativicemos un poco las conclusiones que se puedan sacar de esta edición en general y de la primera jornada en particular.
El primer partido ya fue una doble sorpresa: la pobre imagen que dio Gales y los regalos de los franceses en la segunda parte, que les hicieron perder un partido que parecía ganado. El quince del dragón volvió a adolecer de un defecto que le persigue dese hace unos años: que de vez en cuando hay un partido en el que salen como narcotizados, y entran en juego como media hora más tarde que sus oponentes. El que aún así consiguieran remontar en la segunda parte, sin desplegar tampoco un gran juego, entra dentro de lo esotérico.
En todo caso, esa remontada nos mantuvo con esperanzas al día siguiente, cuando veíamos a Inglaterra comerse con patatas a la favorita Irlanda. Los irlandeses reaccionaron, llegaron a ponerse por delante, pero terminaron perdiendo un partido en el que los de la rosa fueron claramente superiores, por más que nos duela a Forever, a su familia irlandesa y a mí mismo. Me impresionó el juego de Inglaterra, y en ningún momento se vio el quince del trébol que se esperaba. Los de verde jugaron terriblemente incómodos. ¿Influiría tanto la mala elección de zaguero, como repitieron ad nauseam los comentaristas de Movistar Deportes?
Por cierto: me pregunto si soy el único al que Manolo Moriche le parece un comentarista penoso. Superficial, repetitivo y con un tono que duerme al más pintado. ¿Qué le ven para seguir tantos años estropeando las retransmisiones con sus tópicos monocordes?
No vi el partido que enfrentó a Escocia e Italia y que se saldó con victoria de los caledonios.
El próximo fin de semana comienza con un interesante Escocia - Irlanda que nos servirá para calibrar el momento de Escocia y si la derrota ante los ingleses en Dublín significa el comienzo de una crisis del hasta ahora favorito, o si ha sido una pájara de un día. Sábado a las 15:15.
Luego, a las 17:45 hay un Italia - Gales que le debería servir a los Galeses para reafirmarse como alternativa a irlandeses e ingleses (de los tres equipos que ganaron la primera jornada son los que más fácil lo tienen a priori)
Y el domingo llega para mí el partido más importante del fin de semana: a las 16:00 Inglaterra recibe a Francia. Los ingleses querrán confirmar la magnífica impresión causada ante Irlanda, mientas que Francia tendrá que buscar despejar esas dudas existenciales en las que levan sumidos varios años, y tratar de parecerse al equipo que barrió a ratos a los galeses, y no a al que luego les regaló el partido.