lunes, 30 de noviembre de 2009

Crónica de una tarde de Domingo "futbolero".

No, no pretendo competir con Tao, nuestro cronista profesional. Y , de todas maneras, querer hacerlo hubiera resultado vano empeño. Nadie como él maneja el estilo propio de una crónica, que con todo derecho le ha supuesto, a perpetuidad, el sillón Tao en la Academia. Esta, pues, es una crónica no de hechos ni de sesudos y acertados análisis como los suyos…. es una simple crónica de sensaciones de un Domingo por la tarde futbolístico.

Fue fácil decidirlo. A mitad de semana ya tenía previsto no ver el Almería –Athletic. Sufro demasiado en San Mamés y este frágil y avejentado cuerpo zurigorri necesita descanso de tanto estrés, al menos, un Domingo de cada dos. Ayudó mucho saber que a esa hora donde solemos iniciar nuestras habituales “operetas” futbolísticas lejos del hogar la televisión había programado el Arsenal-Chelsea. Un duelo londinense en las alturas. Dos concepciones diferentes de lo que es este juego con balón llamado fútbol.

Así que llegada la hora me aposté frente al televisor con el portátil a mano para ir consultando nuestras constantes vitales en Almería, más o menos, cada 15 minutos.

Debo confesar que me enamora. Que mi concepción de lo que debe ser un equipo de fútbol se asemeja mucho a lo que ellos muestran en casi todo partido que les puedo ver. De todos los conjuntos que pueblan las televisiones en la actualidad aquel en el que más me gustaría que se mirase nuestro Athletic. No, no me refiero al Arsenal de Wenger y su formidable juego juvenil, alegre y combinativo, no. Quién mejor expone la concepción de ese fútbol que me enamora son los “blues”.

Estaba el partido del Emirates en sus inicios cuando comprobé que el Athletic salía vivo, 0-0, de los primeros quince minutos en Almería. Bien, al menos parece que no nos ibamos a suicidar de inicio. Algo es algo.

Sólido, dificilísimo de superar, aguerrido, rápido con balón y rapidísimo sin él, capaz de presionar hasta la extenuación y ahogar al rival durante 90 minutos o 120 si es que hay prórroga. Un equipo que hace de la recuperación del balón un arte, de la velocidad con él un mandamiento y que posee el mejor delantero centro del mundo , capaz de rematar un cochinillo. No, todavía no es el Athletic, es el Chelsea. Pero todo se andará.

Se había superado ya la media hora cuando antes de consultar, de nuevo, nuestra situación a orillas del Mediterráneo escuché el sonido de un petardo. No, esta vez no eran los chicos del Alférez. Es la señal que suele acompañar, en la zona donde vivo, a un gol zurigorri. Por aquello de no romper el hechizo decido esperar a que termine la primera parte antes de saber más sobre nuestras posibilidades en el asalto al Sur. Al descanso, 0-2…..magnifico!...el mismo resultado que el Chelsea y en minutos parecidos…”¿estaremos en ese camino?”, fantaseo....

Una rápida incursión en Marca para comprobar, aliviado, que seguimos con 11 en el campo, que esa es otra. El siguiente punto de comprobación se sitúa sobre el minuto 20 de la segunda parte. Si para entonces seguimos con dos de diferencia y once en el campo la operación Mediterráneo empezará a tener color de victoria.

Llevaba el Arsenal admirando al mundo con su fútbol de fantasía varios meses, goleando con facilidad a los contrarios, mareándolos con su manejo del balón. Hasta que llegó el Chelsea. En un partido más intenso que excepcional, de los que gustan a los “blues”, éstos se deshicieron sin problemas de los “gunners”…0-3…Demostrando estar un escalón por encima de ellos.

Como un equipo superior, de jerarquía insultante. Así se mostró el Chelsea. Con Drogba, un delantero que lo mismo remata a un toque un balón en disputa con dos centrales, que gira la cabeza logrando que el balón salga despedido con la misma potencia que sale de su bota, que realiza un contraataque veloz, que lanza un golpe franco magistral como hizo ayer en el tercer gol. Un depredador mortal, que se excita con el olor a red y que arranca goles a mordiscos. De fiereza brutal y de talento sublime.

