La Asamblea del lunes 10

En la otra entrada parece que ya hemos analizado el triunfo en Anoeta y una parte de los clientes quieren hincarle ya el diente a la asamblea del próximo lunes.

Ayer un grupito de animosos compromisarios me hicieron el peligroso (por el Renano) honor de dejarme participar en una comida; a mí, que no pertenezco a ese grupo.

Entre lo que dijimos unos y otros, lo que veo por ahí, y lo que yo mismo pensaba, la verdad es que creo que hay mucha menos chicha de verdad que en otras ocasiones.

Por supuesto que el nefasto sectarismo que nos tiene enfermos desde hace años puede hacer su aparición en la asamblea y complicarla, pero a mi me parece que va a ser una asamblea de poco interés de verdad para el socio. Otra cosa es que se puedan montar pifostios por causas particulares, pero al aficionado independiente estimo que no debería preocuparle mucho lo que se va a tratar.

En primer lugar, la primera asamblea después de unas elecciones parece que debería ser tranquila. No tendría mucho sentido que los representantes (compromisarios) dieran palos a un presidente al que acaban de elegir directamente sus representados (los socios) Creo que toca dar un voto de confianza, y esperar al año que viene para meter las gomas, si es que hay que hacerlo.

Otra cosa me parecería sospechosa.

Claro que la propia Junta parece querer alterar este panoráma idílico: la reformulación de cuentas puede ser una pedrada en un avispero. Cuando Lamikiz intentó hacer lo mismo hace años, se montó una buena, con intervenciones de varios ex-directivos, con un ex-presidente a la cabeza.

No parece que la comparación sea adecuada: en aquel caso estaban en juego los avales (dijera lo que dijera Milikiz en el famoso video al que Velasco se sigue agarrando en su guerra particular contra Ugartetxe) Y además lo estaban en unos momentos muy difíciles por las circunstancias que acompañaron al asunto de los avales: el fallecimiento de Uría y sus consecuencias personales y familiares.

Ahora parece que los avales están a salvo y que solo está en juego una cuestión de orgullo personal.

Lo de "solo" es una broma, ya que como sabéis si algo de García Macua tiene dimensiones elefantiásicas es precisamente su ego. No es de descartar que presente batalla. Pero esta asamblea no le es especialmente propicia, ya dijo lo que tenía que decir en una reciente rueda de prensa, y en todo caso, creo que este tema de egos particulares no tiene más que una trascendencia anecdótica para el socio.

Sobre todo porque parece ser que la contabilización alternativa de la parte gorda del ajuste (los Socios Barria) no va a ser fundamentalmente diferente en lo que atañe a los intereses de los socios que no estamos de directivos.

¿Qué puede salir gente a armarla? Sí. ¿Qué eso deba tener más consecuencias que la de alimentar polémicas en los medios locales hambrientos de noticias? No lo creo.

Por supuesto que se puede querer dar mucha trascendencia a lo de si los "Socios Barria" son esa novedosa figura de "socios de pleno derecho sin derechos", o no son sino aspirantes. Supongo que se les podrá intentar manipular dando importancia a una situación transitoria que esperemos que dure poco. Velasco parece que ya lo está haciendo. Yo me lo quiero tomar con tranquilidad.

Y luego queda el tema de la lectura de los resultados de la votación sobre las cuentas.

Parece que se van a meter en el mismo saco la gestión y las cuentas de la temporada anterior.

O sea, que las opciones de los compromisarios van a ser dos:

1. Votar "sí" a la gestión de Macua y a las cuentas reformuladas por Urrutia.
2. Votar "no" a la reformulación de Urrutia y a la gestión de Macua.

En esas circunstancias, ¿Qué lectura hacer de un "sí"? ¿Y de un "no"? ¿Qué va a votar un partidario de Macua? ¿Rechazar la reformulación de Urrutia y con ella la gestión de Macua?¿Y un furibundo opositor al anterior presidente? ¿Y los partidarios/detractores de Urrutia? Es absurdo. Pero como destacaron ayer mis comensales, este sinsentido tiene una ventaja: al no haber vencedores ni vencidos claros, salga lo que salga, no debería interpretarse ningún resultado como si hubiera un cisma.

Quedan las consecuencias prácticas. Algo de eso pregunta Forever en la anterior entrada. Pues en ese mundo surrealista que son las asambleas, las cuentas del Athletic, sus auditorías, los números de la Fundación ...  no creo que haya ninguna.

A Lamikiz le rechazaron las cuentas que presentó. ¿Y? No pasó nada. Un acontecimiento cósmico el día 0, un titular de primera página el día 1, un pescado envuelto en dicho titular el día 2, y el 3 ... ya no se acuerda nadie. A preparar el siguiente partido.

Por supuesto que si llegamos a perder en Donostia y afrontamos la asamblea en puestos de descenso las cosas me parecerían diferentes. Pero es lo que hay: somos así de profundos. Y demás, somos un club de fútbol, ¿no?

Os dejo, a petición de un sector de la clientela, con un video.