Aquella mañana el Moscova fluía lento y triste, como cada mañana de aquel otoño ruso. En su despacho del Kremlin, el padre de la patria, Josef Stalin, revisa por ultima vez el cartel que con su rostro pronto poblará las calles de Moscú. "Bolei za nashchij!" (¡Apoya a los nuestros!), junto a una imagen del glorioso Ejército Rojo, es el lema elegido para provocar olas de entusiasmo e insuflar ánimo de victoria al pueblo. Ese pueblo siempre entregado a su líder.
Unos acordes retumban por la ciudad, es la canción compuesta por Boris Eremenko en la que se exhorta al pueblo a "embestir y morder" para lograr "una victoria para todos". Al clima de entusiasmo que vive la ciudad se contribuye estos dias desde Leningrado, la ciudad de las noches blancas, el Hermitage y el celestial Peterhof, con una obra recien estrenada de Zalyguin. Como una especie de conjuro audivisual, la obra apela a la victoria patria de igual modo que el hombre prehistórico dibujaba bisontes para asegurarse su posterior caza.
Más allá, en las estepas, allí donde la antigua flecha tártara nos atravesó el corazón, retumba el sonido de los cañones. Corren las nubes, asustadas. El capitán Sergei, bañado en barro en su trinchera de Nogaish sueña, entre la sangre y la tierra, con la quietud del hogar, hundido el rostro en los generosos pechos de Natascha, allá en el koljov de Vyasma.
Está dispuesto para el sacrificio patrio, sabe que la recompensa es inmensa, su nombre será recordado para siempre, símbolo del valor y el coraje revolucionario y el amor por la Madre Rusia. Quizás hasta el padre Stalin tenga a bien concederle una medalla póstuma y encargarse, gustoso, de cuidar y darle un futuro a la bella Natascha.
Ya no hay tiempo para más, justo al escuchar el silbato de su comandante, Sergei se lanza al asalto pateando una pelota. El capitán saltó el parapeto que lo protegía, luciendo la camiseta del CSKA, y corrió tras la pelota que había lanzado como lo hacía, años atrás, en el estadio Dinamo, cuando su figura de fino extremo se recortaba por la banda.......la banda izquierda, por supuesto, como bien le enseñó , de pequeño, en la escuela el camarada comisario. Ahora no sorteaba camaradas bolqueviques con la camiseta del Spartak, sino que regateaba balas nacionalsocialistas muy malintencionadas.
Así, el capitán Sergei, héroe nacional, aquel 9 de Octubre encabezó el asalto en contraataque contra las trincheras alemanas en las estepas de Crimea. Su regimiento, que antes vacilaba temeroso, lo siguió con infinito valor, como si todos quisieran finalizar aquel veloz contraataque con un certero remate y que el cuero besara, por fin, las mallas alemanas.
Lamentablemente, aquella granada, certeramente lanzada desde la defensa germana, cercenó el ataque del capitán y , también, sus piernas. Sergei, en un esfuerzo supremo, intentó con el tronco sacar su último centro con rosca, pero fue imposible.....no hubo pues remate final, pero si hubo pitido final para aquel regimiento al completo....la alegre cabalgada rusa, aquel despliegue rápido y sorpresivo tras el balón metido entre líneas enemigas murió a trescientos metros de los panzers de Manstein.
El ataque diseñado por el seleccionador General Kutnesov terminó con miles de piernas seccionadas, brazos colgando y cabezas separadas de sus cuerpos. El Ejército Rojo no pudo reconquistar aquella tierra de nadie pero la batalla pudo celebrarse como la primera derrota del fútbol ruso en competición internacional. Era el año 1941.
La noticia de aquel contraataque tras un balón no tardó en llegar al Kremlin. Allí Josef Stalin, un buen hombre, se mesaba el bigote, preocupado por el destino de sus hijos en el frente, mientras manoseaba, distraído, el trasero de la camarada Irina. Seguía dándole vueltas a su sueño de conquistar occidente y al trasero de Irina cuando una luz se encendió en su mente...."Futbol y patria" gritó, "Fútbol y pueblo", repitió entusiasmado como el alquimista que acaba de dar, por fin, con una fórmula mágica.
Desde ese momento el fútbol dejó de ser opio del pueblo para pasar a ser una conquista revolucionaria, otra más. Con los años la Unión Soviética se poblaría de estadios de butacas estrechas, fondos de pié, megafonías irreconocibles y ruidosas, céspedes en mal estado y ambientes lúgubres como un thriller al más puro estilo Morgan Freeman.
Fútbol como cuestión de Estado. Fútbol como muestra de dignidad. Fútbol y guerra. Ahora, jugadores que representáis a la Madre Patria, portadores de la dignidad y el orgullo de nuestra nación, soldados de un ejército siempre victorioso....recordad que este Domingo y frente a Alemania, la Historia nos da una nueva oportunidad....sentid como hierve vuestra sangre cuando escuchéis gritar el maldito "Deustland, Deustland".....temblad de emoción a los acordes del himno patrio!!!......gritad conmigo!!!......por la Revolución!!!...por el Octubre Rojo!!!...por el padre Stalin y Natascha!!!!.......por el camarada Sergei y los caídos en las estepas de Nogaish!!!!....por evitar el Gulag!!!...