No quiero ser ventajista respecto al estilo de juego que más me gusta. Sé que el Chelsea es el que mejor lo interpreta en la actualidad y que quizás haya algún equipo que pueda desarrollar el estilo combinativo todavía mejor que el Arsenal. Quizás lo haya, sí, aunque ya vimos en semifinales de Champions del año pasado lo que sucedió.

Para el minuto veinte de la segunda parte, viendo que el Chelsea tenía completamente maniatado el partido y al Arsenal paralizado como una oveja entre los anillos de una boa, vuelvo a comprobar nuestra situación…..0-3….me froto los ojos…Leo un par de comentarios sobre el partido, “dominio de la estrategia” y “la calidad de Yeste” adornan los comentarios de los expertos. “Vaya”, me digo,” justo eso que no entrenamos nunca”.

Con los dos partidos decididos y justo después de ver cómo Drogba era capaz de clavar un saque de falta como si fuera un obús junto al palo del portero salgo para ver el Barca-Madrid. Me acerco al lugar donde Gabi tiene su reinado y agasaja a los habituales. Hombre, no es la atmósfera inigualable del Tobarish, ni puede estar uno tan bien acompañado como allí, pero tiene una ventaja inigualable….dos minutos me separan de casa.

Llegué cuando el partido del Camp Nou todavía no se había iniciado….el local estaba abarrotado, supongo que la mayoría habían visto el partido de Almería….pero el ambiente me dejó trastornado…. padres con la bufanda del Athletic acompañados de sus niños con camiseta de Messi…..abuelitos que casi llegan a las manos porque uno se pone delante de otro y no le va a dejar ver bien el partido…..como si un bar fuera un lugar para ver partidos de fútbol y no un lugar en el que acercarse a la barra con intención de pedir un trago…..le pregunto a Gabi…”¿esto estaba así de cargado durante nuestro partido?”….”de gente igual, pero mucho más tranquilos”…..lo suponía.

Quizás haya quien entienda que el que una cabeza te impida ver una improbable “combinación” entre Yeste, Orbaiz y Gurpe es menos dramático que perderte l a enésima bicicleta de Cristiano Ronaldo o alguno de los seiscientos toques entre Xavi, Iniesta , Piqué y Alves anteriores a cruzar el mediocampo. Alguno lo entenderá, en mi caso se me hace incomprensible....no puedo asimilar bien que tanta gente sea incapazS de disfrutar de lo extraño, lo improbable, lo excepcional, lo insólito, lo exótico, lo singular.

Conseguí finalmente un huequito en una esquina del local y me dispuse a ver el partido adoptando esa actitud contemplativa y satisfecha propia del que le da lo mismo el resultado que se produzca. Dispuesto , eso sí, a ser crítico y mordaz con ambos equipos por igual. Vano intento. La equidistancia me duró lo que al renano un orgasmo.

En cuanto ví el primer plano de la cara de Cristiano Ronaldo quise que el Madrid fuera goleado. Esa actitud duró poco, justo hasta que casi al instante Gabi subió el volumen de la retransmisión y pude escuchar el clamor de los culés….”ah!, que buena sería una humillación del Barca”, pensé……cuando me estaba instalando en ese sentimiento….ví una imagen de Astiazarán intentando, solícito, acercarse a Florentino….y , de nuevo, desee la victoria blaugrana…..justo hasta que iniciado el encuentro pude ver, de cerca, la imagen de Alves corriendo por la banda…..”ojalá le den pero bien”……claro que entonces Pepe cobró protagonismo…..”éste es un cerdo protegido…como si fuera una especie en peligro de extinción”……hasta que las cámaras se fijaron en Henry….me acordé de Irlanda y de Gorka….y mascullé …”a ver si les meten siete y no puede salir mañana de casa”….una bicicleta de Cristiano Ronaldo me devolvió a la realidad….”solo por no ver la portada del Marca mañana espero que les den un baño”….y así, bailando entre sensaciones contradictorias cada treinta segundos…



Al descanso y rodeados de zurigorris con inclinaciones repulsivas , blancas o blaugranas, tuve mi momento de gloria….”Vaya mierda de partido….a estas alturas en Almería nosotros ya íbamos 0-2”. Justo en ese momento apareció una pareja joven buscando un rinconcito donde poder seguir la segunda parte…..cedí gustoso mi asiento por protegerla entre la marabunta, junto a la barra, no por él, que no se lo merecía, sino por ella….no por ser llamativa y lustrosa, que no lo era, sino por esa mirada dulce, tierna y perdida, propia de la hermana que todos deberíamos haber tenido. A ella aquello le interesaba menos que nada pero por él y un Nestea estaba dispuesta a lo que fuera. ¿Cómo no dejarla, al menos, un asiento?.

Lamentablemente el 0-0 , resultado que me hubiera permitido ser mordaz con ambos equipos, no se pudo mantener y aquella segunda parte, no hay por qué negarlo, resultó entretenida.

De vuelta a casa reflexioné en los 20 puntazos que tenemos, en la estrategia que nunca entrenamos, y en los seis euros que el Alférez ha ganado por su valiente apuesta del Viernes.

Y es que ahí, , frente a la máquina de apuestas, es donde se separan los hombres de los niños.

viernes, 27 de noviembre de 2009

"A" de Almería, "A" de Avellaneda


Hoy tocaría, para variar, hablar de fútbol, especialmente del pre-partido del Almería-Athletic de ese fin de semana.

¿Y qué digo yo?

Solo se me ocurren tópicos:

Que si el punto del Barça es bueno si lo refrendamos con un triunfo en Almería ...

Que si nunca hemos ganado en esa capital andaluza y que ya toca ...

Que es ante estos equipos cuando tenemos que echar el resto ...

Que sin embargo son estos partidos los que solemos elegir para cubrirnos de ridículo ...

Que es el momento de, con una victoria, mirar definitivamente a los puestos de arriba ...

Que si parece que va a reaparecer el chaval ...

Como toca, hay que abrir la entrada. Pero os dejo a vosotros llenarla de contenido con vuestros siempre atinados comentarios.

Yo me voy a limitar a aprovecharme para hacer algo que quiero hacer hace días.

El Pisuerga no pasa por Avellaneda. Pero Avellaneda empieza por "A" como Almería. Así que ...

Hace unos días fui al cine. Ví "El secreto de sus ojos", película argentina dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Ricardo Darín, que recomiendo efusivamente.

La película es excelente, e incluye una escena que creo que puede gustar mucho a los aficionados al fútbol. A mí al menos me encantó.

Y como el protagonista es el Racing de Avellaneda, club al que sus seguidores llaman coloquialmente "La Academia", pues os meto hoy el video.

La Academia

Espero no destripar la película a nadie. Aunque en esta escena se desvela un hilo de la trama, tiene lugar hacia la mitad de la misma.

La situación, para los que no hayan visto la película, es la siguiente: dos tipos están buscando a un tercero que ha desaparecido sin dejar rastro. La única pista son unas cartas a su madre en las que menciona una serie de nombres propios que no tienen ningún sentido para los dos sujetos que le buscan. Hasta que en el bar que uno de ellos frecuenta ...



jueves, 26 de noviembre de 2009

Premios Ambigú


Como hoy no se me ocurre nada para una entrada, y a la espera de que algún otro administrador llene esta laguna (MarioSila, Piston, Nowanda ...) voy a desgajar la 1ª convocatoria de los "Premios Ambigú" de la entrada de ayer, donde la he mencionado por primera vez.

Ante el descrédito que por mor de algunas extravagantes concesiones sufren los premios Nobel y Príncipe de Asturias, quedan convocados dichos "Premios Ambigú", para llenar el vacío dejado por aquéllos en cuanto a referencia de prestigio.