Antes queda, eso sí, el trámite del Jueves....
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11 comentarios:
Приветствия от России.
Мы выиграем.
Asilovich me emociona su prosa ecuanime y revolucionaria, en el siguiente congreso del Pcus voy a pedir la Secretaria General de sueños alcanzables para Usted distintivo purpura.
MarioSilov, no entiendo la razón, pero tu entrada, magnífica, está siendo ninguneada.
Cuantos capitalistas, mencheviques y troskystas hay en estos lares. La Quinta Columna, que no descansa.
Y ese renano ¿seguro que es seguidor de Rosa Luxemburgo? No me extrañaría que fuera un infiltrado por el RHSA y estuviera directamente a las órdenes de Heydrich. Ándate con ojo, que le veo muy teutón.
¿Ningunear?...
Aprovechando que aún era la noche de San Juan he estado a punto de quemar el local con todos dentro ante la lectura esta afrenta bolchevique judeo-masónica
Ante la ausencia por deserción del Alferez Tomatero, el jueves Dios mediante al amanecer, y desde el secreter del Ambigú "Mirador del Valle de los Caidos", daré la oportuna contraréplica a esta ignominiosa entrada comunista...
Se titulará: La División Amarilla...
!Rusia es culpable!...
!
Cincinato se acerca, con el ritmico paso de una serpiente para decir:
ese renano ¿seguro que es seguidor de Rosa Luxemburgo? No me extrañaría que fuera un infiltrado por el RHSA y estuviera directamente a las órdenes de Heydrich. Ándate con ojo, que le veo muy teutón.
Ibonovski Renanovich Recaldenglanbach,Renano Y Pro sovietico, reservista y soldado en la Gran Guerra Patria,Medalla al merito Civil Distintivo Purpura,Jefe del Komintern, Ponente del 4º Plan quinquenal Agrario,Delegado de Burdeles y Lupanares en la zona de Omsk, Creador del Bono Vodka trimestral,Ponente en el 34º Congreso sobre "Desarrollo y obstruccionismo Occidental", Director de la Escuela de Reeducacion "Mlditos Burgueses", 174 Actas presentadas a Dherzinski,Coautor del Pliego de cargos contra Sajarov bajo el titulo "Lo primero es matar al pacifista", en fin no quiero perderme en meritos........
Dionisio Gorri dijo:
Ante la ausencia por deserción del Alferez Tomatero
Como Flecha meritorio y siempre a las ordenes de mi Alferez Voluntario Tomatero dire que jamas ha desertado ni abandonado en la batalla a un compañero.
TOMATERO...... PRESENTE¡¡¡¡¡¡
Pues en su historial militar figura que le han sido retiradas la Cruz de San Felicísimo con hojas de tomate y el Toisón de San Ignacio por sedicción...
Eso sí: conserva los correajes y el cinto con la hebilla de oro con las flechas y el yunque grabados
Y el Almirantazgo de la Ria navegable, asi como el Condado de Etxezuri
Pistonserranosuñer rectificando:
"con las flechas y el yugo grabados"
Tanto leer esta propaganda marxista de estos clientes rojos confundo el yunque con el yugo...
Dentro de poco confundiré la hoz con la guadaña...
Pistoncuñadisimo es como Dinio(tambien amo con locura a Marujita) la noche le confunde...
Leer con atención:
Desaparecido en combate
El término Desaparecido en combate designa a aquellos combatientes que dejaron de ser vistos por los miembros de su unidad o se perdió el contacto con ellos en el transcurso de una operación militar, generalmente en suelo enemigo o contralado por el enemigo.
La desaparición en combate puede deberse a muchas causas, pero generalmente tiene un sentido negativo, haber caído en manos del enemigo.
Quizá la causa más benigna para el desaparecido sea por voluntad propia, esto es especialmente fácil para la infantería, la cual, como reconocen los propios militares, su condición le concede la capacidad de quedarse tras la maleza o tras una loma y no participar en el combate si no lo desea.
De esta forma la desaparición en combate se relaciona con la deserción o la cobardía ante el enemigo, ambos tipificados en casi todos los códigos penales miliatares bajo una u otra definición y penados con las penas más duras.
La más dramática es la captura por el enemigo. En este caso cualquier combatiente puede acogerse a la Convención de Ginebra para ser tratado con humanidad; pero por su condición de desaparecido los captores suelen tener las manos libres para matarlo, torturarlo o tratarlo como semiesclavo.
Durante los últimos minutos del partido incluso creo que llegaron a apelar a la Convención de Ginebra.
Qué baño!!!
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