En esta primera edición, serán cuatro las categorías:

Ciencia.

Artes y Letras.

Deportes.

Solidaridad y Concordia.

Podemos presentar nuestras candidaturas. Luego serán votadas y finalmente decidirá el Aitite.

Los premios se dotaran con el bote de propinas del local y se podrían entregar en el transcurso de una comilona (verdadero fin de cualquier convocatoria que se precie)

El lugar sería a determinar, aunque me llegan rumores de que el comité "Guriezo 2020" podría hacer una oferta para realizar la jamada en la noble localidad cántabra, a fin de dar impulso a su candidatura olímpica.

Queda abierto el plazo de presentación. En principio hasta mañana, pero si la cosa tiene éxito podríamos ampliarlo.

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Picardía o infantilismo?

El amigo Bogart ha analizado amablemente algunas peculiaridades de nuestro entrenador, al que califica, con la llaneza que da el cariño, como "Vendehumos", denominación que ha prendido entre nuestra hinchada para referirse al de Utrera. En mi opinión, de manera injusta.

La trayectoría de Caparrós en el Athletic ha sido analizada profusamente en este blog, tanto en entradas específicas (pinchad la etiqueta "Caparrós" en la columna de la izquierda) como en hilos secundarios de otras muchas.

Resumo lo que podría ser mi opinión global:

1) Buen primer año: mejora espectacularmente la sangría defensiva y nos hace pasar menos apuros. El juego sigue siendo gris oscuro, pero damos la sensación de ser un equipo más sólido. No hay que olvidar de dónde venimos.

2) El segundo año, la mejoría del juego se estanca. Caparrós no encuentra la manera de sacar más al equipo. Es cierto que somos capaces de hacer algunos partidos que recuerdan a lo que debe ser el Athletic (Valencia en liga, Sevilla en copa ... ) pero vuelve la fragilidad defensiva y en algunas fases de la liga se vuelven a pasar apuros. El equipo parece incapaz de mejorar su juego ramplón, pese a que esas excepciones parecen indicar que hay algún potencial oculto al que no se sabe sacar partido. Se echa la culpa al entrenador, pero como la fuerte apuesta de éste por la copa da frutos, a la postre se ve reafirmado, aunque cada vez sean más los athleticzales que le miran con cierta ojeriza. Eso sin hablar de algunos medios que empiezan a desatar contra él una cruzada bestial que solo la final de copa aplaca temporalmente.

3) Tercer año. Seguimos mal atrás y romos adelante. No obstante, en la liga estamos teniendo el mejor comienzo (hablo de puntos) en muchos años y nos estamos defendiendo bien en la UEFA. Frente a ello, la decepcionante eliminación en la copa a las primeras de cambio.

Pero esto lo escribo solo para centrarnos. Esta entrada no es, en principio, un juicio global a Caparrós, aunque vosotros la convertiréis en lo que querráis.

Yo de lo que quiero hablar, al hilo de lo que dice Bogart en la otra entrada que he mencionado, es de la actitud, de la personalidad de "Jokin" en el banquillo del Athletic.

Me refiero a esa picaresca de mercadillo de la que, para mi vergüenza, hace a veces gala el actual entrenador del Athletic.

Nada más llegar, me enteré que después del primer partido de liga en San Mamés, Caparrós se molestó por el quehacer de los recogepelotas. Reunió a los responsables de los mismos y les explicó lo que tenían que hacer. Incluos cambió su distribución en el campo. La tesis de Joaquín era que en fútbol, hasta los detalles más nimios tienen importancia, que los segundos que se pierden o ganan a lo largo de un partido pueden influir en el resultado, así como conseguir o evitar una pequeña ventaja en un saque de banda, propio o ajeno, aunque sea de fracciones de segundo. Él le da importancia a todo y lo quiere controlar todo.

Bueno. Es una teoría. Suena bien. Seguramente tendrá razón. Pero ¿a qué nos lleva esto?

Al bochornoso espectáculo (al menos lo es para mí) de ver al entrenador de mi equipo moviéndose en la zona técnica, mirando a uno de sus jugadores para hacer como que lo hace para hablar con él, pero de manera que distraiga o moleste con su inmediatez a un rival que progresa por esa banda.

O de verle moviéndose, de nuevo dirigiendo la cara en otra dirección, pero mirando con el rabillo del ojo al contrario que viene corriendo para sacar de banda a fin de que éste se tenga que frenar o desviar para no chocar con él y robar espuriamente un segundo.

O de verle apartar unos centímetros los balones que caen cerca de su banquillo, como el otro día con Alves.

Y la lista podría seguir.

Y hasta la podríamos ampliar con cómo afecta esto a los jugadores. Estos nunca se han quejado tanto, nunca han exagerado tanto cualquier choque, cualquier entrada o cualquier lance del juego que implique contacto como lo hacen ahora. Nos estamos convirtiendo en un equipo de comediantes. Igual la lógica del fútbol impone desterar el "fair-play" que nos ha caracterizado y que a veces nos a asemejado más a unos pardillos que a unos caballeros, pero hemos pasado de un extremo a otro, y creo que los árbitros se han dado cuenta y a la postre eso nos perjudica más que beneficiarnos.

Lo que me lleva a la pregunta que da título a esta entrada. Este afán de Caparrós por marcar diferencias en esos detalles, ¿es picaresca o infantilismo?

A mi me parece más pueril que inteligente, desde luego.

Si quiere sacar ventajas, podría empezar por mejorar, pero de verdad, en los conceptos entrenables, por citar un ejemplo. Seguro que se os ocurren muchos de esos conceptos que a lo largo de un partido, de cualquier partido, nos deparan inconvenientes mucho más graves y tangibles que los segundillos que arraña con los vergonzosos numeritos que monta desde el banquillo y que el cree que son "de listos".

¿Qué opináis?

lunes, 23 de noviembre de 2009

Complejos (por TaoTeKing)

Aunque ayer MarioSila ya abrió una entrada sobre el partido del sábado, creo que el prestigio de nuestro reportero estrella, el gran Tao, se merece que su propia crónica sea objeto de una entrada específica, en vez de simplemente agregarla como comentario a la de MarioSila.

Dice Tao:

El relato de los hechos, en esta ocasión, empieza por el final. Los jugadores del Athletic, emocionados, se abrazan y festejan el resultado conseguido frente al Barcelona como si se tratara del triunfo en una final. El público, eufórico, corea una vez más la marcha triunfal. Cualquiera que no sepa el resultado podría deducir que el partido de anoche en San Mamés terminó con un sonado triunfo rojiblanco. No, los tiempos cambian y las alegrías están de rebajas, ahora se festejan con pasión los subcampeonatos y los empates en casa.

Se presentaba el partido rodeado de algunas incidencias externas, aspectos que bien podrían haber condicionado su desarrollo. De una parte, el todopoderoso Barcelona acudía a San Mamés bajo los efectos de dos tipos de virus: el de la gripe, causante de cierta merma en las huestes culés y el llamado “virus FIFA” que inexorablemente sucede a una semana de partidos internacionales de selecciones. A estas contingencias, el Barça sumaba la lesión de una de su principal referencia en ataque, Ibrahimovic. De otra parte, el Athletic se presentaba bajo los efectos de una circunstancia intangible, ignorada para los no avisados, pero no menos determinante: el viento sur.

Sin embargo, no fueron estas circunstancias las que explican totalmente lo que sucedió en La Catedral. Un psicólogo describiría con mayor precisión lo que ocurrió y porque sucedió. Legos en la disciplina, aún así, trataremos de encontrar la causa del empate final.

La semana previa al partido nos había puesto sobre la pista. Los pesos pesados del vestuario rojiblanco emitieron mensajes claros y diáfanos: el Barcelona es superior, mejor dicho, muy superior, y un empate sería un gran resultado en este partido. Volviendo un poco la vista atrás en la reciente historia de estos enfrentamientos observamos antecedentes muy poco edificantes para estos mismos jugadores, ya que en menos de un año natural, el Barcelona le ha ganado cinco veces al Athletic en todo tipo de circunstancias: en San Mamés, en el Nou Camp, en liga, en copa, en supercopa, de forma más ajustada, tras un vapuleo en el juego… Parece claro que el sexto enfrentamiento entre leones y culés durante 2009 viene precedido por lo que parecen ser acontecimientos traumáticos para los primeros. La sucesión en tan breve lapso de tiempo de dichos acontecimientos ha desarrollado en los jugadores del Athletic un marcado complejo de inferioridad.

Es probable que el único que pensaba que de alguna forma se le podía hacer daño al Barcelona fuera Joaquín Caparrós. Su planteamiento inicial tenía algo de novedoso respecto a las cinco citas anteriores frente a los catalanes: defensa muy adelantada, el equipo muy junto en todas sus lineas, acumulación de jugadores en la franja central y arriba, acompañando al sempiterno Llorente, la velocidad y el dinamismo de Susaeta. El Athletic renunciaba a una de sus princiaples armas, el juego por la banda, para reforzar la medular con dos interiores, Gurpegui y Yeste, de manera que Orbaiz y Javi Martínez no quedaran al descubierto ante el juego en corto y preciosista de los Xavi, Iniesta, Keita y Busquets. La idea
consistía en parar al Barcelona en el centro del campo y buscar salidas rápidas con Susaeta o el uno contra uno de Llorente frente a un jugador que parece un objeto extraño en este equipo, Chigrynski. Fue precisamente un pase del defensa ucraniano, lo único positivo que hizo en todo el partido, el detonante de la caida de todo el entramado ideado por Caparrós: pase largo al hueco, entre los centrales rojiblancos, que Pedrito desaprovechó en boca de gol. A partir de ahí, cualquier atisbo de competitividad que pudiera haberles insuflado el utrerano a sus chicos quedó difuminado: era el momento del subconsciente. Los bilbainos empezaron a recular, su complejo de inferioridad se hizo más patente y sólo les mantenía en pie el instinto de conservación. El Barcelona tocaba a placer, por el medio, por la banda, regates, paredes y un puñado de ocasiones que en circunstancias normales hubieran producido un 0-2 o un 0-3 en la primera media hora, pero que ayer no fueron capaces de transformar. El Athletic volvía a asemejarse al de estas últimas temporadas con una gran acumulación de jugadores atrás, con Javi Martínez, Gurpegui u Orbaiz acudiendo al corte en medio del area, recordando más a los añejos líberos que a los modernos mediocentros. El juego ofensivo era una entelequia: tan pronto comenzaba se daba ya por concluído, pelotazos sin sentido, despejes desmesurados, falta de ideas e iniciativa propiciaban que Susaeta se pasara todo el primer tiempo corriendo de un lado para tra con escasa fortuna y que Llorente probablemente tuviera que pedir en el descanso un analgésico y, si lo permitiera el árbitro, un casco. Paradójicamente, siendo tan inferior el Athletic, la última ocasión de la primera parte fue rojiblanca y sólo el desacierto rematador de Javi Martínez impidió irse a la caseta en franquía al cuadro local.

No sólo pecó el Athletic de un futbol acomplejado. También lo hizo el Barcelona. En su caso, el complejo fue de superioridad. Debían verse los azulgranas tan superiores a los locales que en la fase final de la primera parte y durante mucho tiempo de la segunda aflojaron sensiblemente el ritmo. El Barcelona hace daño por su juego preciosista, sí, pero bajo una estricta condición: un alto ritmo de juego. A menor ritmo, más posibilidades para el rival. Lo cierto es que el Barcelona, viendo que el Athletic jugaba única y exclusivamente al tún-tún, pasó a jugar al trán-trán. Debieron pensar que el equipo zurigorri caería como fruta madura, en aplicación estricta de la ley de la gravedad, y que ellos tienen compromisos de mucha enjundia en los próximos siete días (Inter y Real Madrid), así que no debía merecerles mucho la pena jugar con la quinta marcha. Casi les sale bien. El Athletic, incapaz de salir de sus dominios, concede la enésima oportunidad dentro de su area. En esta ocasión, Alves ejerce las funciones de delantero siendo defensa con más solvencia que los fallones Pedrito y Messi, gol y lo que parecía el principio del fín.

Con el Barcelona por delante en el marcador, se produce algo que cambiaría el signo del partido. Los cambios de Caparrós no suelen producir buenos efectos en el equipo, pero no fue el caso de ayer. Toquero es un jugador con unas limitaciones técnicas y estéticas palmarias, pero con algunas virtudes extraordinarias. Ayer sacó a relucir una de ellas: su desbordante autoestima. Este cronista no sabría decir si antes fue el huevo que la gallina, pero lo cierto es que, contagiado por el entusiasmo del divino calvo o por propia iniciativa, el equipo aparcó su estado de anímo atribulado y comenzó a parecerse al equipo que en San Mamés ha solido ser en su centenaria historia. El gol, paradójicamente, lejos de hundir a un equipo deprimido y deprimente, le permitió soltar amarras y olvidarse de complejos. El empate fue fruto del enésimo balón a la cabeza de Llorente; eso sí, en esta ocasión bien dirigido a un compañero en posición ventajosa y magníficamente aprovechado por el lehendakari revulsivo.

A partir del empate el partido tuvo una fase en la que los complejos de ambs equipos dieron paso directamente a la locura: un ritmo de juego mucho más alto, acción, reacción… En esas circunstancias el Barcelona volvía ser peligroso, aunque para esas alturas el Athletic ya estaba mucho mejor organizado atrás y dejaba constancia de algo que hasta entonces apenas había inquietado al pentacampeón: el contratataque. Con algún susto para la porteria vizcaina, el partido llegó a su final y terminó como comenzó esta crónica, con la locura desbordada por un empate. El espejismo duró unos minutos de la segunda parte, la celebración demostró que el Athletic sigue siendo un equipo con un gran complejo de inferioridad.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El museo de los horrores.


Fantasmas que se te acercan, aullando, arrastrando sus cadenas….degollados con su cabeza entre las manos que ríen mientras tratan de rodearte….zombies que alargan sus brazos intentando tocarte mientras gusanos salen por las cuencas de sus ojos vacíos….vampiros góticos que olisquean tu cuello buscando la yugular donde clavar sus afilados colmillos…..pesadillas de las que despertarse inundado de sudor….algo así me pareció buena parte de nuestro partido de ayer.

Lo siento. Quizás es que todavía esté “flasheado” por lo que me tocó ver en los primeros treinta minutos del partido. No sé si según vayan pasando las horas mi opinión de lo visto ayer irá acercándose a lo que se puede leer en la prensa deportiva de hoy. Pero de momento no. Quizás me arrrepienta mañana pero ahora mismo estoy más cerca de la vergüenza que del orgullo.
Según transcurría el primer tiempo se me venía a la cabeza una escena de “El Padrino II”, esa en la que Michael Corleone, tras sufrir un ataque a tiro limpio en su finca, se dirige a uno de sus hombres de confianza, a gritos, “han atentado contra mi….contra mi mujer…..contra mis hijos……en mi propia casa!!!!!”….porque eso es lo que me parecieron esos largos treinta minutos….un atentado contra nosotros …..perpetrado por nosotros mismos.
Porque aquello fue un colección de horrores infinitos con y sin balón. Sin balón porque presionamos, es un decir, tarde y mal….ver a todo el equipo metido en su campo con Llorente a diez metros del centro del campo no es que me parezca mal….igual es necesario….no discuto eso ahora….pero ver esa disposición y a la vez comprobar que el Barca puede moverse a su gusto….sin sentir agobio ninguno….ver que el buen Chigrisnki (gracias, majo) es capaz de plantarse en nuestro propio medio campo y meter la mejor diagonal que se le recuerda sin que nadie de los nuestros siquiera pestañee….

Pero lo peor, con mucho, el auténtico museo de los horrores llegó las veces , pocas, en las que teníamos el balón….ver que recuperamos un balón en nuestra frontal….oportunidad de contraataque y observar como el jugador zurigorri corre con el esférico hacia la banda hasta cruzar la misma con el balón me dejó sin palabras….comprobar nuestra incapacidad para dar un balón a dos metros con un mínimo de ventaja….ver cómo las pocas veces que llevábamos el balón al área ajena en disposición de hacer algo terminábamos, a menudo, cediendo el balón a nuestro portero…..asistir a un compendio de despropósitos a mitad de camino entre la aparente abulia y la mayor de las histerias (es obvio que hubo mucho más de esto último que de lo primero)….daban ganas de bajar al césped y abofetear a más de uno al objeto de que volviera en sí o se tranquilizara y se acabaran ya tantos nervios y tanta confusión….y la vergüenza se multiplicaba al recordar que ese espanto lo estaban viendo millones de espectadores.

Es verdad que finalizando la primera parte el equipo pareció estabilizarse….que en la faceta sin balón en la segunda parte las cosas se hicieron algo mejor….aunque los despejes o bien cortos y al contrario o bien fuera del campo cuando se estaba en disposición de intentar un contraataque siguieron estando a la orden del día. Y con balón el desierto siguió estando presente.

No sé si se me podrá acusar de excesivamente exigente, pero aclaro que no pido una capacidad para combinar como la del contrario….solo esperaba un mínimo de capacidad para conservar un balón….para salir de una presión...para dar tres toques seguidos que pongan un balón en la banda con posibilidades reales de centrarlo al área con algo de peligro….no sé si eso lo llegamos a hacer tres veces en 90 minutos.

Y no critico, aquí y ahora, insisto, el planteamiento, del que podemos hablar, sino la incapacidad individual para moverse como un equipo profesional con un mínimo de poso, de saber hacer….de no despejar como en el patio de un colegio….de no enviar los pases continuamente al contrario o fuera de banda….de no ejecutar horriblemente los saques de banda….de estar imbuidos de una histeria ciega que no deja tener ni un instante de pausa para orientar una jugada….no sé…a mi me pareció horrible.

Por cierto, yo también estaba deseando que el partido terminara, yo también consideraba bueno el punto, yo también cuando aquello acabó me dije “bieeeennnn”…y sacudí los brazos con los puños apretados…..pero esa algarabía, esa especie de celebración por todo lo alto a la que se lanzó San Mamés al oir el pitido final no me gustó….¿alivio por el punto? sí….¿festejar el empate en casa ? ..no…eso no….no es digno de nuestra historia.



Y esta mañana me enfrento a la prensa…..y leo felicitaciones al mister por el planteamiento acertado….algún “visionario” incluso se atreve a decir que desde el primer momento se vio que el equipo iba a presionar muy arriba (¿de verdad ves los partidos?) …se habla del esfuerzo, del sudor, de la capacidad de sacrificio del equipo, del orden y el rigor defensivo….de su éxito al maniatar la capacidad de generar futbol del Barca….e incluso que no se renunció en determinadas fases del partido a hacerle peligro al equipo catalán.

Y digo yo….¿si Toquero hubiera mandado su balón al limbo qué se hubiera escrito hoy sobre el equipo y el planteamiento del entrenador? ¿hubiéramos leído algo sobre un equipo miedoso, entregado, incapaz de plantar cara? ¿algo sobre un planteamiento miserable y cobarde?....¿algo sobre que cuando se sale a empatar se pierde?....se abren apuestas….

Y sí, yo me declaro “resultadista”….pero dentro de un orden y el punto de ayer, con ser excelente, no me quita el sabor amargo de lo que le ví “perpetrar” ayer a mi equipo.